Cronología de la guerra del Paraná

F

federicobarbarroja

wuriburu dijo:
sos elprimer antigaribalista que conozco.

Lee un poco que los libros no muerden..Garibaldi cometio atrocidades en territorio argentino, era simplemente un mercenario que pagado por los unitarios y Brazil, vino a tratar de sacar provecho de una situacion que no le competia o a que vino aca?, Brown en el momento que se le prodria haber asesinado en batalla,dijo:"dejenlo ir, es un gringo bravo", eso por que Brown era un hombre de ley en todo el sentido de la palabra...otro no hubiera dejado que se scape, la estatua ecuestre en plaza Italia no es ni mas que una provocacion para la memoria de Rosas(y a toda la Argentinidad), que tenia sus quintas muy cercanas a esa localidad...si queres saber mas lee un poco.:rolleyes:
 
F

federicobarbarroja

im.porron dijo:
Pregunto no es el mismo Garibaldi que Unifico Italia no ?

Saludos

PD: Muy buen informe handschar

Gracias por lo del informe im.porron es el mismo Garibaldi...te dejo aca algo de wikipedia sobre el para que no digan que soy antigaribaldi por que quiero:
En 1837 pasó a Uruguay, en circunstancias en que estaba en curso la guerra del presidente depuesto de Uruguay Manuel Oribe apoyado por el gobierno de Buenos Aires de Juan Manuel de Rosas, contra el gobierno de facto presidido por el Gral. Fructuoso Rivera instalado en Montevideo y que contaba con el apoyo del Brasil y de las flotas francesas e inglesas . Declarada en diciembre de 1838, la denominada Guerra Grande se desarrolló desde 1839 a 1843.

Instalado en Montevideo, además de su importante actividad revolucionaria, Garibaldi dió clases de matemáticas y fue ingresado a la Logia Masónica "Les Amies de la Patrie".
Montevideo se encontraba sitiada por fuerzas rosistas, apoyadas por las fuerzas leales a Oribe. En el Río de la Plata, operaba la flota rosista al mando del Almirante Guillermo Brown, que intentaba bloquear el puerto de Montevideo; siendo combatida por una flota leal a los anti-rosistas al mando del Comodoro Juan Coé. En 1842 el Gobierno de Montevideo designó a Garibaldi como sustituto del Cro. Coe al mando de la flota, librándose entonces, el 16 de agosto de 1842 un combate naval en el Río Paraná cerca de la localidad de Costa Brava. Las naves comandadas por Garibaldi fueron derrotadas por las fuerzas de Brown, superiores en barcos y hombres. Garibaldi incendió sus naves, evitando que cayeran en manos de los rosistas; y desembarcando a tierra, logró ponerse en salvo con sus tripulaciones y armas.

O sea...se alio con los unitarios que apoyaban a Rivera, aliado de los unitarios y enemigo de la federacion Argentina, cuando perdio contra el gran Alnirante Brown salio rajando...que tengo que admirar de ese individuo que vino a el sur de america a donde nadie le llamo, a derramar sangre de mis compatriotas???.


Un saludo.
 
