Halcón 8

Buenas tardes a todos_ Quiero concoer algo al menos sobre la historia del Equipo Halcón 8, pero realmente es dificultoso desde la mera navegación en Internet: consuulto a los que saben si pueden referenciarme o, mejor aún, subir algo de información en un hilo referido a este tema. Orígenes, equipamiento, etc., todo será bienvenido. Gracias desde ya
 
El origen de los comandos en la Argentina se remonta al año 1964 cuando se dictó el primer cursillo a cargo del teniente coronel Leandro Narvaja Luque, asesorado por el mayor William Coll, ranger del Ejército Norteamericano.

Dicho cursillo tenía una duración de treinta días y se llevaba a cabo en el Centro de Instrucción de Infantería, en las afuera de la ciudad de Córdoba. En 1966 fue trasladado a Buenos Aires, cuando se creó la actual Escuela de Infantería en Campo de Mayo.

actual brevet de la aptitud, se inició un período de intercambios y capacitaciones para adquirir experiencia en otros países como: Colombia, Brasil, Perú y Estados Unidos.

A partir de 1974, se adoptó la estructura actual del curso, con una duración de cuatro meses, dividido en etapas: básica, paracaidista, anfibia, montaña y monte, siempre bajo la órbita de la Escuela de Infantería.

Durante el año 1975, el curso de comandos como parte de su formación participó en el Operativo Independencia, ejecutado exploración en los montes tucumanos, durante el gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón. El 14 de febrero de 1975, muere en combate el primer comando, teniente primero Héctor Cáceres, durante un enfrentamiento con integrantes de la Compañía de Monte Ramon Rosa Jiménez del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), en un paraje denominado Pueblo Viejo.
y el 24 de abril fue desplegada a Malvinas a órdenes del mayor Mario Castagneto.

Un mes después, el 21 de mayo, mientras se producía el desembarco de la IIIra Brigada de Comandos británica en el estrecho de San Carlos y ante la necesidad de contar con más Tropas de Operaciones Especiales en las Islas, se creó sobre la base de los comandos dispersos en otras unidades del país, la Compañía de Comandos 602 y fue designado como jefe el mayor Aldo Rico, un dinámico oficial, que no se había quedado conforme con su rol secundario, al haber sido movilizado a la cordillera en aquella circunstancia histórica.

Estas subunidades se organizaron para la Guerra de Malvinas y sus integrantes dieron probada muestra de su capacidad técnica y predisposición para el combate, al punto de ser los elementos que obtuvieron la mayor cantidad de condecoraciones, distinciones y menciones de honor.
 
Tambien se sabe que el "Halcón 8" tuvo presencia activa en 1978 durante el mundial , donde se actuó como prevencion y contencion contra los grupos subversivos que buscaban realizar atentados por el mundial de fútbol.

Sus operaciones hasta por donde yo se , son bastante secretas y poco conocidas (al menos yo no logre encontrar mucha data durante la lucha contra las guerrillas).
 
Así es... he leído el origen mitológico del 78, con respecto al mundial, pero nunca me cerró del todo; y en base a esta info que señalás, que es la única que pude encontrar en las redes, claramente fue bastante previo. El Halcón 8 sería entonces como un grupo aparte más dedicado a operaciones policiales, urbanas... algo así como el 22nd SAS en su vertiente contraterrorismo... Sin embargo ni en este caso ni en los inicios puedo dar con uniformes, descripciones, armamento empleado_
 
Así es... he leído el origen mitológico del 78, con respecto al mundial, pero nunca me cerró del todo; y en base a esta info que señalás, que es la única que pude encontrar en las redes, claramente fue bastante previo. El Halcón 8 sería entonces como un grupo aparte más dedicado a operaciones policiales, urbanas... algo así como el 22nd SAS en su vertiente contraterrorismo... Sin embargo ni en este caso ni en los inicios puedo dar con uniformes, descripciones, armamento empleado_
Tengamos en cuenta que el tema contraterrorismo en la década del 70 se volvió un tema por demás de escabroso desde hace tiempo... Recomendaría no destapar esa olla, no vaya a ser cosa que perjudiquemos a gente que cumplió con su deber defendiendo a la Patria de las amenazas internas y externas, teniendo en cuenta que toda nuestra casta dirigente está plagada de los terroristas de aquellos años y sus ramas políticas (ERP-->UCR-->Juntos por el Cambio / Montoneros-->PJ-->Kirchnerismo).
Saludos.
Flavio.
 
