Desempeño de la Brigada de Paracaidistas en la pacificación de las favelas de Río de Janeiro.
La Brigada de Infantería Paracaidista y la 12ª Brigada de Infantería Ligera de Asalto Aéreo, son las Brigadas de Infantería del Ejército de Brasil que, aparte de ser integrantes de las Fuerzas de Actuación Estratégicas (FAE), constituyen también las Fuerzas Estratégicas de Acción Rápida debido a que tienen capacidad de respuesta rápida y de proyección de fuerza en todo el territorio brasileño y en el entorno estratégico del país.
Por el General de División Roberto Escoto* | 11 noviembre 2015
"Aunque existen diferencias entre los pandilleros y los insurgentes con respecto a sus motivaciones y sus modalidades operativas, esta conexión sugiere que las llamadas pandillas de tercera generación (3G2) son mutaciones de la insurgencia urbana".[1]
(Max G. Manwaring - Doctor en Ciencias Políticas - Colegio de Guerra del Ejército de los EE.UU).
La Brigada de Infantería Paracaidista y la 12ª Brigada de Infantería Ligera de Asalto Aéreo son las Brigadas de Infantería del Ejército de Brasil que, aparte de ser integrantes de las Fuerzas de Actuación Estratégicas (FAE), constituyen también las Fuerzas Estratégicas de Acción Rápida debido a que tienen capacidad de respuesta rápida y de proyección de fuerza en todo el territorio brasileño y en el entorno estratégico del país. Estas son precisamente las razones por las que los mejores ejércitos del mundo primero emplazan las tropas de paracaidistas y de asalto aéreo como fuerzas expedicionarias.
La Brigada de Infantería Paracaidista y la 12ª Brigada de Infantería Ligera de Asalto Aéreo, son las Brigadas de Infantería del Ejército de Brasil que, aparte de ser integrantes de las Fuerzas de Actuación Estratégicas (FAE), constituyen también las Fuerzas Estratégicas de Acción Rápida debido a que tienen capacidad de respuesta rápida y de proyección de fuerza en todo el territorio brasileño y en el entorno estratégico del país.
Por el General de División Roberto Escoto* | 11 noviembre 2015
"Aunque existen diferencias entre los pandilleros y los insurgentes con respecto a sus motivaciones y sus modalidades operativas, esta conexión sugiere que las llamadas pandillas de tercera generación (3G2) son mutaciones de la insurgencia urbana".[1]
(Max G. Manwaring - Doctor en Ciencias Políticas - Colegio de Guerra del Ejército de los EE.UU).
La Brigada de Infantería Paracaidista y la 12ª Brigada de Infantería Ligera de Asalto Aéreo son las Brigadas de Infantería del Ejército de Brasil que, aparte de ser integrantes de las Fuerzas de Actuación Estratégicas (FAE), constituyen también las Fuerzas Estratégicas de Acción Rápida debido a que tienen capacidad de respuesta rápida y de proyección de fuerza en todo el territorio brasileño y en el entorno estratégico del país. Estas son precisamente las razones por las que los mejores ejércitos del mundo primero emplazan las tropas de paracaidistas y de asalto aéreo como fuerzas expedicionarias.
En los conflictos irregulares asimétricos de lo que va del siglo XXI, se emplean cada vez con más frecuencia las fuerzas de operaciones especiales y de operaciones convencionales paracaidistas y tropas de asalto aerotransportadas que están preparadas para intervenir rápida y eficazmente como fuerzas de contingencia en situaciones de crisis. Las fuerzas de la 82ª División Aerotransportada y de la 101ª División Aerotransportada de los Estados Unidos y la 16ª Brigada de Asalto Aéreo del Reino Unido desempeñaron un papel preponderante en las operaciones de combate contra grupos extremistas en Afganistán e Irak, así como también la 11ª Brigada Paracaidista de Francia en Afganistán y Malí.
La violencia extremista es el resultado de las creencias y las acciones de algunos individuos o grupos que emplean la violencia para conseguir objetivos de índole política, ideológica, social, étnica o religiosa. Abarca la insurgencia, la subversión, el terrorismo y otras formas de violencia común. [2] Las fuerzas irregulares constituyen la rama armada de esos grupos que recurren a la guerra irregular para lograr sus objetivos.
Las tropas paracaidistas desempeñaron el mismo papel preponderante cuando se empleó al Ejército de Brasil en el combate contra grupos extremistas en los años 60 y 70 y en las situaciones de crisis de seguridad pública en distintos estados de la federación que fueron provocadas por la carencia, insuficiencia o falta de disponibilidad de los organismos de seguridad pública estatales. Históricamente, la Brigada de Infantería Paracaidista ha sido la primera tropa en ser desplegada para llevar a cabo estas misiones consagradas en la Constitución de la República Federativa de Brasil.
En los años 1994 y 1995, la Brigada de Infantería Paracaidista, fue desplegada para llevar a cabo la Operación Río con el respaldo de los batallones de infantería del Ejército y de la Fuerza Aérea. La misión surgió debido al aumento de la violencia en los barrios pobres y su propagación hacia otros barrios de la ciudad, lo que generó un clima de inseguridad propiciado por los narcotraficantes y las diversas pandillas que asistían a bailes funk, consumían drogas y promovían asaltos colectivos urbanos.
De noviembre de 2010 a febrero de 2011, ante una crisis más de la seguridad pública en la ciudad de Río de Janeiro, que próximamente serviría de sede de una serie de grandes eventos de repercusión internacional, la Brigada de Infantería Paracaidista también fue la primera fuerza desplegada para llevar a cabo la Operación Arcángel, en los complejos de favelas de Alemão y Penha, en una operación de pacificación que duraría 583 días.
