Derruido
Colaborador
Un minuto antes de tocar fondo
Abr-21-08 - por Ignacio J. Osacar (Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM)
Desde la finalización del proceso militar en 1983, el sector de la Defensa sufrió un progresivo proceso de abandono presupuestario, por parte de sucesivos gobiernos sin distinción de color o matices políticos, las que provocaron el más bajo nivel de capacidad operativa en la historia de las Fuerzas Armadas.
Esto se evidencia por el escaso mantenimiento de los sistemas de armas, que a diario se agregan a la lista de materiales fuera de servicio y el mínimo adiestramiento del personal, que pierde progresivamente sus destrezas profesionales tan elementales como el tiro con su arma individual.
Este tema específico fue remarcado repetidamente en todos los artículos publicados desde el 2005 cuando se referían a aspectos vinculados a las Fuerzas Armadas argentinas.
Las autoridades civiles, sobre todo los gobernadores de provincias, se sorprendían, cuando ante emergencias ocasionadas por desastres naturales, que al requerir urgente apoyo a las autoridades nacionales, estas podían tan solo enviarle escaso personal y medios, para ayudar a las urgentes e imprevistas necesidades que abarcaban, alojamiento, transporte, evacuación, racionamiento o apoyo sanitario de la población civil. En ese momento descubrían que la Unidad militar local, a la cual conocían desde hacia años, y que pasaba rindiéndole honores en los días patrios, poco podía hacer además de desfilar a pie. Ni camiones, ni helicópteros, ni botes, ni carpas, ni cocinas ni nada.
Esta situación de deterioro generalizado explica los numerosos accidentes de aeronaves de las tres Fuerzas, ocurridos durante los últimos años, que ocasionaron la muerte de sus tripulaciones en la mayoría de los casos. Entre 2003 y 2007 perdieron la vida 20 militares en accidentes aéreos.
En un alarmante informe presentado al Senado de la Nación en 2005, la Fuerza Aérea daba cuenta que de 102 aviones de caza solo volaban 20, de 47 aviones de transporte operaban 12, de 89 aviones de entrenamiento funcionaban 26 y de 52 aviones de enlace se encontraban en servicio 35.
La situación del Ejército y de la Armada no era mejor, tal como cualquier observador no demasiado experto podía apreciar a simple vista, por los pocos buques que salían de puerto para cumplir con escasos días de navegación o los reducidos números de blindados o mecanizados que participaban en ejercicios en el terreno. El incendio del emblemático rompehielos "ARA Almirante Irizar" constituyó el punto de inflexión de esta situación al demostrar el caótico estado de cosas. Repararlo costará finalmente unos $500 millones y no estará operativo antes de 2012.
Algo parece estar cambiando ya que la Ministra de Defensa Dra. Nilda Garré expresó en su discurso para el 95º aniversario de la Fuerza Aérea: "... Debemos salir gradual, pero firmemente, de la decadencia y la desinversión. Estamos en una nueva etapa: la de la actualización doctrinaria y organizativa, la del trabajo conjunto, la de la racionalidad y de la eficiencia en el uso de los recursos y la decisión de las inversiones, la de la recuperación de la capacidad operativa, la de la excelencia en la formación profesional, la de la profundización de valores democráticos y republicanos, la del respeto de los derechos humanos...".
El Subsecretario de Planificación Logística y Operativa del Ministerio de Defensa, Gustavo Sibilla, responsable directo de las transformaciones anunciadas dijo que: "...La gran tragedia del sector (Defensa) ha sido la falta de definiciones estratégicas del más alto nivel. La dirigencia política en su conjunto ha preferido eludir su responsabilidad, el debate acerca del modelo de instrumento militar que conviene al país".
El presupuesto 2008 establece para Defensa $ 9178 millones, lo que si bien son 41% más que en 2007, se debe tener en cuenta que el 71% son para gastos fijos de personal civil y militar (sueldos retiros y pensiones), desproporción que sufren otros países de Sudamérica en mayor o menor medida.
En el proyecto mismo de presupuesto para 2008 figura un reclamo para incrementar en $ 1179 millones las partidas de funcionamiento e inversiones que se destinaran a la recuperación de sistemas que están fuera de servicio. Este pedido, de ser satisfecho, se adicionará a los $1366 ya asignados con ese fin.
