Minas Terrestres

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Minas antipersonales, asesino silencioso

"Las minas no tienen lugar en el mundo civilizado", advirtió el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, en un mensaje con motivo de la conmemoración este martes del primer Día Internacional de la Lucha contra las Minas.

Si bien el número de víctimas de minas antipersonales ha caído en la última década, la ONU estima que cada año estos explosivos matan o mutilan entre 15.000 y 20.000 personas, un quinto de ellas niños.


Colombia es el país con mayor número de víctimas por minas anitpersonales, con 1.060 personas afectadas en 2005 entre muertos y heridos, según advirtió este martes un grupo de entidades encabezadas por el Observatorio de Minas Antipersonales de la Vicepresidencia colombiana.

"Habiendo sido tan eficientes en la colocación de minas, debemos ahora serlo en su destrucción. Cada mina desactivada puede significar una vida salvada", señaló Annan.

La Asamblea General de la ONU decidió dedicar un día especial para llamar la atención sobre la lucha para eradicar las minas antipersonales en el mundo.

El número de víctimas en la década de los 90 ascendía a por lo menos 26.000 cada año.

Gran parte del progreso se debe a la entrada en vigencia en 1997 de la Convención de Ottawa, que prohíbe el uso, producción, almacenamiento y transferencia de minas antipersonales.

El tratado ha sido firmado por 150 países, pero no por potencias clave que -se estima- aún poseen en su arsenal vastas cantidades de minas, incluyendo Estados Unidos, Rusia y China.

Una década

De acuerdo con el Landmine Monitor Report 2005, un informe internacional sobre el uso de minas en el mundo, los tres países con el mayor número de heridos o muertos a consecuencia de minas antipersonales en 2004 fueron Camboya (898 víctimas), Afganistán (878) y Colombia (863).



Nadie sabe exactamente cuántas minas antipersonales yacen en los campos y ciudades del mundo, pero la ONU señala que más de 80 países están afectados.

Uno de ellos es Angola, donde cuatro años después del fin de la guerra civil, un funcionario del gobierno estimó la semana pasada que cerca de siete millones de artefactos siguen ocultos en el territorio del devastado país africano.
Max Gaylard, director del Servicio contra las Minas de la ONU, dijo que con los recursos y la voluntad necesarios es posible eradicar el problema de las minas.

"Cuando comencé a trabajar en este tema, recuerdo que hablábamos de un marco de tiempo de cientos de años. Ahora hablamos de una década, de modo que hemos progresado considerablemente", afirmó Gaylard.

Sin embargo, advirtió que las minas antipersonales siguen impidiendo a "millones de agricultores trabajar la tierra, a millones de desplazados retornar a sus hogares y a millones de niños jugar libremente".

Gaylard agregó que tres gobiernos fueron acusados de colocar nuevas minas en 2005: Nepal, Birmania y Rusia.
 
Minas Antipersonal: Su Prohibición
INFORME: LAS MINAS TERRESTRES Y EL TRATADO DE OTAWA

Este Informe se organiza de la siguiente manera:
Primera Parte (Sección Informativa General)
Resumen sobre la Historia del Tratado de Ottawa.
Tratado de Ottawa (link). Estados Firmantes. Mapa
Protocolo II sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Minas, Armas Trampa y Otros Artefactos (link)
Segunda Parte (Sección Informativa Específica: campos minados en América)
Costos humanitarios. Colombia
Tercer Parte(Frontera Argentina-Chilena)
Argentina
Cuarta Parte (Frontera Argentina-Chilena)
Chile
Quinta Parte Análisis – Conclusión

Este informe se basa en los últimos datos ofrecidos por organismos oficiales, nacionales e internacionales (2005-2006)

http://http://i101.photobucket.com/albums/m71/licastro1745/Danger_Mines_in_Khmer.jpg

Resumen: 1997 Tratado de Ottawa

El tratado de Ottawa es parte de la respuesta internacional a la crisis de índole humanitaria originada por la proliferación mundial de las minas antipersonal. Al establecer una norma internacional clara contra las minas antipersonal, el tratado de Ottawa es un primer paso decisivo hacia la meta a largo plazo de ocuparse de la plaga de las minas terrestres y de liberar al mundo de estas letales armas.

El problema de las minas terrestres y el desarrollo de un tratado de prohibición.

Las minas terrestres son poderosos artefactos, que no perdonan. A diferencia de otras armas, para cuya mayoría se precisa que alguien apunte y dispare, las minas terrestres antipersonal son accionadas por las "víctimas". Todavía se siguen descubriendo minas terrestres sembradas durante la Segunda Guerra Mundial, minas que siguen matando o hiriendo 50 años después de finalizado el conflicto. Las minas terrestres no hacen la "distinción" entre soldados y personas civiles.
Aunque todas las heridas de guerra son horribles, las que producen las minas antipersonal son especialmente graves. La presencia de minas puede hacer que sean inutilizables extensas partes del territorio de un país. Con la aprobación del tratado de Ottawa, también las minas antipersonal serán consideradas como armas cuyo costo humanitario en vidas humanas supera con creces su limitado valor militar.

El empleo de las minas terrestres antipersonal está limitado en el derecho internacional, especialmente en el derecho internacional humanitario*, que contiene varias normas generales aplicables a esas armas.
Además de estas normas consuetudinarias generales, varios acuerdos internacionales contienen pormenorizadas disposiciones que específicamente se aplican a las minas antipersonal. Antes de que se concertara el tratado de Ottawa, el principal acuerdo por el que se regía el empleo de minas terrestres era la Convención de las Naciones Unidas de 1980 sobre ciertas armas convencionales (CAC). El Protocolo II a esta Convención trata específicamente de minas, armas trampa y otros artefactos.

El seguimiento oficial de la conferencia de Ottawa de 1996 tuvo lugar en Bruselas, del 24 al 27 de junio de 1997. En la Conferencia Internacional de Bruselas para la Total Prohibición de las Minas Antipersonal participaron representantes de 154 países -la mayor reunión de Gobiernos, hasta la fecha, para una conferencia dedicada específicamente a la cuestión de las minas. Asistieron 91 países como participantes de pleno derecho. Impulsada por su presidente sudafricano, el embajador Jakob Selebi, aprobó solemnemente, el 18 de septiembre, la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción. Asimismo, se exige la destrucción de las minas almacenadas o sembradas.

¿Qué es una mina antipersonal?

En el tratado de Ottawa sólo se prohíben las minas antipersonal. Por lo tanto, se hace la distinción entre las minas concebidas para matar o herir a personas -minas antipersonal- y aquellas cuya finalidad es destruir tanques o vehículos -minas antivehículos, también llamadas comúnmente minas contracarro.
La definición de mina antipersonal que figura en el tratado de Ottawa incluye, asimismo, las denominadas minas antipersonal "inteligentes" -minas que tienen la capacidad de autodestruirse o autodesactivarse (por ejemplo, minas que están programadas para explosionar o desactivarse automáticamente transcurrido cierto tiempo).

No obstante, dados los recientes progresos de la tecnología de las minas terrestres, la distinción tradicional entre minas antipersonal y minas antivehículos está llegando a ser confusa. En el tratado se prohíbe toda mina de empleo doble o toda mina antivehículo si una de sus funciones es ser detonada por una persona.

Elementos de un tratado de prohibición total

El tratado de Ottawa es único porque con él se pretende que las minas antipersonal, como armas, desaparezcan del arsenal de las fuerzas contendientes. Todo Estado que se adhiere al tratado de Ottawa se compromete a "nunca, y bajo ninguna circunstancia" emplear minas antipersonal. Ratificando el tratado de Ottawa, un Estado acepta que las minas dejan de ser un arma legítima, que no se puede emplear ni en tiempo de paz ni en tiempo de guerra. En el tratado de Ottawa se prohíben el desarrollo y la producción de minas antipersonal. Además de la prohibición de desarrollar, producir y emplear minas antipersonal, en el tratado de Ottawa se prohíbe que un país las almacene. Los Estados que precisen asistencia para garantizar la destrucción de las minas antipersonal en el plazo previsto, podrán solicitarla a otros Estados Partes en el tratado.

Sin embargo, un país estará autorizado a conservar o a transferir una limitada cantidad de minas para el adiestramiento en detección y en remoción de minas, así como en técnicas de destrucción de minas. Cuando aprobaron el tratado de Oslo, varios Gobiernos declararon que sólo conservarían unas mil minas.
El último componente de la prohibición total instituida en virtud del tratado de Ottawa es la prohibición de transferir minas antipersonal. Un país no está autorizado, en modo alguno ni en circunstancia alguna, a transferir, directa o indirectamente, minas antipersonal. Según el tratado, por ""transferencia" se entiende, además del traslado físico de minas antipersonal hacia o desde el territorio nacional, la transferencia del dominio y del control sobre las minas; pero no se refiere a la transferencia de territorio que contenga minas antipersonal colocadas"

Abordar el problema: remoción de minas y asistencia para las víctimas

Con la prohibición de producir, almacenar, transferir y emplear minas antipersonal, el tratado de Ottawa da un importante paso para impedir el futuro desarrollo de estas armas.

En el tratado de Ottawa se obliga a cada Estado Parte a retirar, en un plazo de 10 años, a partir de su entrada en vigor para ese país, todas las minas antipersonal colocadas en las zonas minadas. En particular, un Estado tendrá que destruir todas las minas antipersonal sembradas en "zonas minadas" que estén bajo su jurisdicción o control. En el tratado se define una zona minada como:

una zona peligrosa debido a la presencia de minas o en la que se sospecha su presencia (artículo 2, párr. 5).

Se considera que una zona está "minada" si se sospecha que contiene sea minas antipersonal sea minas antivehículo/contracarro. Dado que, a menudo, se emplean las minas antipersonal para impedir la remoción o la desactivación de minas antivehículo/contracarro, si se sospecha que una zona contiene minas antivehículo, es probable que contenga, asimismo, minas antipersonal. De ser así, habrá que destruir todas las minas antipersonal en la zona. En el tratado de Ottawa no se prevé obligación alguna de retirar o destruir las minas antivehículo.

En el tratado se prevé la posibilidad de que algunos países afectados por las minas no puedan retirar y destruir, en un plazo de 10 años, las minas antipersonal en zonas que estén bajo su jurisdicción o control.
Las protecciones instaladas deberán permanecer hasta que se hayan destruido todas las minas antipersonal. En muchos países, los heridos por minas, especialmente los amputados, tienen que hacer frente a un futuro difícil. Cada Estado Parte que esté en condiciones de hacerlo, proporcionará asistencia para el cuidado y rehabilitación de víctimas de minas, y su integración social y económica, así como para los programas de sensibilización sobre minas.

Posibilidad de Denuncia

Como para otros muchos acuerdos jurídicos internacionales, de conformidad con el tratado de Ottawa, un país tendrá derecho a denunciarlo. Hay que instar a los países a 1) que se adhieran al tratado y apliquen sus disposiciones, y 2) a que presten mayor apoyo a los programas de remoción de minas y de asistencia para las víctimas. Como ya hemos dicho, por el tratado de Ottawa los Estados Partes se obligan a desplegar una amplia gama de actividades.
De conformidad con el artículo 15, el tratado se abrió a la firma en Ottawa, los días 3 y 4 de diciembre de 1997. Los representantes de 121 países firmaron el tratado en nombre del respectivo Gobierno. El 5 de diciembre de 1997, Kenia fue el 122 país en firmar el tratado.
El tratado de Ottawa sólo es una de las medidas esenciales para abordar el problema de la contaminación de las minas terrestres. Muchas personas siguen viviendo en zonas afectadas por las minas, bajo la amenaza diaria de estas armas. Las minas terrestres son una epidemia creada por el hombre.

