MERKAVA
El puño acorazado de Israel
UN POCO DE HISTORIA
Unos 76 de millones de dólares; ese fue el presupuesto designado en 1971 para que el General de Brigada Yisrael “Talik” Tal cumpliera su sueño, el de que Israel contara con un tanque de guerra propio. Una pulseada ganada a Moshé Dayan, Ministro de Defensa, que nada quería saber de desarrollar un tanque en el país, sino repontenciar unidades compradas al exterior. De hecho fue el Ministerio de Economía el que cedió los fondos, de la ayuda proveniente de EEUU.
Ysrael “Talik” Tal
Durante años las FDI fueron detrás de sus vecinos árabes respecto a la calidad de sus armas acorazadas y en el número de sus unidades. Tan solo la férrea voluntad de las tripulaciones israelíes y un ejemplo de disciplina táctica habían logrado la supervivencia del ejército de Israel.
Mientras que en 1956 la incipiente fuerza acorazada de las FDI estaba compuesta básicamente por tanques Sherman, en frente se alineaban los curtidos T-34 y carros pesados JSIII. En la década del 60 la situación no varió mucho con la llegada de los Centurión y los M-48 Patton; sus enemigos opusieron T-55, los mismos Centurión y más tarde T-62. La tendencia fue mejor a partir de los 70, pero siempre pareja. Unos, tanques más nuevos, los árabes; el otro mejor munición, importada de los arsenales occidentales, que siempre brindaron munición de primera.
Centurión Israeli
Lo que más repercutía en las FDI era la pérdida de tripulaciones; los tanques siempre podría recuperarse, de hecho casi siempre quedaban en su territorio, o incluso podían robarse al enemigo. Pero la pérdida de cada hombre era una cuestión desesperante para un pueblo que poseía una fracción de la población de sus enemigos.
Talik tenía presentes estos problemas, como también tenía presente que Inglaterra y Francia los estaban “traicionando”; el escándalo del Chieftain habla a las claras de la postura de Inglaterra frente a Israel. El camino era claro, había que desarrollar definitivamente un carro nacional, en el cual la mayoría, sino todos, de los componentes del mismo fueran israelíes; y que se adaptara a las necesidades geográficas y climatológicas del país y de la zona circundante. Nacía entonces en 1971 el programa Merkava (Carro en hebreo).
DE LOS PRIMEROS TRAZOS AL MERKAVA MK-I
La doctrina soviética de la guerra fría se sustentaba en grandes masas de carros; pero estos carros priorizaban un tamaño pequeño, una silueta difícil de acertar, en detrimento de otros factores, como la comodidad de las tripulaciones. La idea de un tanque pequeño, rápido y con la capacidad de fuego suficiente para destruir un tanque enemigo al primer disparo no parecía despertar mucho entusiasmo a Talik y su equipo. Por el contrario la doctrina occidental acorazada se sustentaba en poderosas máquinas de más de 55 toneladas fuertemente acorazadas, más lentos (en la teoría) pero manteniendo también la idea de poseer un arma principal de gran poder.
Curioso prototipo con torre de Centurión
Talik fue claro al delinear los trazos gruesos del diseño del Merkava, la tripulación debe sobrevivir; no importa que sea lento y con una silueta inmensa; el nuevo tanque debía proteger lo más valioso, que eran sus hombres. Durante años, y más aún luego de la Guerra del Yom Kippur de 1973, las FDI sobrecargaban a sus vehículos de combate con blindaje extra. Desde chapas de acero y faldones a el nuevo y revolucionario blindaje reactivo Blazer.
Magach-6. Básicamente un M-60 aplastado de blindaje extra
Pero no solo el blindaje exterior iba a proteger a la tripulación, el tanque todo debía ser un escudo. El frente del vehiculo alojaba al motor, no atrás como normalmente estaba ubicado en los demás tanques; se obtenía así una masa gigantesca de acero, ideal para detener munición de 115 y 125 mm. Los compartimientos de armas, combustible o respetos, se ubicaron de manera específica para brindar mas protección a la cámara de la tripulación, de hecho el Merkava posee “doble fondo”, es decir doble piso, entre los cuales va alojado combustible, una simple solución a las minas (en los modelos siguientes el doble fondo se mantuvo, pero el deposito de combustible fue removido).
Los ángulos del chasis y la torre estaban pensados para brindar la menor superficie posible a las municiones enemigas. No debía haber materiales inflamables en la torre y toda la munición debía almacenarse bajo el anillo de la torre. La torre, además de su diseño multiangular, presenta una disposición muy particular; todos sus sistemas de comunicaciones, visores, sistemas hidráulicos y demás sensores especiales, están ubicados en la segunda mitad de la misma. La primera mitad es una “cuña” de ángulos muy cerrados, que solo muestra el cañón. Este diseño minimiza los daños que puedan sufrir los sensores y la tripulación misma ante un impacto directo a la torre, la táctica siempre es llevar la torre apuntando hacia donde está el enemigo (o donde se cree que pueda estar).
Detalle de la torre donde se puede apreciar la cuña delantera
Gran parte del blindaje del Merkava era el denominado “espaciado”; este tipo de blindaje, más que un blindaje sólido, presenta un espacio entre las capas del mismo. Esta técnica es especialmente efectiva contra proyectiles de carga hueca, los cuales, para demostrar su eficacia, no dependen de la energía cinética.
