Un homenaje que cumple 27 años, de mi sangre transformada en tinta.
¡FELIZ DÍA DE LA PATRIA!
A mi Tierra
Es para vos, Suelo Amado,
te evocan mis sentimientos,
tierra trenzada con tientos,
por un soguero inspirado.
El viento te ha forjado
al pulir tus cerrazones,
dejando a veces montones
de tierra bien trabajadas;
que de amor fueron sembradas
y con sangre de malones.
Naciste con sangre fuerte;
sangre India sin temor,
derramada por Amor,
en la lucha por su suerte.
Sembrando la pampa e' muerte
comenzaron a aflojar,
cansados ya de gritar
indios, fletes y malones
conservando sus razones,
pa' no dejarse ganar.
Indio machazo, te hirieron
y bien adentro del alma.
Nunca guardaste la calma,
el corazón te partieron;
lo que tus hombres sufrieron
en el viento está grabado
y en el cielo lo han bordado,
con hilos de sangre y llanto,
acompañado de algún canto,
¡Qué nunca será callado!
Vientre que dejó crecer
indios, mestizos y gringos,
que con la fuerza de un pingo,
te ayudaron a nacer.
Vos así pudiste ser,
lo que ellos anhelaron,
por eso te regalaron
su sangre y los sentimientos
y del celeste firmamento,
el pedazo que arrancaron.
Ese sol que te ilumina,
saber dar fiel confesión
de que sos una Nación
trenzada con lonja fina.
Se te siente Argentina
como se siente una mano
extendida por tus llanos,
por tus ríos y montañas;
ojalá no haya alimaña
que te lastime en vano.
También fueron los ocasos,
que con tinieblas divinas
pulieron la imagen fina,
de la gente que a su paso;
dejó siempre un pedazo
encallándose las palmas,
sin perder nunca la calma;
rasgando su piel curtida
pa' no frenar la partida
que le marcaba su alma.
Por eso cada mañana
mientras se apaga el Lucero
con un tranco de resero
tropeo ideas soberanas
haciendo sonar la campana
de la fuerza y la bravura
para que nuestra cultura
india por nacimiento
tenga el puro sentimiento
del amor y la cordura.
La palabra como lanza,
como flete el sentimiento;
sujetando el pensamiento,
una vincha de esperanzas.
D’esta manera se amansa
el corcovo del olvido
de la sangre que han perdido
los dueños d’estas tierras
y el dolor que eso encierra
de nuestros “Indios” queridos.
En el histórico sonar
de galopes y malones
se remueven los rincones
pa’ la historia reflotar.
Así es como se debe amar
a nuestra Tierra y sus cosas
que por demás son hermosas
llena de inmensos valores
como lo es nuestro folclore
y esta Patria de grandiosa.
Te tratan mal, y suelo verte
tan triste y tan desolada.
Fueron épocas pasadas
que jugaron con la muerte.
¿Cómo no voy a quererte?
Pa' no sentirte aflojar,
si parecés lagrimear
en cada lluvia caída
y el sol cubriendo la herida
el rostro te va a secar.
No quiero que sea pena,
somos hombres sin descanso,
igualito a un río manso
va la sangre en las venas.
Deseo que sea apenas:
con Amor una canción,
llevada con emoción
por el viento sin descaro,
y espero quede al amparo
de tu entraña mi Nación.
“Patacón” Grippaldi. Mayo de 1.989.