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<blockquote data-quote="Shandor" data-source="post: 1416663" data-attributes="member: 50"><p><span style="font-size: 18px"><strong>Somalia: violaciones múltiples en la 'zona protegida'</strong></span></p><p><img src="http://estaticos01.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2013/08/30/internacional/1377879055_0.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p><p>Varias mujeres y niños somalíes, en un campo de desplazados. | Amnistía Internacional</p><p><em>Javier Brandoli</em> | Maputo</p><p></p><p>"Me desperté y vi que un hombre estaba desnudándome. Quise gritar, pero me agarró por la garganta y no pude. Mi prima, de cuatro años, se despertó, y el hombre le dijo que se callara. Hizo lo que le interesaba y se marchó".</p><p>Es sólo una violación más, parte de la rutina que se vive en los <strong>campos de desplazados de Somalia</strong>, ese país al que el horror constante de las <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/19/internacional/1358621692.html/"><u>últimas décadas</u></a> ha enterrado sus miserias en el más absoluto olvido. La autora de estas palabras, llamada Fartun, tiene 14 años.</p><p>Hawa, por su parte, pasó nueve días secuestrada. La drogaron y violaron repetidamente durante todo su encierro. Ella tuvo suerte, <strong>pasó algo insólito, la Policía consiguió rescatarla</strong> y hasta atrapó a alguno de los agresores. Hawa tiene 13 años.</p><p><strong>"Es una vergüenza lo que ocurre allí sin que nadie actúe"</strong>, dicen desde la ONG Amnistía Internacional, que ha elaborado un demoledor informe para despertar conciencias tras una pormenorizada visita del país. Según la ONU, se produjeron <strong>en los campos internos de desplazados de Somalia 1.700 violaciones durante el año pasado</strong>. Una cifra que puede ser mucho mayor por la falta de denuncias.</p><p>De ellos, <strong>en al menos el 70% de los casos se concluyó que los violadores eran hombres armados y vestidos con uniformes del Gobierno</strong>. Pero las denuncias no apuntan solamente a ellos, sino también miembros de las fuerzas internacionales desplazadas por la Unión Africana para garantizar la paz. Casi un tercio de las mujeres que sobrevivieron a los asaltos eran menores de 18 años.</p><p>El problema es que todo el sistema está atrapado en un círculo vicioso en el que nada funciona. <strong>"Las víctimas no quieren denunciar las agresiones para no ser estigmatizadas y porque saben que los agentes no harán nada</strong> por ayudarlas", explica Donatella Rovera, de AI.</p><p>No hay apenas mujeres dentro de la Policía y los hombres muestran una absoluta falta de delicadeza en el tratamiento de la víctima, cuando no una dejadez a resultas de la cual acaban señalándola como culpable. Algo que sucede en muchos países africanos, donde <strong>las víctimas denuncian en muchos casos ser maltratadas y hasta violadas por la propia Policía</strong> en el momento de efectuar la denuncia.</p><p><span style="font-size: 15px"><strong>Condiciones espantosas</strong></span></p><p>Además, las condiciones de los refugios dejan a las mujeres desamparadas y sin ninguna protección. <strong>Muchas de ellas han sido abandonadas por sus maridos y viven en pequeños habitáculos cubiertos de trapos y plásticos</strong>. Es el caso de Halima, otra mujer con cinco hijos a la que acaba de abandonar su marido. Nos explica que sufrió un intento de violación que contemplaron sus hijos.</p><p><strong>El mayor de ellos, discapacitado, se despertó y suplicó al agresor que le matara a él y dejara a su madre</strong>. El hombre amenazó al chico y al resto de niños que se despertaron por el tumulto. Comenzó a desvestir a la mujer, que en un descuido pudo forcejear para quitarle la pistola. Al final, ella recibió un disparo en cada mano.</p><p>El hombre comenzó luego a pegarle patadas en los costados, hasta que algunos vecinos se despertaron con los gritos de la víctima y comenzaron a gritar también. El hombre salió corriendo. "Luego ella <strong>supo que por los golpes había perdido un bebé que estaba esperando de tres meses</strong>", añade Rovera.