El tanque debía ser revolucionario en muchos aspectos. Debía poder disparar y acertar a la primera y en cualquier situación. El arma principal era el muy conocido cañón de anima rayada L-7/M68 de 105mm; la carga de munición para el cañón era de 62 proyectiles, almacenados en tres compartimientos separados, 6 proyectiles estaban almacenados bajo el anillo de la torre y estaban dispuestos para su uso inmediato; otros 12 se alojaban en contenedores dobles, en la base del casco posterior; y por último otros 44 paletizados en contenedores cuádruples, en la parte posterior del tanque. También debía ser cómodo y espacioso, permitiendo el movimiento rápido de la tripulación dentro del vehiculo y muy importante, el conductor estaba alojado en el mismo espacio, quitándole una gran carga psicológica, de sentirse aislado de sus compañeros. Debía ser el mejor tanque del mundo, no por un una idea egocéntrica, sino práctica; Israel solo podía construir un número limitado de unidades.
Un Merkava MK-I. Nótese la forma de la torre, la rejilla del escape del motor y los faldones de primera generación
Poca velocidad no significa poca movilidad. El tanque israelí debía operar en un terreno muy duro, con grandes desiertos pedregosos, con grandes terrenos elevados y un clima extremo, mucho calor y fríos casi polares. Mover más de 60 toneladas por esos territorios requería de un motor poderoso; y de hecho lo era, el Teledyne Continental AVDS-1790-6A. Una bestia diesel de 12 cilindros en V con mas de 900 caballos de fuerza, acoplado a una Allison Transmission Division de General Motors CD-850-6BX. Sin embargo ese gigantesco motor podía ser reemplazado en una hora, otro logro del ingenio de los proyectistas israelíes; había pasado de 24 horas para el cambio de motor de un M-60 a una hora en el Merkava.
Las ruedas estaban basadas en las del tanque Centurión, de 790 mm, con llantas de caucho suspendidas de ballestas helicoidales y brazos de suspensión encajados. Industrias Urdan diseño mejoras en las ruedas de rodadura lo suficientemente “duras” para resistir el doble que sus equivalentes en el mundo.
Otro aspecto curioso del tanque era su compuerta trasera. Si bien en un momento se especuló que podía tratarse de un compartimiento para infantería, de hecho se lo utilizó alguna vez así, en realidad su función era simplemente la de recargar al vehículo de munición o respetos. La experiencia en combate había demostrado que un tanque cuando termina su munición está demasiado tiempo inactivo mientras se lo recarga; una tarea lenta y muy peligrosa. Con una compuerta trasera, amplia y con fácil acceso al interior del tanque, permitiría cargar la munición paletizada, ahorrando tiempo y esfuerzo.
Compuerta trasera de un Mk-I
La disposición de la tripulación en el interior no es la mas ortodoxa. Todos están alojados del centro hacia atrás del vehiculo. El conductor a la izquierda, levemente hacia delante, posee tres periscopios de visión (uno con capacidad de visión nocturna); el jefe de carro se ubica en la torre, a la derecha, posee un visor óptico de 4 a 20 aumentos, situado justo delante de la escotilla, con un campo de visión de 360º. El tirador se sitúa delante y hacia abajo del jefe; sus sistemas de de visión y puntería se encuentran también a la derecha de la torre en una posición de cuña (la depresión que posee la torre) incluyen un visor de 8 aumentos y un telémetro láser. El sistema de control de tiro fue el nacional “Matador MK-1”
Todo estaba listo y el 14 de mayo de 1979, en el aniversario de Israel, el Merkava Mk-I fue presentado a la prensa y los agregados militares aliados; el lugar elegido fue un estadio de fútbol. Ni siquiera había entrado en combate pero de inmediato fue calificado como el mejor tanque del mundo. Y sin embargo el Merkava no era una maravilla de la tecnología, sino una maravilla del ingenio y de la necesidad. Blindaje de acero espaciado, motor repotenciado del M-60, un cañón mundialmente reconocido, rodaduras del Centurión, visores IR basados en el T-62, pero con eso equipararon al Merkava con los mejores tanques del momento en muchos aspectos.
El Merkava el día de su presentación
EL MERKAVA ENTRA EN ACCIÓN
Cuando en junio de 1982 Israel realizó su ofensiva “Paz para Galilea”, el Merkava entró por primera vez en acción, en el valle de la Bekaa. Actuando como punta de lanza de las formaciones de M-60 y Centurión, el MK-I fue casi inmune a todas las armas de sus enemigos, desde los consabidos RPG-7 hasta los misiles Milan. Fue un impacto psicológico muy fuerte. Por un lado los enemigos de Israel vieron nacer a un enemigo formidable y que parecía no tener un equivalente en la zona. Pero mas importante aún causó un efecto positivo en las tripulaciones israelíes; ahora poseían un tanque poderoso y con la capacidad de protegerlos en el campo de batalla contra cualquier arma.
Sin embargo el Merkava no salio indemne, al menos siete MK-I fueron destruidos en la Guerra del Líbano y varios mas habían sufrido daños de consideración. De los que sufrieron daños totales, seis lo fueron por minas contracarro y uno al sufrir el ataque de varios cohetes RPG-7 y misiles Sagger. Era hora de perfeccionar más el diseño, o mejor dicho terminarlo; en definitiva para muchos el MK-I no era mas que un “modelo de preserie”, un arma en fase desarrollo que debía mostrar sus puntos flacos en el campo.
Un Mk-I en acción en el Valle de la Bekaa
EL MERKAVA MK-II
Si bien el nuevo tanque había resultado una agradable sorpresa para las FDI, había ciertos aspectos a mejorar; aspectos que solo se pueden observar en el campo de batalla. Y para eso la experiencia de las tripulaciones fue volcada en la siguiente evolución del Merkava, el MK-II. Que nació oficialmente en agosto de 1983.