F

federicobarbarroja

Rosas, la traicion de Urquiza y el pirata Garibaldi

Un 3 de febrero de 1813 el Regimiento de Granaderos a Caballo, creado y organizado por el General San Martín, tuvo su bautismo de fuego derrotando en forma aplastante a una escuadra realista en San Lorenzo, provincia de Santa Fe. El objetivo de la flota española era remontar el río Paraná hasta el Paraguay. Las orillas del Paraná serían testigo 32 años después de otros actos heroicos con el mismo objetivo: LA DEFENSA DE LA PATRIA, así con el mismo espíritu se combatiría en 1845 a la flota Anglo-francesa en Vuelta de Obligado, Tonelero, Quebracho, Acevedo y también San Lorenzo. En ambas ocasiones triunfó la PATRIA VERDADERA, la que no se somete, la que responde con orgullo, coraje y vigor a la prepotencia imperialista.
Pero hay un 3 de febrero que es funesto y pertenece al año 1852. En la batalla de Caseros se enfrentaron el “Ejército Grande” del General Justo José de Urquiza, integrado por veinticuatro mil hombres, de los cuales 3500 eran brasileros, 1500 uruguayos, 3000 mercenarios europeos y el resto argentinos. Por su lado, el Restaurador General Juan Manuel de Rosas contaba con veintitrés mil valientes, todos argentinos.
Compleja era la situación política en esa época. El poder y prestigio de Rosas había alcanzado su cenit, vencidas Inglaterra y Francia, sólo quedaba el Imperio del Brasil. Este estaba en una severa crisis, rebeliones en los estados del Sur de negros esclavos (farrapos), que veían en la próspera Confederación Argentina una tierra de libertad e igualdad, amenazaba con crear otro “uruguay” pero en Rio Grande do Sul y haciendo tambalear el régimen despótico de los Braganza. La tensión entre Argentina y Brasil se venía incrementando por las sucesivas incursiones del Barón de Yacuhy en territorio uruguayo para saquear y robar ganado. Verdaderos piratas denominados “Californias” (por su similitud con el “rush” del oro de la costa pacífica norteamericana) sucesores de los Bandeirantes, que hacían lo mismo pero en el siglo XVII. En Montevideo la libras francesas que “mantenían” a los emigrados argentinos a cambio de su traición, comenzaban a escasear, por ende, el Imperio del Brasil veía como un hecho la caída de la capital uruguaya en manos del General Oribe (aliado de Rosas), quien sitiaba dicha ciudad en poder de Fructuoso Rivera, ocupada principalmente por franceses, ingleses, los piratas de Garibaldi y los unitarios argentinos; los orientales estaban con Oribe. El General Urquiza se manifiesta en contra del Restaurador mediante el Pronunciamiento del 1 de mayo de 1851. En noviembre de ese año celebra un Tratado entre las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Brasil y Uruguay. En su artículo 6, se hace referencia al financiamiento de la campaña militar contra Rosas, por la cual el Emperador Pedro II concedía a título de empréstito 400.000 patacones en total; el art. 7 prescribe que dicha deuda sea asumida por el gobierno que inmediatamente suceda al del General Rosas.
La razón que esgrime Urquiza es la debilitada salud de Rosas y la organización constitucional del País; pero el verdadero propósito, era que el entrerriano estaba impedido de seguir con el contrabando a través de los puertos de Entre Ríos. Don Justo José es condecorado por el Emperador Pedro II con la Orden de Cristo y una renta de 100.000 patacones (500.000 francos), tal el “premio” por traicionar a la Patria. Años mas tarde recibiría otro “premio”: la Orden del Cruzeiro y la venta a Brasil de 30.000 caballos (unos 390.000 patacones) dejando neutralizados a los brillantes jinetes entrerrianos. Con esta “retribución” se aseguraban que Urquiza no encabezaría un levantamiento federal en contra de la guerra de la Triple Alianza y del gobierno de Mitre, desairando a caudillos como el Chacho Peñaloza y López Jordán entre otros. Traición que le valió ser asesinado en 1870.
Que diferencia con su comprovinciano, Antonio Rivero, quien con un grupo de gauchos e indios, recuperó por un breve lapso, en agosto de 1833, nuestras Malvinas de la garra pirata inglesa.
Una vez finalizada la batalla de Caseros, episodio mas político que militar, el Marqués de Caxias, Jefe de las tropas brasileras, recuerda a Urquiza: “la victoria de esta campaña es una victoria de Brasil, y la División Imperial entrará en Buenos Aires con todas las honras que le son debidas y que han sido convenidas con V.E.”. Los brasileros hicieron la entrada triunfal el 20 de febrero recién, para tomarse la revancha de Ituzaingó, donde las armas argentinas vencieron a las brasileras ese día pero en 1827. (Brazil se toma triste revancha de una victoria Argentina historica aliado a el funesto JJ.Urquiza :( )
Podemos apreciar como el mismo día (pero distintos años) son dos polos opuestos en cuanto a lo que significan. En el de 1813 triunfa el PENSAMIENTO NACIONAL y LA PATRIA GRANDE y en 1852, LA PATRIA CHICA, la anti-historia y los pérfidos traidores.(L.N. 24.184).

http://www.elindependiente.com.ar/
 
Me gusta ver que la figura de Rosas esta como "renaciendo" luego de que tratararan de silenciarlo mas de un siglo...... siempre me jodió que esa parte de la historia te la enseñaran por encima.... luego, al crecer y leer mas, me di cuenta de las razones, razones que aun se encuentran latentes y actuantes y condenan a un pais con una poblacion como la de España, con 10 veces mas territorio al subdesarrollo eterno..
 