* Derecho internacional humanitario - Conjunto de normas de derecho internacional aplicables en un conflicto armado. Por ejemplo, normas por las que se rige la conducción de las hostilidades y cuestiones afines, como son la protección de los prisioneros de guerra y de las personas civiles que no participen en los combates. Este derecho dimana del derecho consuetudinario y de los tratados internacionales. Se conoce, asimismo, con el nombre de "derecho de la guerra" o "derecho internacional de los conflictos armados".
Copia integra del texto del Tratado de Ottawa

http://www.icrc.org/Web/spa/sitespa0.nsf/html/5TDLDV?OpenDocument

LISTA DE SIGNATARIOS EN 5 DE DICIEMBRE DE 1997

Alemania, Andorra, Angola, Antigua y Barbuda, Argelia, Argentina, Australia, Austria, Bahamas, Barbados, Bélgica, Benin, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, Botsuana, Brasil, Brunei Darussalam, Bulgaria, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camboya, Camerún, Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Costa Rica, Costa de Marfil, Croacia, Dinamarca, Djibuti, Dominica, Ecuador, El Salvador, Eslovaquia, Eslovenia, España, Etiopía, Filipinas, Fiyi, Francia, Gabón, Gambia, Ghana, Granada, Grecia, Guatemala, Guinea, Guinea-Bissau, Guyana, Haití, Honduras, Hungría, Indonesia, Irlanda, Islandia, Islas Marshall, Islas Salomón, Islas Cook, Italia, Jamaica, Japón, Kenia, Lesoto, Liechtenstein, Luxemburgo, Madagascar, Malaisia, Malaui, Malí, Malta, Mauricio, Mauritania, México, Mónaco, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Níger, Niue, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, Qatar, Reino Unido, República Checa, República Dominicana, República de Moldova, Ruanda, Rumanía, Samoa, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y las Granadinas, Santa Sede, Santa Lucía, Senegal, Seychelles, Suazilandia, Sudáfrica, Sudán, Suecia, Suiza, Surinam, Tailandia, Tanzania, Togo, Trinidad y Tobago, Túnez, Turkmenistán, Uganda, Uruguay, Vanuatu, Venezuela, Yemen, Zimbabue.

Actualmente, sólo 15 países siguen fabricando (o no han renunciado a fabricar) minas antipersonales: China, Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, Egipto, Estados Unidos, India, Irán, Iraq, Myanmar, Nepal, Paquistán, Rusia, Singapur y Vietnam

Notas:

1. El título original es Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción.

2. Por otra parte, la finalidad de las minas antivehículos es explosionar bajo el peso de un vehículo. Cuando se hallan en las calzadas -que no sólo utiliza el personal militar-, también hieren y matan a personas civiles. La cuestión de las minas antivehículos figura más adelante.

3. El título completo es "Convención de las Naciones Unidas sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados".

4. En el artículo 2 (3) del tratado de Ottawa se define el dispositivo antimanipulación como "un dispositivo destinado a proteger una mina y que forma parte de ella, que está conectado, fijado, o colocado bajo la mina, y que se activa cuando se intenta manipularla o activarla intencionadamente de alguna otra manera".

5. Por lo que atañe a las necesidades médicas y de rehabilitación de las víctimas de las minas, y a las dificultades de proporcionar cuidados, véase "Assistance for victims of anti-personnel mines: needs, constraints and strategy", CICR, Ginebra, 1997.

Protocolo sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Minas, Armas Trampa y Otros Artefactos (Protocolo II) (CCWPII)

En http://www.icrc.org/web/spa/sitespa0.nsf/htmlall/5tdl6e?opendocument

Fin primera entrega. Continúa
 
INFORME: LAS MINAS TERRESTRES Y EL TRATADO DE OTAWA (2)

Segunda Entrega (Sección Informativa Específica: campos minados)

Campos minados en América. Costos humanitarios
Caso testigo I: Colombia


4.1 Colombia

IMAGEN DEL DIVINO NIÑO, MUTILADO POR MINA ANTIPERSONA: SÍMBOLO DE LOS NIÑOS DEL CAMPO COLOMBIANO

• Como él, 418 niños y 117 niñas colombianos han sido víctimas de las minas antipersona entre 1990 y primeros cinco meses de este año.
• Sesenta niños colombianos han encontrado la muerte mientras jugaban, por la explosión de una mina.

Bogotá, Julio 19 del 2006. Cuatro menores de edad que trabajaban en el arreglo de un parque infantil resultaron seriamente mutilados por la explosión de una mina antipersona el pasado 14 de Julio. Esto sucedió en el corregimiento de Celedeño, en el municipio de Yarumal, en el norte de Antioquia. Cuatro adultos también resultaron heridos por el estallido. Según las autoridades, la mina antipersona fue colocada por miembros de las Farc.

En otro evento, ocurrido en el departamento del Meta hace aproximadamente quince días, una esquirla de una mina antipersona que explotó alcanzó una imagen del Divino Niño; le mutiló el brazo y el pie izquierdos y desfiguró parte de su rostro. La estatua del Niño, venerado por millones de colombianos en el barrio 20 de Julio de Bogotá, se convirtió así en el símbolo del drama que viven 535 niños colombianos que también han sido víctimas de esa infame e ilegal arma de guerra.

El Divino Niño Mutilado estará presente en la Plaza de Bolívar este 20 de Julio, durante el desfile militar que conmemora la independencia nacional. Una inmensa valla con su imagen será colocada en la fachada de la alcaldía de Bogotá, justo el frente de la tribuna de honor que ocupará el alto gobierno. También será la vista obligada de los parlamentarios que llegarán al Capitolio a la posesión del nuevo Congreso Nacional y del público que verá la parada militar a través de la televisión.

Ejercito de Liberación Nacional

El ELN reconoce el uso y la producción de minas, afirmando que las minas son un arma de defensa necesaria contra las tropas del gobierno y grupos paramilitares. Además, el ELN afi rma que al ser un grupo guerrillero con recursos financieros limitados, es imposible dejar por completo el uso de las minas (el costo de producir una mina se encuentra entre uno y tres dólares americanos).

Sin embargo, el ELN ha acordado entablar diálogos con las comunidades locales y actores humanitarios sobre el uso de minas. Ha avisado a las poblaciones locales sobre los lugares que contienen MAP y las áreas que deben evitar. Dicha notifi cación ha sido realizada verbalmente y por medio de señales y carteles en los caminos y carreteras. En el 2003, el ELN le comunicó al Llamamiento de Ginebra que, aunque no pudo adherirse a la Escritura de Compromiso, comenzaría a tomar medidas para reducir el impacto de las minas sobre la población civil e iniciar un proyecto piloto sobre la acción de minas. En junio de 2004, el ELN propuso un acuerdo humanitario, incluyendo restricciones sobre el uso de minas y explosivos al gobierno, quien reaccionó de manera positiva. No obstante, el gobierno condicionó su acuerdo a un cese de hostilidades por parte del ELN, una condición que fue considerada por el ELN como inaceptable.

Según reportes de los medios de comunicación, las organizaciones civiles y las organizaciones no gubernamentales (ONG), todas las unidades militares del ELN están involucradas en el uso de minas. Existen muchos reportes sobre su uso cerca de escuelas, campos de fútbol, carreteras rurales y otras áreas donde el ELN sospecha que el ejército colombiano pueda levantar un campamento temporal. El ELN sostiene que utiliza las minas de manera defensiva en lugar de una manera indiscriminada (para impedir que el ejército nacional y los paramilitares entren a ciertas zonas). El ELN también ha dicho que advierte a las comunidades sobre los lugares en donde han sido sembradas las minas. No obstante, según la guerrilla y miembros de la comunidad, hay poca información en forma de mapas u otros documentos que muestren el lugar en donde las minas han sido sembradas.
El ELN utiliza por lo general minas artesanales. Se dice que frecuentemente el ELN produce artefactos explosivos improvisados (AEI) y que todos sus combatientes saben como producir minas. El ELN produce entre otros tipos una mina especial conocida como “quiebrapata” (activada por la víctima) y hace “minas tipo sombrero chino” que son activadas por la víctima o por control a distancia al igual que las minas tipo Claymore.

No existe ninguna información acerca de la adquisición por parte del ELN de minas industriales, o de su transferencia por parte de otros grupos al ELN. En aras de producir minas, el ELN utiliza explosivos que pueden ser adquiridos en mercados locales (fertilizantes que puedan ser transformados en explosivos) o compran dinamita en el mercado negro. El ELN supuestamente tiene acceso también a explosivos al comprarlos a personas vinculadas con las fuerzas armadas (quienes actúan en capacidad de persona natural). Los recipientes utilizados son numerosos y dentro de estos se incluyen vehículos, postes de luz y hasta muñecas. La producción tiene lugar en sus campamentos. Poca información esta disponible en cuanto a la cantidad de minas almacenadas por el ELN. En general se cree que el ELN no mantiene muchas minas almacenadas. Cada vez que el gobierno descubre armas escondidas, por lo general no se encuentran minas. Sin embargo, en algunas ocasiones las minas son producidas en grandes cantidades para fines particulares (por ejemplo, para crear un campo minado) y es posible que luego sean almacenadas por cortos periodos de tiempo.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia

Las FARC han incrementado el uso de minas desde el fracaso de las negociaciones de paz en el 2002. Aunque no hay declaraciones oficiales recientes, en el pasado las FARC han admitido públicamente la utilización de MAP, señalando a la vez que el uso de éstas está condicionado debido a un “alto respeto y cuidado por la población civil.” La última declaración oficial sobre el uso de minas sucedió en 1999, aunque los comandantes locales y regionales han confi rmado el uso de minas en el presente.

Los observadores concuerdan con que las FARC no utilizan ningún tipo particular de minas y que los artefactos usados dependen de la “creatividad” de cada uno los combatientes.En la actualidad, todas las minas parecen ser artesanales, aunque algunas minas industriales fueron utilizadas en el pasado.Las minas, por lo general, son activadas por la misma víctima y además son utilizadas también contra los vehículos. Se dice que las FARC utilizan trampas explosivas.

Según informes de los medios de comunicación, las FARC utilizan las minas para defenderse y para controlar poblaciones. En el primer caso, las minas son sembradas a manera de barrera para evitar el avance de las tropas militares y paramilitares. Dado que esta es una parte integral de su estrategia, las FARC entregan a cada uno de sus combatientes un par de minas artesanales. Las FARC son conocidas por minar áreas de acceso a sus campamentos base. Las unidades móviles también utilizan minas para impedir el acceso de las Fuerzas Armadas. Ahora bien, en el segundo caso, las minas son sembradas en las carreteras en aras de obstaculizar que las poblaciones desplazadas regresen a las zonas de conflicto, permitiéndole así a las FARC elegir quien debe y quien no debe regresar a sus tierras. Utilizadas de esta forma, las minas se convierten en un medio de control no solamente sobre el territorio, sino también sobre la población misma.

Además, se dice que las FARC utilizan las minas para proteger los cultivos de coca. Sin embargo, es difícil determinar si las minas son sembradas con el objetivo de impedir el acceso de las personas para recolectar las hojas de coca o para evitar encuentros militares en estas zonas.
Las minas están sembradas principalmente en zonas rurales, especialmente en carreteras o en rutas que conectan zonas. En algunos casos, las minas son sembradas en áreas en donde se cree que el ejército va a colocar su campamento (escuelas, campos de juego o en un pedazo de tierra).
Las minas de las FARC están hechas de materiales comunes (plástico, tarros y jeringas). Algunas de las minas artesanales contienen pequeñas cantidades de metal, lo cual dificulta su detección. Según las Fuerzas Armadas, las FARC mezclan café con los explosivos, para así confundir a los perros. Las FARC son conocidas por su capacidad de producir explosivos usando fertilizantes, pero también han robado explosivos de las fuerzas armadas. No existe información acerca de almacenamiento de minas por parte de las FARC.
Sin embargo, existe información por parte de los medios de comunicación documentando las supuestas capturas por parte del gobierno de minas de las FARC.

Los Actores Armados No Estatales, particularmente las FARC, continúan utilizando minas antipersonal y artefactos explosivos improvisados continuamente. Colombia inició el desminado de las bases militares. El desminado de una base fue completado, y continúa en una segunda, además el impacto ha sido monitoreado a través de 17 bases.
Aunque hay una recolección de datos inadecuada, Colombia reporta en el 2005, un crecimiento significativo en víctimas: 1.110; aproximadamente tres víctimas por día, comparada con 882 en 2004, 734 en 2003 y 627 en 2002.

