Esta es la segunda entrega de las vivencias y el conocimiento de un hombre, un usuario de Universo Armas que tiene por nick FOCA1, que formando parte del arma de submarinos de la Armada Argentina, participó del conflicto del Atlántico Sur en 1982. Al final de este post van a encontrar el link directo al primer relato de FOCA1. Pero ahora vayamos por este texto que tiene por título: ¿Qué pasó con las minas antibuque?
En la seguridad de que los piratas intentarían un desembarco en las riberas del estrecho San Carlos se decidió trabajar para lograr el minado de ambas bocas del mencionado estrecho y para ello se emitió orden al “Taller” de alistar la mayor cantidad de minas antibuque.
A cada mina, dependiendo de su tipo se le debía realizar una revisión integral (para lo cual se seguía un protocolo determinado), revisar ademas el “muerto” y verificar el enrollado del cable, colocar la mina en su “muerto”, espoletearla y ponerle el seguro(en este caso, una pastilla que se disuelve en agua de mar). Considérese el tamaño y se tendrá idea del esfuerzo (hablamos del orden de 1 tonelada de peso: 400 kg del muerto y 600/800 kilos de la mina. A esto se le debe sumar el peso del cable, del que ahora no tengo el dato) .
Me parece estar hoy allí, inmersos en el calor de la camaradería, que por si solo basta para calmar el hambre, la sed y el sueño en pos de proveer para la defensa de la Patria. Para darse una idea, una noche quedé dormido en dos sillas acomodadas una a la par de la otra y desperté cubierto por el capote de un Suboficial. Era el momento de la Patria y no había diferencias entre un civil, un Tte de Fragata o un Suboficial: todos cooperábamos para hacer lo mejor y mas rápido posible nuestra tarea. Les aseguro que nadie lo hacía para ser un héroe o pensando en un beneficio propio.
Luego de varios días de trabajo, en los que el personal de la sección minas se esforzó al máximo, un total de 150 minas se embarcaron en el ELMA Río Carcarañá, que zarpó hacia las islas a las que llego el día 26 de abril. A partir de este momento procedió a descargar aprovisionamiento.
El 8 de mayo comenzó el alije de su carga hacia el “Isla de los Estados”, buque que consiguió minar la entrada a Puerto Argentino, sembrando dos campos con un total de 25 minas. Esta fue una tarea de gran riesgo (por ejemplo, una de las minas rompió su eslinga y cayo a la bodega).
El ELMA Río Carcarañá y el ARA Isla de los Estados, quedaron como guardianes del Estrecho San Carlos. El Isla de los Estados fue detectado el 10 de mayo por la HMS Alacrity que lo atacó con su cañón de 4,5” y le realizo 15 disparos de artillería que lo hicieron estallar instantáneamente debido a su carga de combustible y munición. El Río Carcarañá, por su parte, fue atacado el día 16 de mayo aproximadamente 13:30 por dos Harrier con bombas y fuego de cañón que lo inutilizaron. Luego, en los ataques del 23 y 24 de mayo fue definitivamente hundido.
Dado que hubo otros buques surtos en el Apostadero Naval Malvinas, sería por demás ingrato no nombrarlos en este recuerdo. Honor a ellos y a sus tripulantes: ARA Bahía Buen Suceso, ARA Isla de los Estados, ELMA Formosa, ELMA Río Carcarañá, Yehuín, Forrest, Monsumen, CG82 Islas Malvinas, GC83 Río Iguazú y unidades menores.
Glosario:
“Muerto” o ancla: Es un dispositivo mecánico, de considerable peso, que en estado seco contiene enrollado el cable que mantiene a la mina flotando cuando está activa (o sea hundida bajo la superficie). Este bloque de metal debe tener considerable peso (250 a 400 Kg-) pues la mina flota por contener aire en su interior y esto genera una fuerza ascensional importante. Cuando la mina se hunde, un seguro de tracción libera el cable (llamado “orinque” en la jerga) y la mina, por su flotabilidad positiva, asciende hasta quedar a una distancia de 3 a 10 metros de la superficie.
Seguro de la mina: existen de varios tipos. De pastilla, son llamados aquellos seguros que están compuesto por una pastilla de sal que se disolverá al estar en el agua, dejando el circuito armado (a estos suele llamárselos de tiempo o temporales). Los seguros hidrostáticos son aquellos que cambian su estado en función de la presión a que son sometidos al estar sumergidos.
Espoleta: en las minas a que nos tienen acostumbrados las películas de la Segunda Guerra (o minas de impacto) se llama espoleta (o “cuerno” en la jerga) a las protuberancias que sobresalen del cuerpo de la mina, y que al romperse por el impacto de la banda de un buque activan el circuito eléctrico que provoca el estallido. En las demás minas, la espoleta, es un interruptor que será activado de algún modo (por ejemplo, en las minas de antena por cerrarse un circuito eléctrico).
Tipos de minas:
- De contacto: es la más convencional de todas y es la que he dicho se pueden ver en las películas de la Segunda Guerra.
- De influencia: contienen sensores que detectan variaciones debidas al paso de un buque (por ejemplo: onda de presión, ruido, variación del campo magnético). Un tipo especial de estas minas es la mina de influencia de fondo que esta apoyada en el lecho marino.
- De Antena: este tipo de mina tiene en su parte superior o domo una antena. La antena esta conectada a la base de la mina y a través de esta hasta la base, que se comporta como un contacto de tierra. Al ser tocada la antena por el buque se produce una descarga de estática que activa y detona la mina
Funcionamiento de una mina: la explosión puede causar daño directo, por ejemplo averiando hélices, líneas de eje, destrucción de popa o proa e incluso destrozando la base o quilla del buque (especialmente en las de contacto, por su cercanía al buque que la impactó). También puede producir daño indirecto: la fractura de la superestructura por la doble acción que se produce de expulsión del agua y luego contracción en lo que se conoce como “la burbuja”: el buque queda momentáneamente apoyado en su popa y proa y esto hace que se parta (esto es más común que suceda con las minas de influencia).
Puntualizando sobre el valor estratégico/táctico de las minas antibuque: dentro del presupuesto de la guerra, es una de las armas de más bajo costo, con excelente capacidad de disuasión, obligando a la fuerzas enemigas a un gran trabajo para desactivarlas y a incluir medios aptos para su detección y captura. Incluso en la relación “costo del arma vs. costo del equipamiento averiado” es casi insuperable. La contra que tiene es la necesidad de “adivinar” por donde se desplazará el enemigo y la necesidad de crear “campos minados” con distintos de minas (y gran cantidad de ellas) para tener los efectos deseados.
Las minas antibuque se plantan para que queden suspendidas a distintas profundidades, dependiendo de su tipo para accionar contra buques y contra submarinos.
La nueva generación de minas antibuque: los nuevos tipos de mina incluyen minas inteligentes depositadas en contenedores en el fondo del mar y que detectan la firma del buque (esto es: parámetros conocidos sobre sus datos de desplazamiento) y que afectan solo a esa unidad. Se mantienen en estado seco en su contenedor y una vez inundado y abierto este, se comportan como un torpedo, acercándose a su blanco por medio de un motor eléctrico. Otras minas de este tipo no conocen previamente a su blanco pero cuentan con inteligencia para atacar a determinados blancos diferenciados por su velocidad o por su tamaño. En general cuentan con un sistema de IFF previo para evitar atacar buques propios.