Sobre Anton Vasiliev y otras cuestiones
Gracias Top Malo, Sonny, Maikel! Pero reitero: no soy ningún grande ni mucho menos. Tan solo un militante de la causa mas obvia que puede haber: la del patriotismo argentino. O que deberia haber...
Sonny, la última parte de tu texto tiene reverberaciones épicas, que me conmovieron. Gomez Centurión ha dicho por ahi que el pueblo argentino carece de sentido épico, por lo cual él, Gomez Centuríon, se cuestiona si valió la pena que murieran sus hombres en combate. Entiendo su frustración, pero no la comparto. Sin sentido épico, un pueblo, a la larga, puede dejar de existir. La Argentina, sí o sí, deberá recuperarlo. Es esencial para su supervivencia como nación.Y justamente el ejemplo de Gomez Centurión y sus combatientes, entre tantos otros, va a ayudar a eso.
Gracias por postear los versos de Anton Vasiliev, Diego. Te comento que el cantor Carlos Longoni, también muy impresionado por ellos, les puso música y ya grabó la canción. Para ello me pidió que cambiara algunas palabras, así las letras son totalmente comprensibles para un oyente argentino, que no tiene la posibilidad de leer notas aclaratorias. Aqui va el nuevo texto:
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ARGENTINOS
Por Anton Vasiliev
(Versión cantada)
En un mundo de pérfidos ladinos,
Poderosos avasallan al menor.
Rugen las bitubo en Argentino,
Rechazando al Harrier invasor.
El hollín ennegrece los vientos y los prados.
No amenaces, Inglaterra, con la muerte!
En el barro, los ángeles y los soldados
Cantan juntos el Rosario sin temerte.
Los del bien estan hasta la coronilla.
Pero hoy el mismo averno ha de temblar,
En cabalgata de cruzados de Castilla
Rasantes vuelan los Mirage a batallar.
Otoño austral tornado estio palestino.
No todos son unos tibios de corset:
Como por el Sepulcro Santo, por Malvinas
Clava diestra su pica el Exocet.
Y aunque decir no sea un desatino
Que en el orbe manda el oro, el vil millón,
Han sabido morir los argentinos
Sin nada pedir a cambio, con abnegación.
De la Tierra, de sus últimos confines,
Donde caen en olor de cristiandad,
Acoge las almas de sus paladines
Nuestra Santa Virgen, Doña Soledad.
Y los lleva a la estancia de su Hijo Jesús,
Donde no hay muerte, ni ningun sufrir.
Donde los héroes de la espada y de la cruz
De blanca luz los han de revestir.
Donde están San Martín, Brown y Fray Beltrán,
Guemes, Mansilla, Ceferino, Belgrano,
Que teniendo al Arcángel Miguel por capitán,
Le preparan al anglo un desquite no lejano.
Y hasta tanto a Goliath como a David
Les llegue del Juicio Final la postdata,
Dormid bajo las olas, descendientes del Cid,
Oro entrañable de la nación del Plata!