En mayo de 2006, los medios reportaron la incautación de un arsenal de las FARC que poseía el frente Jacinto Matallana en el caserío de Santa Lucía, municipio de Pasto, Nariño, que incluía casi 4 toneladas de anfo, una mezcla de nitrato de amonio y gasolina diesel, explosivo utilizado comúnmente en la minería.

Colombia reportó en abril de 2006 que “mientras las víctimas de minas están disminuyendo en el mundo, en Colombia han aumentado de manera alarmante.”En 2005, el Observatorio de Minas Antipersonal registró 1.110 nuevas víctimas de minas/MUSE, aproximadamente tres víctimas por día; 288 personas murieron y 822 quedaron heridas. Esto representa un aumento significativo de las 882 víctimas de minas/MUSE en el 2004, 734 en el 2003, y 627 en el 2002.La mayoría de las víctimas (767) fueron militares, 338 fueron civiles, cuatro fueron actores armadas no estatales y el estatus de una persona se desconoce. Entre las víctimas hay por lo menos 28 mujeres, 28 niñas y 65 niños menores de 18 años; el género de tres niños se desconoce. La actividad más común a la hora del accidente fue la actividad militar, otras actividades fueron: “estaba pasando por ahí” (148), cultivando la tierra (26); y la actividad de 164 accidentes no se conoce.

Se continúa reportando accidentes en el 2006. Hasta el primero de junio, el Observatorio había registrado 526 nuevas víctimas (106 personas muertas y 420 heridas); 357 eran militares, 167 civiles, un actor armado no estatal, y el estatus de una víctima se desconoce. Había por lo menos 10 mujeres, seis niñas y 33 niños menores de 18 años, entre las víctimas, el género de seis niños se desconoce.

Desde 1990 al primero de junio de 2006, el Observatorio ha registrado 5.152 víctimas de minas/MUSE (1.236 personas muertas y 3.916 heridas) de 8.439 incidentes; 3.264 fueron militares, 1.845 civiles, 41 miembros de los ANE; y dos casos que son desconocidos.

Como mínimo 187 fueron mujeres, 117 niñas y 418 eran niños menores de 18 años, el género de 33 niños de desconoce. Según el Observatorio las actividades más comunes a la hora del accidente fueron: la actividad militar (3.152), “estaba pasando por ahí” (582), cultivando la tierra (144), trabajando (83), jugando (62), actividad policial (32), recolectando agua, leña o comida (24), trabajando en casa (20), viajando (14), arriando a los animales (13), pescando (10), otras actividades (65) y no se conoce (951). Según el gobierno el 92% de los accidentes ocurren en zonas rurales y el 88% son de personas en edad productiva.

El Monitor de Minas estima que en la actualidad el número de víctimas puede ser casi un 20% más que el registrado en el Observatorio debido a demoras en los reportes de las locaciones lejanas. El Observatorio no tiene la capacidad de ubicar proactivamente los accidentes y las autoridades departamentales, que son las responsables de la recolección de los datos dentro del trabajo descentralizado del Observatorio, no tienen las listas de los accidentes y los incidentes al día. Esto significa que puede haber entre 6.500 y 15.000 accidentes de minas/MUSE en Colombia, incluidos civiles, militares y los ANE (en menor proporción que los otros dos grupos).



 
Frontera Argentino-Chilena

ARGENTINA

Argentina firmó el tratado de Ottawa el 4 de diciembre de 1997. El Congreso Argentino aprobó el tratado el 23 de junio de 1999 bajo ley 25.112, lo promulgó el 15 de julio de 1999 y lo publicó en el boletín oficial (número 29.191) el 21 de julio de 1999. Argentina depositó su instrumento de la ratificación en los Naciones Unidas el 14 de septiembre de 1999. El tratado de Ottawa entró entro en vigencia el 1 de marzo de 2000. La ley 25.112 no contiene previsiones en materia de violaciones y castigos.

Producción, transferencia, uso

Argentina fue un productor y exportador de minas anti-personales. Fabricó tres tipos de minas anti-personales: la mina plástica de fragmentación FMK-1, la FMK-2 y FMK3. La producción de estas minas estaba a cargo de la Dirección General de Fabricaciones Militares del Ministerio de Defensa, y eran montadas en la Fabrica de Armas Fray Luis Beltrán. Además importo minas anti-personales de Israel (Tipo 4), de Italia (SB-33) y de España (P4B)
No se posee información oficial sobre la utilización por parte de Argentina de minas anti-personal en su territorio (aparte de las utilizadas en Malvinas). Durante la cuasi-confrontación entre Argentina y Chile en 1978, Chile puso una gran cantidad de minas a lo largo de sus fronteras con la Argentina, pero no existe información oficial que confirme o desmienta la utilización de minas antipersonal o anti-tanque por parte de Argentina en su frontera con Chile. Según los funcionarios argentinos Chile es la única responsable de las zonas fronterizas minadas. En julio de 1999 los legisladores Alfredo Bravo y Jorge Rivas realizaron una solicitud de informes al Poder Ejecutivo mediante la cual se pretendía conocer el número y la localización de las minas AP y AT plantadas posiblemente por el EA a lo largo de su frontera durante la crisis 1978. Este pedido de informes jamás fue contestado.

El ministerio de relaciones exteriores argentino ha dicho que la única parte de su territorio minado es el que afecta a las islas Malvinas. El gobierno mantiene que las áreas minadas a lo largo de su frontera con Chile están solamente en el lado chileno. Por otra parte informo que este tema no figura en las Web oficiales ni del Ministerio de Defensa ni en Canicelleria. El embajador de Argentina ante la Organización de Estados Americanos indicó que la presencia de minas AP y AT en las montañas andinas entre los dos países es responsabilidad exclusiva de Chile, pero se dejo en claro que Argentina esta dispuesta a colaborar en las tareas de desminado.

En abril de 1999, los ministros de la defensa y de asuntos exteriores de Argentina y de Chile se reunieron en Zapallar, Chile, para discutir su problema común respecto de las minas terrestres. Los ejes de la discusión fuero: costos, financiamiento, y posibilidad de incluir al sector privado. A su vez, durante la visita del presidente Menem a Santiago en agosto de 1999 el tema de los campos minados fue abordado. Los militares de Argentina ofrecieron la ayuda del CAECOPAZ, el centro para el entrenamiento común para las operaciones de la paz de Campo de Mayo, pero fue rechazado por sus colegas chilenos.

En la 34ta conferencia de ejércitos americanos, llevada a cabo en noviembre de 1999 en la Paz, el general Ricardo Izurieta, comandante en el jefe del ejército chileno, anunciaba que Chile despejaría sus campos de minas a lo largo de las fronteras con la Argentina, Perú, Bolivia, y la Argentina. El General Izurieta dijo, “en el tiempo más breve posible despejaremos los campos de minas a lo largo de las fronteras con Bolivia, Perú y la Argentina - dentro del año - como demostración de nuestra intención concreta y franca de consolidar lazos con todos nuestros vecinos y particularmente con el ejército boliviano. ” Argentina ha participado activamente en programas internacionales de desminado humanitario en America Central, Angola y en Kuwait. El personal del cuerpo de ingenieros del EA ha estado implicado en operaciones de desminado humanitario en América Central desde 1993, por ejemplo participando en la destrucción de 5.000 minas en Nicaragua. En 1999 Argentina participó una vez más en actividades desminado humanitario en America Central (Nicaragua, Guatemala, Honduras y Costa Rica).
La participación de Argentina en el programa regional terminó el 24 de enero de 2000, cuando los cuatro instructores militares asignados a la tarea regresaron al país debido a problemas presupuestarios.

A su vez Argentina indica que ha ofrecido contribuir a los esfuerzos de desminado en la frontera de Perú-Ecuador. De igual manera se han ofrecido equipos de especialistas para contribuir en las tareas de deminados humanitario en Kosovo.

El centro del ejército Argentino para entrenamiento en desminado humanitario ha proporcionado instrucción a personal nacional y extranjero. Por otra parte, el centro de entrenamiento de Argentina para Operaciones de Paz (CAECOPAZ) proporciona cursos semestrales en desminado humanitario.
Según el ministerio de la defensa, el instituto de la investigación científica y técnica de las fuerzas armadas (CITEFA) tiene la capacidad para la investigación y el desarrollo de la tecnología de detección de minas utilizando tecnología de desarrollo propio basado en imágenes termales.

La Argentina terminó la destrucción de su reserva de más de 90.000 minas anti-personales el 4 de diciembre de 2003. Argentina había divulgado en julio de 2002 que conservaría 13.025 minas; el número fue disminuido a 1.000 (activas) en 2002 y las 12.025 restantes serían convertidas en “minas inertes de ejercicio.” En 2004 el número fue ajustado otra vez a 1.772 minas conservadas.

Argentina participó activamente el proceso de implementación internacional del tratado de Ottawa y ha votado a favor de cada resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas a favor del desminado desde 1996, incluyendo la resolución 58/53 de UNGA el 8 de diciembre de 2003. Desde su entrada en vigencia la Argentina ha asistido a cada reunión anual de los los estados miembros del Tratado de Ottawa, incluyendo la quinto reunión en septiembre de 2003, y a cada reunión de la comisión permanente internacional, incluyendo los realizados en febrero y en junio de 2004. En su declaración en la quinto reunión de los estados miembros, Argentina anunció cuatro metas nacionales que apunta alcanzar para la conferencia de 2004 en Nairobi: terminar la destrucción de la reserva de minas AP; compartir la experiencia de la destrucción de la reserva internacionalmente; continuar con el entrenamiento de personal; e implementar legislación nacional sobre el tema.
Por otra parte, Argentina no ha participado activamente en las extensas discusiones sobre la interpretación y puesta en práctica relacionada con los artículos 1, 2, y 3. Así, no ha dado a conocer sus opiniones sobre las aplicaciones militares de las minas terrestres que llevan adelante las naciones no-miembros del tratado.

En agosto de 2004, Argentina y Chile anunciaron que examinarían en conjunto el número mínimo de minas necesitadas por cada país para entrenamiento.

Minas Argentinas

La Argentina fue productor y exportador de minas AP y AT. Argentina ha indicado que produjo solamente un tipo de mina contra-personal, la mina plástica de fragmentació FMK-1, entre 1976 y 1990, fabricando 18.970 minas FMK-1 durante este período. Actualmente los equipos usados para la producción están siendo utilizados para fabricar fusibles reforzados, detonadores para las granadas, y estopines (iniciadores).

Argentina exportó 3.000 minas AP FMK-1 a Honduras. Hay poca información disponible sobre las exportaciones Argentina de minas anti-personal antes de la moratoria de 1995. Las armas vendidas por Argentina a Croacia, incluyendo 5.750 minas anti-personal y anti-carro.

Argentina terminó la destrucción de su reserva de minas anti-personal el 4 de diciembre de 2003, antes del plazo asignado por mandato del Tratado establecido para el 1 de marzo de 2004. Argentina ha dado siempre información contraria e incompleta sobre el real tamaño y composición de su reserva de minas, sobre las minas destruidas, y las minas conservadas para los propósitos del entrenamiento. Argentina ha divulgado varios números sobre el total de las minas anti-personal destruidas: 90.166; 90.764; 90.919; y 93.124.

En febrero y el abril de 2004, Argentina divulgó que antes del diciembre de 2003 había destruido 81.646 minas anti-personal almacenadas, que convirtió otras 5.400 minas P-4-B en inertes, y transformó otras 3.120 minas FMK-1 transfiriendo los fusibles de éstas para ser utilizadas en las minas anti-personal FMK-5, difundiendo el número de minas anti-personal destruidas como: 90.166 minas. Según otro informe en abril de 2004, 90.919 minas habían sido destruidas antes del diciembre de 2003, incluyendo 525 SB-33 transformadas en inertes, 118 SB-33 y 110 minas FMK-1 destruidos durante operaciones de entrenamiento. La destrucción fue realizada en ocho localizaciones a través del país: Serrezuela en la provincia de Córdoba, Zapala en la provincia de Neuquén, Sarmiento en la provincia de Chubut, Puerto Santa Cruz en la provincia de Santa Cruz, Monte Caseros en la provincia de Corrientes, y Azul, Puerto Belgrano y Campo de Mayo en la provincia de Buenos Aires.