Un Mk-II mostrando su capacidad
Según los informes la mayoría de los tanques alcanzados en combate, sea por misil o por cohete, lo habían sido en la parte trasera, en la unión de la torre y el chasis, donde presentaban un blanco rectangular, en diagonal bajo el compartimiento de almacenaje de respetos. La solución, rápida y barata, fue la de crear puntos falsos de acción de las municiones HEAT, haciendo que detonaran antes de tocar la torre o el chasis. El sistema era una combinación de bolas de acero y cadenas, instaladas en la parte crítica de la estructura.
Sistema de bolas y cadenas en un Mk-II
También se tomó en cuenta la potencia de los cañones soviéticos de 125 mm y se añadió planchas de blindaje extra, a lo largo de toda la torre; los faldones fueron reemplazados por faldones articulados, mas fáciles de cambiar. Otra innovación radical fue la inclusión de un mortero de 60 mm interno, el cual podía ser accionado y recargado desde el interior el tanque. Esta arma proporcionaba un poder de fuego realmente efectivo contra infantería y para lanzar bengalas, las cuales cegaban los dispositivos infrarrojos de visión nocturna del enemigo.
Mk-II, observese los apliques de planchas de metal en su estructura
Mortero interno
Detalles del blindaje añadido y la boca del mortero, justo delante del cargador
La amenaza de minas contracarro y trampas explosivas fueron solucionadas mediante la instalación de anclajes y pernos especiales para admitir palas allanadoras y rosillos antiminas; estos ingenios desplazaban los explosivos o los hacían detonar fuera de la zona del tanque, creando un corredor lo suficientemente amplio como para que pasara una columna acorazada o blindada.
Rodillos antiminas
Si bien los MK-I llevaban dos ametralladoras MAG de 7.62 mm, se tomó la determinación de incorporar a la torre una tercera ametralladora de 12.7 mm, instalada sobre la base misma del arma principal, alineada con el cañón y de accionamiento interno; mas tarde se resultaría muy útil en el combate urbano, ideal para traspasar edificios, donde el uso de una munición de 105 mm puede llegar a resultar superfluo. Si bien algunos analistas la calificaron como ametralladora antiaerea, lo cierto es que su ángulo de elevación es mínimo. Algunos tanques quitaron la segunda MAG y adoptaron una segunda ametralladora pesada o incluso un lanzagranadas MK19 de 40 mm.
Disposición de las tres ametralladoras, tapada por la MAG del cargador se observa parcialmente la salida del mortero de 60 mm.
Todos estos cambios sumados a ciertas modificaciones internas, como una nueva caja de cambios automática de cuatro marchas hacia adelante, producida en Israel; un telémetro láser de neodimio y el sistema de control del tiro “Matador Mk-2”, habían dejado al Merkava MK-II casi al límite de sus posibilidades de mejoras.
Merkava 1B (Bet): Es una mejora de los Merkava 1 al estándar Mk 2. Se incorpora el nuevo FCS Matador 2, las cadenas tras la torre y los faldones nuevos. Pero el mortero permanece en el exterior y no se incluye el blindaje adicional.
MK-I Bet. se ven los nuevos faldones y las cadenas tras la torre, así como los soportes del mortero al lado de la torre, aunque ha sido retirado
Merkava 2B (Bet): Remplaza al Mk2 en la línea de producción. Se incorpora la cámara térmica al FCS y se adopta unas planchas de blindaje adicionales en el techo de la torre.
Mk-IIB, se ven claro los ladrillos en el techo de la torre; presumiblemente un reactivo
Merkava 2B Dor Dalet: Es el Merkava 2B con los apliques de blindaje de 4º generación, en los laterales de la torre, glacis frente al conductor y laterales de la barcaza.
Mk-IID, se ve el blindaje adicional en los costados de la torre, el glacis frente al conductor y los costados de la barcaza, en la parte superior de la misma
EL MERKAVA MK-III
Talik y su equipo de diseño entendió muy rápido que las versiones de ese momento del Merkava pronto iban a quedar desfasadas; más aún cuando sus enemigos estaban comprando tanques equivalentes o al menos mucho más modernos que los que habían utilizado en la década del 70. Moles como el ya conocido T-72, los Chieftain ingleses, M-60 e incluso el rumor de la pronta presencia del Abrams M-1 en los arsenales de Egipto, hacían urgente la necesidad de contar con la siguiente evolución del Merkava. El MK-III entraría en servicio en 1990.
Merkava Mk-III
El nuevo tanque tendría la forma de los anteriores Merkava, pero sería básicamente un vehiculo nuevo. Para empezar su arma principal debería ser mucho mas poderosa; si bien había ingentes cantidades de munición de 105 mm y muy mejorada, la idea de que los tanques israelíes se enfrentaran a un Chieftain o un Abrams con 105 mm de calibre no era lo ideal. Ensayos realizados por Siria, en base a un Magach 6 capturado había demostrado que el cañón de 105 mm (el mismo del Merkava), con munición M111, la mas nueva del arsenal israelí, a 1.500 metros no penetraba el frontal de la torre del T-72M y apenas lo hacia en el glacis. Además tras dichos ensayos se añadió al glacis una plancha de acero extra de 16 mm al T-72, haciéndolo literalmente invulnerable, en combate de frente, al Merkava.