En abril de 2014, luego de diversos ataques a las Unidades de Policía Pacificadora (UPP), que ocasionaron innumerables bajas de policías militares y daños a sus instalaciones, vehículos y materiales, nuevamente fue la tropa paracaidista la primera en ser utilizada en la difícil misión de pacificar Maré, el mayor complejo de favelas de Río de Janeiro que tiene 15 comunidades y una población de alrededor de 140.000 habitantes̶, lo que equivale a una ciudad brasileña de mediano tamaño. Esta comunidad se encontraba aterrorizada por la actividad violenta de tres facciones criminales rivales que utilizan tácticas, estrategias y procedimientos de grupos extremistas –el Comando Vermelho (CV), el Tercer Comando Puro (TCP) y las milicias.
La raíz histórica de esta situación es el origen del Comando Vermelho, una organización delictiva que desciende de la Falange Vermelha creada en 1979 en la prisión Cândido Mendes de Ilha Grande en Angra dos Reis. A principios de los años 80, luego de años de convivir con terroristas, los presos que escaparon de Ilha Grande comenzaron a realizar numerosos asaltos a bancos, empresas y joyerías, poniendo en práctica las estrategias aprendidas en el Minimanual del Guerrillero Urbano , escrito por el terrorista Carlos Marighela.(el resaltado es mio....)
En los inicios de la década de 1990, el Comando Vermelho influyó en la creación del Primer Comando de la Papital (PCC) en São Paulo, una organización criminal cuya conexión con el grupo terrorista Hezbolá en la región trifronteriza de Brasil-Argentina-Paraguay desde 2006 se ha tornado más evidente, según informes de recientes investigaciones de la Policía Federal. [3]
Otro sólido indicio de la asociación del crimen organizado y del narcotráfico con grupos extremistas es que en abril de 2001, el traficante Luiz Fernando da Costa, también conocido como Fernandinho Beira-Mar, líder del Comando Vermelho, fue apresado en Colombia, país en el que según las investigaciones, se encontraba negociando el intercambio de armas por cocaína con los guerrilleros de las FARC. [4]
Este artículo analiza las fases de planificación, preparación y empleo de la Brigada de Infantería Paracaidista en la pacificación del complejo de favelas de Maré, en la ciudad de Río de Janeiro, y presenta las lecciones aprendidas más importantes y los resultados de la operación. Además, examina sus consideraciones para la organización, el equipamiento y la doctrina de empleo de las Brigadas de Infantería del Ejército brasileño, destacando la importancia de la preparación para las operaciones contra las fuerzas irregulares en entornos urbanos y rurales.
PLANIFICACIÓN DE LA OPERACIÓN
La pacificación del complejo de Maré fue planificada y ejecutada como una operación de amplio espectro, en un ambiente operativo muy complejo, inestable e incierto. La planificación destacó las operaciones de inteligencia, las operaciones especiales, las operaciones de información, las operaciones interdependencias y las operaciones contra fuerzas irregulares en entornos urbanos.
La misión de la Fuerza de Pacificación Maré fue ocupar por completo el Área de Operaciones Maré y tomarlo por vía terrestre, a pie y en vehículos motorizados y mecanizados. La fuerza de pacificación también debía reemplazar a los efectivos de la Policía Militar del Estado de Río de Janeiro (PMERJ) que operaban en el área y realizar los operativos para pacificar el Área de Operaciones Maré conjuntamente con los Organismos de Seguridad y Orden Público (OSOP) y otras agencias civiles (gubernamentales y no gubernamentales). Todo esto con el objetivo de proteger a la población, impedir y reprimir las acciones de las facciones criminales, detener a sus integrantes e incautar armas, municiones, drogas y otros artículos ilícitos. [5]
Imagen termal de un helicóptero mostrando a individuos armados. (Foto: Ejército de Brasil)
La intención del Comandante de Brigada era explotar al máximo la inteligencia, las operaciones especiales y las operaciones de información. Además, pretendía aplicar una ofensiva de sorpresa; cubrir densamente la zona; establecer puntos fuertes; realizar operaciones de saturación de patrullaje a pie, motorizado y mecanizado; llevar a cabo rastrillajes, búsquedas y detenciones; y lograr el apoyo de la población del área –el centro de gravedad de la operación– en un esfuerzo integrado, coordinado y sincronizado de operaciones entre diferentes dependencias. La finalidad era suprimir o reducir la libertad de acción de las facciones criminales y establecer y mantener un ambiente seguro y estable para la población del área. [6]
El estado final deseado (EFD) era obtener el apoyo de la población y la desarticulación de las facciones criminales al interior del Área de Operaciones. Esto coadyuvaría a garantizar un ambiente seguro y estable (el objetivo estratégico) para crear las condiciones adecuadas para la instalación de UPP en el Área de Operaciones de Maré (el objetivo político).
El haber elegido el apoyo de la población como centro de gravedad de las operaciones significa que la fuerza de pacificación hizo hincapié en los operativos centrados en la población donde el estudio y la utilización del terreno humano son más importantes que el terreno físico. Entre los factores de peso para tomar decisiones, tuvieron mayor prioridad las consideraciones civiles. Además, los operativos de inteligencia no se limitaron a la recopilación de información sobre las fuerzas enemigas, como sucede en conflictos convencionales entre actores estatales. La inteligencia priorizó recabar y buscar información sobre la población, que es en realidad el centro de gravedad de los conflictos irregulares asimétricos del siglo XXI. Según el General Stanley McChrystal, Comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en Afganistán, de 2009 a 2010, “ [...] la misión es proteger a las personas. El conflicto se ganará persuadiendo a la población, no destruyendo al enemigo". [7]
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