Las últimas reservas fueron destruidas el 4 de diciembre de 2003 en un acontecimiento en Campo de Mayo, Buenos Aires asistiendo el ministro de defensa, las cabezas de los ejércitos brasileños y chilenos, representantes diplomáticos y de la OEA, y del Landmine Monitor. El ministro de la defensa, José Pampuro, indico: “podemos sentirnos orgullosos que rompemos la cadena de la muerte con esta destrucción. ”.

Antes de la destrucción de 2003, Argentina había ejecutado tres operaciones de destrucción de sus minas de reserva: la fuerza aérea destruyó su reserva de minas anti-personal ( 1.160 minas FMK-1 en noviembre de 1998); el ejército destruyó 1.000 minas FMK-1 y sus fusibles en la fábrica Fray Luis Beltrán entre noviembre de 1999 y marzo de 2000; y, 200 minas anti-personales P-4-B fueron destruidas en noviembre de 2000.

Minas conservadas para el entrenamiento

En abril de 2004, la Argentina divulgó un total de 1.772 minas conservadas en el día diciembre de 2003: 772 minas (742 SB-33 y 30 FMK-1) conservadas en el depósito naval de Puerto Belgrano y 1.000 minas anti-personal (500 P-4-B, 250 FMK-1, y 250 minas libias sin especificar) conservadas por la Compañía de Municiones 121º del EA para el uso en el desarrollo de sistemas de detección de minas. Según el informe, las 1.000 minas conservadas por el ejército no habían sido divulgadas previamente. Los informes del artículo 7 del abril de 2002 y mayo de 2003 indicaron que 1.000 minas (860 SB-33 y 140 FMK-1) serían conservadas por la marina de guerra.
La Argentina también por el tiempo divulgó que algunas de sus minas conservadas habían sido consumidas realmente (destruido) durante actividades del entrenamiento o del desarrollo: 118 SB-33 y 110 minas contra-personales FMK-1.

Originalmente, en agosto de 2000, Argentina indicó que la marina de guerra conservaría 3.049 minas anti-personal para el entrenamiento, pero el número de las minas que se conservarán por el ejército estaba bajo consideración. En mayo de 2001, Argentina divulgó que otras 10.000 minas de tipo sin especificar serían conservadas por el ejército, y ajustó el número de minas conservadas por la marina de guerra a 3.025, haciendo un total de 13.025 minas anti-personal conservadas para el entrenamiento. En abril de 2002, Argentina informó al Landmine Monitor que 12.025 (92 por ciento) de estas minas eran considerados “minas del ejercicio,” que Argentina había previsto vaciarlas de su contenido explosivo y hacerlas inertes. Esta información fue reflejada en el informe de julio de 2002. Las 1.000 minas restantes serían conservadas por la marina de guerra y utilizadas para entrenamiento hasta el 1 de abril de 2010.

Minas en Malvinas

De acuerdo con informes oficiales en Malvinas fueron utilizadas minas anti-personal importadas de Libia (MAPA y TRA), Israel (número 4), Italia (SB-33), y España (P4B). Según un informe de mayo de 2001 de Argentina, 20.000 minas anti-personales EXPAL P-4-B, y FMK-1 fueron sembradas durante el conflicto 1982. En julio de 2002, se agregó que también habían sido utilizadas minas AP SB-33.

Argentina y el Reino Unido reconocen que hay un problema con las minas y proyectiles de artillería sin detonar (UXO en ingles y MUSE en español, munición sin explotar) en las Islas Malvinas. Hay 101 campos de minas que cubren 20 kilómetros cuadrados y que contienen 16.000 minas, según el gobierno de Islas Malvinas. Las áreas minadas son principalmente playas y áreas de turba, y están marcadas y cercadas.
Después de más de tres años de negociaciones, en octubre de 2001 Argentina y el Reino Unido anunciaron que un estudio de viabilidad sería conducido para determinar las opciones respecto de las minas en Malvinas. Según el director de la oficina de Desminado humanitario los jefes de personal comunes de Argentina, el financiamiento para la primera fase del estudio se ha incluido en el presupuesto público desde 2002, pero los problemas económicos del país han significado que los fondos no pudieran ser ejecutados. En febrero de 2004, el ministerio Británico de Defensa confirmó que el gobierno destruirá todas las minas anti-personal en áreas minadas bajo jurisdicción británica de acuerdo con el mandato del tratado de Ottawa y: “continuaría trabajando en un estudio de viabilidad conjunto entre el Reino Unido y Argentina, el cual sería financiado por el gobierno de Argentina, dirigido al desminado de las islas.”

En su ejercicio económico de 2002, los Estados Unidos proporcionaron $700.000 para financiar una sesión de entrenamiento militar para los instructores de desminado humanitario de Argentina, con la intención de que los oficiales argentinos puedan reproducir la intrucciones de desminado humanitario a otras naciones. A partir de último agosto hasta el 11 de septiembre de 2001, el personal militar de los E.E.U.U. y ocho otros países de la región participaron en los ejercicios militares de “Cabañas 2001” en Salta, la Argentina. Entre los ejercicios realizados en conjunto se incluyo un ejercicio de recuperación de un soldado que se había perdido en un campo de minas.

Actualmente existen en la frontera argentino-chilena ocho sectores que permanecen sembrados con minas antipersonales y antitanque desde 1978. En el año 1999 un equipo periodístico del diario El Tribuno de Salta realizo una recorrida por el frente cordillerano que vincula al departamento de los Andes (Salta) con el desierto de Atacama (II Región, en Chile) y constató la existencia de campos minados en inmediaciones de los cerros Aracar, Bayo y Tecar, la quebrada del Llullaillaco, la ladera Sur del Llullaillaco, los portales de Huaytiquina, Socompa y Aguas Calientes, estos datos fueron recogidos y publicados bajo la forma de un informe que pretendía llamar la atención a los gobiernos de ambos países para que tomen cartas en el asunto.
El volcán Llullaillaco (el segundo pico mas alto de América y por lo tanto atracción irresistible para escaladores de todo el mundo) tomo notoriedad cuando un equipo arqueológico encontró enterrados cerca de su cumbre los cuerpos de tres niños que databan del período incaico. Ese mismo día el equipo periodístico bajaba con la noticia del asombroso hallazgo arqueológico, cuando aparecieron tres lugareños. "No sigan por aquí o volarán por los aires", remarcaron los baqueanos al advertir la proximidad de uno de los campo minados: el "Llullaillaco Sur". Cinco meses después, en el mismo sector, otro guía de la zona encabezó la recorrida a sitios minados en la alta cordillera salto-chilena y en el desierto de Atacama, donde los costos de la frontera explosiva quedaron testimoniados con el crudo relato de varias víctimas mutiladas y silenciadas.

A continuación cito integro la nota periodística: “Hasta ahora el Ministerio de Defensa trasandino sólo reconocía cuatro campos minados en los flancos de la II Región con Salta, pero se comprobó la existencia de ocho sitios con explosivos: cinco al Norte y tres al Sur del volcán Llullaillaco, la máxima cumbre de la provincia, con 6.737 metros sobre el nivel del mar.

En las alambradas del campo minado "Llullaillaco Norte", Eusebio Alegre encontró en 1997 los restos de una mochila y jirones de una campera de alta montaña. Ambos elementos, entregados a la Justicia de Antofagasta, constituyen los indicios más claros que se tiene ahora sobre el destino de Donald Davison Junior, el científico de Nueva Jersey que ascendió solo al volcán, dejó un testimonio en su cumbre y desapareció antes de retomar la camioneta que había dejado estacionada a corta distancia del sembradío de minas. En la cara opuesta del volcán Llullaillaco, próxima a la base del glaciar que guarda los restos del infortunado montañista alemán Erik Newbery, está el campo minado "Llullaillaco Sur", de unas dos hectáreas. Ambos sitios, señalizados con calaveras y alambradas de púas, están cubiertos por la nieve, lo que torna inviable y extremadamente peligroso cualquier intento de aproximación hasta octubre o noviembre próximo. Algunos kilómetros más abajo, cerca de la ladera Sur del cerro Silla, se encuentra otro de los campos minados, en la cuesta que los lugareños conocen como Agua de los Pajaritos.
Más al Sur, pegado al límite tripartito que comparten Salta, Catamarca y Chile, está ubicado el cuarto sitio con minas terrestres, en el portal de Aguas Calientes. A unos 70 kilómetros al noroeste del nevado del Llullaillaco, sobre el portal de Socompa, se ubica el quinto campo minado, a ambos lados del camino que une la punta internacional de rieles del ramal C-14 con la estación chilena de Monturaqui. Alto del Inca se denomina la cuesta donde, sólo en los últimos cinco años, resultaron gravemente heridas cinco personas: la propietaria de la cantera de ónix "Leoncito" (perdió sus dos piernas al atravesar el sembradío de explosivos con su "jeep" -foto del Land Rover-) y cuatro trabajadores del yacimiento de cobre La Escondida (una mina antipersonal que habían levantado del lugar explotó dentro de su vehículo).
Los restantes campos minados están ubicados en inmediaciones del Portal de Huaytiquina, la Laguna del Pular (próxima al cerro Aracar) y la quebrada de Aguas Delgadas (en cercanías del cerro Bayo o Tecar). A los mencionados sitios minados en la cordillera salto-chilena se suman otros en la ladera Sur del volcán Licancabur (sobre el paso jujeño de Jama), el Valle de la Luna y el Llano de la Paciencia, en la comuna de San Pedro de Atacama, dentro del desierto más árido del planeta. En nuestro visita al Portezuelo de Huaytiquina nos informaron también que hacia un tiempo una persona había pasado en vehículo por allí y que una mina exploto bajo el mismo amputándole las piernas. Lo encontraron días después muerto.”

Minas Utilizadas por el Ejército Argentino

Minas FMK-5 (AT) y FMK1 (AP)

Mina SB-33

Mina P-4-B

Mina FMK-3 (AP)


Creo que es una vergüenza que el Estado Argentino no pueda suministrar de una vez información feaciente y definitiva sobre el número de minas para entrenamiento y el número y tipo de minas destruidas. No se que pensar, si se trata de una muestra más de la clásica improvisación argentina o un intento de obstaculizar y desinformar sobre las existencias de minas AP.
 
CHILE

Por otra parte es bueno informar que la hermana República de Chile ha implementado desde fines de los 90´ una clara y contundente política de desminado de sus fronteras, ya que esta nación a adherido a la convención de Ottawa.

En diciembre de 2005 se ha realizado un acuerdo marco entre Chile y Argentina sobre la divulgación ampliada de las minas conservadas para propósitos del entrenamiento. Chile anunció que en 2006 destruiría 1.292 minas anti-personales conservando 300 minas para entrenamiendo.

Entre el abril de 2005 y abril de 2006, Chile destruyo 2.239 minas anti-personal y 843 minas del anti-carro. Dos nuevos frentes de desminado fueron abiertos, en Tambo Quemado en julio de 2005 y en el parque nacional Llullaillaco en febrero de 2006. Chile re-cercó 14 áreas sospechadas de ser campos minados entre agosto y el diciembre de 2005. Para solventar las tareas de desminado humanitario se firmo un acuerdo por valor a €1 millón de euros, dinero aportado por la CCE (Comisión de Comunidades Europeas) quien financia parte de las acciones de desminado chilenas. Por otra parte en el año 2005 se registraron en Chile al menos dos muertes confirmadas por minas terrestres.