Cabe destacar que la facultad otorgada al Jefe de Gabinete para el manejo de partidas extra presupuestarias podría proveer de otros $719 millones para el corriente año. De esa partida $ 397 millones serían destinados a la recuperación de material aéreo fuera de servicio y $185 millones permitirían incrementar entre 20 a 30 % los días de navegación, las horas de vuelo y la práctica de ejercicios en el terreno a las ya presupuestadas. Comparando el tiempo y recursos destinados al adiestramiento en Chile o Brasil, los propios aun se encuentran por debajo del nivel de lo mínimo necesario para alcanzar el nivel de capacidad operacional aceptable.
Ante esta situación las Fuerzas Armadas, desde hace algunos años iniciaron proyectos para salvar lo salvable, con mayores y menores progresos, ya que era evidente que la compra de materiales nuevos no estaba en ninguna agenda.
En esta etapa de recuperación de material, el Ejército planea repotenciar un total de 1022 vehículos a rueda (de los cuales ya se han completado 300) y 192 vehículos blindados de transporte de personal a oruga de la familia M-113 y la conversión de 40 tanques al modelo Patagón. En 2007 los talleres militares entregaron 42 camiones (31 Unimog 416 de 1,5 ton y 11 REO de 2,5 ton) y 34 vehículos a oruga (4 tanques Patagón y 30 de la familia M-113 en distintas versiones). Se adquirieron los materiales para reparar otros 30 M-113, lo que marcaría un ritmo anual sustentable, de mantenerse constantes los presupuestos asignados para esa actividad. Es muy destacable el proceso de transformación del los 36 helicópteros del tipo UH1H a Huey II, con los cuales se logran mayores prestaciones a costos aceptables, prolongando su vida útil 20 años más. Uno de ellos cruzó la cordillera de los Andes alcanzando una altitud de vuelo de 4350 m, cosa que la versión anterior no podría haber realizado.
La Armada completó o bien están en ejecución, tareas de reparaciones y mantenimiento de 8 buques de la flota de un total programado de 15. En los talleres de Puerto Belgrano la Meko 360 "ARA Heroína" y el remolcador "ARA Tehuelche". En los astilleros TANDANOR se terminaron las corbetas Meko 140 "ARA Robinson" y la A-69 "ARA "Drummond" e ingresó la Meko 160 "ARA Gomez Roca". En los astilleros Rio Santiago, el transporte "ARA Cabo de Hornos" y la fragata "ARA Libertad", en Mar del Plata la fragata "ARA Guerrico". En los astilleros Domecq Garcia se encuentra el submarino "ARA San Juan" al cual se le efectúa el mantenimiento de "media vida", con lo cual podrá continuar sus servicios otros 15 años más. También se avanza en la repotenciación de todos los vehículos anfibios a oruga LATP-7 de la Infantería de Marina, existiendo 2 prototipos en servicio. Se adquirieron 4 helicópteros Sea King para reemplazar los perdidos en el incendio del "Alte Irizar".
La Fuerza Aérea inició el llamado Plan de Acción Progresiva en el cual se planea en 5 años recobrar la aeronavegabilidad de las aeronaves con una primera etapa dedicada a los de transporte (Hercules C-130, Fokker 27 y 28 y Twin Otter), en una segunda etapa se ocuparían de los de entrenamiento/enlace y helicópteros y en una tercera de los de cazas y bombardeo. Dentro de las adquisiciones se incorporaron 4 aviones de transporte Saab-340 reacondicionados a fin de operar con las Lineas Aéreas del Estado (LADE). Otra de las prioridades críticas, que alcanzó el nivel de escándalo nacional, es el Plan Nacional de Radarización, en el cual se han licitado 4 radares 3-D de empleo militar y se fabrican 10 radares para la navegación aérea civil con el INVAP, los que serán instalados en el curso de este año y el siguiente. Dos prototipos ya están en funcionamiento en San Carlos de Bariloche y Quílmes.
En el marco de la cooperación bilateral con Chile, hay conversaciones sobre la factibilidad de proyectos integrados, como la fabricación de partes y componentes del avión de entrenamiento chileno Pillan y del argentino Pampa IA 63, como así también ya se encuentra en construcción el Patrullero Oceánico Multipropósito (POM). Con Brasil el Ejército obtuvo un logro importante con el desarrollo y la producción inicial del nuevo vehículo utilitario Gaucho, de los cuales se han fabricado 10 unidades y se estudia avanzar en el futuro en el desarrollo y fabricación de otras unidades de mayor tamaño y complejidad técnica, posiblemente un blindado a rueda con posibilidad de adaptarlo a distintas finalidades por intercambio de módulos.