Flavio, me parece que no entendiste mi consulta_ Yo no quiero "destapar" ninguna "olla", no pedí nóminas de integrantes ni nada que comprometiera de alguna manera a nadie; simplemente estoy consultando por, principalmente, la uniformología de la agrupación, y el porqué y cómo de sus inicios. En diversos países esto es materia de estudio, profusamente documentado, e incluso empleado para hacer cierta propaganda de las instituciones (ejemplo el SAS)_ No veo porqué debería ser diferente en nuestro caso. Saludo !
 
Flavio, me parece que no entendiste mi consulta_ Yo no quiero "destapar" ninguna "olla", no pedí nóminas de integrantes ni nada que comprometiera de alguna manera a nadie; simplemente estoy consultando por, principalmente, la uniformología de la agrupación, y el porqué y cómo de sus inicios. En diversos países esto es materia de estudio, profusamente documentado, e incluso empleado para hacer cierta propaganda de las instituciones (ejemplo el SAS)_ No veo porqué debería ser diferente en nuestro caso. Saludo !
Porque como te dije antes acá gobiernan los terroristas y obviamente odian a los antiterroristas... Por el tema uniformes y equipo fijate lo que llevaron los Comandos a malvinas, porque el núcleo inicial de la 601 era Halcón 8, incluso su jefe era el mismo (M. Castagneto).
Saludos.
Flavio.
 
No se si te sirva , pero como dijeron , los comandos argentinos no se consolidan como tal hasta Malvinas.

En cuanto a equipo, uniformes y armas no distaban mucho de otros infantes del EA.

Comando del EA en un campamento (capturado) del ERP (1975-Operativo Independencia).


Según relata Ricardo Burzaco en "Infierno en el monte tucumano", a mediados de 1975 finalizó el curso de “Comandos” correspondiente a ese año. A instancias de su oficial instructor, el Mayor Mohamed Alí Seineldín, se elevó al alto mando la solicitud de que la última etapa de entrenamiento, se llevase a cabo en la Zona de Operaciones.

Provista de ropa de camouflage, borceguíes negros, boina verde y un sofisticado armamento consistente en fusiles FAL calibre 7,62 NATO, ametralladoras MAG, lanzacohetes, granadas, equipo de comunicaciones de última generación y puñales, los efectivos se trasladaron a la base aérea de El Palomar donde abordaron un avión Hércules C-130 en el que partieron rumbo al Teatro de Operaciones.
El terreno en el que se disponían a operar no les era del todo desconocido ya que, parte de su entrenamiento había tenido lugar en las selvas de Misiones y en el Delta del Paraná, con largas travesías por la jungla, “operaciones de asalto”, emboscadas y pruebas de buceo en las que pusieron a prueba su entereza física y resistencia corporal.

La Compañía llegó a Tucumán luciendo uniforme verde oliva e insignias de grado, como las tropas regulares que combatían desde 1974, debido a que el aeropuerto se hallaba bajo permanentemente vigilancia por parte del ERP y su aliado y se temía que pudiesen ser detectados.
Siguiendo directivas superiores, una vez en tierra su jefe, el Mayor Seineldín, se presentó ante el general Vilas para coordinar las acciones e implementar un cambio de tácticas consistente en patrullas por la fronda, desde el monte hacia los centros poblados, es decir, a la inversa de lo que se venía practicando desde comienzos de la guerra. Para ello, fue trazado sobre el mapa un rectángulo que abarcaba la zona de operaciones, con su frente en la Ruta Nacional Nº 9 y los contrafuertes sobre las sierras del Aconquija.
La primera misión de los Comandos se puso en marcha al día siguiente de su llegada, cuando la compañía, integrada por su jefe, su plana mayor, el grupo de apoyo y tres secciones de asalto (50 hombres en total), abordó diez helicópteros Bell UH-1H y partió en vuelo nocturno hacia la Zona de Operaciones.
Las aeronaves enfilaron hacia el sur, doblando luego hacia el oeste con la idea de rodear los cerros y aterrizar, aún de noche, en el área señalada para introducirse inmediatamente en la espesura.
Los helicópteros descendieron a pocos centímetros del suelo y los Comandos saltaron a tierra para dispersarse por el sector al mejor estilo VietNam, muy cerca del lecho seco de un arroyo.

