La ministra anunciaría cambios en el Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Pensiones y Retiros Militares. Eliminaría el control castrense y se daría el manejo a políticos de su confianza
Una nueva medida polémica de la cartera militar promete crear sumo malestar en lo más alto de la cúpula de las Fuerzas Armadas, en días en que el presidente Néstor Kirchner encabezará la tradicional cena de camaradería del 9 de Julio, que se celebrará mañana en el Colegio Militar.
Es que Nilda Garré, la ministra de Defensa, tiene entre manos un proyecto que estaría a punto de salir y que contaría con el aval de la Casa Rosada. Se trata nada menos de quitar el control de la caja de jubilaciones a los militares y pasarlo a manos civiles.
El Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Pensiones y Retiros (IAF) pasará a manos políticas. Es una entidad autárquica que tiene como fin el recaudar el dinero que administrará para después hacer el reparto jubilatorio. Ahora, Garré reflotó una vieja idea suya para sacarle ese poder a las fuerzas de seguridad argentinas y que gente de su confianza administre los 2.800 millones de pesos.
La idea de la ministra es que se comunique este drástico cambio en el manejo del dinero de los militares argentinos, mañana mismo, en la comida con el Presidente.
La nueva conducción estará integrada por seis personas: un representante del Ministerio de Defensa -quien la presidirá y tendrá doble voto en caso de empate-, uno de Economía y uno más de Trabajo. Tres uniformados representarán a los miles de militares en situación jubilatoria, pero no tendrá efectivamente poder decisorio dentro de la conducción colegiada.
Una nueva medida polémica de la cartera militar promete crear sumo malestar en lo más alto de la cúpula de las Fuerzas Armadas, en días en que el presidente Néstor Kirchner encabezará la tradicional cena de camaradería del 9 de Julio, que se celebrará mañana en el Colegio Militar.
Es que Nilda Garré, la ministra de Defensa, tiene entre manos un proyecto que estaría a punto de salir y que contaría con el aval de la Casa Rosada. Se trata nada menos de quitar el control de la caja de jubilaciones a los militares y pasarlo a manos civiles.
El Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Pensiones y Retiros (IAF) pasará a manos políticas. Es una entidad autárquica que tiene como fin el recaudar el dinero que administrará para después hacer el reparto jubilatorio. Ahora, Garré reflotó una vieja idea suya para sacarle ese poder a las fuerzas de seguridad argentinas y que gente de su confianza administre los 2.800 millones de pesos.
La idea de la ministra es que se comunique este drástico cambio en el manejo del dinero de los militares argentinos, mañana mismo, en la comida con el Presidente.
La nueva conducción estará integrada por seis personas: un representante del Ministerio de Defensa -quien la presidirá y tendrá doble voto en caso de empate-, uno de Economía y uno más de Trabajo. Tres uniformados representarán a los miles de militares en situación jubilatoria, pero no tendrá efectivamente poder decisorio dentro de la conducción colegiada.