En Octubre próximo, la revista norteamericana Popular Science publicará un artículo denominado “Aeronaves Ultra-Secretas en el Area 51”. El articulo fue escrito por Bill Sweetman, el cual es considerado como uno de los periodistas más prestigiosos de la aviación militar, que por ejemplo ha sido el primero en hacer público los equipos y la tecnología del F-117, B-2, F-22 y F-35. Es un verdadero “gurú” de la aviación militar que maneja un nivel de información tal que es consultado tanto por Janes o por Flight Internacional. Aquí les dejo una traducción de lo más interesante de la nota, vale la pena y recomiendo su lectura porque no tiene desperdicios.
Primera Parte
Durante un viaje que realicé en el 2004 a Las Vegas, me alojé en el hotel Luxor, el cual tiene forma de pirámide y permite tener una visión de toda la ciudad e incluso del aeropuerto internacional McCarran. Desde allí pude observar el extraño movimiento de seis Boeing 737, los cuales no lucían ninguna marca o decoración y que puntualmente todas las mañanas con las primeras luces del día despegaban hacia algún lugar. Sus pasajeros descendían una larga y extensa fila de automóviles, y nunca llevaban equipaje. Al final del día los seis aviones regresaban, los pasajeros descendían y regresaban a sus casas. Nadie de sus familias conocen que sucedió durante ése día, ni tampoco conocen donde trabajan. En las pizarras del aeropuerto, tales vuelos no figuran y no me fue posible acceder a las comunicaciones con la torre de control ya que el contacto sólo se limita al rodaje y despegue.
El 4 de Abril de ése año, en San Diego se escucha un estampido muy fuerte que no fue identificado como un terremoto. El gobierno anuncia a los medios de comunicación que se trató de un estampido sónico, pero nadie de la USAF reconoce que fueron alguno de sus aviones. Alex Roth periodista del diario Tribune de San Diego comienza a investigar de qué se trato. Durante el 2003, fueron seis los estampidos sónicos que se sintieron en San Diego.
A mediados de Julio, durante el show aéreo de Farnborough (Reino Unido) Frank Capuccio, vicepresidente de la división secreta “Skunk Works” de la Lockheed-Martin, muestra durante una conferencia de prensa un video promocional destinado a las familias y niños sobre los trabajos que realiza la tan secreta división: La muestra dura dos minutos y en una imagen gris, aparece un piloto descendiendo de la cabina de una aeronave que resulta imposible identificar, aunque de aspecto similar a un B-2, observándose que en el fondo hay montañas y colinas con piedras.
Ahora es cuestión de atacar cabos, ya que se trata imágenes visibles de un mundo invisible, paralelo al universo de los programas de defensa: lo “clasificado”, lo “negro” o sea lo conocido en el ámbito militar como confidencial. Queda claro que los seis Boeing 737 de Las Vegas transportan día a día a más de 500 empleados al centro de pruebas de vuelo cercano a Groom Lake, en el estado de Nevada, un lugar conocido como Area 51. El avión gris observado en el video es el “POLECAT” la nueva generación de aeronaves stealth no tripulados y fue en realidad una pantalla para quitar la atención de varios curiosos y ocultar que es lo que en realidad produce los estampidos sónicos que son verdaderos terremotos. La conclusión es simple, se está ocultando uno de los proyectos más complejos de develar, la aeronave hipersónica conocida vulgarmente como “Aurora” que evidentemente ha sido reactivada desde el año 2003. Durante casi dos décadas el “Aurora” develó a muchos, incluso a mi.
El mundo de las “aeronaves negras” trajo consigo los adelantos tecnológicos más significativos en la aviación militar. En los años 50’s fue el U-2 que voló a una altitud nunca antes alcanzada y con un alcance que nadie imaginó. Una década después nació el SR-71 Blackbird, un exótico rey de la velocidad y en los 70’s comenzó a gestarse el primer avión furtivo, el F-117. Pero desde entonces nada se sabe sobre los desarrollos presentes y futuros, y los periodistas especializados buscan la exclusiva. El F-117 se reveló luego de 15 años de absoluto secreto y desde entonces sólo se conocen tres desarrollos: el Polecat, el Tacit Blue de la Northrop que ayudó a desarrollar el B-2 y el Bird of Prey de Boeing, éste último ya probó una nueva forma de invisibilidad, la visual que según algunos entendidos combina una serie de dispositivos de iluminación que lo hacen invisible al ojo humano ya que se confunde con el cielo mediante una serie de contrastes y generación de sombras sobre el fuselaje.
La ausencia de prototipos no significa que la “aviación negra” se encuentra inactiva, ya que todas las actividades conocidas indican que hay una creciente actividad. El Google Earth permite conocer que una nueva pista de aterrizaje ha sido recientemente construída, junto con nuevos hangares e instalaciones en la base. Algunos indicios en los presupuestos votados por el Congreso dejan ver que la actividad esta viva, ya que hay importantes huecos donde se presume que el Pentágono asigna fondos para programas clasificados, pero la necesidad de mantener el secreto es esencial. Sin embargo siempre algo se filtra, y se habla de varios proyectos: un transporte stealth para operaciones especiales, un UAV furtivo, un nuevo bombardero y el gran mito de los últimos 20 años: la posible fuente de los terremotos, el hipersónico Aurora.
