Características de los conflictos armados contemporáneos - Parte 1
Ivo Veselinov Yotsov [email protected]
1. Introducción
2. Exposición
3. Conclusión
4. Fuentes
Factores multiplicadores del poder naval
INTRODUCCIÓN
La lucha armada en el mar ocupa un lugar sustancial en los conflictos durante el último siglo. Para poder definir las prioridades estratégicas y de ahí, la estructuración de la armada es de gran importancia determinar el carácter de esa lucha.
Al analizar los cambios de la base material de la guerra y su influencia en los resultados finales podemos valorar el carácter de la lucha armada en lo que a su alcance se refiere, lo que relacionado con el tiempo muestra su intensidad. Para determinar si se han producido suficientes cambios en el carácter de la lucha armada durante un conflicto dado o grupo de conflictos, es imprescindible comparar sus resultados con los de los anteriores conflictos y períodos. [1, Pág. 11]
El período después de la Segunda Guerra Mundial hasta el año 1966 se caracteriza por el desarrollo del arma nuclear. [3, Pág. 279-313] Sus ya probadas eficacia y potencia destructiva pusieron en duda el desarrollo de las armas navales. Por otra parte, la energía de las armas nucleares convierte su empleo en un asunto político de suma importancia, lo que a la vez con la confrontación global de las potencias marítimas en gran medida impide o no permite su utilización. [1, Pág. 24] Durante la primera etapa, que abarca el período desde finales de los años 40 hasta principios de los 60, en EEUU se adoptó la estrategia de "sanciones masivas" que también se aceptó por los demás países miembros de la OTAN. En la misma se excluía la guerra limitada con la URSS. Para tal guerra, según el congresista Kenon, se necesitaba una cantidad bastante grande de aviones portadores de armas nucleares para atacar a Moscú y a todas las otras ciudades de Rusia. [3. Pág. 238] Además, la armada sólo cubriría las brechas en las direcciones marítimas y oceánicas. Guerras con armas convencionales se preveían sólo en las "regiones menos desarrolladas de la Tierra fuera de las fronteras de Europa". Esta es la razón por la cual se distinguen dos tipos de conflictos armados ocurridos en el período de 1946-1966:
- Conflictos armados entre países marítimos subdesarrollados, tales como: el conflicto armado indo-paquistaní de1948, la guerra civil en Cuba;
- Conflictos armados con la participación de países marítimos desarrollados contra enemigos incompatiblemente más débiles, tales como: la Guerra de Corea de 1950-1953; La Crisis de Suez del 1956; la intervención armada de Gran Bretaña en Malaisia; la de Holanda en Indonesia; las de Francia en Indochina y Alegría; la de EEUU en Líbano del 1958; las de EEUU en Honduras del 1965 y en Indochina de 1964-1973.
Este fue también el período del mayor número de conflictos de baja intensidad: el de la isla Corfú del 1946; la crisis de Chipre del 1964; el conflicto por Goa entre India y Portugal del 1961; el conflicto China-Taiwán del 1958; la primera guerra indo-paquistaní del 1965. En este período los principales medios para derrotar al enemigo en el mar eran las artillerías de buque, de costa y de campaña. En resumen podemos concluir que la lucha naval era del tipo de costa, de minas y de artillería y en gran medida había perdido sus características aeronavales. [1, Pág. 30]
El período de 1967-1991 muestra la profundización del carácter aeronaval, electrónico y conjunto de la lucha naval. Lo fundamentaron el perfeccionamiento y la rápida proliferación de los medios dirigidos para ataques aéreas, entre ellos ocupaban un lugar fundamental los misiles tácticos dirigidos. Aparte de algunas imperfecciones técnicas y su alto precio, los mismos resultaban bastante accesibles y completaban el arsenal de muchos de los Estados marítimos, reduciendo así las diferencias entre las grandes y poderosas flotas y las flotas de capacidades más modestas. Ello cambió radicalmente el carácter de las acciones de combate en el mar y especialmente fuerte se reflejó en la lucha contra las comunicaciones marítimas. En una medida menor pero también sustancial las nuevas armas influían igualmente en la derrota del enemigo, y en especial, en la destrucción de objetivos aéreos y de superficie. [1, Pág. 252]
El inicio del período se determinó por el primer empleo acertado de misiles de crucero tácticos antibuque, con dislocación de a bordo, por la armada egipcia contra el destructor egipcio "Ailat" en 1967. Todos los posteriores conflictos: la guerra indo-paquistaní del 1971, la cuarta guerra árabe-israelita del 1973, la guerra de las Malvinas del 1982, la guerra irano-iraquí de 1980-1988, demostraron el papel crecido de los medios para ataques aéreos y determinaron el carácter de la lucha armada en el mar como conjunto, aeronaval, electrónico. Durante los dos períodos después de la Segunda Guerra Mundial, arriba descritos, jugó un papel principal la confrontación global denominada la Guerra Fría. Esta era de carácter típicamente terrestre y estaba orientada a la defensa (la ofensiva) del territorio de los respectivos bloques. Tal estrategia exigía, tanto de los países de la OTAN como de sus adversarios del Pacto de Varsovia, desarrollar y mantener enormes ejércitos con grandes agrupaciones de caballería acorazada. En este período cambió la importancia de la Armada: de unas fuerzas que mantenían y cubrían las comunicaciones marítimas, ésta se convirtió en las principales fuerzas de choque. En las guerras locales, como en las acciones de baja intensidad, la Armada ya jugaba el papel principal.