Reagrupados en el punto establecido durante la planificación de la misión, las Tropas Especiales se introdujeron en la selva, en busca de los campamentos del enemigo mientras los aparatos se alejaban. Si llegaban a entrar en combate y el mismo se tornaba intenso, debían solicitar apoyo de artillería cuyos cañones Oto Melara de 105 mm. aguardaban listos en cercanías de Famaillá.

La misión se prolongó tres días, al cabo de los cuales, los comandos fueron reabastecidos mediante helicópteros, para permanecer otras tres jornadas en el área. En la oportunidad, el Mayor Seineldín reunió a sus jefes de sección y les comunicó que, a efectos de no delatar su presencia, la entrega de víveres se suspendería, no así la misión, ya que era prácticamente seguro que el paso de las aeronaves pondría en sobre aviso a las fuerzas del ERP.

Impartida la directiva, se dispuso el racionamiento de los alimentos como para consumirlos con moderación a lo largo de las diez jornadas que quedaban por delante y evitar el reabastecimiento.
En esa primera misión, nuestras tropas de elite descubrieron varios campamentos en los que incautaron armas, documentación e indumentarias. Trece días después, regresaron a Famaillá satisfechos por el deber cumplido aunque un tanto decepcionados por no haber entrado en contacto con el enemigo. Había sido una marcha realmente extenuante en la que cada integrante de la compañía perdió entre 8 y 10 kilogramos de peso.

El bautismo de fuego de los Comandos tuvo lugar en el mes de octubre, al oeste de Famaillá, durante su segunda misión de patrulla, cuando en una serie de enfrentamientos, breves pero intensos, lograron abatir a numerosos guerrilleros y capturar otros campamentos. Mientras tanto, en Campo de Mayo, al norte de Buenos Aires, otras secciones de la 601 completaban su entrenamiento y se preparaban para marchar al frente con el objeto de relevar a sus compañeros. Las mismas, integradas por 30 efectivos, terminaban su período instrucción intensiva, al término de los cuales, se dispuso el primer recambio (diciembre), el primero de una serie que se prolongó hasta el fin de la contienda, constituyendo un arma novedosa y eficaz.
 
En el excelente libro "Fuerzas de adiestramiento especial: Comandos" edicion Circulo Militar 1986 del My. Jorge Mones Ruiz sin hacer este libro mencion a nominas, si se describia la organica del Equipo H8 creado para ocasion del Campeonato Mundial de futbol FIFA 1978: 1 plana mayor con S1 a S7, 3 secciones, las cuales tenian un Grupo compuesto por 1 jefe, 1 tirador especial, 1 motociclista, 1 conductor automovil, 2 tiradores, y otro Grupo de apoyo compuesto por 1 jefe, 1 tir. Ametralladora, 1 conductor automovil, 1 conductor de camioneta, 1 especialista en comunicaciones, 1 enfermero.
Total hombres: 42.
 
Última edición:
En el excelente libro "Fuerzas de adiestramiento especial: Comandos" edicion Circulo Militar 1986 del My. Jorge Mones Ruiz sin hacer este libro mencion a nominas, si se describia la organica del Equipo H8 creado para ocasion del Campeonato Mundial de futbol FIFA 1978: 1 plana mayor con S1 a S7, 3 secciones, las cuales tenian un Grupo compuesto por 1 jefe, 1 tirador especial, 1 motociclista, 1 conductor automovil, 2 tiradores, y otro Grupo de apoyo compuesto por 1 jefe, 1 tir. Ametralladora, 1 conductor automovil, 1 conductor de camioneta, 1 especialista en comunicaciones, 1 enfermero.
Total hombres: 42.
a esta clase de material me refería! muchas gracias_
 
No se si te sirva , pero como dijeron , los comandos argentinos no se consolidan como tal hasta Malvinas.

En cuanto a equipo, uniformes y armas no distaban mucho de otros infantes del EA.

Comando del EA en un campamento (capturado) del ERP (1975-Operativo Independencia).


Según relata Ricardo Burzaco en "Infierno en el monte tucumano", a mediados de 1975 finalizó el curso de “Comandos” correspondiente a ese año. A instancias de su oficial instructor, el Mayor Mohamed Alí Seineldín, se elevó al alto mando la solicitud de que la última etapa de entrenamiento, se llevase a cabo en la Zona de Operaciones.