Un T-72M1, nótese en los argollas de los enganches delanteros la diferencia de profundidad entre el acero del glacis y las planchas aplicadas por encima
Tras considerarse algunas opciones se decidió por construir un cañón de 120 mm, basado en el M256 de EEUU, construido por IMI. El tanque llevaría menos municiones pero el mayor calibre permitiría destruir un objetivo al primer disparo. El almacenamiento de las municiones de 120 mm representaba un nuevo problema; con mayor diantre y más volatilidad, deberían ser almacenadas de manera diferente; así se creó unas series de “latas” ignífugas, individuales evitando así la detonación en cadena y proporcionando una cierta protección extra en caso de penetración de munición HEAT o KE. Las municiones se distribuyen de la siguiente manera: 20 a cada lado de la puerta trasera, almacenadas horizontalmente y a lo largo, 5 en un carrusel tipo revólver a los pies del cargador, 5 más verticales, frente a la pared que da al motor
Interior de un Mk-III, nótese el pañol de 20 municiones del costado derecho de la torre, tambien parte del "revólver" con otros cinco disparos
Vista del conductor y parcialmente las municiones verticales sobre la pared que da al motor
El siguiente paso fue el de revisar el blindaje del nuevo tanque. El MK-III incorpora un sistema muy peculiar; por un lado una estructura interna de acero y por otro lado, y superpuesta a la interna, una caparazón modular, en placas, de blindaje especial. Estas placas no están soldadas a la estructura, sino que están atornilladas. Esto permite el reemplazo rápido y sin muchas complicaciones de las partes dañadas por impactos, según los informes oficiales de las FDI con este sistema un tanque puede volver al combate en menos de 6 horas, cuando antes debía permanecer fuera de acción por lo menos 48 horas.
El sistema modular de placas “quita y pon” también permite que los avances en blindaje puedan ser adaptados fácilmente a la estructura, sin grandes modificaciones. Sobre la constitución del blindaje no hay muchos datos, posiblemente sea una versión del Chobham inglés, pero lo que si es seguro es que no es del carácter reactivo, este tipo de blindaje aparece tan solo en placas en el techo. Los faldones también fueron modificados y emplean el mismo principio de placas. La torre fue rediseñada y presenta ahora ángulos más suaves y un sistema eléctrico de movimiento, en detrimento del clásico hidráulico; así se evitaba otro factor de bajas al ser alcanzado el tanque, ya que si era impactado en la zona del anillo de la torre, ésta desparramaba líquido hidráulico a altas temperaturas dentro de la cámara de la tripulación.
El nuevo tanque también debería moverse mas rápido. Los MK-I y II difícilmente llegaban a mas de 45 Km/H; estaba tremendamente blindado y podía maniobrar hasta en la montaña, pero esa velocidad lo limitaba para moverse de un lado a otro del campo de batalla y no estaba a la altura de sus contemporáneos que se desplazaban tranquilamente a mas de 75 Km/H. Cualquiera podría aducir, con justa razón, que no había necesidad del que el Merkava se moviera a alta velocidad, cuando sus territorios son ásperos y todo parece estar cerca. Sin embargo había un cambio muy grande en la doctrina militar de las FDI. La guerra, debía llevarse lejos de Israel y sus fronteras. El Merkava debía poder moverse rápido por terrenos abiertos, desiertos planos o llanuras con poca vegetación. Mas velocidad implica mas poder y por ello se seleccionó una nueva planta impulsora, el Teledyne Continental AVDS-1790-9AR de 12 cilindros, con 1.200 caballos de fuerza, turboalimentado, diesel y refrigerado por aire. También se añadieron mejoras a la suspensión, se pasaron de ballestas dobles a simples, con mayor recorrido; y la transmisión, para soportar los golpes y bamboleos a altas velocidades.
Los sistemas electrónicos de la tripulación fueron mejorados. Elbit y El-Op diseñaron un nuevo sistema de control de tiro, que incorporaba un telémetro láser, un ordenador de control de tiro y un sistema de visión dia/noche comunitario para el jefe y el tirador. El sistema de control de tiro incorpora a vez una nueva computadora balística, con presentador alfanumérico, que muestra todos los movimientos de elevación y condiciones meteorológicas. Un nuevo sistema de estabilización para la mira del cañón con la que el tanque podía disparar en movimiento a latas velocidades.
Artillero en un Mk-III
Por último un sistema electromagnético de alerta que avisa a la tripulación cuando está siendo iluminado por un sistema de guía láser; funciona mediante cuatro sensores instalados en la sección frontal de la torre, dos detrás, y uno a cada lado, proporcionando una cobertura de 360º alrededor del tanque. También se mejoró la capacidad NBQ con la sobre presurización de la cámara (presente en los modelos anteriores) mas un filtro de aire centra y aire acondicionado (muy apreciado en combate sin dudas).
Merkava IIIB (Bet): Es una mejora del MK-III con nuevo blindaje adicional en el techo de la torre.
Distribución de los apliques de bindaje
MK-IIIB
Merkava 3B BAZ (Barak Zoher – Relámpago Flameante): así designado por el nuevo sistema de control de tiro FCS BAZ, llamado comercialmente Knight MK III, que permite el seguimiento automático de blancos, con una gran mejora frente a blancos en movimiento. La característica visible es el nuevo visor independiente del jefe de carro. Normalmente se lo llama simplemente Merkava 3 BAZ, sin mencionar la “B”. La mayoría fue llevado al estándar 3D.
Nuevo visor del sistema BAZ
Knight MKIII
Merkava 3B BAZ Dor Dalet: Es el mismo carro anterior con los nuevos apliques de blindaje de 4º generación, efectivamente de blindaje reactivo, en los laterales de la torre y glacis frente al conductor. Denominado comúnmente Merkava 3D.
