La apreciación del real frente al dólar permitió que Brasil se destaque en el turismo mundial, y especialmente en la Argentina (por proximidad geográfica y el mayor valor frente al peso).
Las aerolíneas fueron grandes beneficiadas y Gol, que ocupa el segundo lugar en el ranking de líneas aéreas de ese país, después de TAM, quiere tener mayor presencia en el mercado argentino, pero no puede hacerlo por las trabas que le impone el gobierno argentino, según expresó Claudia Pagnano, vicepresidenta de Marketing de la empresa.
"Hemos pensado en adquirir nuevas rutas, pero nos encontramos con dificultades de crecimiento, no por una imposibilidad nuestra, sino por las reglas del mercado argentino. Hemos desarrollado con éxito la ruta a Rosario y con facilidad podríamos adquirir una más en el corto plazo", explicó la ejecutiva, de visita en el país.
La demanda de vuelos internacionales operados por aerolíneas brasileñas subió 20,4% en 2010, según datos de la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil. Según datos del Ministerio de Turismo argentino, más de 600.000 brasileños viajan al país cada año, con un alza del 30% anual. Este nivel supone un ingreso de US$ 397 millones.
Gol opera en la Argentina desde 2004. "Hoy el país representa el 80 por ciento de nuestro negocio internacional, dentro de América latina", explicó Pagnano. Alberto Fajerman, director de Relaciones Institucionales, agregó que el acuerdo bilateral que rige los vuelos entre los dos países "es razonable", pero todas las frecuencias del lado brasileño están ocupadas.
Actualmente la empresa utiliza toda la capacidad de las rutas asignadas e intenta compensar los meses de mayor movimiento con vuelos chárter. "Por ejemplo, a los brasileños les encanta ir a Bariloche en invierno, entonces tenemos una cantidad mayor de vuelos en esa época", explicó. La empresa maneja 11 vuelos diarios a Buenos Aires, tres a Rosario y cinco a Córdoba desde San Pablo, Río de Janeiro y Porto Alegre.
Frente a la prioridad de estacionamiento que tiene Aerolíneas Argentinas en las cuatro pasarelas telescópicas de embarque (más conocidas como mangas) en el aeropuerto, Fajerman considera que eso no afecta la productividad de la empresa, aunque "tendría que haber una igualdad de trato para todos"
Sobre la economía brasileña, Pagnano considera que el real seguirá fuerte por un "buen período de tiempo" y que una posible devaluación "no impactará de manera importante en Brasil." "Lo que está pasando es algo que una devaluación sencilla no puede forzar: la formación de una nueva clase media de 34 millones de consumidores. Esta clase adaptará su sueldo mensual al nuevo escenario", explicó.
La preocupación de la empresa, apuntó Pagnano, son los precios del combustible, que están creciendo fuerte en 2011. "Es el factor más importante de nuestra estructura de gastos. La empresa tiene obsesión por los costos y lograr que la compañía sea financieramente sustentable", concluyó.
la nacion
Las aerolíneas fueron grandes beneficiadas y Gol, que ocupa el segundo lugar en el ranking de líneas aéreas de ese país, después de TAM, quiere tener mayor presencia en el mercado argentino, pero no puede hacerlo por las trabas que le impone el gobierno argentino, según expresó Claudia Pagnano, vicepresidenta de Marketing de la empresa.
"Hemos pensado en adquirir nuevas rutas, pero nos encontramos con dificultades de crecimiento, no por una imposibilidad nuestra, sino por las reglas del mercado argentino. Hemos desarrollado con éxito la ruta a Rosario y con facilidad podríamos adquirir una más en el corto plazo", explicó la ejecutiva, de visita en el país.
La demanda de vuelos internacionales operados por aerolíneas brasileñas subió 20,4% en 2010, según datos de la Agencia Nacional de Aviación Civil de Brasil. Según datos del Ministerio de Turismo argentino, más de 600.000 brasileños viajan al país cada año, con un alza del 30% anual. Este nivel supone un ingreso de US$ 397 millones.
Gol opera en la Argentina desde 2004. "Hoy el país representa el 80 por ciento de nuestro negocio internacional, dentro de América latina", explicó Pagnano. Alberto Fajerman, director de Relaciones Institucionales, agregó que el acuerdo bilateral que rige los vuelos entre los dos países "es razonable", pero todas las frecuencias del lado brasileño están ocupadas.
Actualmente la empresa utiliza toda la capacidad de las rutas asignadas e intenta compensar los meses de mayor movimiento con vuelos chárter. "Por ejemplo, a los brasileños les encanta ir a Bariloche en invierno, entonces tenemos una cantidad mayor de vuelos en esa época", explicó. La empresa maneja 11 vuelos diarios a Buenos Aires, tres a Rosario y cinco a Córdoba desde San Pablo, Río de Janeiro y Porto Alegre.
Frente a la prioridad de estacionamiento que tiene Aerolíneas Argentinas en las cuatro pasarelas telescópicas de embarque (más conocidas como mangas) en el aeropuerto, Fajerman considera que eso no afecta la productividad de la empresa, aunque "tendría que haber una igualdad de trato para todos"
Sobre la economía brasileña, Pagnano considera que el real seguirá fuerte por un "buen período de tiempo" y que una posible devaluación "no impactará de manera importante en Brasil." "Lo que está pasando es algo que una devaluación sencilla no puede forzar: la formación de una nueva clase media de 34 millones de consumidores. Esta clase adaptará su sueldo mensual al nuevo escenario", explicó.
La preocupación de la empresa, apuntó Pagnano, son los precios del combustible, que están creciendo fuerte en 2011. "Es el factor más importante de nuestra estructura de gastos. La empresa tiene obsesión por los costos y lograr que la compañía sea financieramente sustentable", concluyó.
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