Esta experiencia de integración e intercambió tecnológico tiene una etapa incierta en su final, cual es, una vez satisfecha la demanda interna, poder comercializar estos productos en el complejo y muy competitivo mercado internacional, para lo cual tanto chilenos y brasileros, han demostrado tener, mayor habilidad o realismo que los argentinos. Los tanques TAM, los inconclusos submarinos clase 209 y los supervivientes aviones Pampa, herencia de los años 70, son un recordatorio de la premisa comercial que primero hay que tener detectada la demanda y asegurado el cliente antes de fabricar el producto, y el cliente siempre exige las mayores prestaciones a los menores costos, y de no poder competir en estos aspectos es prudente no inscribirse en la carrera.
Con una visión optimista, esto permitiría hacer girar la pesada rueda financiera, lo que justificaría la existencia de líneas de producción integradas, con participación estatal y privada, tanto nacionales y regionales, con carácter permanente y la creación de puestos de trabajo con estabilidad. Es también recomendable que ante las tendencias al equilibrio, la cooperación y la integración entre la mayoría de los países de la región, la producción de Defensa sea enfocada inicialmente al uso dual, es decir materiales que puedan utilizarse en aplicaciones civiles, indistintamente a su uso militar, con lo cual también se ampliarían los mercados potenciales extraregionales.
La realidad, como inexorable verdad, demuestra que las postergadas medidas que se han resuelto son tan solo el principio, o más bien el principio del principio, que demandaran intenso y constante trabajo, para el óptimo aprovechamiento de mayores recursos presupuestarios en el mediano y largo plazo, a fin de revertir el proceso de destrucción por omisión que cumplirá ya un cuarto de siglo.
Fuentes:
www.mindef.gov.ar consultado 17-04-08
www.lanación.com.ar consultado 17-04-08
www.saorbats.com.ar consultado 17-04-08
www.clarin.com consultado 17-04-08
Abr-21-08 - por Ignacio J. Osacar (Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM)
Desde la finalización del proceso militar en 1983, el sector de la Defensa sufrió un progresivo proceso de abandono presupuestario, por parte de sucesivos gobiernos sin distinción de color o matices políticos, las que provocaron el más bajo nivel de capacidad operativa en la historia de las Fuerzas Armadas.
Esto se evidencia por el escaso mantenimiento de los sistemas de armas, que a diario se agregan a la lista de materiales fuera de servicio y el mínimo adiestramiento del personal, que pierde progresivamente sus destrezas profesionales tan elementales como el tiro con su arma individual.
Este tema específico fue remarcado repetidamente en todos los artículos publicados desde el 2005 cuando se referían a aspectos vinculados a las Fuerzas Armadas argentinas.
Las autoridades civiles, sobre todo los gobernadores de provincias, se sorprendían, cuando ante emergencias ocasionadas por desastres naturales, que al requerir urgente apoyo a las autoridades nacionales, estas podían tan solo enviarle escaso personal y medios, para ayudar a las urgentes e imprevistas necesidades que abarcaban, alojamiento, transporte, evacuación, racionamiento o apoyo sanitario de la población civil. En ese momento descubrían que la Unidad militar local, a la cual conocían desde hacia años, y que pasaba rindiéndole honores en los días patrios, poco podía hacer además de desfilar a pie. Ni camiones, ni helicópteros, ni botes, ni carpas, ni cocinas ni nada.
Esta situación de deterioro generalizado explica los numerosos accidentes de aeronaves de las tres Fuerzas, ocurridos durante los últimos años, que ocasionaron la muerte de sus tripulaciones en la mayoría de los casos. Entre 2003 y 2007 perdieron la vida 20 militares en accidentes aéreos.
En un alarmante informe presentado al Senado de la Nación en 2005, la Fuerza Aérea daba cuenta que de 102 aviones de caza solo volaban 20, de 47 aviones de transporte operaban 12, de 89 aviones de entrenamiento funcionaban 26 y de 52 aviones de enlace se encontraban en servicio 35.
