Owen Crippa me acaba de reenviar lo siguiente (entiendo que a él se lo mandó alguien):
En estos días, previos al 30 aniversario de su recuperación, somos testigos de una verdadera comedia de enredos, en la que el Gobierno tiene asegurado el papel que caracteriza a este género: el torpe.
Mientras esperamos la epopeya de la Armada Brancaleone de Timerman, Arguello y Alicia Castro, mientras planea el uso espurio de los excombatientes y amenaza con la publicación del informe Rattembach, informe que no fue ordenado por un gobierno electo, sino por mismo Gobierno Militar, como corresponde luego de un conflicto, para así aprovechar las experiencias negativas y positivas y realizar los cambios de doctrinas y reglamentarias correspondientes.
Se transcribe abajo las Conclusiones de dicho Informe, como homenaje a todos los que participaron de la guerra, privilegiando por sobre toda consideración, LA GLORIA DE DICHA GESTA.
COMISIÓN DE ANÁLISIS Y EVALUACIÓN DE LAS RESPONSABILIDADES EN EL CONFLICTO DEL ATLÁNTICO SUR
Conclusiones finales
879. Los efectos resultantes del bloqueo total de las Islas por parte de Gran Bretaña, caracterizaron la situación y el desempeño de las fuerzas terrestres propias destacadas en las mismas. Ellos afectaron decisivamente las posibilidades de su adecuado refuerzo, del mantenimiento de su capacidad de desplazamiento y de acción táctica de combate frente al enemigo y, finalmente, limitaron en forma casi total, el transporte de abastecimientos desde el continente hacia las Islas -pese al arduo esfuerzo que significó el mantenimiento del puente aéreo-, imponiendo serias restricciones logísticas que afectaron el poder de combate.
880. Es obvio, que haber pretendido -por ejemplo- convertir a la Isla
Soledad en una fortaleza, defendiéndola en toda la longitud de su perímetro de 1600 Km, habría reclamado una densidad inaceptable de efectivos, más aún por la proximidad de la aviación británica, embarcada y por la abundancia de sus helicópteros de transporte y combate. Todo ello se concretó en una gran libertad de acción para ejercer la iniciativa y actuar ofensivamente dónde, cuándo y cómo más les favorecía. Así, operaron primero sobre San Carlos, luego sobre, Darwin-Pradera del Ganso y, finalmente, sobre Puerto Argentino.
881. La suerte una vez más estuvo del lado de los Batallones más fuertes.
En esa forma, el desenlace de la natural consecuencia de la relación del poder de combate integralmente considerado, lo que también incluye, como es justo expresarlo, la capacidad de los mandos tácticos británicos y el valor y adiestramiento de sus tropas.
882. Existen numerosos actos de valor extraordinario producidos en todas las FF.AA. y FF.SS. en el teatro de la guerra por quienes, sirviendo a su deber, acreditaron la vigencia de nuestras mejores tradiciones castrenses.
883. Debemos estar orgullosos por la hidalguía con que procedieron las armas de la Patria, las que, en momento alguno, infringieron las normas de la guerra incurriendo en acciones reñidas con la ética de las tropas en lucha, tales como atacar a los combatientes, a las naves y aeronaves afectadas a tareas de salvamento.
884. Más allá del resultado del conflicto bélico, nuestras FF.AA. pueden estar satisfechas de su actuación durante la contienda, ya que se enfrentaron a una potencia mundial de primera magnitud, apoyada política y logísticamente por los EE.UU.
885. Si en las condiciones mencionadas nuestras FF.AA. supieron infligir daños fuera de toda proporción a la Fuerza de Tareas Conjunta del Reino Unido, a tal punto que éste se vio obligado a desplegar la mayor parte de sus Fuerzas anfibias, podemos afirmar que han cumplido airosamente con su deber.
886. Las responsabilidades de la conducción superior en los niveles de la política y de la estrategia están ahora establecidos. También ya lo fueron los méritos en campaña y las responsabilidades que pudieron caberle a los mandos tácticos y a los combatientes, en el cumplimiento de sus misiones de combate, logísticas o administrativas.
887. Las circunstancias propias del epílogo de los acontecimientos militares en las Islas, limitaron la posibilidad de una más rápida obtención, reunión, clasificación y análisis de la documentación sobre las distintas acciones.
888. Sólo la perspectiva del tiempo otorgará justa proporción y adecuada distancia a los sucesos y a las conductas. Y ya que, desde ahora, están aseguradas la objetividad y la certeza, tampoco la responsabilidad quedará librada al acaso, rodando imprecisamente, de mano en mano.
889. Desde nuestro aquí y nuestro ahora, esta paz, tan grave y tan costosa, debe ser, necesariamente, noble determinación y también valerosa actitud de orden y de rectos propósitos.
890. Al Reino Unido, vencedor de la contienda, le queda hoy el análisis desapasionado de su conducta durante el conflicto que, más allá de toda consideración sentimental, no se compadece, por sus alternativas, con su ubicación de potencial relevante en nuestro mundo occidental y cristiano.
De este análisis surgirá, y no exclusivamente del hecho intrínsecamente cruel por innecesario, cual fue el hundimiento del Crucero A.R.A. General Belgrano.
Su responsabilidad por este acontecimiento, además de otros de menor cuantía, es insoslayable.
Acta de constancia de finalización de las tareas de la Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades en el conflicto del Atlántico Sur
En la Ciudad de BUENOS AIRES, sede del CONGRESO DE LA NACIÓN, a los dieciséis días del mes de septiembre del año mil novecientos ochenta y tres, la COMISIÓN DE ANÁLISIS Y EVALUACIÓN DE LAS RESPONSABILIDADES EN EL CONFLICTO DEL ATLÁNTICO SUR da por finalizada la tarea que le fuese encomendada por la Honorable JUNTA MILITAR, mediante el Acta del día dos de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, procediendo en este acto, a la firma los ejemplares del INFORME FINAL, según el siguiente detalle:
- Ejemplar 01, con destino a la Junta Militar y ejemplares 05, 06 y 07, con destino al Comando en Jefe del Ejército, Comando en Jefe de la Armada y Comando en Jefe de la Fuerza Aérea respectivamente, son rubricados en todos los folios por cada uno de los integrantes de la Comisión, que a su vez firman al pie de la presente para debida constancia.
- Ejemplares 02, XX, 04, 08, 09 y 10, con destino al señor Teniente General ( ) D, Benjamín Rattenbach, Almirante D. Alberto Pablo Vago, Brigadier General R D. Carlos Alberto Rey, Vicealmirante (R) Carlos Alberto Boffi, General de División D. Tomas Armando Sanchez de Bustamante y Brigadier Mayor D. Francisco Cabrera respectivamente, llevan la firma de todos los integrantes de la COMISIÓN al final de cada uno de los quince capítulos que integran el Informe Final.