</p><p>La misma situación se repite una noche tras otra. Los campos de desplazados, donde viven hacinados miles de somalíes, se convierten en una pesadilla para las mujeres y niños que allí habitan. <strong>"Las condiciones de vida son espantosas"</strong>, concluye AI. Según las estadísticas, hoy, al caer la noche, al menos otras cinco mujeres o niñas serán violadas dentro de la zona protegida</p><p>elmundo.es</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Shandor, post: 1416663, member: 50"] [SIZE=5][B]Somalia: violaciones múltiples en la 'zona protegida'[/B][/SIZE] [IMG]http://estaticos01.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2013/08/30/internacional/1377879055_0.jpg[/IMG] Varias mujeres y niños somalíes, en un campo de desplazados. | Amnistía Internacional [I]Javier Brandoli[/I] | Maputo "Me desperté y vi que un hombre estaba desnudándome. Quise gritar, pero me agarró por la garganta y no pude. Mi prima, de cuatro años, se despertó, y el hombre le dijo que se callara. Hizo lo que le interesaba y se marchó". Es sólo una violación más, parte de la rutina que se vive en los [B]campos de desplazados de Somalia[/B], ese país al que el horror constante de las [URL='http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/19/internacional/1358621692.html/'][U]últimas décadas[/U][/URL] ha enterrado sus miserias en el más absoluto olvido. La autora de estas palabras, llamada Fartun, tiene 14 años. Hawa, por su parte, pasó nueve días secuestrada. La drogaron y violaron repetidamente durante todo su encierro. Ella tuvo suerte, [B]pasó algo insólito, la Policía consiguió rescatarla[/B] y hasta atrapó a alguno de los agresores. Hawa tiene 13 años. [B]"Es una vergüenza lo que ocurre allí sin que nadie actúe"[/B], dicen desde la ONG Amnistía Internacional, que ha elaborado un demoledor informe para despertar conciencias tras una pormenorizada visita del país. Según la ONU, se produjeron [B]en los campos internos de desplazados de Somalia 1.700 violaciones durante el año pasado[/B]. Una cifra que puede ser mucho mayor por la falta de denuncias. De ellos, [B]en al menos el 70% de los casos se concluyó que los violadores eran hombres armados y vestidos con uniformes del Gobierno[/B]. Pero las denuncias no apuntan solamente a ellos, sino también miembros de las fuerzas internacionales desplazadas por la Unión Africana para garantizar la paz. Casi un tercio de las mujeres que sobrevivieron a los asaltos eran menores de 18 años. El problema es que todo el sistema está atrapado en un círculo vicioso en el que nada funciona. [B]"Las víctimas no quieren denunciar las agresiones para no ser estigmatizadas y porque saben que los agentes no harán nada[/B] por ayudarlas", explica Donatella Rovera, de AI. No hay apenas mujeres dentro de la Policía y los hombres muestran una absoluta falta de delicadeza en el tratamiento de la víctima, cuando no una dejadez a resultas de la cual acaban señalándola como culpable. Algo que sucede en muchos países africanos, donde [B]las víctimas denuncian en muchos casos ser maltratadas y hasta violadas por la propia Policía[/B] en el momento de efectuar la denuncia. [SIZE=4][B]Condiciones espantosas[/B][/SIZE] Además, las condiciones de los refugios dejan a las mujeres desamparadas y sin ninguna protección. [B]Muchas de ellas han sido abandonadas por sus maridos y viven en pequeños habitáculos cubiertos de trapos y plásticos[/B]. Es el caso de Halima, otra mujer con cinco hijos a la que acaba de abandonar su marido. Nos explica que sufrió un intento de violación que contemplaron sus hijos. [B]El mayor de ellos, discapacitado, se despertó y suplicó al agresor que le matara a él y dejara a su madre[/B]. El hombre amenazó al chico y al resto de niños que se despertaron por el tumulto. Comenzó a desvestir a la mujer, que en un descuido pudo forcejear para quitarle la pistola. Al final, ella recibió un disparo en cada mano. El hombre comenzó luego a pegarle patadas en los costados, hasta que algunos vecinos se despertaron con los gritos de la víctima y comenzaron a gritar también. El hombre salió corriendo. "Luego ella [B]supo que por los golpes había perdido un bebé que estaba esperando de tres meses[/B]", añade Rovera. La misma situación se repite una noche tras otra. Los campos de desplazados, donde viven hacinados miles de somalíes, se convierten en una pesadilla para las mujeres y niños que allí habitan. [B]"Las condiciones de vida son espantosas"[/B], concluye AI. Según las estadísticas, hoy, al caer la noche, al menos otras cinco mujeres o niñas serán violadas dentro de la zona protegida elmundo.es [/QUOTE]
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