EXPOSICIÓN
Son dos los factores determinantes para distinguir el período posterior del año 1991. El primero de ellos es el político. Está relacionado con el final de la Guerra Fría, con la desmembración de Estados federativos, tales como la URSS y Yugoslavia, y la aparición de nuevos Estados independientes con pretensiones territoriales para con sus vecinos. Ello condiciona el retorno de las reales acciones de combate a las aguas de Europa (el mar Adriático) pero sin utilizar medios destructivos nucleares, lo que contrastaba en mucho con los planteamientos de los períodos de 1946-1966 y de 1967-1991. [1, Pág. 30] El Mediterráneo se convirtió desde la zona, donde se iba a contrarrestar el despliegue de la V Escuadra de la Flota del Mar Negro de la URSS, en una zona de intereses estratégicos relacionados con la seguridad del Continente Europeo. A principios de los años 90, el grupo para estudios estratégico Ad Hoc, creado en los 60, alarmó de los nuevos peligros para la seguridad en esta zona, entre los cuales destacaban: el incremento de la cantidad de los armamentos y en especial, de las armas de destrucción masiva; la inestabilidad y el extremismo en el norte de África. [7, Pág.2]
Algunos de los Estados en el Cercano Oriente no disponen de salida al Mar Mediterráneo, pero en la medida en que cultural e históricamente pertenecen a los países de África del Norte y ya que por esta región traspasan sus vínculos económicos con Europa, pueden considerarse como países mediterráneos. Además, el desarrollo de los armamentos les permite a las Armadas desplegadas en el Mediterráneo controlar una gran parte de la región.
El segundo factor está relacionado con los cambios de la base material utilizada en la lucha naval, como también con la orientación común de las tareas que van resolviendo las Armadas beligerantes. [1, Pág. 30]
La cumbre de los presidentes de EEUU y la URSS en la isla Malta en 1991, de una manera oficial puso fin de la ya muy prolongada "Guerra Fría". En esa cumbre, la aún poderosa Rusia guardó como esferas estratégicas de influencia suyas a Cuba, Corea del Norte y a Yugoslavia. [5, Pág.] Situación que muy pronto cambiaría. Rusia, desde uno de los líderes políticos mundiales se convirtió en una fuerza regional a la que le es difícil resolver sus propios problemas internos. El presupuesto militar del ejército soviético ya en 1990 fue cinco veces menor que el de los EEUU. [4, Pág. 3] Otro problema no menos importante era la corrupción que venía destrozando el Ejército Ruso. El Tribunal Militar de la Flota del Norte estaba investigando la malversación de 260 toneladas de productos petroquímicos por un grupo criminal encabezado por un jefe del departamento de combustibles y lubricantes en la logística de la flota. Los suministradores militares se adueñaron de unas 155 toneladas de combustible y de nuevo las vendieron a la flota. [4, Pág. 3]
El resultado del final de la guerra fría fue la disolución del Pacto de Varsovia. Ello llevó a la necesidad de definir una nueva concepción estratégica que correspondiera al ambiente geopolítico ya cambiado. El 20 de diciembre de 1991, en Roma, ante la alianza se plantearon nuevos objetivos. Manteniéndose como prioridad principal la defensa común de los países miembros, se puso el acento en la colaboración. Se indicó el carácter global de la defensa. Un paso importante en tal sentido y para la futura ampliación de la OTAN era el programa "Alianza por la Paz", aprobado en enero de 1994 en Brúcelas.
Dicho período está marcado también con la consolidación de la identidad europea en la esfera de la defensa. En 1992 en Maastricht se firmó el primer Tratado de la Unión Europea en el cual uno de los tres pilares de la Unión es el de la política exterior y seguridad común. Ello se basa en el potencial económico de la comunidad que da la posibilidad real para la defensa de los intereses comunes, intereses que seguirán desarrollándose con el desarrollo de la economía común. No obstante las dos tendencias, -la atlantista encabezada por Gran Bretaña y la europeísta cuyo principal representante es Francia-, el tratado indica que Europa intenta ser no solo una fuerza civil. [6, Pág. 3]
En cuanto a la base material empleada en los conflictos bélicos, en 1991 se produjo un salto cualitativo como resultado de la utilización de misiles de crucero operativo-tácticos de abordo. Estas armas habían aparecido ya en los 50 pero hasta 1991 no fueron usadas contra objetivos durante acciones de combate. Al principio sus portadores eran los submarinos, y posteriormente, los grandes buques de superficie, la aviación y las Unidades de misiles y Artillería de Costa. Estaban en servicio en solo dos Estados: la URSS y EEUU; tenían alto precio y se destinaban a ser portador de municiones nucleares. Además, los misiles operativo-tácticos de abordo eran relativamente imprecisos lo que al utilizarlos con piezas de combate convencionales los hacía ineficaces. Durante los años 70 y 80 se adoptaron en servicio misiles de crucero operativo-tácticos de segunda y tercera generación. En éstos ya se aplicaban avanzadas tecnologías informativo-electrónicas lo que llevó a un aseguramiento cualitativamente nuevo en la conducción de acciones de combate. Estos misiles se fueron aceptando en servicio también en países del Tercer Mundo bajo una serie de importantes limitaciones: estaban dotados solamente de cabezas de combate convencionales; se usaban en servicio solo en las Unidades de misiles y Artillería de Costa y su aseguramiento no incluía datos procedentes de la inteligencia espacial. Además, los países que disponían de tales misiles no participaban activamente en conflictos armados en el mar. Justo en 1991, durante la Primera Guerra del Golfo se crearon todas las premisas necesarias para la utilización en masa de misiles de crucero operativo-tácticos con de abordo. [1, p. 31]
Desde el comienzo de este período se producen varios conflictos armados con la participación de las fuerzas navales.