LUPIN

Merodeador...
Colaborador
Pánzon, la figura de Rosas "renacio" con los revisionistas a principios del siglo pasado, especialmente en la decada del ´30, tarde o temprano debia pasar...
Lamentablemente, aun sigue siendo "censurado" en los colegios y en la UBA, por lo que cualquier pibe, que curso Sociedad y Estado te va a hablar pestes (ya que representa para ellos lo mismo que el Proceso)

Entro rico al poder y lo dejo pobre...ejemplo de aquellos!
 

Tronador II

Colaborador
Reavivo este hilo, con algunos detalles más de la actuación de Garibaldi por estas zonas (incluido el Combate de Costa Brava), aportando un Trabajo del Instituto Nacional Browniano (http://www.inb.gov.ar/actividades/congresohistoria07/textos/htm/jl_picciuolo.htm):




CAMPAÑA DE BROWN CONTRA RIVERA Y GARIBALDI (1842).
EL COMBATE FLUVIAL DE COSTA BRAVA Y SUS CONSECUENCIAS
Por el Coronel (R) Dr. José Luis Picciuolo

7 Páginas A4





INDICE

1- Introducción y finalidad del trabajo

2- Continuación de la Guerra en Uruguay, después del Tratado de Paz con Francia, en octubre de 1840

3- José Garibaldi y su aventura americana. De la rebelión de los “Farrapos”, a la “Nueva Troya”

4- La designación de Garibaldi como nuevo jefe de la escuadra oriental


5- El combate fluvial y terrestre de Costa Brava (15 y 16 de Agosto de 1842)

6- Consecuencias políticas y militares de Costa Brava y Arroyo Grande. Nueva intervención extranjera
en el Río de la Plata


7- Garibaldi, participación en la “Guerra Grande” y retorno a Europa

Fuentes de Consulta y Bibliografía










1- Introducción y finalidad del trabajo
El hecho histórico del combate fluvial y terrestre de Costa Brava es bastante conocido en sus aspectos generales, al igual que la participación del Almirante Brown en el mismo. Sin embargo, la revisibilidad de la Ciencia Histórica permite que se puedan agregar nuevos aportes, a través de testimonios, no sólo de repositorios argentinos. También de otros países, tal es el caso del Uruguay y de Brasil, de manera de ampliar las fuentes y consecuentemente perfeccionar la hermenéutica sobre el suceso. Si bien centramos nuestros estudios en el año 1842, resulta conveniente remitirnos un tiempo antes, a los efectos de ubicar las circunstancias y el marco general en que se desarrolló.
Otro aspecto que deseamos puntualizar se refiere al erudito trabajo sobre este tema, incluido en la Historia Marítima Argentina, tomo VII – 1829-1870, publicada por el Departamento de Estudios Históricos Navales en 1989. Sus autores, Capitán de Navío Fermín Eleta y el Dr. Marcelo Barros, nos brindaron detallados informes sobre temas parcialmente conocidos hasta ese momento. A esta versión meritoria de la acción bélica y de la técnica fluvial de la época, nos atrevemos a agregarle algunas reflexiones que pueden ayudar a la mejor comprensión del hecho militar. En la moderna metodología de la historia militar, conviene que a tales hechos se los considere dentro de los múltiples factores que lo condicionan o impulsan. Nos referimos al ámbito político, social y cultural. Sin ello, la confrontación por las armas puede resultar de dudosa hermenéutica. (1)
(1) En un trabajo de nuestra autoría: Historia Militar: Nuevos caminos métodos y recursos de investigación en el siglo XXI – Revista de la Escuela Superios de Guerra –Tte. Gral. Luis María Campos. Abril-junio 2005, hemos intentado aportar enfoques para estudiar esta ciencia en este tiempo.
Volver