Chile firmó el tratado de Ottwa el 3 de diciembre de 1997, lo ratificó el 10 de septiembre de 2001 y se convirtió en un estado parte del Tratado de Ottawa el 1 de marzo de 2002. Según la Comisión Nacional de Desminado Humanitario, en marzo de 2006 el comité consultivo del ministro de la defensa terminaba un anteproyecto de Ley sobre las armas prohibidas, incluyendo minas anti-personales, y la intención era presentarlo al congreso nacional en 2006.
La legislación que controla los armas de fuego y los explosivos, la ley 17.798, fue modificada en mayo de 2005, las modificaciones incluyen sanciones penales para la posesión, la producción desautorizada, la importación, la exportación, almacenar, el transporte y la distribución de las armas que están restringidas para uso de las fuerzas armadas y para la guerra, el único inconveniente es que esta legislación no menciona explícitamente minas anti-personales. En junio de 2005, esta omisión sobre las minas anti-personal fue comentada e indicó que preparaba una nueva modificación de la legislación vigente (Ley 17.798) en donde se incluiría explícitamente el tema de las minas AP.

Avances en tareas de desminado fronterizo

Chile era un prolífico productor, exportador, importador y usuario de minas AP y AT. Según Chile, la producción y la exportación de minas AP pararon en 1985. En agosto de 2003, Chile terminó la destrucción de su reserva de 299.219 minas anti-personales.

En mayo de 2006, Chile hizo público que aún conservaba un total de 5.866 minas anti-personal para entrenamiento. Durante el año 2005 Chile informo que 43 miembros de las fuerzas armadas utilizaron un total de 29 minas conservadas para entrenamiento en la detección, desactivación y destrucción de minas AP. Para el corriente año 2006, Chile informo que planea realizar seis entrenamientos involucrando un total de 158 miembros de las fuerzas armadas chilenas, que darán lugar a la destrucción de 300 minas conservadas. En 2004, un total de 350 minas conservadas fueron destruidas durante este mismo tipo de actividades de entrenamiento. Durante las reuniones de la comisión permanente de mayo de 2006, Chile anunció que había emprendido una revisión de su programa de entrenamiento y del número de las minas requeridas, y había decidido, además de las 300 minas que se consumirán durante el entrenamiento en 2006, destruir otras 1.292 minas anti-personales.

De acuerdo con mapas militares, era estimado que, el plan nacional de desminado de Chile en 2003, involucraba 123.443 minas anti-personales y 113.604 minas anti-carro, estas armas estaban sembradas en 180 campos minados, cubriendo un área de 23.5 kilómetros cuadrados.

Los últimos datos disponibles indican que en mayo de 2006, seguía habiendo un total de 115.668 minas anti-personal y 110.876 minas anti-carro en 169 campos minados, en un área de 21.39 kilómetros cuadrados. Tres de las regiones del país siguen siendo afectados: región I (Tarapacá) con 84.751 minas anti-personal y 48.188 minas del ant-carro en 96 campos minados; región II (Antofagasta) con 22.427 minas anti-personal y 5.341 minas del anti-carro en 48 campos minados que cubren un área de 1.93 kilómetros cuadrados; y región XII (Magallanes), las islas meridionales de Magallanes con 8.490 minas anti-personales y 57.347 minas del anti-carro en 25 campos de minados que cubren un área de casi dos kilómetros cuadrados. Las minas en regiones I e II fueron puestas en 1973-1980; las minas en la región XII fueron puestas en 1981-1983. El desminado de la región V, que tenía solamente un campo minado que cubría un área de 4.000 metros cuadrados contenían 123 minas anti-personal y tres minas anti-carro, las tareas de desminado en este sector finalizaron en 2004.

Por otra parte en su informe correspondiente al 2 de mayo de 2005 Chile incluyó 13 “nuevas” áreas sospechadas de poseer campos minados, en cuatro municipios de la región II (Antofagasta, Ollagüe, San Pedro de Atacama y Sierra Gorda). En estas áreas presumiblemente existirían un total de 264 minas operativas (no se especifica que cantidades AP y que AT) En su informe del 5 de mayo de 2006, Chile agregó un catorceavo lugar sospechado de estar sembrado con minas, se trata del sitio denominado fortaleza Baquedano, situado en la región I, en el municipio de Pozo Almonte, en donde existirían al menos dos minas anti-personal.

Según Chile sus áreas minadas están situadas en zonas fronterizas y difíciles de tener acceso, relativamente deshabitadas y con poco tránsito de personas, alejadas de comunidades pobladas. Todas las áreas minadas o sospechadas de estar minadas fueron marcadas con carteles en español, alemán e inglés y re-cercadas previamente según los estándares internacionales de la acción de la mina (IMAS) durante el año 2005.
Programa de Desminado: CNAD

Las acciones de desminado en Chile está bajo responsabilidad de la Comisión Nacional de Desminado del Chile (Comisión Nacional del Desminado, CNAD), creada por el decreto supremo Nº 79 del 2 de mayo de 2002. El CNAD es el órgano consejero del presidente de Chile en lo atinente a desminado humanitario, a su vez es el coordinador interministerial de todas las actividades relacionadas con el tratado de Ottawa y con tareas de desminado. EL CNAD es presidido por el ministro de la defensa e incluye los ministerios de relaciones exteriores y salud, el de Hacienda, y el jefe de personal armado de las fuerzas. CNAD tiene una secretaría ejecutiva que a su vez esta apoyada por un comité consultivo técnico (integrado por personal de ingenieros del ejercito chileno). Las responsabilidades y atribuciones del CNAD incluye el ajuste de la política, las normas y los planes legales para adecuarse a los requerimientos internacionales y a las obligaciones impuestas por el tratado de Ottawa, asimismo es responsable por la destrucción de las reservas de minas; el ajuste de estrategias y las prioridades en la planificación del desminado de fronteras y la movilización de recursos económicos y humanos, así como a la búsqueda de financiamiento internacional.

Otro dato interesante sobre el CNAD es que esta a cargo de la utilización de la versión 3 del sistema de gerenciamiento de información para la acción de desminado (IMSMA) desde el año 2004; poseyendo un terminal central en Santiago y cuatro terminales regionales. Conjuntamente con la instalación de IMSMA se introdujo un sistema GSI (sistema de gestión de información geográfica) denominado “EOD” el cual permite que los usuarios identifiquen directamente puntos del perímetro de los campos minados y trazarlos electrónicamente, estos datos son transferidos directamente a la base de datos de IMSMA. Entre los años 2004 y 2005, los perímetros de todas las áreas minadas en regiones I e II fueron verificados e incorporados en el IMSMA. Actualmente los equipos trabajaban en la región XII.
Planeamiento estratégico y progreso

CNAD bosquejó un plan de acción nacional (Plan Nacional de Acción Contra Minas) que fue aprobado en enero de 2003; cubrió el período 2002-2011, e incluyó tres elementos:
• Destrucción de las reservas de minas anti-personales antes del plazo del tratado, el cual fija como fecha límite el año 2006.
• Desminado, especificando tres fases para cada campo de minas: examen y marca, separación, y control de calidad post-limpieza.
• Ayuda a las víctimas, a sus familias y a las comunidades.
Las actividades de desminado se ponen en ejecución en dos fases. Primero se abren “frentes” en las operaciones de desminado, este trabajo se realiza con la presencia de ambulancias y posibilidad de asistencia heliportada en caso de accidente, se trata básicamente de realizar un reconocimiento pormenorizado de la zona, cotejo de información documental y la apertura de una o varias “brechas”. Para el mes de junio de 2006, Chile había abierto tres frentes: el primero, abierto ya en 2004 en Chacalluta, en la parte norteña de Arica, en la región I; un segundo fue abierto en la región I en julio de 2005 en Tambo Quemado, dentro del parque nacional de Lauca, en el municipio de Putre, cerca de la frontera boliviana; y un tercero fue abierto en febrero de 2006, en el parque nacional de Llullaillaco en la región II, cerca de la frontera con la Argentina. El nuevo ministro boliviano de la defensa, el jefe de las fuerzas armadas bolivianas y los funcionarios de alto nivel de Argentina participaron en una ceremonia al principio de las tareas de desminado del ejército chileno en Llullaillaco. Se esperaba que un cuarto frente fuera abierto para la segunda mitad del 2006 en el sur, en el sector de Bahía Azul en Greater Tierra del Fuego, en la región XII, con el financiamiento de la Comunidad Económica Europea.

La fase 2 implica el avance continuo en un frente hasta su limpieza total. Chile adopto una política de abrir y trabajar en varios frentes en paralelo, de esta manera se intenta no favorecer una región del país por sobre las otras y como una medida de política exterior de no mostrar favoritismos especiales sino que se trata de una campaña de desminado de todas las fronteras.
Los objetivos para 2005 incluyeron terminar la separación de cinco campos de minas cerca del aeropuerto de Chacalluta en la región I; esto fue alcanzado en mayo de 2005. Un segundo objetivo era abrir un frente en Tambo Quemado, región I, en la frontera con Bolivia, para eliminar 3.300 minas AP y 1.100 minas AT sembrada en dos campos minados. Las operaciones comenzaron en julio de 2005 pero fueron suspendidas entre octubre de 2005 y febrero de 2006 por un accidente durante las tareas de desminado. Un tercer objetivo era realizar tareas de control de calidad del desminado del campo de minas ubicado próximo a la escuela de Ingenieros de Tejas Verdes en San Antonio, región V, que había sido despejada en junio de 2004; esto comenzó en noviembre de 2005.

Para 2006, Chile tenía cinco prioridades principales: continuar las operaciones de desminado en el área de Tambo Quemado; eliminar 1.694 minas AP y 843 minas AT ubicadas –sembradas- en dos campos de minas recientemente denunciados en el área de Chacalluta (involucraba un total de 4.73 kilómetros cuadrados) tareas que comienza en la segunda mitad del año 2006 cuando los factores climáticos lo permitirían; terminar el control de calidad del desminado llevado a cabo durante el año 2004 en Tierra del Fuego (programado para julio de 2006); y eliminar 1.987 minas AP y 400 minas AT en cuatro campos minados en el parque nacional Llullaillaco ( 4.500 metros sobre nivel del mar); eliminar un total de 3.642 AP y 1.834 minas AT ubicadas en tres campos de minas en la Isla Grande de Tierra del Fuego, en la región XII, también programadas para la segunda mitad de 2006. Para este trabajo Chile firmó un acuerdo con la unión europea (EU) y UNDP en abril de 2006 por €1 millón (US$1,244,900) para el período 2006-2008.

Bajo artículo 5 del tratado Ottawa, Chile debe destruir todas las minas contra-personales en áreas minadas bajo su jurisdicción o controlarlas cuanto antes, el límite máximo es el 1 de marzo de 2012. En las reuniones de la comisión permanente en mayo de 2006, Chile indicó que su plan de acción nacional 2002-2011 prevee el cumplimiento de este plazo. Sin embargo agregó que existen algunas dificultades para alcanzar este plazo, por ejemplo: la longitud del país, el clima y la altitud y la naturaleza del tipo de minado de la mayoría de los campos, los cuales requieren de un arduo –y lento- trabajo manual.
Producción Chilena de Minas Terrestres Chile es un ex productor, exportador, importador y usuario de minas terrestres antipersonal. La estatal Fabricaciones Militares del Ejército (FAMAE) y la empresa privada Industrias Cardoen produjeron en total al menos seis tipos diferentes de minas antipersonal. También se informó que Chile ha producido otras tres minas que no están señaladas en sus informes

En marzo 2005, surgió una controversia entre Chile y Perú luego de que un ex comandante en jefe del Ejército ecuatoriano declaró que Chile había vendido armas a Ecuador, incluyendo minas antipersonal, durante el conflicto del Cenepa con Perú en 1995. Perú envió una protesta formal al percibir una violación del Protocolo de Río de Janeiro (1942) de Paz, Amistad y Límites entre Perú y Ecuador. Sin embardo la posición oficial de Chile es negar haberle vendido armas a Ecuador durante el conflicto.
Las minas retenidas para entrenamiento hasta 30 Abril 2005 incluían: 1.804 M-14; 1.611 MAPP 78-F2; 742 M-35; 559 MOD I; 435 MOD II; 400 MOD IEC-II; 200 MAPT 78-F2; 98 M-178; 41 M-2A4; cuatro M-16; una M-16A-1.
Marcado de Campos Minados
Según los informes del artículo 7 del mayo de 2005 y mayo de 2006, todos los campos de minas son protegidos por una cerca de tres o cuatro filamentos de alambre de púas en los postes del metal dos metros de alto. Las muestras triangulares rojas de las “minas” se ponen cada 20 metros en el alambre de púas. Además, las muestras de un metro por 60 centímetros en los postes 2.5 miden colmo indican la presencia de minas en inglés, español y alemán. En las islas meridionales, los campos de minas se protegen con tres cercas (interno que consiste en tres filamentos de alambre de púas, intermedio de cinco filamentos en los postes de madera, y externo).
Pese a los esfuerzos en materia de señalamiento de campos minados, los informes del “Landmine Monitor” organismo internacional especializado en la temática, a realizado varias denuncias sobre campos minados mal señalados o insuficientemente señalados.
Por ejemplo en junio de 2005 el “Landmine Monitor” realizo una visita del campo en la región II. En la ciudad de Chacabuco, el cerco del campo de minas faltaba en algunos largos tramos. En diciembre de 2005 y enero de 2006, los medios nacionales e internacionales divulgaron sobre la amenaza de los campos minados en torno a Chacabuco. El Teniente Coronel Fernando Flores Romero, comandante de la primera división del ejército chileno, informo que existían unas 200 minas AP puestas originalmente alrededor del centro de detención de Chacabuco para prevenir los escapes del prisoneros, de las 200 minas originalmente sembradas 98 no han sido localizadas. Las minas habían sido desplazadas por la lluvia, inundaciones y por temblores de tierra. Esto representa un verdadero peligro ya que es sitio es vistado por unos 100 turistas al mes, según informo el señor Roberto Zaldívar, ex preso político detenido en Chacabuco y administrador actual del sitio.