La Primera Guerra del Golfo, en que participaron varios Estados miembros de la OTAN, demuestra el gran interés que los dirigentes y los analíticos de la Alianza prestan en la amenaza procedente del Sur. Al nivel operativo (concretamente, cuando la operación Southern Guard) en junio de 1991, la OTAN desplegó en Turquía el Mando Aliado Europeo de las Fuerzas Aéreas (ACE-AMF) para la defensa contra un posible asalto por parte de Irak a algún miembro de la Alianza. Al mismo tiempo se elevó la disposición de las fuerzas navales y aéreas de la OTAN para defender las comunicaciones marítimas y aéreas que pasaban por el Mediterráneo. Se activó la flota aliada en el Mediterráneo (NAVOCFORMED) que además había sido reforzado con buques de Alemania y dragaminas de la flota aliada en el Canal de La Mancha (STANAVFORCHAN). La actividad antiminas igualmente fue apoyada por buques de las flotas de Francia, Italia, Alemania, España, Grecia y Turquía, todas éstas bajo el mando de la OTAN. Y no en último lugar, aviones patrulleros de la aviación patrullera de Italia, Alemania, Grecia, Holanda, Turquía, Gran Bretaña, Francia, España y Estados Unidos completaban la defensa del tráfico marítimo en el Mediterráneo. [7, Pág. 2]
Las acciones de combate de las fuerzas multinacionales de la Coalición Antiiraquí eran la clave para delimitar el carácter de la lucha armada en mar después del 1991. Formaba parte de la Campaña la operación aérea de las fuerzas multinacionales cuyo nombre codificado era "Tormenta de Desierto" (del 17 al 23 de febrero de 1991). Su plan preveía crear las condiciones favorables para la operación terrestre ofensiva "Espada de Desierto" (del 24 al 28 de febrero de 1991) por medio de conseguir el dominio aéreo en la zona de combate, impedir el mando de las tropas del enemigo y debilitarlas al derrotando partes de sus agrupaciones e interrumpir las comunicaciones del frente con la retaguardia. Paralelamente a ello se preveía la destrucción de importantes objetivos políticos, de comunicación y militar-industriales en el territorio del país, así como la de buques de combate en la Base Principal de Basora. Para alcanzar los objetivos de la operación, como importantes acciones previas de aseguramiento, se planeaba paralizar la Defensa Antiaérea de Irak. Hacia el comienzo de la operación "Tormenta de Desierto", Irak disponía de su Defensa Antiaérea creada desde hacía años. Sus Unidades de misiles antiaéreos poseían bastante experiencia acumulada en la Guerra de Seis Días del 1967, el ataque aéreo israelí del 7 de junio de 1981 y durante la Guerra Irano-Iraquí (1980-1988). La Defensa Antiaérea de Irak dividía el país en 4 sectores con sus centros de mando en Bagdad, Kirkuk, Nasiria y Rutbe y estaba equipada con complejos misiles antiaéreos de fabricación soviética y francesa. Su aviación de caza recibía la indicación de blancos por medios de radiolocalización para el control de la interceptación y por aviones de detección a largo alcance "Adnan". [1, Pág. 34]
Para reducir sus propias pérdidas, el Jefe de las Fuerzas Multinacionales decidió ampliar el uso, junto con la aviación, de misiles de crucero operativo-tácticos con dislocación en mar combinados con la perturbación radio-electrónica contra los medios de observación y el sistema de comunicación de las Fuerzas Armadas de Irak.
Al principio de la operación "Tormenta de Desierto" las agrupaciones navales en el Golfo Pérsico, en el Mar Rojo y el Mediterráneo atacaron con misiles de crucero BCM-109C "Tomahawk" el territorio de Irak. Los programas de sus trayectorias fueron introducidos en las cabezas de combate antes de que los buques abandonaran sus bases, habiendo sido suministrados los datos por la inteligencia espacial. En total, durante las primeras 24 horas se lanzaron 116 misiles, y hasta al final de la campaña (el 28 de febrero de 1991) los buques lanzaron 288 misiles. Los misiles lanzados representaron el 32 % de las reservas (un total de 900 misiles de crucero "Tomahawk") de las Fuerzas Armadas de EEUU. Los primeros 52 misiles formaban parte del escalón para abrir brecha en la Defensa Antiaérea del enemigo y el resto, en los escalones de choque. Los objetivos eran edificios militar-administrativos; instalaciones de misiles antiaéreos; puestos de mando; almacenes de armamento; objetivos del Complejo Militar-Industrial, priorizando a aquellos en los que se producían municiones nucleares, químicas y biológicas. En Bagdad, fueron destruidos los edificios del Ministerio de Defensa, el Palacio Presidencial y el Centro de Comunicaciones por los misiles de crucero. El empleo de misiles de crucero contra objetivos que disponían de potente Defensa Antiaérea era una de las medidas emprendidas por el Mando de las fuerzas multinacionales para reducir las pérdidas de la aviación. De especial importancia es seсalar que los submarinos realizaron un ataque con misiles antibuque "Tomahawk" sobre la Base principal de Basora, y esta fue la primera vez que se emplearon medios operativo-tácticos para atacar buques de combate. Ello precisamente trazó el límite formal entre el período actual y el anterior. [1, Pág. 37]
El Mando Norteamericano reconoció que dos de los misiles no habían dado en sus blancos debido a la resistencia del enemigo. Los comunicados oficiales iraqués divulgaron que su defensa antiaérea había derribado cuatro misiles. Los buques de guerra que ocupaban posiciones de fuego en el Mediterráneo también estaban dotados de misiles “Tomahawk” pero como Siria no permitió el vuelo de misiles a través de su espacio aéreo, es posible que no se hiciera fuego desde allí (según otras fuentes, desde el Mediterráneo abrió fuego el submarino nuclear "Pittsburg"). Una parte de los buques en el Golfo Pérsico también llevaban a bordo misiles de crucero de las versiones antibuque BCM-109B, pero éstos no se pusieron a prueba en combate en alta mar. Los resultados al emplear la nueva arma superaron las expectativas. Casi el 99 %, frente al 90 % planeado, de los misiles de crucero lanzados llegó a dar en el blanco indicado. Independientemente del resultado alcanzado, posteriormente a la campaña se modernizaron el acelerador de proyección, el bloque de programación y la autodirección en el tramo final del vuelo en la cabeza de guerra de los misiles de crucero “Tomahawk” .
