Convengamos que es un poco "tonto" elegir estrolarte contra lo mejor del enemigo teniendo otras alternativas.
Perdón, ahí no fui correcto. Como bien señalas, nadie busca chocar a lo tonto contra lo mejor del enemigo. Pero si que puede buscarse el choque contra el núcleo de fuerza enemigas en condiciones ventajosas; como es por ejemplo el caso israelí contra los países árabes -al menos en las guerras contra un ejército clásico-. Pero en el caso soviético lo que se enfatizaba era rehuir incluso eso, concentrándose sobre la logística y el mando enemigo, esperando que el núcleo de fuerza cayera, aunque sea en parte, por su propio peso. De ahí la doctrina de la batalla profunda en vez de volverse rápidamente contra la retaguardia de las unidades desplegadas en el frente.
Hay una cita de Triandafillov -padre del arte operacional soviético- muy ilustrativa:
El resultado en la guerra moderna se alcanzará no a través de la destrucción física del adversario, sino más bien a través de una sucesión de maniobras de desarrollo que tendrán como objetivo inducirle a ver su incapacidad de cumplir sus objetivos operacionales. El efecto de este estado mental conduce al shock operacional o a la parálisis del sistema y, en última instancia, a la desintegración de su sistema operacional. El éxito de la maniobra operativa se consigue mediante el combate con todas las armas (armas combinadas) en el nivel táctico, y mediante la combinación de una fuerza de contención frontal con una columna móvil para penetrar en la profundidad del adversario en el nivel operativo. El elemento de la profundidad es un factor dominante en la conducción de las operaciones de profundidad tanto en la ofensiva como en la defensiva
Es como si hubiera el sueño de un partido de ajedrez en donde saltando todas las otras piezas, matan al rey. Es un norte, nunca realizable, pero que señala el camino. El movimiento hacia Kiev me parece que es una muestra del irse de mambo con eso.