Vale destecar que, en la visita que realizo Landmine Monitor en marzo de 2006, nuevamente a Chacabuco, se verifico que los lugares que habían estado previamente denunciados como peligrosos habían sido recercados y señalizados con carteles que indican “zona peligrosa (campo de minas)” en español e inglés.

También en marzo de 2006, el Landmine Monitor visitó el Valle de la Luna y San Pedro de Atacama en la región II, donde en 2005 existían grandes deficiencias en materia de marcado, específicamente en una tubería del gas en el Valle de la Luna y alrededor de una carretera en San Pedro de Atacama. Los campos de minas al lado de la tubería del gas y de la carretera fueron cercados y marcados correctamente con carteles en español e inglés.
En la reserva nacional de Valle de la Luna, el Landmine Monitor visitó un área minada con un guardabosques del parque el cual comento que los guardabosques estaban enterados de las zonas peligrosas y constantemente realizabna acciones tendientes a mantener alejados a los visitantes de esas áreas. El Landmine Monitor confirmó que el área está cercada y con las señales de peligro.

El 1 de octubre de 2005, durante operaciones de desminado en la región I de Tambo Quemado, un ingeniero desminador fue herido después de detonar una mina AP en el campo de minas número dos. El accidente fue confirmado por Chile en la sexta reunión de los estados partes. La causa exacta del accidente seguía siendo confusa en junio de 2006; se sabe qué el suboficial caminó sobre un área en la cual él había utilizado ya un detector de la mina sin novedad.

El 1 de febrero de 2006, después de una investigación y de la reinstrucción del personal, se reiniciaron las operaciones de desminado en Tambo Quemado. El informe 2006 de Chile indicó que las nuevas medidas “técnicas” especiales y extraordinarias fueron implementadas al reiniciarse las operaciones para “reducen al mínimo los riesgos que corren los desminadores” por ejemplo, las minas no se destruyen in situ; una vez que se las ha encontrado y retirado se las destruyen todas juntas en otro sitio.

Para el día 30 de abril de 2006, la mitad de las minas en Tambo Quemado había sido limpiadas: 1.269 minas AP y 404 minas AT habían sido destruidas. Las operaciones en el parque nacional Llullaillaco iniciadas en febrero de 2006 para junio, cuatro de los seis campos de minas fueron limpiados, dando como resultado la destrucción de 1.440 minas AP y 289 minas AT. Se esperaba que los dos restantes fueran terminados en septiembre, pues las condiciones climáticas lo permitan.

En agosto de 2004, Chile y Argentina anunciaron que examinarían de manera conjunta el mínimo de minas que necesitaba cada país, con el fin de establecer la cantidad mínima según los planes reales para entrenamiento y desarrollo, y no según la cantidad máxima a mantener[7]. Hicieron circular un documento no oficial (con fecha 26 de julio de 2004) en la Primera Conferencia de Revisión, preparatoria para la reunión de Ginebra realizada el 24 de septiembre de 2004.

Producción y Uso

Chile es un ex productor, exportador, importador y usuario de minas antipersonal. Tanto FAMAE (Fábricas y Maestranzas del Ejército) como la empresa privada Industrias Cardoen fabricaban minas terrestres[. Chile ha informado sobre la producción de al menos seis tipos distintos de minas antipersonal: las minas MAPP 78-F2 y MAPT 78-F2, ambas fabricadas por FAMAE en 1981; las minas MOD I (manufacturada en 1979), II (1980), IEC II y M-178, fabricadas por Cardoen. Además, según los informes, Chile fabricaba la mina antivehículo M-19 y la mina de fragmentación direccional del tipo Claymore M-18 y, según una fuente, Cardoen fabricaba la mina de fragmentación U/I. Sin embargo, ninguna de estas minas se encuentra en las listas de los informes del Artículo 7.

Chile ha declarado que detuvo la producción y exportación de minas en 1985. El 26 de abril de 1999, el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Mariano Fernández Amunátegui, firmó una declaración oficial que imponía una moratoria unilateral sobre la producción, exportación y uso de nuevas minas antipersonal. A pesar de la poca información sobre los recipientes o los tipos de minas antipersonal que Chile producía y transfería, la transparencia de los informes del Artículo 7 ha proporcionado nueva información. Por ejemplo, en marzo de 2000, Ecuador declaró que tenía un arsenal de 101.458 minas antipersonal chilenas. En 1975, Chile importó desde los Estado Unidos 300.000 minas antipersonal M-14. Según el informe del Artículo 7, Chile importó minas antipersonal M-35 de Bélgica.

En los años 70 y 80, Chile sembró minas terrestres a lo largo de sus fronteras con Argentina, Bolivia y Perú en las regiones I y II al norte, V Región en la zona central, y en la XII Región al sur del país. Antes de destruir sus minas antipersonal, Chile poseía un arsenal de 305.464 minas. El Ministerio de Defensa emitió por primera vez cifras oficiales de minas almacenadas durante la preparación de la destrucción de un arsenal en agosto de 2002.

Durante la Quinta Reunión de Estados Parte, realizada en septiembre de 2003, Chile anunció que había completado la destrucción de su arsenal de minas antipersonal en agosto 2003, es decir, más de dos años y medio antes de que se cumpliera el plazo establecido por el tratado (marzo de 2006). En noviembre de 2000, se inició un proceso que comprendió varias etapas, donde se destruyeron 299.219 minas y la mayor parte de las éstas (206.831) fueron destruidas en 2003.

El 6 de noviembre del año 2000, Chile destruyó las primeras dos mil minas antipersonal M16. Luego, el 13 de septiembre de 2001, se destruyeron otras 14.000 minas. El 27 de agosto de 2002, se destruyó el arsenal completo del ejército para la I Región de 76.388 minas antipersonal; este evento se realizó en los campos de entrenamiento militar de Pampa Chaca y asistieron el Presidente Ricardo Lagos y la Ministra de Defensa, Michelle Bachelet.
En mayo de 2003, se destruyó, en dos eventos, la totalidad del arsenal existente en la Patagonia (regiones XI y XII), es decir, 109.058 minas antipersonal. El 8 de mayo de 2003, el ejército destruyó 36.458 minas antipersonal en los campos de entrenamiento militar Las Bandurrias en Coyhaique, XI Región. El ejército y la armada destruyeron en conjunto 72.600 minas antipersonal en los campos de entrenamiento militar Entre Vientos en Punta Arenas, XII Región; esta acción se realizó durante diez días y culminó el 9 de mayo de 2003 con una ceremonia a la que asistieron la Ministra de Defensa, diplomáticos, representantes de la OEA y el investigador de Landmine Monitor.

En agosto de 2003, se destruyeron las últimas 97.733 minas antipersonal en cuatro eventos distintos. El 19 de agosto del mismo año, el ejército destruyó 12.561 minas y el Comando del Instituto Militar destruyó 1.984 en los campos de entrenamiento de Río Colorado en la Región Metropolitana (Santiago). El 21 de agosto del mismo año, el ejército destruyó 7.383 minas en los campos de entrenamiento de Pampa Chaca, a las afueras de Arica, I Región. Esta misma institución destruyó 4.596 minas y la cuarta división hizo lo mismo con 12.057 en el tercer evento de destrucción, realizado el 21 de agosto de 2003, en los campos militares de Unihue, cerca de Cauquenes, VII Región. El 25 de agosto de 2003, el ejército destruyó 59.192 minas (119 eran M-35 de Bélgica y 59.073 eran M-14 de Estados Unidos) en Santa Cruz, Calama, II Región, en el último evento de destrucción, al que asistieron la Ministra de Defensa, el comandante en jefe del ejército, Juan Emilio Cheyre, autoridades locales y representantes de organizaciones internacionales y de la sociedad civil.
Chile ha señalado que calcula tener un emplazamiento de 123.443 minas en 37 sitios distintos en todo el país, en las regiones I y II (en la zona norte del país), en la V Región (zona central) y XII Región (en el sur).Según estimaciones previas, el número de minas sembradas a lo largo de las fronteras del país varía entre 250.000 y un millón, dependiendo de la fuente.
En el informe del Artículo 7 de septiembre de 2002 se informó el emplazamiento de 90.963 minas en tres sectores de la I Región (Tarapacá), 23.867 minas en 23 sectores de la II Región (Antofagasta), 8.490 minas en diez sectores de la XII Región (Magallanes), incluyendo siete sectores en cinco islas y 456 en el sector de Valparaíso, en la V Región. Las minas en las regiones I, II y V, se sembraron entre los años 1973 y 1980 y las de la XII Región, en 1981 y 1983. Los informes del Artículo 7 especifican el tipo de minas y la cantidad de éstas en cada sector, pero no la extensión de las zonas minadas. El ejército ha informado sobre la existencia de un total de 293 campos minados, situados en las Regiones I, II y XII, que podrían afectar a 17 municipalidades, incluyendo a tres centros urbanos en el norte, como Antofagasta, Arica y Calama.

Existen diversas opiniones sobre si es cierto o falso el hecho de que las minas sembradas cambian de lugar con el tiempo, debido a condiciones climáticas como, por ejemplo, lluvias copiosas. El Secretario Ejecutivo de la CNAD señaló que el único lugar de Chile donde las minas pudieran haber cambiado su posición, es en la Quebrada de Escritos, una quebrada en la frontera con Perú, en la I Región; por esta razón, todo el perímetro de la quebrada está cercado, no sólo el sector del campo minado. El Comandante en Jefe de la primera división ha determinado, basándose en los informes, que las minas podrían llegar a desplazarse hasta uno o dos kilómetros a causa de las fuertes lluvias y aludes que son comunes durante el invierno boliviano (entre diciembre y marzo).

Aún cuando no se ha realizado ninguna evaluación exhaustiva ni sistemática para determinar la magnitud del problema de las minas en Chile o el impacto que puedan tener en las poblaciones civiles situadas en zonas minadas, Landmine Monitor ha llevado a cabo una investigación en terreno desde febrero de 2001 en el norte y sur del país que proporciona, parcialmente, una estimación del impacto.

