Las fronteras del espacio aéreo de Rusia están custodiadas por un avión único, capaz de alcanzar cualquier objetivo —desde misiles de crucero ocultos por el relieve del terreno, hasta satélites— ya sea de día o de noche, en las más variadas condiciones meteorológicas y a cualquier velocidad. Los expertos del sector militar afirman que actualmente no existe, y no existirá en los próximos 10-15 años, un sistema de aviación comparable al ruso MiG-31 en lo que a especificaciones técnicas se refiere.