Mk-IIIB Baz Dor Dalet
El puño acorazado de Israel
Por: Hattusil, para zona-militar.com
UN POCO DE HISTORIA
Unos 76 de millones de dólares; ese fue el presupuesto designado en 1971 para que el General de Brigada Yisrael “Talik” Tal cumpliera su sueño, el de que Israel contara con un tanque de guerra propio. Una pulseada ganada a Moshé Dayan, Ministro de Defensa, que nada quería saber de desarrollar un tanque en el país, sino repontenciar unidades compradas al exterior. De hecho fue el Ministerio de Economía el que cedió los fondos, de la ayuda proveniente de EEUU.
Ysrael “Talik” Tal
Durante años las FDI fueron detrás de sus vecinos árabes respecto a la calidad de sus armas acorazadas y en el número de sus unidades. Tan solo la férrea voluntad de las tripulaciones israelíes y un ejemplo de disciplina táctica habían logrado la supervivencia del ejército de Israel.
Mientras que en 1956 la incipiente fuerza acorazada de las FDI estaba compuesta básicamente por tanques Sherman, en frente se alineaban los curtidos T-34 y carros pesados JSIII. En la década del 60 la situación no varió mucho con la llegada de los Centurión y los M-48 Patton; sus enemigos opusieron T-55, los mismos Centurión y más tarde T-62. La tendencia fue mejor a partir de los 70, pero siempre pareja. Unos, tanques más nuevos, los árabes; el otro mejor munición, importada de los arsenales occidentales, que siempre brindaron munición de primera.
Centurión Israeli
Lo que más repercutía en las FDI era la pérdida de tripulaciones; los tanques siempre podría recuperarse, de hecho casi siempre quedaban en su territorio, o incluso podían robarse al enemigo. Pero la pérdida de cada hombre era una cuestión desesperante para un pueblo que poseía una fracción de la población de sus enemigos.
Talik tenía presentes estos problemas, como también tenía presente que Inglaterra y Francia los estaban “traicionando”; el escándalo del Chieftain habla a las claras de la postura de Inglaterra frente a Israel. El camino era claro, había que desarrollar definitivamente un carro nacional, en el cual la mayoría, sino todos, de los componentes del mismo fueran israelíes; y que se adaptara a las necesidades geográficas y climatológicas del país y de la zona circundante. Nacía entonces en 1971 el programa Merkava (Carro en hebreo).
DE LOS PRIMEROS TRAZOS AL MERKAVA MK-I
La doctrina soviética de la guerra fría se sustentaba en grandes masas de carros; pero estos carros priorizaban un tamaño pequeño, una silueta difícil de acertar, en detrimento de otros factores, como la comodidad de las tripulaciones. La idea de un tanque pequeño, rápido y con la capacidad de fuego suficiente para destruir un tanque enemigo al primer disparo no parecía despertar mucho entusiasmo a Talik y su equipo. Por el contrario la doctrina occidental acorazada se sustentaba en poderosas máquinas de más de 55 toneladas fuertemente acorazadas, más lentos (en la teoría) pero manteniendo también la idea de poseer un arma principal de gran poder.
Curioso prototipo con torre de Centurión
Talik fue claro al delinear los trazos gruesos del diseño del Merkava, la tripulación debe sobrevivir; no importa que sea lento y con una silueta inmensa; el nuevo tanque debía proteger lo más valioso, que eran sus hombres. Durante años, y más aún luego de la Guerra del Yom Kippur de 1973, las FDI sobrecargaban a sus vehículos de combate con blindaje extra. Desde chapas de acero y faldones a el nuevo y revolucionario blindaje reactivo Blazer.
Magach-6. Básicamente un M-60 aplastado de blindaje extra
Pero no solo el blindaje exterior iba a proteger a la tripulación, el tanque todo debía ser un escudo. El frente del vehiculo alojaba al motor, no atrás como normalmente estaba ubicado en los demás tanques; se obtenía así una masa gigantesca de acero, ideal para detener munición de 115 y 125 mm. Los compartimientos de armas, combustible o respetos, se ubicaron de manera específica para brindar mas protección a la cámara de la tripulación, de hecho el Merkava posee “doble fondo”, es decir doble piso, entre los cuales va alojado combustible, una simple solución a las minas (en los modelos siguientes el doble fondo se mantuvo, pero el deposito de combustible fue removido).
Los ángulos del chasis y la torre estaban pensados para brindar la menor superficie posible a las municiones enemigas. No debía haber materiales inflamables en la torre y toda la munición debía almacenarse bajo el anillo de la torre. La torre, además de su diseño multiangular, presenta una disposición muy particular; todos sus sistemas de comunicaciones, visores, sistemas hidráulicos y demás sensores especiales, están ubicados en la segunda mitad de la misma. La primera mitad es una “cuña” de ángulos muy cerrados, que solo muestra el cañón. Este diseño minimiza los daños que puedan sufrir los sensores y la tripulación misma ante un impacto directo a la torre, la táctica siempre es llevar la torre apuntando hacia donde está el enemigo (o donde se cree que pueda estar).
Detalle de la torre donde se puede apreciar la cuña delantera
Gran parte del blindaje del Merkava era el denominado “espaciado”; este tipo de blindaje, más que un blindaje sólido, presenta un espacio entre las capas del mismo. Esta técnica es especialmente efectiva contra proyectiles de carga hueca, los cuales, para demostrar su eficacia, no dependen de la energía cinética.