2- Continuación de la Guerra en Uruguay, después del Tratado de Paz con Francia, en octubre de 1840
El Tratado Arana-MacKau dio término temporario al conflicto y guerra con Francia, cuyos antecedentes se iniciaron en 1838.
Está situación produjo la pérdida del dominio del Río de la Plata y el Paraná inferior, por parte del presidente Rivera del Uruguay. Como es conocido, dio amplio apoyo al bando unitario, opuesto al gobernador Juan Manuel de Rosas. Pero también recibió auxilios importantes de la flota francesa, bloqueadora del Río de la Plata.
La guerra interna dentro de la Confederación Argentina se intensificó en 1841. Lavalle, derrotado en Quebracho Herrado el 28 de noviembre de 1840, sufrió un nuevo contraste en Famaillá, el 19 de setiembre de 1841, muriendo luego en Jujuy el 8 de octubre del mismo año.
Al poco tiempo, Oribe (triunfador de Lavalle), fue reclamado en el litoral por el mismo Rosas. Es que el general Paz había triunfado sobre Echagüe en la batalla de Caa-Guazú, el 28 de noviembre de 1841 y amenazado con un avance desde Corrientes a Entre Ríos, sobre la misma ciudad de Paraná. Como sabemos esto obligó al gobernador Justo José de Urquiza a evacuar la capital provincial y refugiarse en la provincia de Buenos Aires, Isla del Tonelero.
En estas condiciones, Rosas advirtió, según Ricardo Piccirilli, la necesidad de organizar los medios navales que hasta entonces no había tenido. Requirió los servicios del Almirante Brown, “símbolo de la Armada Argentina”, que tantos días de gloria dio a la Nación. Con Brown fueron de alta otros marinos: Thorne, Erézcano, Jorge, Sinclair, Juan J. Seguí, Bathust, King y Pinedo. La escuadra quedó integrada, según los historiadores Eleta y Barros ya citados, por el bergantín “Echagüe”, el bergantín Goleta “Americano”, la barca “Chacabuco”, el bergantín goleta “Republicano” y la goleta “9 de julio”. A su vez, Rivera alistó su escuadra al mando de Coe con seis buques, algo inferiores a la de Buenos Aires. Después de un combate indeciso del 24 de mayo de 1841, Rivera reequipó su escuadra con barcos de origen brasileño, francés y griego, en total cinco buques y setenta cañones. (2)
La escuadra de la Confederación, según la misma fuente, aumentó sus efectivos a siete buques con cincuenta y cinco cañones. Ambas flotas combatieron el 3 de agosto de ese año 1841 durante tres horas. Relata el parte del combate que fue encarnizado y los buques orientales volvieron al puerto, con la baja de una nave hundida, el “Rivera” consecuencia de un choque. Sucedieron algunos contrastes a los orientales, luego de los cuales Rivera dio por terminado los servicios de Coe e incorporó a José Garibaldi, como nuevo jefe. Es tiempo entonces que demos una noticia biográfica de esta personalidad “intrépida y romántica”, héroe de dos mundos como a veces se lo denomina.
(2) Los datos de ambas escuadras los hemos tomado de la Historia Marítima Argentina ya citada, Tomo VII. Modifican en parte a otros autores menos recientes, como es el caso de Ricardo Piccirilli en Lecciones de Historia Naval Argentina, con prólogo del Capitán de Navío Cont (R.S.) Humberto F. Burzio. Departamento de Estudios Históricos Navales. Bs. As. 1967.
Volver