La utilización de esta nueva arma se combinaba con los misiles de crucero tácticos para la destrucción de objetivos terrestres y en especial, de los sistemas de detección electrónica. En total durante la guerra se lanzaron siete misiles de crucero AOM-84 SLAM y 644 AGM-88 HARM (según otra fuente, eran 2.000 misiles de crucero AGM-88 HARM). Como resultado, la agrupación de las Unidades de misiles antiaéreos de Irak fue paralizada. Las posibilidades de superar la defensa antiaérea de escalonamiento profundo sobrevolando cientos de kilómetros por encima del mar y del territorio del enemigo; la alta precisión del traslado de la relativamente pequeña carga convencional de 454 Kg. muestran en la práctica que el efecto del empleo de misiles de crucero "Tomahawk" es compatible con el de municiones nucleares tácticas. Al mismo tiempo, el efecto del armamento del tipo misil no lleva a complicaciones políticas ni a problemas ecológicos en el periodo de posguerra, cosa que se produciría de haberse utilizado armas nucleares destructivas. Además, los portadores de los misiles de crucero son prácticamente inaccesibles para el enemigo lo que reduce al cero las pérdidas de los efectivos. Sin embargo, realizar estas posibilidades por primera vez pone la cuestión del aseguramiento radicalmente nuevo de los golpes "quirúrgicos" usando misiles. Éstos son eficaces sólo en caso de que sean masivos y simultáneos, con el aciegamento previo de la Defensa Antiaérea y la estrecha cooperación con la aviación de ataque. Lo impone la circunstancia de que, al realizarse los ataques, cambian las formas geométricas de los objetivos y el relieve de los accesos a los mismos y luego las cabezas autodirigidas de los misiles siguientes no están en condiciones de reconocer los objetivos y dirigirse correctamente. Por eso el mando de las fuerzas se ha elevado a un nivel cualitativamente nuevo, que en las acciones de combate planeadas sería inalcanzable si no se introdujeran tecnologías de información vanguardistas. Al mismo tiempo ello es impensable sin la inteligencia espacial y la alta precisión que alcanzan los buques portamisiles al salir a las posiciones de fuego. Se observa la tendencia de que la aviación naval de una fuerza de choque básica se convierte en fuerza para cubrir los golpes de misiles, utilizando ampliamente misiles antirradar tácticos. Las máquinas voladoras de los diferentes tipos de fuerzas armadas están obligadas a actuar sólo coordinando estrictamente las acciones entre sí.
Para las Fuerzas Navales de EEUU, todas esas exigencias respecto a la cobertura de los golpes con misiles operativo-tácticos eran completamente realizables porque hacia finales de los 80 ya se había terminado el rearme de sus fuerzas armadas. Los éxitos alcanzados por ellos atestiguan el salto cualitativo consecutivo en el proceso de profundización del carácter aéreo-naval, electrónico e integral de los conflictos bélicos en el mar, así como su entrelazamiento cada vez más estrecho en el período después de 1991. [1, Pág. 37]
Continua ...
FUENTES:
1. Asén Collujarov, Los conflictos contemporáneos en la historia del arte naval СТЕНО - 2002 ISBN 954-449-114-7
2. Boian K. Mednicarov, Unos conclusiones de la operación de las fuerzas aliadas “Libertad por Irak” (21 de marzo – 9 de abril de 2003)
3. S.G. Gorshcov, El poder naval del estado – Edición militar – Sofía 1980
4. Stepan Sulacshin, Русийская газета ,www.rg.ru/anons/arc_1999/0616/3.htm 18 00 h 15 Dec 2003
5. José-Luis Miranda
6. Ángel Lobo, ¿ Capacidad europea autónoma de seguridad y defensa?, www.ugr.es/~ceas/Seguridad Europea/Capacidad europea autonoma de seguridad.pdf 18 00 h 15 Dec 2003
7. Javier Jordán Enamorado, La contribución de la OTAN a la seguridad en el Mediterráneo Occidental, www.ugr.es/~ceas/Documentacion Mediterraneo/1.pdf18 00 h 15 Dec 2003
8. International Defense Review Jan. 2001
9. Jane’s Defense Weekly 20 Dec 2000
Por:
Capitán de fragata Ivo Veselinov Yotsov
[email protected]
Academia de defensa nacional "G. S. Rakovski" - Sofía
Ivo Veselinov Yotsov [email protected]
1. Introducción
2. Exposición
3. Conclusión
4. Fuentes
Factores multiplicadores del poder naval
INTRODUCCIÓN
La lucha armada en el mar ocupa un lugar sustancial en los conflictos durante el último siglo. Para poder definir las prioridades estratégicas y de ahí, la estructuración de la armada es de gran importancia determinar el carácter de esa lucha.
