Con el tema Malvinas en primer plano, las diferencias y disputas con los británicos vuelven a estar presentes. Pero ese duro enfrentamiento tiene más historia que aquella que parece arrancar con la usurpación de nuestras islas en enero de 1833. Porque 27 años antes, fuerzas militares británicas habían querido adueñarse de Buenos Aires, lo que iba a originar una fuerte lucha con criollos y españoles. Sin embargo, a pesar de esa gran rivalidad, muchas personas de origen británico quedarían en el bronce de nuestro pasado por su espíritu patriótico en defensa de estas tierras. Tal vez la historia más conocida sea la del irlandés Guillermo Brown. Pero hay otras más anónimas.
Tomás Craig era un sargento primero del ejército británico que, en junio de 1806, realizó la primera invasión a Buenos Aires. Aquel hombre, nacido también en Irlanda, en 1780, era uno más en esa fuerza que tomó la ciudad. Pero después, cuando William Carr Beresford (el jefe de aquella expedición) y su tropa, se rindieron ante la férrea y batallada resistencia realizada por los locales, Craig optó por desertar y quedarse.
Claro que el cambio no afectó su espíritu guerrero. Porque después de la Revolución de Mayo de 1810, aquel sargento que había lucido el rojo uniforme de los British , decidió sumarse a las fuerzas que empezaban a luchar por liberarse de otro imperio: el español. Así comenzó su campaña que lo tuvo como protagonista en las victorias de Salta y Tucumán y en la derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, donde quedó herido. Por sus heroicas actuaciones fue ascendido al grado de teniente.
Hombre inquieto y de acción, Craig se integró después a la escuadra que ya había formado el entonces teniente coronel Brown y participó en varias de aquellas primeras campañas. Y actuó en el Pacífico a las órdenes de Alejandro Tomás Cochrane, un marino escocés que también hizo su aporte histórico. Luego, con Brown como almirante, Craig fue comandante de distintas naves patriotas como la goleta “Libertad“, la corbeta “25 de Mayo” y la goleta “9 de Julio”, y protagonista de distintas batallas. Pero su acción militar más recordada fue en la famosa batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845. Esa vez tenía enfrente a una poderosa escuadra anglo-francesa.
Craig estaba al mando del bergantín “Republicano”. Y después de agotar sus municiones, no sólo decidió volarlo para que no cayera en manos enemigas, sino que llegó a la costa y siguió combatiendo desde las baterías terrestres.
La campaña militar del irlandés Craig tuvo también otros pasajes importantes hasta 1853, cuando alcanzó el grado de sargento mayor. Una década más tarde, cuando ya tenía 83 años, murió en Buenos Aires, la misma ciudad que había venido a invadir casi medio siglo antes. Fue el 26 de abril de 1863. Una calle de apenas cuatro cuadras, en el límite entre Caballito y Parque Chacabuco, lo recuerda desde 1904.
A tres cuadras de allí, y paralela a Craig, hay otra calle que recuerda a otro marino argentino pero de apellido inglés, ya que su padre era de ese origen. Se trata del coronel Martín Jacobo Thompson (1777-1819), un hombre que también luchó contra los ingleses en las invasiones de 1806 y 1807. Después del 25 de Mayo de 1810 fue nombrado como Capitán de Puertos de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el primero que ejerció ese cargo. Por eso se lo considera el fundador de la Prefectura Naval. También fue el esposo de una mujer destacada en nuestro pasado: Mariquita Sánchez, la hija de un acaudalado hombre español. Con ella tuvieron cinco hijos. Pero esa es otra historia.
clarin
Tomás Craig era un sargento primero del ejército británico que, en junio de 1806, realizó la primera invasión a Buenos Aires. Aquel hombre, nacido también en Irlanda, en 1780, era uno más en esa fuerza que tomó la ciudad. Pero después, cuando William Carr Beresford (el jefe de aquella expedición) y su tropa, se rindieron ante la férrea y batallada resistencia realizada por los locales, Craig optó por desertar y quedarse.
Claro que el cambio no afectó su espíritu guerrero. Porque después de la Revolución de Mayo de 1810, aquel sargento que había lucido el rojo uniforme de los British , decidió sumarse a las fuerzas que empezaban a luchar por liberarse de otro imperio: el español. Así comenzó su campaña que lo tuvo como protagonista en las victorias de Salta y Tucumán y en la derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, donde quedó herido. Por sus heroicas actuaciones fue ascendido al grado de teniente.
Hombre inquieto y de acción, Craig se integró después a la escuadra que ya había formado el entonces teniente coronel Brown y participó en varias de aquellas primeras campañas. Y actuó en el Pacífico a las órdenes de Alejandro Tomás Cochrane, un marino escocés que también hizo su aporte histórico. Luego, con Brown como almirante, Craig fue comandante de distintas naves patriotas como la goleta “Libertad“, la corbeta “25 de Mayo” y la goleta “9 de Julio”, y protagonista de distintas batallas. Pero su acción militar más recordada fue en la famosa batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845. Esa vez tenía enfrente a una poderosa escuadra anglo-francesa.
Craig estaba al mando del bergantín “Republicano”. Y después de agotar sus municiones, no sólo decidió volarlo para que no cayera en manos enemigas, sino que llegó a la costa y siguió combatiendo desde las baterías terrestres.
La campaña militar del irlandés Craig tuvo también otros pasajes importantes hasta 1853, cuando alcanzó el grado de sargento mayor. Una década más tarde, cuando ya tenía 83 años, murió en Buenos Aires, la misma ciudad que había venido a invadir casi medio siglo antes. Fue el 26 de abril de 1863. Una calle de apenas cuatro cuadras, en el límite entre Caballito y Parque Chacabuco, lo recuerda desde 1904.
A tres cuadras de allí, y paralela a Craig, hay otra calle que recuerda a otro marino argentino pero de apellido inglés, ya que su padre era de ese origen. Se trata del coronel Martín Jacobo Thompson (1777-1819), un hombre que también luchó contra los ingleses en las invasiones de 1806 y 1807. Después del 25 de Mayo de 1810 fue nombrado como Capitán de Puertos de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el primero que ejerció ese cargo. Por eso se lo considera el fundador de la Prefectura Naval. También fue el esposo de una mujer destacada en nuestro pasado: Mariquita Sánchez, la hija de un acaudalado hombre español. Con ella tuvieron cinco hijos. Pero esa es otra historia.
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