pulqui
Colaborador
Aviones de Base Zar hicieron un «barrido» por la zona de pesca
Comenzó ayer desde Trelew la mayor escalada 2007 aérea de la Aviación Naval en el sur argentino, destinada a ratificar de una vez por todas la soberanía marítima, pero no sólo en la soledad del anchísimo mar argentino, sino en la detección dentro y fuera de la Zona Económica Exclusiva, dijeron las fuentes consultadas a bordo de los aparatos que partieron de la Base Aeronaval Almirante Zar.
Concretamente se trata de la detección y búsqueda de infractores, depredadores, argentinos y extranjeros, del mayor caladero del mundo aún con vida en uno de los más codiciados océanos del mundo: El Atlántico Sur. Sin estridencia ni bandas, ni corte de cintas, partieron ayer muy temprano de Trelew, dos aparatos B-200 de nueve plazas c/uno y un gigantesco P-3- de 25 plazas, llevando a bordo el más sofisticado instrumental de capacidades técnicas y militares hacia la Base Aeronaval de Río Grande, para operar luego lo mismo desde Ushuaia, asiento del comando austral de la Armada en los límites del continente.
El cronograma devenga para dentro de una semana, la partida con compromiso internacional más complejo de otro avión OP-3 pero con destino a Panamá, para el operativo internacional «Panamax 07» y finalmente, un conjunto de megaoperaciones de las Fuerzas Aeronaval 2 de Espora, Uno de Punta Indio y Fuerza 3 de Trelew, en la más grande concentración de control, protección y adiestramiento de los pilotos más jóvenes (una tarea sirve a la otra) que no conocen aún las pistas del sur, las montañas, canales fueguinos, vientos etc., que hay que superar.
Renovadamente activa, la Aviación Naval trabaja ahora con las anchas puertas abiertas hacia a su libre albedrío profesional, sobre el ancho mar Argentino, donde ocurren siniestros de pesqueros (a veces extraños o sospechosos), dos en una semana; choques, hundimientos, presencia de enormes y devoradoras factorías extranjeras y una ciudad flotante al borde de la Milla 200, de la cual los «piratas» entran y salen mirando el cielo, para ver si vienen los aviones y también, por qué no, el borde de la zona económica excluyente de Malvinas, donde también hay que controlar a la flota pesquera argentina que, ruinmente paga altísimos cánones para pescar en aguas usurpadas, donde los argentinos dejaron su sangre.
14/08/07
EL CHUBUT