Al analizar los cambios de la base material de la guerra y su influencia en los resultados finales podemos valorar el carácter de la lucha armada en lo que a su alcance se refiere, lo que relacionado con el tiempo muestra su intensidad. Para determinar si se han producido suficientes cambios en el carácter de la lucha armada durante un conflicto dado o grupo de conflictos, es imprescindible comparar sus resultados con los de los anteriores conflictos y períodos. [1, Pág. 11]
El período después de la Segunda Guerra Mundial hasta el año 1966 se caracteriza por el desarrollo del arma nuclear. [3, Pág. 279-313] Sus ya probadas eficacia y potencia destructiva pusieron en duda el desarrollo de las armas navales. Por otra parte, la energía de las armas nucleares convierte su empleo en un asunto político de suma importancia, lo que a la vez con la confrontación global de las potencias marítimas en gran medida impide o no permite su utilización. [1, Pág. 24] Durante la primera etapa, que abarca el período desde finales de los años 40 hasta principios de los 60, en EEUU se adoptó la estrategia de "sanciones masivas" que también se aceptó por los demás países miembros de la OTAN. En la misma se excluía la guerra limitada con la URSS. Para tal guerra, según el congresista Kenon, se necesitaba una cantidad bastante grande de aviones portadores de armas nucleares para atacar a Moscú y a todas las otras ciudades de Rusia. [3. Pág. 238] Además, la armada sólo cubriría las brechas en las direcciones marítimas y oceánicas. Guerras con armas convencionales se preveían sólo en las "regiones menos desarrolladas de la Tierra fuera de las fronteras de Europa". Esta es la razón por la cual se distinguen dos tipos de conflictos armados ocurridos en el período de 1946-1966:
- Conflictos armados entre países marítimos subdesarrollados, tales como: el conflicto armado indo-paquistaní de1948, la guerra civil en Cuba;
- Conflictos armados con la participación de países marítimos desarrollados contra enemigos incompatiblemente más débiles, tales como: la Guerra de Corea de 1950-1953; La Crisis de Suez del 1956; la intervención armada de Gran Bretaña en Malaisia; la de Holanda en Indonesia; las de Francia en Indochina y Alegría; la de EEUU en Líbano del 1958; las de EEUU en Honduras del 1965 y en Indochina de 1964-1973.
Este fue también el período del mayor número de conflictos de baja intensidad: el de la isla Corfú del 1946; la crisis de Chipre del 1964; el conflicto por Goa entre India y Portugal del 1961; el conflicto China-Taiwán del 1958; la primera guerra indo-paquistaní del 1965. En este período los principales medios para derrotar al enemigo en el mar eran las artillerías de buque, de costa y de campaña. En resumen podemos concluir que la lucha naval era del tipo de costa, de minas y de artillería y en gran medida había perdido sus características aeronavales. [1, Pág. 30]
El período de 1967-1991 muestra la profundización del carácter aeronaval, electrónico y conjunto de la lucha naval. Lo fundamentaron el perfeccionamiento y la rápida proliferación de los medios dirigidos para ataques aéreas, entre ellos ocupaban un lugar fundamental los misiles tácticos dirigidos. Aparte de algunas imperfecciones técnicas y su alto precio, los mismos resultaban bastante accesibles y completaban el arsenal de muchos de los Estados marítimos, reduciendo así las diferencias entre las grandes y poderosas flotas y las flotas de capacidades más modestas. Ello cambió radicalmente el carácter de las acciones de combate en el mar y especialmente fuerte se reflejó en la lucha contra las comunicaciones marítimas. En una medida menor pero también sustancial las nuevas armas influían igualmente en la derrota del enemigo, y en especial, en la destrucción de objetivos aéreos y de superficie. [1, Pág. 252]
El inicio del período se determinó por el primer empleo acertado de misiles de crucero tácticos antibuque, con dislocación de a bordo, por la armada egipcia contra el destructor egipcio "Ailat" en 1967. Todos los posteriores conflictos: la guerra indo-paquistaní del 1971, la cuarta guerra árabe-israelita del 1973, la guerra de las Malvinas del 1982, la guerra irano-iraquí de 1980-1988, demostraron el papel crecido de los medios para ataques aéreos y determinaron el carácter de la lucha armada en el mar como conjunto, aeronaval, electrónico. Durante los dos períodos después de la Segunda Guerra Mundial, arriba descritos, jugó un papel principal la confrontación global denominada la Guerra Fría. Esta era de carácter típicamente terrestre y estaba orientada a la defensa (la ofensiva) del territorio de los respectivos bloques. Tal estrategia exigía, tanto de los países de la OTAN como de sus adversarios del Pacto de Varsovia, desarrollar y mantener enormes ejércitos con grandes agrupaciones de caballería acorazada. En este período cambió la importancia de la Armada: de unas fuerzas que mantenían y cubrían las comunicaciones marítimas, ésta se convirtió en las principales fuerzas de choque. En las guerras locales, como en las acciones de baja intensidad, la Armada ya jugaba el papel principal.