La situación del Ejército y de la Armada no era mejor, tal como cualquier observador no demasiado experto podía apreciar a simple vista, por los pocos buques que salían de puerto para cumplir con escasos días de navegación o los reducidos números de blindados o mecanizados que participaban en ejercicios en el terreno. El incendio del emblemático rompehielos "ARA Almirante Irizar" constituyó el punto de inflexión de esta situación al demostrar el caótico estado de cosas. Repararlo costará finalmente unos $500 millones y no estará operativo antes de 2012.
Algo parece estar cambiando ya que la Ministra de Defensa Dra. Nilda Garré expresó en su discurso para el 95º aniversario de la Fuerza Aérea: "... Debemos salir gradual, pero firmemente, de la decadencia y la desinversión. Estamos en una nueva etapa: la de la actualización doctrinaria y organizativa, la del trabajo conjunto, la de la racionalidad y de la eficiencia en el uso de los recursos y la decisión de las inversiones, la de la recuperación de la capacidad operativa, la de la excelencia en la formación profesional, la de la profundización de valores democráticos y republicanos, la del respeto de los derechos humanos...".
El Subsecretario de Planificación Logística y Operativa del Ministerio de Defensa, Gustavo Sibilla, responsable directo de las transformaciones anunciadas dijo que: "...La gran tragedia del sector (Defensa) ha sido la falta de definiciones estratégicas del más alto nivel. La dirigencia política en su conjunto ha preferido eludir su responsabilidad, el debate acerca del modelo de instrumento militar que conviene al país".
El presupuesto 2008 establece para Defensa $ 9178 millones, lo que si bien son 41% más que en 2007, se debe tener en cuenta que el 71% son para gastos fijos de personal civil y militar (sueldos retiros y pensiones), desproporción que sufren otros países de Sudamérica en mayor o menor medida.
En el proyecto mismo de presupuesto para 2008 figura un reclamo para incrementar en $ 1179 millones las partidas de funcionamiento e inversiones que se destinaran a la recuperación de sistemas que están fuera de servicio. Este pedido, de ser satisfecho, se adicionará a los $1366 ya asignados con ese fin.
Cabe destacar que la facultad otorgada al Jefe de Gabinete para el manejo de partidas extra presupuestarias podría proveer de otros $719 millones para el corriente año. De esa partida $ 397 millones serían destinados a la recuperación de material aéreo fuera de servicio y $185 millones permitirían incrementar entre 20 a 30 % los días de navegación, las horas de vuelo y la práctica de ejercicios en el terreno a las ya presupuestadas. Comparando el tiempo y recursos destinados al adiestramiento en Chile o Brasil, los propios aun se encuentran por debajo del nivel de lo mínimo necesario para alcanzar el nivel de capacidad operacional aceptable.
Ante esta situación las Fuerzas Armadas, desde hace algunos años iniciaron proyectos para salvar lo salvable, con mayores y menores progresos, ya que era evidente que la compra de materiales nuevos no estaba en ninguna agenda.
En esta etapa de recuperación de material, el Ejército planea repotenciar un total de 1022 vehículos a rueda (de los cuales ya se han completado 300) y 192 vehículos blindados de transporte de personal a oruga de la familia M-113 y la conversión de 40 tanques al modelo Patagón. En 2007 los talleres militares entregaron 42 camiones (31 Unimog 416 de 1,5 ton y 11 REO de 2,5 ton) y 34 vehículos a oruga (4 tanques Patagón y 30 de la familia M-113 en distintas versiones). Se adquirieron los materiales para reparar otros 30 M-113, lo que marcaría un ritmo anual sustentable, de mantenerse constantes los presupuestos asignados para esa actividad. Es muy destacable el proceso de transformación del los 36 helicópteros del tipo UH1H a Huey II, con los cuales se logran mayores prestaciones a costos aceptables, prolongando su vida útil 20 años más. Uno de ellos cruzó la cordillera de los Andes alcanzando una altitud de vuelo de 4350 m, cosa que la versión anterior no podría haber realizado.