El tanque debía ser revolucionario en muchos aspectos. Debía poder disparar y acertar a la primera y en cualquier situación. El arma principal era el muy conocido cañón de anima rayada L-7/M68 de 105mm; la carga de munición para el cañón era de 62 proyectiles, almacenados en tres compartimientos separados, 6 proyectiles estaban almacenados bajo el anillo de la torre y estaban dispuestos para su uso inmediato; otros 12 se alojaban en contenedores dobles, en la base del casco posterior; y por último otros 44 paletizados en contenedores cuádruples, en la parte posterior del tanque. También debía ser cómodo y espacioso, permitiendo el movimiento rápido de la tripulación dentro del vehiculo y muy importante, el conductor estaba alojado en el mismo espacio, quitándole una gran carga psicológica, de sentirse aislado de sus compañeros. Debía ser el mejor tanque del mundo, no por un una idea egocéntrica, sino práctica; Israel solo podía construir un número limitado de unidades.
Un Merkava MK-I. Nótese la forma de la torre, la rejilla del escape del motor y los faldones de primera generación
Poca velocidad no significa poca movilidad. El tanque israelí debía operar en un terreno muy duro, con grandes desiertos pedregosos, con grandes terrenos elevados y un clima extremo, mucho calor y fríos casi polares. Mover más de 60 toneladas por esos territorios requería de un motor poderoso; y de hecho lo era, el Teledyne Continental AVDS-1790-6A. Una bestia diesel de 12 cilindros en V con mas de 900 caballos de fuerza, acoplado a una Allison Transmission Division de General Motors CD-850-6BX. Sin embargo ese gigantesco motor podía ser reemplazado en una hora, otro logro del ingenio de los proyectistas israelíes; había pasado de 24 horas para el cambio de motor de un M-60 a una hora en el Merkava.
Las ruedas estaban basadas en las del tanque Centurión, de 790 mm, con llantas de caucho suspendidas de ballestas helicoidales y brazos de suspensión encajados. Industrias Urdan diseño mejoras en las ruedas de rodadura lo suficientemente “duras” para resistir el doble que sus equivalentes en el mundo.
Otro aspecto curioso del tanque era su compuerta trasera. Si bien en un momento se especuló que podía tratarse de un compartimiento para infantería, de hecho se lo utilizó alguna vez así, en realidad su función era simplemente la de recargar al vehículo de munición o respetos. La experiencia en combate había demostrado que un tanque cuando termina su munición está demasiado tiempo inactivo mientras se lo recarga; una tarea lenta y muy peligrosa. Con una compuerta trasera, amplia y con fácil acceso al interior del tanque, permitiría cargar la munición paletizada, ahorrando tiempo y esfuerzo.
Compuerta trasera de un Mk-I
La disposición de la tripulación en el interior no es la mas ortodoxa. Todos están alojados del centro hacia atrás del vehiculo. El conductor a la izquierda, levemente hacia delante, posee tres periscopios de visión (uno con capacidad de visión nocturna); el jefe de carro se ubica en la torre, a la derecha, posee un visor óptico de 4 a 20 aumentos, situado justo delante de la escotilla, con un campo de visión de 360º. El tirador se sitúa delante y hacia abajo del jefe; sus sistemas de de visión y puntería se encuentran también a la derecha de la torre en una posición de cuña (la depresión que posee la torre) incluyen un visor de 8 aumentos y un telémetro láser. El sistema de control de tiro fue el nacional “Matador MK-1”
Todo estaba listo y el 14 de mayo de 1979, en el aniversario de Israel, el Merkava Mk-I fue presentado a la prensa y los agregados militares aliados; el lugar elegido fue un estadio de fútbol. Ni siquiera había entrado en combate pero de inmediato fue calificado como el mejor tanque del mundo. Y sin embargo el Merkava no era una maravilla de la tecnología, sino una maravilla del ingenio y de la necesidad. Blindaje de acero espaciado, motor repotenciado del M-60, un cañón mundialmente reconocido, rodaduras del Centurión, visores IR basados en el T-62, pero con eso equipararon al Merkava con los mejores tanques del momento en muchos aspectos.
El Merkava el día de su presentación
EL MERKAVA ENTRA EN ACCIÓN
Cuando en junio de 1982 Israel realizó su ofensiva “Paz para Galilea”, el Merkava entró por primera vez en acción, en el valle de la Bekaa. Actuando como punta de lanza de las formaciones de M-60 y Centurión, el MK-I fue casi inmune a todas las armas de sus enemigos, desde los consabidos RPG-7 hasta los misiles Milan. Fue un impacto psicológico muy fuerte. Por un lado los enemigos de Israel vieron nacer a un enemigo formidable y que parecía no tener un equivalente en la zona. Pero mas importante aún causó un efecto positivo en las tripulaciones israelíes; ahora poseían un tanque poderoso y con la capacidad de protegerlos en el campo de batalla contra cualquier arma.
Sin embargo el Merkava no salio indemne, al menos siete MK-I fueron destruidos en la Guerra del Líbano y varios mas habían sufrido daños de consideración. De los que sufrieron daños totales, seis lo fueron por minas contracarro y uno al sufrir el ataque de varios cohetes RPG-7 y misiles Sagger. Era hora de perfeccionar más el diseño, o mejor dicho terminarlo; en definitiva para muchos el MK-I no era mas que un “modelo de preserie”, un arma en fase desarrollo que debía mostrar sus puntos flacos en el campo.
Un Mk-I en acción en el Valle de la Bekaa
EL MERKAVA MK-II
Si bien el nuevo tanque había resultado una agradable sorpresa para las FDI, había ciertos aspectos a mejorar; aspectos que solo se pueden observar en el campo de batalla. Y para eso la experiencia de las tripulaciones fue volcada en la siguiente evolución del Merkava, el MK-II. Que nació oficialmente en agosto de 1983.