EXPOSICIÓN
Son dos los factores determinantes para distinguir el período posterior del año 1991. El primero de ellos es el político. Está relacionado con el final de la Guerra Fría, con la desmembración de Estados federativos, tales como la URSS y Yugoslavia, y la aparición de nuevos Estados independientes con pretensiones territoriales para con sus vecinos. Ello condiciona el retorno de las reales acciones de combate a las aguas de Europa (el mar Adriático) pero sin utilizar medios destructivos nucleares, lo que contrastaba en mucho con los planteamientos de los períodos de 1946-1966 y de 1967-1991. [1, Pág. 30] El Mediterráneo se convirtió desde la zona, donde se iba a contrarrestar el despliegue de la V Escuadra de la Flota del Mar Negro de la URSS, en una zona de intereses estratégicos relacionados con la seguridad del Continente Europeo. A principios de los años 90, el grupo para estudios estratégico Ad Hoc, creado en los 60, alarmó de los nuevos peligros para la seguridad en esta zona, entre los cuales destacaban: el incremento de la cantidad de los armamentos y en especial, de las armas de destrucción masiva; la inestabilidad y el extremismo en el norte de África. [7, Pág.2]
Algunos de los Estados en el Cercano Oriente no disponen de salida al Mar Mediterráneo, pero en la medida en que cultural e históricamente pertenecen a los países de África del Norte y ya que por esta región traspasan sus vínculos económicos con Europa, pueden considerarse como países mediterráneos. Además, el desarrollo de los armamentos les permite a las Armadas desplegadas en el Mediterráneo controlar una gran parte de la región.
El segundo factor está relacionado con los cambios de la base material utilizada en la lucha naval, como también con la orientación común de las tareas que van resolviendo las Armadas beligerantes. [1, Pág. 30]
La cumbre de los presidentes de EEUU y la URSS en la isla Malta en 1991, de una manera oficial puso fin de la ya muy prolongada "Guerra Fría". En esa cumbre, la aún poderosa Rusia guardó como esferas estratégicas de influencia suyas a Cuba, Corea del Norte y a Yugoslavia. [5, Pág.] Situación que muy pronto cambiaría. Rusia, desde uno de los líderes políticos mundiales se convirtió en una fuerza regional a la que le es difícil resolver sus propios problemas internos. El presupuesto militar del ejército soviético ya en 1990 fue cinco veces menor que el de los EEUU. [4, Pág. 3] Otro problema no menos importante era la corrupción que venía destrozando el Ejército Ruso. El Tribunal Militar de la Flota del Norte estaba investigando la malversación de 260 toneladas de productos petroquímicos por un grupo criminal encabezado por un jefe del departamento de combustibles y lubricantes en la logística de la flota. Los suministradores militares se adueñaron de unas 155 toneladas de combustible y de nuevo las vendieron a la flota. [4, Pág. 3]
El resultado del final de la guerra fría fue la disolución del Pacto de Varsovia. Ello llevó a la necesidad de definir una nueva concepción estratégica que correspondiera al ambiente geopolítico ya cambiado. El 20 de diciembre de 1991, en Roma, ante la alianza se plantearon nuevos objetivos. Manteniéndose como prioridad principal la defensa común de los países miembros, se puso el acento en la colaboración. Se indicó el carácter global de la defensa. Un paso importante en tal sentido y para la futura ampliación de la OTAN era el programa "Alianza por la Paz", aprobado en enero de 1994 en Brúcelas.
Dicho período está marcado también con la consolidación de la identidad europea en la esfera de la defensa. En 1992 en Maastricht se firmó el primer Tratado de la Unión Europea en el cual uno de los tres pilares de la Unión es el de la política exterior y seguridad común. Ello se basa en el potencial económico de la comunidad que da la posibilidad real para la defensa de los intereses comunes, intereses que seguirán desarrollándose con el desarrollo de la economía común. No obstante las dos tendencias, -la atlantista encabezada por Gran Bretaña y la europeísta cuyo principal representante es Francia-, el tratado indica que Europa intenta ser no solo una fuerza civil. [6, Pág. 3]
En cuanto a la base material empleada en los conflictos bélicos, en 1991 se produjo un salto cualitativo como resultado de la utilización de misiles de crucero operativo-tácticos de abordo. Estas armas habían aparecido ya en los 50 pero hasta 1991 no fueron usadas contra objetivos durante acciones de combate. Al principio sus portadores eran los submarinos, y posteriormente, los grandes buques de superficie, la aviación y las Unidades de misiles y Artillería de Costa. Estaban en servicio en solo dos Estados: la URSS y EEUU; tenían alto precio y se destinaban a ser portador de municiones nucleares. Además, los misiles operativo-tácticos de abordo eran relativamente imprecisos lo que al utilizarlos con piezas de combate convencionales los hacía ineficaces. Durante los años 70 y 80 se adoptaron en servicio misiles de crucero operativo-tácticos de segunda y tercera generación. En éstos ya se aplicaban avanzadas tecnologías informativo-electrónicas lo que llevó a un aseguramiento cualitativamente nuevo en la conducción de acciones de combate. Estos misiles se fueron aceptando en servicio también en países del Tercer Mundo bajo una serie de importantes limitaciones: estaban dotados solamente de cabezas de combate convencionales; se usaban en servicio solo en las Unidades de misiles y Artillería de Costa y su aseguramiento no incluía datos procedentes de la inteligencia espacial. Además, los países que disponían de tales misiles no participaban activamente en conflictos armados en el mar. Justo en 1991, durante la Primera Guerra del Golfo se crearon todas las premisas necesarias para la utilización en masa de misiles de crucero operativo-tácticos con de abordo. [1, p. 31]
Desde el comienzo de este período se producen varios conflictos armados con la participación de las fuerzas navales.