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Primera Parte
Durante un viaje que realicé en el 2004 a Las Vegas, me alojé en el hotel Luxor, el cual tiene forma de pirámide y permite tener una visión de toda la ciudad e incluso del aeropuerto internacional McCarran. Desde allí pude observar el extraño movimiento de seis Boeing 737, los cuales no lucían ninguna marca o decoración y que puntualmente todas las mañanas con las primeras luces del día despegaban hacia algún lugar. Sus pasajeros descendían una larga y extensa fila de automóviles, y nunca llevaban equipaje. Al final del día los seis aviones regresaban, los pasajeros descendían y regresaban a sus casas. Nadie de sus familias conocen que sucedió durante ése día, ni tampoco conocen donde trabajan. En las pizarras del aeropuerto, tales vuelos no figuran y no me fue posible acceder a las comunicaciones con la torre de control ya que el contacto sólo se limita al rodaje y despegue.
El 4 de Abril de ése año, en San Diego se escucha un estampido muy fuerte que no fue identificado como un terremoto. El gobierno anuncia a los medios de comunicación que se trató de un estampido sónico, pero nadie de la USAF reconoce que fueron alguno de sus aviones. Alex Roth periodista del diario Tribune de San Diego comienza a investigar de qué se trato. Durante el 2003, fueron seis los estampidos sónicos que se sintieron en San Diego.
A mediados de Julio, durante el show aéreo de Farnborough (Reino Unido) Frank Capuccio, vicepresidente de la división secreta “Skunk Works” de la Lockheed-Martin, muestra durante una conferencia de prensa un video promocional destinado a las familias y niños sobre los trabajos que realiza la tan secreta división: La muestra dura dos minutos y en una imagen gris, aparece un piloto descendiendo de la cabina de una aeronave que resulta imposible identificar, aunque de aspecto similar a un B-2, observándose que en el fondo hay montañas y colinas con piedras.
Ahora es cuestión de atacar cabos, ya que se trata imágenes visibles de un mundo invisible, paralelo al universo de los programas de defensa: lo “clasificado”, lo “negro” o sea lo conocido en el ámbito militar como confidencial. Queda claro que los seis Boeing 737 de Las Vegas transportan día a día a más de 500 empleados al centro de pruebas de vuelo cercano a Groom Lake, en el estado de Nevada, un lugar conocido como Area 51. El avión gris observado en el video es el “POLECAT” la nueva generación de aeronaves stealth no tripulados y fue en realidad una pantalla para quitar la atención de varios curiosos y ocultar que es lo que en realidad produce los estampidos sónicos que son verdaderos terremotos. La conclusión es simple, se está ocultando uno de los proyectos más complejos de develar, la aeronave hipersónica conocida vulgarmente como “Aurora” que evidentemente ha sido reactivada desde el año 2003. Durante casi dos décadas el “Aurora” develó a muchos, incluso a mi.
La única foto del P-175 Polecat de Lockheed-Martin hecha pública el mes pasado. El UAV está destinado al reconocimiento a gran altitud y dispone de una autonomía de 24 horas.
El Bird of Prey (Ave de Rapiña) de Boeing. Nadie sabe cuál es el estado real de éste programa.
Imagen satelital del Area 51. Esta foto fue tomada el 17 de Enero del 2006. Todo el personal de la base conocía con 72 horas de anticipación que la fotografía sería tomada. Ese día no hubo actividad. Todas las oficinas carecen de ventanas, nunca hay personas en los espacios abiertos y para cualquiera que logre acercarse, parece una base aérea abandonada, sin embargo hay nuevas instalaciones, hangares y hasta una nueva pista.
El mundo de las “aeronaves negras” trajo consigo los adelantos tecnológicos más significativos en la aviación militar. En los años 50’s fue el U-2 que voló a una altitud nunca antes alcanzada y con un alcance que nadie imaginó. Una década después nació el SR-71 Blackbird, un exótico rey de la velocidad y en los 70’s comenzó a gestarse el primer avión furtivo, el F-117. Pero desde entonces nada se sabe sobre los desarrollos presentes y futuros, y los periodistas especializados buscan la exclusiva. El F-117 se reveló luego de 15 años de absoluto secreto y desde entonces sólo se conocen tres desarrollos: el Polecat, el Tacit Blue de la Northrop que ayudó a desarrollar el B-2 y el Bird of Prey de Boeing, éste último ya probó una nueva forma de invisibilidad, la visual que según algunos entendidos combina una serie de dispositivos de iluminación que lo hacen invisible al ojo humano ya que se confunde con el cielo mediante una serie de contrastes y generación de sombras sobre el fuselaje.
La ausencia de prototipos no significa que la “aviación negra” se encuentra inactiva, ya que todas las actividades conocidas indican que hay una creciente actividad. El Google Earth permite conocer que una nueva pista de aterrizaje ha sido recientemente construída, junto con nuevos hangares e instalaciones en la base. Algunos indicios en los presupuestos votados por el Congreso dejan ver que la actividad esta viva, ya que hay importantes huecos donde se presume que el Pentágono asigna fondos para programas clasificados, pero la necesidad de mantener el secreto es esencial. Sin embargo siempre algo se filtra, y se habla de varios proyectos: un transporte stealth para operaciones especiales, un UAV furtivo, un nuevo bombardero y el gran mito de los últimos 20 años: la posible fuente de los terremotos, el hipersónico Aurora.
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