Provista de ropa de camouflage, borceguíes negros, boina verde y un sofisticado armamento consistente en fusiles FAL calibre 7,62 NATO, ametralladoras MAG, lanzacohetes, granadas, equipo de comunicaciones de última generación y puñales, los efectivos se trasladaron a la base aérea de El Palomar donde abordaron un avión Hércules C-130 en el que partieron rumbo al Teatro de Operaciones.
El terreno en el que se disponían a operar no les era del todo desconocido ya que, parte de su entrenamiento había tenido lugar en las selvas de Misiones y en el Delta del Paraná, con largas travesías por la jungla, “operaciones de asalto”, emboscadas y pruebas de buceo en las que pusieron a prueba su entereza física y resistencia corporal.

La Compañía llegó a Tucumán luciendo uniforme verde oliva e insignias de grado, como las tropas regulares que combatían desde 1974, debido a que el aeropuerto se hallaba bajo permanentemente vigilancia por parte del ERP y su aliado y se temía que pudiesen ser detectados.
Siguiendo directivas superiores, una vez en tierra su jefe, el Mayor Seineldín, se presentó ante el general Vilas para coordinar las acciones e implementar un cambio de tácticas consistente en patrullas por la fronda, desde el monte hacia los centros poblados, es decir, a la inversa de lo que se venía practicando desde comienzos de la guerra. Para ello, fue trazado sobre el mapa un rectángulo que abarcaba la zona de operaciones, con su frente en la Ruta Nacional Nº 9 y los contrafuertes sobre las sierras del Aconquija.
La primera misión de los Comandos se puso en marcha al día siguiente de su llegada, cuando la compañía, integrada por su jefe, su plana mayor, el grupo de apoyo y tres secciones de asalto (50 hombres en total), abordó diez helicópteros Bell UH-1H y partió en vuelo nocturno hacia la Zona de Operaciones.
Las aeronaves enfilaron hacia el sur, doblando luego hacia el oeste con la idea de rodear los cerros y aterrizar, aún de noche, en el área señalada para introducirse inmediatamente en la espesura.
Los helicópteros descendieron a pocos centímetros del suelo y los Comandos saltaron a tierra para dispersarse por el sector al mejor estilo VietNam, muy cerca del lecho seco de un arroyo.

Reagrupados en el punto establecido durante la planificación de la misión, las Tropas Especiales se introdujeron en la selva, en busca de los campamentos del enemigo mientras los aparatos se alejaban. Si llegaban a entrar en combate y el mismo se tornaba intenso, debían solicitar apoyo de artillería cuyos cañones Oto Melara de 105 mm. aguardaban listos en cercanías de Famaillá.

La misión se prolongó tres días, al cabo de los cuales, los comandos fueron reabastecidos mediante helicópteros, para permanecer otras tres jornadas en el área. En la oportunidad, el Mayor Seineldín reunió a sus jefes de sección y les comunicó que, a efectos de no delatar su presencia, la entrega de víveres se suspendería, no así la misión, ya que era prácticamente seguro que el paso de las aeronaves pondría en sobre aviso a las fuerzas del ERP.

Impartida la directiva, se dispuso el racionamiento de los alimentos como para consumirlos con moderación a lo largo de las diez jornadas que quedaban por delante y evitar el reabastecimiento.
En esa primera misión, nuestras tropas de elite descubrieron varios campamentos en los que incautaron armas, documentación e indumentarias. Trece días después, regresaron a Famaillá satisfechos por el deber cumplido aunque un tanto decepcionados por no haber entrado en contacto con el enemigo. Había sido una marcha realmente extenuante en la que cada integrante de la compañía perdió entre 8 y 10 kilogramos de peso.

El bautismo de fuego de los Comandos tuvo lugar en el mes de octubre, al oeste de Famaillá, durante su segunda misión de patrulla, cuando en una serie de enfrentamientos, breves pero intensos, lograron abatir a numerosos guerrilleros y capturar otros campamentos. Mientras tanto, en Campo de Mayo, al norte de Buenos Aires, otras secciones de la 601 completaban su entrenamiento y se preparaban para marchar al frente con el objeto de relevar a sus compañeros. Las mismas, integradas por 30 efectivos, terminaban su período instrucción intensiva, al término de los cuales, se dispuso el primer recambio (diciembre), el primero de una serie que se prolongó hasta el fin de la contienda, constituyendo un arma novedosa y eficaz.
Buenísimo material, gracias!
 
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