La Primera Guerra del Golfo, en que participaron varios Estados miembros de la OTAN, demuestra el gran interés que los dirigentes y los analíticos de la Alianza prestan en la amenaza procedente del Sur. Al nivel operativo (concretamente, cuando la operación Southern Guard) en junio de 1991, la OTAN desplegó en Turquía el Mando Aliado Europeo de las Fuerzas Aéreas (ACE-AMF) para la defensa contra un posible asalto por parte de Irak a algún miembro de la Alianza. Al mismo tiempo se elevó la disposición de las fuerzas navales y aéreas de la OTAN para defender las comunicaciones marítimas y aéreas que pasaban por el Mediterráneo. Se activó la flota aliada en el Mediterráneo (NAVOCFORMED) que además había sido reforzado con buques de Alemania y dragaminas de la flota aliada en el Canal de La Mancha (STANAVFORCHAN). La actividad antiminas igualmente fue apoyada por buques de las flotas de Francia, Italia, Alemania, España, Grecia y Turquía, todas éstas bajo el mando de la OTAN. Y no en último lugar, aviones patrulleros de la aviación patrullera de Italia, Alemania, Grecia, Holanda, Turquía, Gran Bretaña, Francia, España y Estados Unidos completaban la defensa del tráfico marítimo en el Mediterráneo. [7, Pág. 2]
Las acciones de combate de las fuerzas multinacionales de la Coalición Antiiraquí eran la clave para delimitar el carácter de la lucha armada en mar después del 1991. Formaba parte de la Campaña la operación aérea de las fuerzas multinacionales cuyo nombre codificado era "Tormenta de Desierto" (del 17 al 23 de febrero de 1991). Su plan preveía crear las condiciones favorables para la operación terrestre ofensiva "Espada de Desierto" (del 24 al 28 de febrero de 1991) por medio de conseguir el dominio aéreo en la zona de combate, impedir el mando de las tropas del enemigo y debilitarlas al derrotando partes de sus agrupaciones e interrumpir las comunicaciones del frente con la retaguardia. Paralelamente a ello se preveía la destrucción de importantes objetivos políticos, de comunicación y militar-industriales en el territorio del país, así como la de buques de combate en la Base Principal de Basora. Para alcanzar los objetivos de la operación, como importantes acciones previas de aseguramiento, se planeaba paralizar la Defensa Antiaérea de Irak. Hacia el comienzo de la operación "Tormenta de Desierto", Irak disponía de su Defensa Antiaérea creada desde hacía años. Sus Unidades de misiles antiaéreos poseían bastante experiencia acumulada en la Guerra de Seis Días del 1967, el ataque aéreo israelí del 7 de junio de 1981 y durante la Guerra Irano-Iraquí (1980-1988). La Defensa Antiaérea de Irak dividía el país en 4 sectores con sus centros de mando en Bagdad, Kirkuk, Nasiria y Rutbe y estaba equipada con complejos misiles antiaéreos de fabricación soviética y francesa. Su aviación de caza recibía la indicación de blancos por medios de radiolocalización para el control de la interceptación y por aviones de detección a largo alcance "Adnan". [1, Pág. 34]
Para reducir sus propias pérdidas, el Jefe de las Fuerzas Multinacionales decidió ampliar el uso, junto con la aviación, de misiles de crucero operativo-tácticos con dislocación en mar combinados con la perturbación radio-electrónica contra los medios de observación y el sistema de comunicación de las Fuerzas Armadas de Irak.
Al principio de la operación "Tormenta de Desierto" las agrupaciones navales en el Golfo Pérsico, en el Mar Rojo y el Mediterráneo atacaron con misiles de crucero BCM-109C "Tomahawk" el territorio de Irak. Los programas de sus trayectorias fueron introducidos en las cabezas de combate antes de que los buques abandonaran sus bases, habiendo sido suministrados los datos por la inteligencia espacial. En total, durante las primeras 24 horas se lanzaron 116 misiles, y hasta al final de la campaña (el 28 de febrero de 1991) los buques lanzaron 288 misiles. Los misiles lanzados representaron el 32 % de las reservas (un total de 900 misiles de crucero "Tomahawk") de las Fuerzas Armadas de EEUU. Los primeros 52 misiles formaban parte del escalón para abrir brecha en la Defensa Antiaérea del enemigo y el resto, en los escalones de choque. Los objetivos eran edificios militar-administrativos; instalaciones de misiles antiaéreos; puestos de mando; almacenes de armamento; objetivos del Complejo Militar-Industrial, priorizando a aquellos en los que se producían municiones nucleares, químicas y biológicas. En Bagdad, fueron destruidos los edificios del Ministerio de Defensa, el Palacio Presidencial y el Centro de Comunicaciones por los misiles de crucero. El empleo de misiles de crucero contra objetivos que disponían de potente Defensa Antiaérea era una de las medidas emprendidas por el Mando de las fuerzas multinacionales para reducir las pérdidas de la aviación. De especial importancia es seсalar que los submarinos realizaron un ataque con misiles antibuque "Tomahawk" sobre la Base principal de Basora, y esta fue la primera vez que se emplearon medios operativo-tácticos para atacar buques de combate. Ello precisamente trazó el límite formal entre el período actual y el anterior. [1, Pág. 37]
El Mando Norteamericano reconoció que dos de los misiles no habían dado en sus blancos debido a la resistencia del enemigo. Los comunicados oficiales iraqués divulgaron que su defensa antiaérea había derribado cuatro misiles. Los buques de guerra que ocupaban posiciones de fuego en el Mediterráneo también estaban dotados de misiles “Tomahawk” pero como Siria no permitió el vuelo de misiles a través de su espacio aéreo, es posible que no se hiciera fuego desde allí (según otras fuentes, desde el Mediterráneo abrió fuego el submarino nuclear "Pittsburg"). Una parte de los buques en el Golfo Pérsico también llevaban a bordo misiles de crucero de las versiones antibuque BCM-109B, pero éstos no se pusieron a prueba en combate en alta mar. Los resultados al emplear la nueva arma superaron las expectativas. Casi el 99 %, frente al 90 % planeado, de los misiles de crucero lanzados llegó a dar en el blanco indicado. Independientemente del resultado alcanzado, posteriormente a la campaña se modernizaron el acelerador de proyección, el bloque de programación y la autodirección en el tramo final del vuelo en la cabeza de guerra de los misiles de crucero “Tomahawk” .