3- José Garibaldi y su aventura americana. De la rebelión de los “”Farrapos”, a la “Nueva Troya”
Este año se ha cumplido el bicentenario del nacimiento de José Garibaldi, ocurrido el 4 de julio de 1807 en Niza, entonces territorio de Italia. Su padre, Doménico Garibaldi era hijo de un marino. Su madre, Rosa Ragiundo, le inculcó una educación cristiana y así lo reconoce el nizardo en sus memorias, que según algunos historiadores escribió Alejandro Dumas. (3)
Desde 1822 comenzó a navegar, manifestando sentimientos liberales en tiempos todavía de cerrado absolutismo en la Europa de entonces.
Conoció a Manzini en Marsella, entrevista que reforzó sus ideas liberales y republicanas.
Como en 1834 participó en un complot contra ciertos líderes que gobernaban y dicha conjura fracasó, su cabeza tuvo precio según el decreto que hizo conocer al gobernador de Génova, el 3 de junio de ese año. Desde Francia, el 16 de diciembre de 1835, se embarcó a Río de Janeiro.
En el Brasil de entonces, a partir de setiembre de 1835, había estallado la revolución independentista de Río Grande, popularmente conocida como “de los farrapos” (“harapientos”).
Su jefe, el coronel Bentos Gonçalvez da Silva fue apresado en octubre y encarcelado en Río, junto al Conde de Bolonia, Tito Livio Zambeccari, un carbonario amigo de Bentos que oficiaba de asesor y consejero – Garibaldi, siempre sosteniendo ideas libertarias, logró entrevistar a Zambeccari en la fortaleza de la Santa Cruz. Consiguió convencerlo que se le otorgase patente de corso a favor de los rebeldes, a efectos de perseguir a naves imperiales, ya que estas tenían dominio total de las aguas. El 7 de mayo de 1835 pudieron zarpar a bordo de una balandra de 20 toneladas. Llevaba también como símbolo la leyenda “Spidavo un imperio” (desafiamos un imperio) y un total de trece tripulantes. A partir de ese momento se sucedieron varios episodios importantes, que incluyeron la captura de presas y un enfrentamiento con fuerzas imperiales en el Río de la Plata. Combate del cual Garibaldi resultó gravemente herido y con suerte pudo llegar a Ibicuy, y ser atendido en Gualeguay por un médico que le salvó la vida. Pero también hubo un intento de fuga frustrado, una prisión humillante a la que puso fin el gobernador Echagüe de Entre Ríos, que al darle libertad permitió refugiarse en Montevideo en 1838 y encontrarse con algunos viejos amigos.
Garibaldi regresó a Río Grande para continuar participando en la guerra separatista. Facilitó esta revolución el hecho que gobernaba el territorio Oriental el general Fructuoso Rivera, quien había desplazado a Manuel Oribe y mostraba la intención de concretar un tratado de alianza ofensiva y defensiva con los farrapos.
En Piratiny, capital de la rebelión, se encontró con Bentos Gonçalbes, después de atravesar a caballo el territorio uruguayo y riograndense. Una serie de episodios, algunos románticos como cuando conoció a Anita, su mujer, tuvieron lugar a continuación, tanto en tierra como en el agua.
Los separatistas, derrotados gradualmente por los imperiales, lo obligaron nuevamente a refugiarse en Montevideo en la primavera de 1841. Pero esta vez con mujer y su primer hijo Menotti, nacido el 16 de setiembre de 1840. La situación de Rivera y el estado oriental era ahora muy diferente, como consecuencia de la paz con Francia del 29 de octubre de 1840.
(3) Para esta noticia biográfica de Garibaldi hemos consultado, al Profesor Licenciado Fabián Melogno Vélez (historiador del Uruguay) y a las Memorias de Garibaldi, de Alejandro Dumas, versión portuguesa, traducción de Antonio Caruccio-Caporale. Río de Janeiro 2000. Además de otros autores como Yaben, Félix Best, Saldías, Danero y el mismo Mitre, quien fue testigo de las andanzas del italiano en Montevideo, durante la “Guerra Grande” (Mitre – Obras completas Volumen XII – I Historia – Buenos Aires – 1949).
Volver

4- La designación de Garibaldi como nuevo jefe de la escuadra oriental
Rivera sólo pudo disponer de limitados recursos navales para disputar el dominio fluvial al Almirante Brown. La corbeta “Constitución” de dieciocho cañones, el bergantín “Pereyra” de dos cañones giratorios y la goleta “Prócida”, luego “Libertad”. (4)
La misión a cumplir no era fácil: remontar el Paraná, burlar el bloqueo de la Confederación y tomar contacto con la provincia de Corrientes, gobernada entonces por Ferré, irreconciliable enemigo de Rosas y de la hegemonía porteña, con firmes convicciones federalistas. No se podía desconocer que para tales fines tenía que superar, además de los buques de Brown, el obstáculo de la isla Martín García, bien artillada y probablemente algunos buques menores en la zona de Paraná. El 26 de junio de 1842 alcanzó la escuadrilla la isla, enarbolando la bandera Argentina como operación de engaño. Si bien inicialmente el paso fue atravesado, hubo un duelo de artillería sin mayores consecuencias, pudiendo Garibaldi encarar el rumbo al río Paraná. Mientras tanto, Brown levó anclas desde Buenos Aires, al tomar conocimiento de la presencia de la escuadrilla Oriental en el Río de la Plata.
La escuadrilla de Garibaldi logró el 19 de julio forzar el paso frente a Paraná, con acciones de combate que no le produjeran ninguna pérdida, a pesar de que una flotilla de la Confederación al mando de Seguí, tenía órdenes de impedir la navegación. Continuó su derrota hasta que la “Constitución” quedó varada.
Detrás venía navegando Brown que al pasar frente a la Bajada, incorporó cuatro buques más, entre ellos dos goletas.
(4) Ratifican estos datos los historiadores Eleta y Barros, además de Ricardo Piccirilli en el libro Lecciones de Historia Naval Argentina, citado.
Volver