Un Mk-II mostrando su capacidad
Según los informes la mayoría de los tanques alcanzados en combate, sea por misil o por cohete, lo habían sido en la parte trasera, en la unión de la torre y el chasis, donde presentaban un blanco rectangular, en diagonal bajo el compartimiento de almacenaje de respetos. La solución, rápida y barata, fue la de crear puntos falsos de acción de las municiones HEAT, haciendo que detonaran antes de tocar la torre o el chasis. El sistema era una combinación de bolas de acero y cadenas, instaladas en la parte crítica de la estructura.
Sistema de bolas y cadenas en un Mk-II
También se tomó en cuenta la potencia de los cañones soviéticos de 125 mm y se añadió planchas de blindaje extra, a lo largo de toda la torre; los faldones fueron reemplazados por faldones articulados, mas fáciles de cambiar. Otra innovación radical fue la inclusión de un mortero de 60 mm interno, el cual podía ser accionado y recargado desde el interior el tanque. Esta arma proporcionaba un poder de fuego realmente efectivo contra infantería y para lanzar bengalas, las cuales cegaban los dispositivos infrarrojos de visión nocturna del enemigo.
Mk-II, observese los apliques de planchas de metal en su estructura
Mortero interno
Detalles del blindaje añadido y la boca del mortero, justo delante del cargador
La amenaza de minas contracarro y trampas explosivas fueron solucionadas mediante la instalación de anclajes y pernos especiales para admitir palas allanadoras y rosillos antiminas; estos ingenios desplazaban los explosivos o los hacían detonar fuera de la zona del tanque, creando un corredor lo suficientemente amplio como para que pasara una columna acorazada o blindada.
Rodillos antiminas
Si bien los MK-I llevaban dos ametralladoras MAG de 7.62 mm, se tomó la determinación de incorporar a la torre una tercera ametralladora de 12.7 mm, instalada sobre la base misma del arma principal, alineada con el cañón y de accionamiento interno; mas tarde se resultaría muy útil en el combate urbano, ideal para traspasar edificios, donde el uso de una munición de 105 mm puede llegar a resultar superfluo. Si bien algunos analistas la calificaron como ametralladora antiaerea, lo cierto es que su ángulo de elevación es mínimo. Algunos tanques quitaron la segunda MAG y adoptaron una segunda ametralladora pesada o incluso un lanzagranadas MK19 de 40 mm.
Disposición de las tres ametralladoras, tapada por la MAG del cargador se observa parcialmente la salida del mortero de 60 mm.
Todos estos cambios sumados a ciertas modificaciones internas, como una nueva caja de cambios automática de cuatro marchas hacia adelante, producida en Israel; un telémetro láser de neodimio y el sistema de control del tiro “Matador Mk-2”, habían dejado al Merkava MK-II casi al límite de sus posibilidades de mejoras.
Merkava 1B (Bet): Es una mejora de los Merkava 1 al estándar Mk 2. Se incorpora el nuevo FCS Matador 2, las cadenas tras la torre y los faldones nuevos. Pero el mortero permanece en el exterior y no se incluye el blindaje adicional.
MK-I Bet. se ven los nuevos faldones y las cadenas tras la torre, así como los soportes del mortero al lado de la torre, aunque ha sido retirado
Merkava 2B (Bet): Remplaza al Mk2 en la línea de producción. Se incorpora la cámara térmica al FCS y se adopta unas planchas de blindaje adicionales en el techo de la torre.
Mk-IIB, se ven claro los ladrillos en el techo de la torre; presumiblemente un reactivo
Merkava 2B Dor Dalet: Es el Merkava 2B con los apliques de blindaje de 4º generación, en los laterales de la torre, glacis frente al conductor y laterales de la barcaza.
Mk-IID, se ve el blindaje adicional en los costados de la torre, el glacis frente al conductor y los costados de la barcaza, en la parte superior de la misma
EL MERKAVA MK-III
Talik y su equipo de diseño entendió muy rápido que las versiones de ese momento del Merkava pronto iban a quedar desfasadas; más aún cuando sus enemigos estaban comprando tanques equivalentes o al menos mucho más modernos que los que habían utilizado en la década del 70. Moles como el ya conocido T-72, los Chieftain ingleses, M-60 e incluso el rumor de la pronta presencia del Abrams M-1 en los arsenales de Egipto, hacían urgente la necesidad de contar con la siguiente evolución del Merkava. El MK-III entraría en servicio en 1990.
Merkava Mk-III
El nuevo tanque tendría la forma de los anteriores Merkava, pero sería básicamente un vehiculo nuevo. Para empezar su arma principal debería ser mucho mas poderosa; si bien había ingentes cantidades de munición de 105 mm y muy mejorada, la idea de que los tanques israelíes se enfrentaran a un Chieftain o un Abrams con 105 mm de calibre no era lo ideal. Ensayos realizados por Siria, en base a un Magach 6 capturado había demostrado que el cañón de 105 mm (el mismo del Merkava), con munición M111, la mas nueva del arsenal israelí, a 1.500 metros no penetraba el frontal de la torre del T-72M y apenas lo hacia en el glacis. Además tras dichos ensayos se añadió al glacis una plancha de acero extra de 16 mm al T-72, haciéndolo literalmente invulnerable, en combate de frente, al Merkava.