La utilización de esta nueva arma se combinaba con los misiles de crucero tácticos para la destrucción de objetivos terrestres y en especial, de los sistemas de detección electrónica. En total durante la guerra se lanzaron siete misiles de crucero AOM-84 SLAM y 644 AGM-88 HARM (según otra fuente, eran 2.000 misiles de crucero AGM-88 HARM). Como resultado, la agrupación de las Unidades de misiles antiaéreos de Irak fue paralizada. Las posibilidades de superar la defensa antiaérea de escalonamiento profundo sobrevolando cientos de kilómetros por encima del mar y del territorio del enemigo; la alta precisión del traslado de la relativamente pequeña carga convencional de 454 Kg. muestran en la práctica que el efecto del empleo de misiles de crucero "Tomahawk" es compatible con el de municiones nucleares tácticas. Al mismo tiempo, el efecto del armamento del tipo misil no lleva a complicaciones políticas ni a problemas ecológicos en el periodo de posguerra, cosa que se produciría de haberse utilizado armas nucleares destructivas. Además, los portadores de los misiles de crucero son prácticamente inaccesibles para el enemigo lo que reduce al cero las pérdidas de los efectivos. Sin embargo, realizar estas posibilidades por primera vez pone la cuestión del aseguramiento radicalmente nuevo de los golpes "quirúrgicos" usando misiles. Éstos son eficaces sólo en caso de que sean masivos y simultáneos, con el aciegamento previo de la Defensa Antiaérea y la estrecha cooperación con la aviación de ataque. Lo impone la circunstancia de que, al realizarse los ataques, cambian las formas geométricas de los objetivos y el relieve de los accesos a los mismos y luego las cabezas autodirigidas de los misiles siguientes no están en condiciones de reconocer los objetivos y dirigirse correctamente. Por eso el mando de las fuerzas se ha elevado a un nivel cualitativamente nuevo, que en las acciones de combate planeadas sería inalcanzable si no se introdujeran tecnologías de información vanguardistas. Al mismo tiempo ello es impensable sin la inteligencia espacial y la alta precisión que alcanzan los buques portamisiles al salir a las posiciones de fuego. Se observa la tendencia de que la aviación naval de una fuerza de choque básica se convierte en fuerza para cubrir los golpes de misiles, utilizando ampliamente misiles antirradar tácticos. Las máquinas voladoras de los diferentes tipos de fuerzas armadas están obligadas a actuar sólo coordinando estrictamente las acciones entre sí.
Para las Fuerzas Navales de EEUU, todas esas exigencias respecto a la cobertura de los golpes con misiles operativo-tácticos eran completamente realizables porque hacia finales de los 80 ya se había terminado el rearme de sus fuerzas armadas. Los éxitos alcanzados por ellos atestiguan el salto cualitativo consecutivo en el proceso de profundización del carácter aéreo-naval, electrónico e integral de los conflictos bélicos en el mar, así como su entrelazamiento cada vez más estrecho en el período después de 1991. [1, Pág. 37]
Continua ...
FUENTES:
1. Asén Collujarov, Los conflictos contemporáneos en la historia del arte naval СТЕНО - 2002 ISBN 954-449-114-7
2. Boian K. Mednicarov, Unos conclusiones de la operación de las fuerzas aliadas “Libertad por Irak” (21 de marzo – 9 de abril de 2003)
3. S.G. Gorshcov, El poder naval del estado – Edición militar – Sofía 1980
4. Stepan Sulacshin, Русийская газета ,www.rg.ru/anons/arc_1999/0616/3.htm 18 00 h 15 Dec 2003
5. José-Luis Miranda
6. Ángel Lobo, ¿ Capacidad europea autónoma de seguridad y defensa?, www.ugr.es/~ceas/Seguridad Europea/Capacidad europea autonoma de seguridad.pdf 18 00 h 15 Dec 2003
7. Javier Jordán Enamorado, La contribución de la OTAN a la seguridad en el Mediterráneo Occidental, www.ugr.es/~ceas/Documentacion Mediterraneo/1.pdf18 00 h 15 Dec 2003
8. International Defense Review Jan. 2001
9. Jane’s Defense Weekly 20 Dec 2000
Por:
Capitán de fragata Ivo Veselinov Yotsov
[email protected]
Academia de defensa nacional "G. S. Rakovski" - Sofía