5- El combate fluvial y terrestre de Costa Brava (15 y 16 de Agosto de 1842)
En la zona limítrofe entre provincias de Entre Ríos y Corrientes, en el paraje llamado “Costa Brava”, en una estrechura del río, tuvo lugar el combate. Garibaldi no podía continuar la navegación por una bajante del curso de agua y ante la proximidad de Brown, decidió enfrentarlo en la tarde del 14 de agosto. Conocía a conciencia su inferioridad en armamento, cantidad de buques e incluso apoyo logístico integral.
La pelea duró toda la tarde del 15 de agosto, combatiendo desde los buques y también en tierra. Brown había desembarcado marinería al mando del teniente Mariano Cordero.
Con la noche vino una pausa que Garibaldi aprovechó para lanzar dos brulotes, uno de los cuales fue interceptado eficazmente y otro mantuvo consecuencias.
También fue inútil un ataque al “Echagüe”, apoyado en la orilla y al amanecer del día 16 se renovó la lucha.
El ardor de las acciones fue motivo de que la escuadrilla Garibaldina consumiera todas sus municiones.
Entonces el líder italiano acoderó los barcos “Constitución” y “Pereyra”, los roció con pólvora y aguardiente y llevó la tripulación a la goleta “Prócida”.
Esto produjo una notable explosión; Garibaldi y su gente se prepararon para huir por tierra. Cuando los tripulantes de la Confederación se disponían a rematar a sus enemigos, un gesto de nobleza de Brown le salvó la vida al italiano. Dijo el Almirante: “Déjenlo que se salve, ese gringo es un valiente”.
El intento fluvial de Rivera fracasó, Brown regresó a Buenos Aires, donde como dice Piccirilli se le tributaron encendidos homenajes. Garibaldi, en otra aventura más, regresó a Montevideo donde lo aguardarían nuevos e importantes sucesos. En tanto, el complemento terrestre del triunfo en Costa Brava fue la batalla de Arroyo Grande, ganada por Oribe al mismo Rivera, el 6 de diciembre de ese año de 1842 (zona próxima a la actual ciudad de Concordia).
Volver

6- Consecuencias políticas y militares de Costa Brava y Arroyo Grande. Nueva intervención extranjera en el Río de la Plata.
Mientras ocurrieron todos los sucesos políticos y militares narrados, ya en junio de 1842 el ministro británico Mandeville tenía instrucciones de intervenir con el gobierno francés en el Río de la Plata, mediante la mediación entre las partes. El objetivo de ambas potencias europeas era dar término a la guerra con una verdadera paz. Al mismo tiempo defender el territorio del Uruguay de todo ataque a su soberanía. Sean o no estos fines los verdaderos (porque no cabe duda que ambas potencias colonialistas tenían intenciones ocultas) Mandeville sugirió a Rosas que le convenía aceptar la mediación. El gobernador rechazó de plano esta idea, argumentando el consenso popular de la guerra contra Rivera.
Conocemos el episodio en que el jefe de las fuerzas británicas, J. Brett Purvis, se opuso al bloqueo de Brown a Montevideo y la presión sobre el Almirante, haciéndole notar que era un súbdito inglés al mando de buques de Buenos Aires. Esto entre otras causas, trajo la suspensión temporaria del bloqueo. También es conocido que Purvis alentó la gestión de Florencio Varela en Europa, en agosto de 1843, para informar a los gobiernos de Francia y Gran Bretaña de la situación y necesidad de intervenir en el Río de la Plata. Trabajado también por intereses comerciales, el conflicto se incrementó. La escuadra de Brown fue capturada por los interventores en agosto de 1845 y esto produjo el alejamiento del almirante, reemplazado por Thorne. La crisis alcanzó uno de sus picos en el combate fluvial de la vuelta de Obligado. Ese año de 1845, Urquiza derrotó a Rivera en la batalla de India Muerta (27 de marzo). Obligó al perdedor a emigrar al Brasil, asumiendo la presencia del Uruguay, con anterioridad al 1º de marzo, el Presidente del Senado Joaquin Suárez.
Volver