Un T-72M1, nótese en los argollas de los enganches delanteros la diferencia de profundidad entre el acero del glacis y las planchas aplicadas por encima
Tras considerarse algunas opciones se decidió por construir un cañón de 120 mm, basado en el M256 de EEUU, construido por IMI. El tanque llevaría menos municiones pero el mayor calibre permitiría destruir un objetivo al primer disparo. El almacenamiento de las municiones de 120 mm representaba un nuevo problema; con mayor diantre y más volatilidad, deberían ser almacenadas de manera diferente; así se creó unas series de “latas” ignífugas, individuales evitando así la detonación en cadena y proporcionando una cierta protección extra en caso de penetración de munición HEAT o KE. Las municiones se distribuyen de la siguiente manera: 20 a cada lado de la puerta trasera, almacenadas horizontalmente y a lo largo, 5 en un carrusel tipo revólver a los pies del cargador, 5 más verticales, frente a la pared que da al motor
Interior de un Mk-III, nótese el pañol de 20 municiones del costado derecho de la torre, tambien parte del "revólver" con otros cinco disparos
Vista del conductor y parcialmente las municiones verticales sobre la pared que da al motor
El siguiente paso fue el de revisar el blindaje del nuevo tanque. El MK-III incorpora un sistema muy peculiar; por un lado una estructura interna de acero y por otro lado, y superpuesta a la interna, una caparazón modular, en placas, de blindaje especial. Estas placas no están soldadas a la estructura, sino que están atornilladas. Esto permite el reemplazo rápido y sin muchas complicaciones de las partes dañadas por impactos, según los informes oficiales de las FDI con este sistema un tanque puede volver al combate en menos de 6 horas, cuando antes debía permanecer fuera de acción por lo menos 48 horas.
El sistema modular de placas “quita y pon” también permite que los avances en blindaje puedan ser adaptados fácilmente a la estructura, sin grandes modificaciones. Sobre la constitución del blindaje no hay muchos datos, posiblemente sea una versión del Chobham inglés, pero lo que si es seguro es que no es del carácter reactivo, este tipo de blindaje aparece tan solo en placas en el techo. Los faldones también fueron modificados y emplean el mismo principio de placas. La torre fue rediseñada y presenta ahora ángulos más suaves y un sistema eléctrico de movimiento, en detrimento del clásico hidráulico; así se evitaba otro factor de bajas al ser alcanzado el tanque, ya que si era impactado en la zona del anillo de la torre, ésta desparramaba líquido hidráulico a altas temperaturas dentro de la cámara de la tripulación.
El nuevo tanque también debería moverse mas rápido. Los MK-I y II difícilmente llegaban a mas de 45 Km/H; estaba tremendamente blindado y podía maniobrar hasta en la montaña, pero esa velocidad lo limitaba para moverse de un lado a otro del campo de batalla y no estaba a la altura de sus contemporáneos que se desplazaban tranquilamente a mas de 75 Km/H. Cualquiera podría aducir, con justa razón, que no había necesidad del que el Merkava se moviera a alta velocidad, cuando sus territorios son ásperos y todo parece estar cerca. Sin embargo había un cambio muy grande en la doctrina militar de las FDI. La guerra, debía llevarse lejos de Israel y sus fronteras. El Merkava debía poder moverse rápido por terrenos abiertos, desiertos planos o llanuras con poca vegetación. Mas velocidad implica mas poder y por ello se seleccionó una nueva planta impulsora, el Teledyne Continental AVDS-1790-9AR de 12 cilindros, con 1.200 caballos de fuerza, turboalimentado, diesel y refrigerado por aire. También se añadieron mejoras a la suspensión, se pasaron de ballestas dobles a simples, con mayor recorrido; y la transmisión, para soportar los golpes y bamboleos a altas velocidades.
Los sistemas electrónicos de la tripulación fueron mejorados. Elbit y El-Op diseñaron un nuevo sistema de control de tiro, que incorporaba un telémetro láser, un ordenador de control de tiro y un sistema de visión dia/noche comunitario para el jefe y el tirador. El sistema de control de tiro incorpora a vez una nueva computadora balística, con presentador alfanumérico, que muestra todos los movimientos de elevación y condiciones meteorológicas. Un nuevo sistema de estabilización para la mira del cañón con la que el tanque podía disparar en movimiento a latas velocidades.
Artillero en un Mk-III
Por último un sistema electromagnético de alerta que avisa a la tripulación cuando está siendo iluminado por un sistema de guía láser; funciona mediante cuatro sensores instalados en la sección frontal de la torre, dos detrás, y uno a cada lado, proporcionando una cobertura de 360º alrededor del tanque. También se mejoró la capacidad NBQ con la sobre presurización de la cámara (presente en los modelos anteriores) mas un filtro de aire centra y aire acondicionado (muy apreciado en combate sin dudas).
Merkava IIIB (Bet): Es una mejora del MK-III con nuevo blindaje adicional en el techo de la torre.
Distribución de los apliques de bindaje
MK-IIIB
Merkava 3B BAZ (Barak Zoher – Relámpago Flameante): así designado por el nuevo sistema de control de tiro FCS BAZ, llamado comercialmente Knight MK III, que permite el seguimiento automático de blancos, con una gran mejora frente a blancos en movimiento. La característica visible es el nuevo visor independiente del jefe de carro. Normalmente se lo llama simplemente Merkava 3 BAZ, sin mencionar la “B”. La mayoría fue llevado al estándar 3D.
Nuevo visor del sistema BAZ
Knight MKIII
Merkava 3B BAZ Dor Dalet: Es el mismo carro anterior con los nuevos apliques de blindaje de 4º generación, efectivamente de blindaje reactivo, en los laterales de la torre y glacis frente al conductor. Denominado comúnmente Merkava 3D.
Mk-IIIB Baz Dor Dalet