La Armada completó o bien están en ejecución, tareas de reparaciones y mantenimiento de 8 buques de la flota de un total programado de 15. En los talleres de Puerto Belgrano la Meko 360 "ARA Heroína" y el remolcador "ARA Tehuelche". En los astilleros TANDANOR se terminaron las corbetas Meko 140 "ARA Robinson" y la A-69 "ARA "Drummond" e ingresó la Meko 160 "ARA Gomez Roca". En los astilleros Rio Santiago, el transporte "ARA Cabo de Hornos" y la fragata "ARA Libertad", en Mar del Plata la fragata "ARA Guerrico". En los astilleros Domecq Garcia se encuentra el submarino "ARA San Juan" al cual se le efectúa el mantenimiento de "media vida", con lo cual podrá continuar sus servicios otros 15 años más. También se avanza en la repotenciación de todos los vehículos anfibios a oruga LATP-7 de la Infantería de Marina, existiendo 2 prototipos en servicio. Se adquirieron 4 helicópteros Sea King para reemplazar los perdidos en el incendio del "Alte Irizar".
La Fuerza Aérea inició el llamado Plan de Acción Progresiva en el cual se planea en 5 años recobrar la aeronavegabilidad de las aeronaves con una primera etapa dedicada a los de transporte (Hercules C-130, Fokker 27 y 28 y Twin Otter), en una segunda etapa se ocuparían de los de entrenamiento/enlace y helicópteros y en una tercera de los de cazas y bombardeo. Dentro de las adquisiciones se incorporaron 4 aviones de transporte Saab-340 reacondicionados a fin de operar con las Lineas Aéreas del Estado (LADE). Otra de las prioridades críticas, que alcanzó el nivel de escándalo nacional, es el Plan Nacional de Radarización, en el cual se han licitado 4 radares 3-D de empleo militar y se fabrican 10 radares para la navegación aérea civil con el INVAP, los que serán instalados en el curso de este año y el siguiente. Dos prototipos ya están en funcionamiento en San Carlos de Bariloche y Quílmes.
En el marco de la cooperación bilateral con Chile, hay conversaciones sobre la factibilidad de proyectos integrados, como la fabricación de partes y componentes del avión de entrenamiento chileno Pillan y del argentino Pampa IA 63, como así también ya se encuentra en construcción el Patrullero Oceánico Multipropósito (POM). Con Brasil el Ejército obtuvo un logro importante con el desarrollo y la producción inicial del nuevo vehículo utilitario Gaucho, de los cuales se han fabricado 10 unidades y se estudia avanzar en el futuro en el desarrollo y fabricación de otras unidades de mayor tamaño y complejidad técnica, posiblemente un blindado a rueda con posibilidad de adaptarlo a distintas finalidades por intercambio de módulos.
Esta experiencia de integración e intercambió tecnológico tiene una etapa incierta en su final, cual es, una vez satisfecha la demanda interna, poder comercializar estos productos en el complejo y muy competitivo mercado internacional, para lo cual tanto chilenos y brasileros, han demostrado tener, mayor habilidad o realismo que los argentinos. Los tanques TAM, los inconclusos submarinos clase 209 y los supervivientes aviones Pampa, herencia de los años 70, son un recordatorio de la premisa comercial que primero hay que tener detectada la demanda y asegurado el cliente antes de fabricar el producto, y el cliente siempre exige las mayores prestaciones a los menores costos, y de no poder competir en estos aspectos es prudente no inscribirse en la carrera.
Con una visión optimista, esto permitiría hacer girar la pesada rueda financiera, lo que justificaría la existencia de líneas de producción integradas, con participación estatal y privada, tanto nacionales y regionales, con carácter permanente y la creación de puestos de trabajo con estabilidad. Es también recomendable que ante las tendencias al equilibrio, la cooperación y la integración entre la mayoría de los países de la región, la producción de Defensa sea enfocada inicialmente al uso dual, es decir materiales que puedan utilizarse en aplicaciones civiles, indistintamente a su uso militar, con lo cual también se ampliarían los mercados potenciales extraregionales.
La realidad, como inexorable verdad, demuestra que las postergadas medidas que se han resuelto son tan solo el principio, o más bien el principio del principio, que demandaran intenso y constante trabajo, para el óptimo aprovechamiento de mayores recursos presupuestarios en el mediano y largo plazo, a fin de revertir el proceso de destrucción por omisión que cumplirá ya un cuarto de siglo.
Fuentes:
www.mindef.gov.ar consultado 17-04-08
www.lanación.com.ar consultado 17-04-08
www.saorbats.com.ar consultado 17-04-08
www.clarin.com consultado 17-04-08