7- Garibaldi, participación en la “Guerra Grande” y retorno a Europa
Después de Costa Brava, Garibaldi regresó a Montevideo. Organizó la “Legión Italiana”, integrada por 600 hombres y con el grado de coronel, recreó una escuadrilla, según Yaben para mantener el control de la bahía de la ciudad. Fueron también numerosos los hechos bélicos en los que continuó participando. El 30 de abril de 1843 rechazó los ataques de buques de Brown a la Isla de las Ratas. El 17 de noviembre de ese año rescató el cadáver ensangrentado del coronel Neira, caído fuera del sector del cordón defensivo, acción de combate riesgosa y valiente.
Cuando el general José María Paz, comandante general de las tropas de Montevideo y de la defensa, ordenó una salida (24 de abril de 1844), Garibaldi tuvo la jefatura de una de las tres columnas atacantes.
Hacia 1845, ocurrió la intervención franco inglesa y también del Brasil. La escuadrilla fue reforzada con buques argentinos capturados y ello permitió que Garibaldi ocupase la Isla de Martín García el 5 de setiembre. Incursionó en el río Uruguay y atacó Gualeguaychú, que según algunos autores fue saqueada. El 6 de octubre ocupó Salto y más tarde, el 8 de febrero de 1846, combatió y derrotó a Servando Gómez en los campos de San Antonio. El gobierno de Montevideo lo ascendió a general, grado que rechazó. El 25 de junio de 1847, recibió el nombramiento de comandante de las fuerzas de la defensa de la Plaza. Pero por poco tiempo, porque el mes siguiente retornó a Italia con la intención de sumar esfuerzos para lograr la unificación en un solo estado.
En diciembre de 1848 prestó servicios en el gobierno provisorio de Roma y cuando los franceses recuperaron la ciudad para el Papa, escapó a Toscana, aunque perseguido por los austríacos. Obligado nuevamente a dejar Italia, viajó a Tánger y los estados Unidos, regresando en 1854.
La vida azarosa y aventurera no terminó allí. En 1860 según directivos de Cavour, desembarcó en Sicilia procedente de Génova, al frente de mil revolucionarios “camisas rojas”, en lucha contra un gobierno dictatorial y a favor de Víctor Manuel. Continuó por Calabria en dirección a Nápoles, que ocupó el 7 de setiembre. En la guerra contra Austria de 1866 comandó un grupo de quince mil voluntarios y continuó pensando en ocupar Roma. El 3 de noviembre de 1867 fue derrotado en Montana por franceses y tropas pontificias, volviendo a la isla de Caprera, donde escribió sus ”Memorias” y otros trabajos literarios.
Hacia 1870 estuvo con Francia, atacada por Prusia y los estados alemanes. Participó con sus hijos Menotti y Riciotti. En 1874 se lo eligió diputado y marchó a Roma, ya en ese momento capital de Italia, recibiendo numerosos homenajes.
Murió en su isla de Caprera el 2 de junio de 1882 y según cuenta Yaben, se casó tres veces. Con Ana María de Ribeiro y Jesús (con la que tuvo tres hijos), natural de Rio Grande, de la cual enviudó, casándose nuevamente en 1860 con la marquesa Josefina Raimondi, que también falleció. Contrajo nuevas nupcias en 1880 con Francisca Arnurino. Curiosa la tragedia de este héroe de dos mundos, no siempre conocido en nuestro país, aunque para el Uruguay y también en Brasil, además de algunos paises europeos, representa una parte importante de sus historias. (5)
(5) Garibaldi fue visitado por Brown en Montevideo, durante la Guerra Grande y cuentan los historiadores que allí contemporizaron, esto ocurrió después del citado “robo de las escuadras de 1845”. El prócer italiano, como manifestación de aprecio hacia el Almirante, bautizó a uno de sus nietos con el nombre de Guillermo. Algún autor recuerda también la visita que hizo Garibaldi, en viaje de América hacia el Oriente, a Manuela Saénz, compañera de Bolívar, exiliado en el Perú.
Volver

Fuentes de consulta y bibliografía
1- Inéditas: Profesor Licenciado Fabián Melogno Vélez (Uruguay) – El pensamiento de algunos historiadores contemporáneos del Uruguay sobre Fructuoso Rivera, José Garibaldi y Guillermo Brown. (Agosto 2007). El profesor Melogno Vélez integra la Comisión de Historia del Ejército del Uruguay –Departamento de Estudios Históricos del Estado Mayor del Ejército.

