Tres meses antes de celebrar su decimotercer aniversario de su puesta en órbita, la comunicación con el satélite argentino SAC-C se perdió repentinamente el 15 de agosto pasado. Desde los últimos meses se estaba trabajando en la preparación de su bajada de órbita y apagado final porque se había concluido que su salud se deterioraba y se había llegado al fin de su vida útil la que superó ampliamente la proyectada de cinco años.
El SAC-C fue el tercer satélite lanzado por la CONAE el 21 de noviembre de 2000 y fue el primero de Observación de la Tierra operativo, pensado para satisfacer requerimientos de las áreas socio-productivas de nuestro país: agricultura, hidrología, costas, geología, salud, emergencias.
No solo las cámaras ópticas desarrolladas en el país, integraban la carga útil de la plataforma, sino otros instrumentos de agencias espaciales como la estadounidense (NASA), la italiana (ASI), la francesa (CNES) y la dinamarquesa (DSRI), que estiman distintos parámetros de la atmósfera, campo magnético y espacio exterior, mientras que la agencia brasilera (AEB/INPE) aportó los laboratorios e instalaciones para los test ambientales previos al lanzamiento.
Los usuarios fueron muchos, dio lugar a formación de recursos humanos tanto en el ámbito académico, profesional como educativo.
Formó parte de la Constelación Matutina junto al Lansat 7, el Terra y el EO-1.
Muchos proyectos fueron desarrollados con sus datos, incluido el Atlas de Argentina que plasmó cada parte del territorio nacional.
Mucha gente estuvo monitoreándolo día a día desde el Centro de Control de Misión en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, en Córdoba.
Su primer Investigador Principal, el querido Dr. Raul Colomb, estimuló su desarrollo y aún más su uso.
NASA, la socia principal del proyecto, estuvo siempre dando su apoyo incondicional a lo largo de la misión.
Ahora nos toca despedirlo y darle las gracias por sus “servicios”, y queda como regalo una de sus últimas imágenes de la región pampeana de fines de marzo de 2013.