Pero no todas son buenas noticias, ya que –increíblemente- hay voces en Chile que critican la política chilena de desminado de las fronteras, para quienes estén interesados en esta posición aconsejo leer un artículo (la dirección Web figura entre las fuentes citadas) el cual comienza de la siguiente manera: “… LA POLÍTICA DE DESMILITARIZACIÓN Y DESMINADO FRONTERIZO, ADEMÁS DE LA APERTURA Y LA PERMEABILIDAD DE LAS FRONTERAS EN UN VECINDARIO DONDE SE ENCUENTRAN TRES DE LOS PAÍSES MÁS INESTABLES Y CORRUPTOS DEL MUNDO (SIC) -SEGÚN DATOS CONFIRMADOS DE TRANSPARENCY INTERNATIONAL- CONSTITUYE UN VERDADERO SUICIDIO LENTO DE PARTE DEL ESTADO DE CHILE, QUE HA PERMITIDO LA PROLIFERACIÓN DE UNA SERIE DE MALES EXPORTADOS DESDE NACIONES VECINAS, COMO EL NARCOTRÁFICO, EL CONTRABANDO DE ARMAS, LA INFLUENCIA DE CONFLICTOS EXTERIORES AJENOS, LA INMIGRACIÓN ILEGAL Y LAS REDES DE MAFIAS INTERNACIONALES OPERANDO EN EL TERRITORIO. A PESAR DE TODO, CUALQUIER RECLAMO PIDIENDO CORREGIR ESTAS DEFICIENCIAS SUELE SER TILDADO INSTANTÁNEAMENTE DE XENOFOBIA O AISLACIONISMO POR VOCES HISTÉRICAS DE DETERMINADOS GRUPOS POLÍTICOS PROFUNDAMENTE COMPROMETIDOS CON LOS INTERESES DE ESTA PRETENDIDA "INTEGRACIÓN FRONTERIZA…” Bueno, este párrafo me exime de comentarios ya que estos señores suponen que minando las fronteras estarán a salvo de la inmigración ilegal, de la droga, las mafias, etc. Una actitud retardataria y censurable, pero totalmente minoritaria ya que no es representativa de la actitud del gobierno de Chile quien ha realizado importantísimos esfuerzos en las tareas de desminado.

Minas del Ejército Chileno

Mina (AT) M-19

Mina (AP) M-16

Mina (AP) M-14

Mina (AT) M6A1

Mina M2A4 (AP)


Campos Minados y sus Efectos



Land Rover destruido por minas. La mujer que lo manejaba perdio ambas piernas.



Creo que debemos destacar la clara, decidida y transparente tarea de la hermana República de Chile en materia de desminado de las fronteras.
Todo parece indicar que las viejas historias sobre corrimiento de hitos geográficos y minado en torno a los mismos, es historía pasada y sepultada. En Horabuena.
 
Análisis – Conclusión

A lo largo de los años realice la misma pregunta: ¿A que le temes más en el campo de batalla? La respuesta fue siempre la misma: -pisar una mina. A lo que muchos agregaban: -y sobrevivir…

El factor psicológico que producen las minas terrestres es casi tan decisivo como su propio poder letal. Tengamos en cuenta que un solo cartel que rece una intranquilizante frase compuesta por una sola palabra: “Mines” es capaz de detener por horas el avance de toda una división, y que tal vez solo se trate de un inteligente ardid, ya que el campo minado puede no existir, pero el solo hecho de evocar su posible presencia es mas que suficiente para parar en seco al mejor y mas motivado infante. Esto es algo inusual, es decir, la capacidad de un arma de surtir efecto en el enemigo independientemente de su presencia real o imaginaria, capacidad solo compartida por el fantasma nuclear.

La utilidad táctica de esta arma es indiscutida, su función principal: detener el avance del enemigo, obstaculizar. Su función estratégica: negación de terreno. Una zona minada es un territorio inseguro, no del todo conquistado. No se trata de una tierra de nadie, es una zona acotada que una fuerza militar ha decidido ex profeso negársela al enemigo. Quien mina decide donde hacerlo, donde decirle al enemigo: “por aquí no”. Esa zona “sigue ocupada”. No se lo puede utilizar en beneficio propio y se deben destinar recursos humanos para despejar y asegurar la zona, tarea nunca exenta de accidentes fatales y tarea por lo más lenta y agotadora.

Si bien hoy día existen equipos militares de desminado que aseguran un alto grado de efectividad y garantizan la protección y supervivencia de sus operadores humanos, como son el M58A3 montados sobre vehículos M113 o el MK154 Mine Clearance Launcher del Cuerpo de Marines montados sobre vehículos anfibios AAVP7A1 y basados sobre el sistema limpiaminas MK-14, estos equipos solo son utilizados a nivel de división, y difícilmente sean utilizados (por razones operativas y de disponibilidad de estos equipos en el campo de batalla) para despejar un paso a través de un bosque o del delta de un río. Si bien también se han implementado recientemente equipos manuales de lanzamiento de cordones explosivos ( o el uso de los viejos torpedos Bangalore), la sola utilización del citado elemento ya elimina cualquier efecto sorpresa en el avance poniendo sobreaviso al enemigo, amen de la poca distancia que despejan estos equipos.

Las fuerzas militares saben hacer uso de las minas y, pese a lo que uno podría pensar en primer término las minas no solo desempeñan una función exclusivamente defensiva sino que también pueden ser utilizadas en función ofensiva. Me refiero a la “siembra” de minas durante la evolución misma de una batalla, a través de elementos aeromóviles, mecanizados o a través de lanzadores múltiples (como el norteamericano M87A1 vulcano) o de proyectiles de artillería. Mediante estos medios se puede cerrar las vías de escape del enemigo, cortar sus líneas de abastecimiento, aislar compañías separadas del cuerpo principal, o redirigir el avance del enemigo hacia una posición desventajosa o hacia una emboscada. Este tipo de uso fue empleado ampliamente por el ejército rojo durante la batalla de Kursk en donde la doctrina de minas del cuerpo de ingenieros sovieticos se baso en una actitud proactiva respecto de la utilización de campos minados llevando a éstos ahí en donde los alemanes se disponían a avanzar. Los rusos crearos los llamados “destacamentos móviles de obstáculos” los cuales, provistos de camiones americanos Dodge, desplazaban equipos de ingenieros para minar los caminos por donde los alemanes se disponían a avanzar, actuando a pocos kilómetros del frente alemán y con minutos de ventaja, los rusos prácticamente colocaban minas frente a los panzer que avanzaban. “Los Destacamentos Móviles de Obstáculos podían trasladarse rápidamente a cualquier punto amenazado. Ya que colocaban minas en el sendero de los alemanes en avance, las minas eran mucho más efectivas que las colocadas antes de la batalla. El concepto fue un rotundo éxito durante la Batalla de Kursk. La generalización del General Tsirlin que dos tercios de los tanques enemigos destruidos por los campos de minas explotaron en los campos de minas colocados durante la batalla fue citada por generaciones de escritores militares soviéticos. Así, el concepto de crear Destacamentos Móviles de Obstáculos para colocar minas delante de un enemigo avanzando se convirtió en parte permanente de la doctrina de ingenieros soviética”. *

Creo que por las ventajas tácticas ya expuestas las minas terrestres seguirán habitando los campos de batalla del mundo por largo tiempo. Ningún ejército que busque conquistar la victoria estará dispuesto a negarse a utilizar esta arma si no esta completamente seguro que el enemigo no hará lo propio, y en medio de un conflicto bélico no se dan las mejores circunstancias para confiar en el otro o para “acuerdos de caballeros”. Por otra parte las organizaciones armadas no estatales, revolucionarias o paramilitares no estarán dispuestas a renegar de una elemento que resulta tan útil a sus fines, ya sea para emboscar a las fuerzas regulares o para obstaculizar el avance a través de senderos que conduzcan a sus campamentos en la jungla.

Creo que lo que se debe buscar es limitar por todos los medios los daños que las minas terrestres ocasionan a los civiles. Para ello se deberían seguir y respetar a rajatabla el lo estipulado en el Protocolo II de la Convención de Ginebra vigente desde el año 1981, me refiero a el correcto mapeo de los campos minados y al retiro de las mismas al término del conflicto. Debe existir una responsabilidad por parte de quien mina una zona de retirar las minas tras el conflicto liberando la zona de todo peligro, a su vez, debe hacerse responsable por los daños que pudieran ocasionar a la población civil. Concluido el conflicto las partes intercambian los mapas que detallan la disposición y método de minado, existencia o no de mecanismos antimanipulación, y técnica de minado utilizada.

El problema inherente de esto es que durante un conflicto las partes no suelen planificar con antelación las áreas a minar ni realizar mapas detallados de los mismos, más bien existe mucho espacio para la improvisación y para el despliegue de armas sin que se asiente su posición o número exacto. A este problema se le suma el que los mecanismos de minado automáticos, ya sea de lanzamiento múltiple, artillería o aerotransportados, lanzan sus minas en patrones aleatorios sobre extensas áreas, ya que han sido diseñados para que no sea predecible la ubicación de las minas, dificultando intencionalmente su localización o marcado.

En conclusión, si bien existe un amplio consenso mundial sobre los “daños colaterales” del uso de las minas terrestres: daños humanos y económicos, y la necesidad de lograr implementar medidas concretas tendientes a garantizar y universalizar el “desminado humanitario”; y si bien se han implementado importantes medidas tendientes a la erradicación de las minas antipersonal, a lo que se suman señales alentadoras como las manifestadas por la nueva política sobre minas terrestres implementada por EEUU a partir del año 2004**, las ventajas tácticas ofrecidas por las minas terrestres, máxime cuando estas armas son ampliamente utilizadas por fuerzas irregulares en todo el mundo que no reconocen ni respetan ningún tipo de regulación internacional, trae aparejado como consecuencia directa la presencia entre nosotros de las minas terrestres por un largo tiempo. Se calcula que existen actualmente entre 60 y 90 millones de minas sembradas y en condiciones de explotar, convirtiéndose en una letal y silenciosa amenaza que afecta la vida de millones de potenciales víctimas inocentes, principalmente niños y campesinos.

** Estados Unidos no ha adherido el Tratado de Prohibición de Minas. De acuerdo a una nueva política de minas expedida en febrero de 2004, “Estados Unidos no hará parte de la Convención de Ottawa porque sus términos requerirían la renuncia a una capacidad militar necesaria.” La política también señala que “las minas todavía tienen un rol válido y esencial en la protección de las fuerzas estadounidenses en operaciones militares... ninguna otra arma que actualmente exista provee todas las capacidades de las minas.” Sin embargo la nueva política de minas de EEUU reorienta el enfoque anterior (sólo minas antipersonales) hacia un enfoque amplio que cubre las minas antipersonales y las minas antivehículos; además, clasifica las minas de acuerdo a su vida útil o duración: “Estados Unidos se ha comprometido a eliminar de su arsenal todos los tipos de minas durables.” El uso de cualquier tipo de mina, antipersonal o antivehículo, que se autodestruya y se autodesactive está permitido indefinidamente sin ninguna restricción geográfica. El uso de de minas antipersonales autodestruibles está permitido hasta 2010, pero sólo en Corea. El uso de minas antivehículos no autodestruibles será permitido globalmente hasta 2010, pero sólo por autorización presidencial. El uso de minas de bajo contenido metálico (no detectables) y no autodestruibles fue prohibido el 3 de enero de 2005.

Concluyendo, las minas anti-personal son armas de doble filo, que no discriminan entre un soldado propio o enemigo, y que terminado el conflicto pueden permanecer activas durante décadas, convirtiéndose en amenazas veladas y letales. Las heridas que causan las minas son de las más terribles del campo de batalla. Son sucias y están contaminadas con fragmentos de metal, plástico y jirones de tela, el cóctel necesario para una infección segura. La víctima puede morir al ser interesados órganos vitales o por la perdida masiva de sangre. Los daños característicos de las minas Anti-Personal son: mutilación de miembros inferiores desde los puntos de menor resistencia de los miembros, es decir a la altura de las articulaciones, generalmente se desprende el miembro desde la rodilla; quemaduras de tercer grado en miembros inferiores, tronco, miembros superiores y rostro; explosión de vejiga; mutilación y perdida de órganos sexuales (testículos y pene en hombres) y compromiso del aparato reproductor femenino en mujeres (ovarios, útero); lesiones abdominales con compromiso de intestino, páncreas, vaso y riñones (estas lesiones son generalmente mortales); mutilación de miembros superiores, generalmente desde los hombros, quemaduras en rostro, compromiso maxilo-facial con desfiguración de rostro, pérdida de la visión por estallido de globos oculares y desprendimiento; perdida de la audición o serio deterioro por compromiso del oído interno; daños y trastornos psicológicos crónicos. Las principales víctimas son civiles, niños y campesinos, con el agravante de que dada su condición social, las posibilidad es de atención, rehabilitación y reinserción laboral son escasas. Además, de producirse, como generalmente ocurre, en zonas rurales, la falta de atención médica inmediata es una condena a muerte segura. Por los daños y sus terribles consecuencias humanitarias y sociales, es un compromiso ético y moral ineludible detener la producción, comercialización y uso de las minas-antipersonal.