2- Fuentes documentales: Academia Nacional de la Historia. Partes de Batallas de las Guerras Civiles. 1840-1852 – Introducción, recopilación y notas de Julio Arturo Benencia. Tomo III – Buenos Aires – 1977.

3- Bibliografía:

Atlas Histórico Mundial. De la Revolución Francesa a nuestros días. Edición en castellano. Madris Enero 1973.

Armada Argentina. Historia Marítima Argentina. 1829-1870. Tomo VII Departamento de Estudios Históricos Navales. Buenos Aires. 1989.

Best Félix – Historia de las Guerras Argentinas. De la Independencia, Internacional, Civiles y en el mundo – Tomo II – Edición ordenada por la Comisión del Arma de Caballería San Jorge. Buenos Aires. Abril 1983

Danero E. M. S. Garibaldi y su amor americano. Todo es Historia Nº 47. Marzo 1971.

Dumas Alejandro. Memorias de Garibaldi. Traducción de - L-PM Pocket- Porto Alegre. San Pablo 2000.

Dujovne Ortiz Alicia. La Herencia de Garibaldi. Diario “La Nación” de Buenos Aires. Viernes 27 de julio de 2007.

Ejército Argentino. Síntesis de las guerras y Campañas del Ejército Argentino: Hasta 1930. Jefatura III. Operaciones. Servicio Histórico del Ejército. Buenos Aires 1997

Historia del Ejército (del Uruguay) República Oriental del Uruguay. Publicación del Ejército Nacional. Montevideo 2000.

Iriarte Tomás de. Memorias. Tomo VII. El Sitio de Montevideo y la política internacional en el Río de la Plata. Estudio preliminar de Enrique de Gandia. Ediciones Argentinas. Buenos Aires. 1951

Mitre Bartolomé. Obras completas: Edición ordenada por el H. Congreso de la Nación Argentina. Ley Nº 12328. Volumen XII. I Historia. Buenos Aires 1949.

O Exército na Historia do Brasil. Tomo II. Reino Unido e Imperio. Biblioteca do Exército Editora. Rio de Janeiro. 1998

Piccirilli Ricardo. Lecciones de Historia Naval Argentina. Departamento de Estudios Históricos Navales. Serie B. Nº 7. Buenos Aires. 1967

Piccirilli Ricardo y Leoncio Gianello. Biografías Navales. (Cuarenta y cinco semblanzas de marinos). Secretaría de Estado de Marina. Departamento de Estudios Históricos Navales Serie Nº 8 Buenos Aires. 1963.

Picciuolo José Luis. Historia Militar: nuevos caminos, métodos y recursos de investigación en el siglo XXI. Revista Escuela Superior de Guerra. Abril-junio. 2005

Pivel Devoto J.E. Uruguay Independiente. Primera edición Salvat Editores. Madrid. Buenos Aires. 1949 (de la Historia de América y de los pueblos americanos, dirigida por Antonio Ballesteros y Beretta).

Rosa José María. Historia Argentina. Tomo IV. Unitarios y Federales (1826-1841) Editorial Granda. Bs. As. 1965.
Ruiz Moreno Isidoro J. Alianza contra Rosas. Paz, Ferré, Rivera, Lopez. Academia Nacional de la Historia. Buenos aires. 1999.

Suárez Martín. Atlas Histórico – Militar Argentino. Círculo Militar Biblioteca del Oficial. Volumen 661-662-663. Buenos Aires – 1974
Sanguinetti Julio María. Garibaldi, ícono liberal. La Nación jueves 12 de julio de 2007.

Saldías Adolfo. História de la Confederación Argentina II. Hispanoamérica. Buenos Aires 1987.

Sierra Vicente D. Historia de la Argentina. Gobierno de Rosas. (1840-1852). Editorial Científica Argentina. Buenos Aires 1972

Yaben Jacinto R. Biografías Argentinas y Sudamericanas. Tomos 1 y 2 . Buenos Aires 1939-1940.
 
Arriba