FUENTES CONSULTADAS
http://www.claymore.com/
http://www4.army.mil/ocpa/searchresults.php?q=landmine
http://www.colombiasinminas.org/
Monitor de Minas Terrestres Informe 2006 Colombia
Landmine Monitor Report 2006
http://www.icbl.org/lm/ (Landmine Monitor –excelente Web toda la información-)
http://www.icbl.org/lm/2005/usa.es.html
*Operaciones de Minado y Contraminado en la Batalla de Kursk. Andrew Remson
http://www.icrc.org/web/spa/sitespa0.nsf/htmlall/5tdl6e?opendocument (Cruz Roja Internacional Protocolo II sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Minas, Armas Trampa y Otros Artefactos)
http://www.camdipsalta.gov.ar/latitudcero/articulos/minado.htm (Minas en la frontera argentina-chilena Informe Diario El Tribuno Salta)
http://www.clarin.com/diario/1999/08/17/t-00801d.htm
http://www.la-razon.com/versiones/20060301_005467/nota_249_254258.htm
http://www.clarin.com/diario/1997/09/08/t-01101d.htm
http://www.soberaniachile.cl/norte4.html (artículo publicado por la asociación chilena CORPORACION DE DEFENSA DE LA SOBERANIA quienes consideran como negativa la política chilena de desminado)
www.mech.uwa.edu.au/jpt/demining/info/mines.html
www.disarmament.un.org (Cuadros del Ejercito Chileno especificando Tipo de Mina, número y ubicación)



MAPA DE LOS ESTADOS MIEMBROS AL TRATADO DE OTAWA
 
EEUU y sus minas terrestres

El Pentágono planifica una nueva generación de minas terrestres para matar mejor al prójimo
por Isaac Baker*, Human Rights Watch*

La administración Bush planea reanudar la producción de sistemas de minas antipersonales terrestres en una iniciativa adversa para la comunidad internacional y contraria a la anterior política de EEUU, según Human Rights Watch (HRW), la principal organización de derechos humanos de ese país.
Las minas antipersonales terrestres son lanzadas y diseminadas frecuentemente desde aviones militares en vuelo.
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Ver los otros artículos del Proyecto censurado.

Casi todas las naciones han suscrito el acuerdo de prohibición global de minas antipersonales. En 1994, EEUU requirió “la eliminación eventual” de todas esas minas y en 1996, el presidente Bill Clinton dijo que EEUU habría de “buscar un acuerdo mundial lo más pronto posible para acabar con el uso de todas las minas antipersonal”. EEUU produjo sus ultimas minas antipersonales en 1997. Ése fue el objetivo declarado por el gobierno norteamericano para unir a los 145 países signatarios del futuro Tratado de Prohibición de Minas de 1997, que prohíbe el uso, la producción, exportación y almacenamiento de minas antipersonales.

Sin embargo, en febrero de 2004 la administración Bush dio una media vuelta en la política estadounidense de minas terrestres antipersonales, cuando abandonó cualquier idea de unirse al Tratado de Prohibición de Minas, conocido también como la Convención de Ottawa. "Estados Unidos no se unirá a la Convención de Ottawa porque sus condiciones nos habrían exigido que abandonáramos una capacidad militar necesitada", anunció la Oficina de Política Militar del Departamento de Estado, mientras la administración asumía una nueva política: "Estados Unidos continuará desarrollando sin persistencia minas anti-personal y minas terrestres antitanque”.

HRW reportó que “las nuevas minas terrestres norteamericanas tendrán dos maneras de iniciar su detonación: un soldado podrá decidir cuándo hacer explotar la mina o la tradicional activación que realiza la propia víctima. El Tratado Internacional de Prohibición de Minas” no permite minas diseñadas para explotar por presencia, proximidad o contacto con una persona, es decir, la activación por la propia víctima.

Para eludir a la oposición internacional, el Pentágono se propone desarrollar el "Sistema Araña”, que consiste en una unidad de control capaz de monitorear a distancia las municiones desplegadas en un área unidas a una red de alambres finos. Una vez que la telaraña de alambres envía información, el sistema de control permite que un operador active los mecanismos. El Sistema Araña, sin embargo, posee "una característica de invalidación del campo de batalla" que permite una activación por el blanco, o sea, por la víctima.

Foto arriba: campo minado en Colombia.
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Un informe del Pentágono al Congreso explicó: “La activación por blanco es la capacidad del software de habilitar la munición requiriendo la acción de un operador para iniciar la detonación, pero la munición puede ser detonada por el blanco. El jefe, la junta de jefes de personal y los jefes de servicio, usando su mejor juicio militar, sienten que sin esta característica del sistema que requiere la intervención del hombre no se resolverían adecuadamente las condiciones operacionales tácticas y las contramedidas electrónicas”.

Otro negocio para la industria de la muerte
El ejército de EEUU gastó 135 millones de dólares entre los años fiscales 1999 y 2004 para desarrollar la Araña y pidió otros 11 millones para completar su investigación y desarrollo. Se presupuesta un total de 390 millones de dólares para producir 1.620 Sistemas Araña y 186.300 municiones. Según documentos del presupuesto liberados en febrero 2005, el Pentágono pidió 688 millones para seguir adelante la investigación y 1.080 millones para la producción de nuevos sistemas de minas terrestres entre los años fiscales 2006 y 2011.

Steven Goose, Director de la División Brazos de HRW, dijo al Proyecto Censurado que el Congreso solicitó al Pentágono un informe sobre las consecuencias humanitarias que se “atropellan en el campo de batalla” con la activación de estas municiones por la víctima para revisarlo antes de aprobar los fondos. Aunque la entrega del documento estaba fijada para diciembre de 2005, hasta junio de 2006 el Congreso no había recibido este informe preliminar del Pentágono.

Si la araña sigue adelante, o similares sistemas de munición de las minas, se viene encima un precedente aterrador. En el mejor escenario, los 145 países signatarios de la Convención de Ottawa deberían aplicar el Tratado, que prohíbe ayudar operaciones en militares comunes en las que se estén utilizando minas terrestres. En el caso peor, la producción de EEUU legitimaría la reasunción internacional de la proliferación de minas terrestres.

Steven Goose advirtió: “Si no se insiste en una prohibición que comprenda todos los tipos y usos de minas anti personales, cada nación podrá exigir justificaciones y requisitos únicos”.

Actualización de Isaac Baker
Las minas terrestres son armas horroríficas. Y, naturalmente, las escasas noticias veraces en los medios sobre el terror que infligen sobre los seres humanos –principalmente civiles– son ríspidas y perturbadoras, especialmente cuando el propio gobierno es el responsable. Y esta historia periodística sobre la reanudación de su fabricación no hizo muchos titulares, dado el típico servicio que prestan al poder los grandes medios de comunicación.

Pero las ramificaciones potenciales de la reasunción gobierno de EEUU de la producción de minas terrestres son abrumadoras. Y puesto que el ciudadano norteamericano medio no puede disponer de muchos medios para informarse de las cosas horrificas que está haciendo su gobierno, la gente interesada debe asumir sobre sí misma la tarea de poner en su lugar a su gobierno.

Todos deberíamos preguntarnos: ¿Deseamos que nuestro gobierno –un cuerpo que teóricamente nos representa a nosotros, el pueblo– esté gastando millones sobre millones de dólares en estas armas destructivas? ¿Nos quedaremos cómodamente sentados permitiendo que nuestro gobierno produzca armas que matan y mutilan civiles? ¿O nos uniremos y haremos saber al poder que nosotros no aceptaremos este descuido grueso por la vida humana y la opinión internacional?

Es nuestra responsabilidad parar los abusos de poder en nuestro país. Y si no enfrentamos a nuestro gobierno en esta cuestión, creo que la sangre de los inocentes manchará en todos nuestras manos.

Para más información sobre cómo involucrarse en esta tarea, por favor visita:

http://www.hrw.org y http://www.banminesusa.org o http://www.icbl.org.

Isaac Baker
Isaac Baker, especializado en derechos humanos y crítica a la manía guerra de la elite gobernante estadounidense, escribe para la agencia de noticias Inter Press Service (IPS). Sus artículos suelen reproducirse en otros medios electrónicos progresistas, tales como http://www.commondreams.org/. El original de su artículo puede leerse en http://www.antiwar.com/.


Human Rights Watch
Human Rights Watch es una organización dedicada a la protección de los derechos humanos alrrededor del mundo, apoyando víctimas y activistas. Fue fundada en Helsinki en 1978, tiene sedes en EEUU y en varios países, se declara independiente, no gubernamental, apoyada por contribuciones privadas individuales y de fundaciones. Asegura que no recibe fondos de gobiernos directa ni indirecamente. Mayor información en su página web: www.hrw.org
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Tres Millones De Minas Antipersonales Quedan En Territorio De Argelia

En el suelo de Argelia todavía se encuentran tres millones de minas antipersonales que representan un enorme peligro para la población, ha declarado a la prensa Jamal Uld Abbas, ministro de Empleo del Gobierno argelino. Es el remanente de 11 millones de minas colocadas por el Ejército colonial francés en el período de 1954 a 1962, durante la guerra de la independencia. La guerra de independencia de Argelia (también llamada Guerra de Argelia o Guerra de Liberación de Argelia) tuvo lugar entre 1954 y 1962 y fue un período de lucha del Frente de Liberación Nacional de Argelia (FLN) apoyado por habitantes originales del país en contra de la colonización francesa establecida en Argelia desde 1830. La guerra terminó con el reconocimiento, por parte de Francia, de la independencia de Argelia el 5 de julio de 1962.

de espejo aeronautico
 

Leutnant

Colaborador
Colaborador
Thunderbird dijo:
lanzen los monos antiminas!

No pueden, estan en servicio en Irak!

Saliendo del humor, bastante penoso esto de las minas terrestres en Argelia. ¿Francia no se hace cargo?

Saludos!!!
 
Si Teniente, como lo escuchas, actualmente hay un modelo operativo y nada menos que esarrollada por el laboratorio norteamericano de Los Alamos. Utilizan abejas para detectar explosivos basandose en sus facultades olfativas y, al igual que con los perros de narcóticos, a través del condicionamiento plavloviano. Vinculan en el cerebro del insecto la prescencia de una traza de explosivos, y al accionar un pequeño pulsador con su cabeza, la abeja recibe una recompensa compuesta por un liquido dulce.

Lo más loco es que el aparatejo detector funciona "con un cargador de abejas" en donde hay varias "en red", para incrementar la eficacia.

Lo próximo es utilizar un tipo de abejas especialmente dociles, que no tienen aguijon, también entrenadas, se las largaría libremente por ejemplo en un aeropuerto y las mismas, al detectar la presencia de explosivos se pararían sobre el bulto sospechoso alertando a los instructores humanos, que tal... Eso es ciencia.

http://www.tendencias21.net/Utilizan-abejas-para-detectar-explosivos_a1274.html
 

MIGUEL

REGENTE DE LAS TIERRAS ALTAS
Colaborador
Che...!!! y si mandamos a nuestros nunca bien ponderados e insignes piqueteros, con la promesa de sueldo, aguinaldo cada tres meses, casa, comida y pilcha y vacaciones cada vez que despejan un campo minado completo...?

Atte.-
Miguel
 
pobres ratas y abejas che, porque tiene que pagar por los errores nuestros?, yo mandaria a los comandantes de cada batallon a detonar las minas...
 

Comrade

Colaborador
Colaborador
La idea seria enviar animales despreciables que no merezcan compartir la tierra con las demas especies.
 
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