En los próximos meses estará dando sus primeros pasos la Guardia Nacional Republicana, nueva entidad de lucha contra la delincuencia creada en el Presupuesto quinquenal. El gobierno ultima el proyecto que la reglamentará la propuesta de la nueva fuerza.
Subsecretario Jorge Vázquez. El gobierno remitirá al Parlamento el proyecto antes del 1º de marzo. El Poder Ejecutivo remitirá antes que se levante el receso parlamentario un proyecto de ley en el que incluirá la reglamentación de las funciones y competencias de la Guardia Nacional Republicana; un cuerpo de élite creado a partir de la fusión de los grupos Coraceros y Republicana y que se plasmó en el Presupuesto Nacional aprobado a fines de diciembre y el cual está en vigencia desde el pasado 1º de enero.
Voceros del gobierno señalaron a este diario que el presidente José Mujica manifestó su intención de concederle "prioridad" al proyecto de reglamentación de la Guardia Nacional, cuya creación fue incluida en la ley presupuestal y concebida para dar apoyo a la Policía en la tarea de la seguridad ciudadana en todo el territorio nacional.
Hoy, el ministro interino del Interior Jorge Vázquez, ajusta los detalles del proyecto que antes del 1º de marzo próximo el gobierno estará remitiendo al Legislativo para su sanción y que habilitará en sus funciones y competencias a la Guardia Nacional Republicana.
El senador de Alianza Nacional, Eber da Rosa, comentó a LA REPUBLICA que en su sector se está viendo "con mucha preocupación" los índices delictivos que se registran en la sociedad uruguaya pero que la demora en cuanto a la vigencia de la Guardia Nacional no es hasta el momento un elemento a analizar "ya que estamos dentro de los plazos razonables para que el nuevo grupo esté en funcionamiento".
Fue precisamente Alianza Nacional el sector que lanzó oportunamente la propuesta de creación de la Guardia Nacional.
A mediados del año 2009, el líder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga presentaba la iniciativa que, sin embargo, ha sufrido cambios sustantivos desde el momento en que fue puesta a consideración del gobierno actual como fruto de las negociaciones con la oposición, luego aceptada y posteriormente incluida en el Presupuesto Nacional con sus correspondientes cambios a la redacción original.
El cuerpo de élite no fue creado para sustituir a la Policía, "sino para respaldarla, para crear una cuarta arma en las fuerzas armadas, y a través de una ley que lo autorice especialmente y compatibilice la ley militar con la ley orgánica militar", manifestó el senador Larrañaga.
Dentro de la propuesta original se incluía la necesidad de contar con 2.000 efectivos que tuvieran "una fortísima actividad" en el marco del respaldo a la lucha contra el crimen para dar al país más seguridad. "Para hacer esto estamos pensando reclutar de la Armada, la Fuerza Aérea, del Ejército, en principio 2.000 efectivos para conformar esta guardia nacional", reclamaba oportunamente el líder nacionalista como así también la instalación de un destacamento en algún departamento del interior del país para así facilitar un rápido despliegue de efectivos en hipotéticas circunstancias de violencia.
Cuando la propuesta del nuevo estamento ingresó a su debate a nivel de los partidos políticos, el Frente Amplio manifestó sus reparos en cuanto a su viabilidad.
A nivel de la comisión sobre seguridad pública instalada a comienzos de la actual administración, el Partido Socialista y algunos otros sectores del Frente Amplio dejaron ver sus discrepancias sobre la oportunidad de crear un nuevo grupo de seguridad. Incluso mismo dentro del Partido Nacional, Alianza no conseguía entusiasmar del todo a sus correligionarios del Herrerismo.
En el Partido Colorado la creación de un nuevo grupo de élite no estaba dentro de sus prioridades políticas. A nivel de las organizaciones sociales que agrupan a policías y militares, la creación de una Guardia Nacional Republicana tampoco despertaba simpatías. Los círculos Policial y Militar rechazaban por razones estatutarias y de orígenes la vigencia de una fusión entre efectivos policiales y militares con el objetivo de apoyar en la lucha contra la delincuencia y el consumo de estupefacientes.
la republica
Subsecretario Jorge Vázquez. El gobierno remitirá al Parlamento el proyecto antes del 1º de marzo. El Poder Ejecutivo remitirá antes que se levante el receso parlamentario un proyecto de ley en el que incluirá la reglamentación de las funciones y competencias de la Guardia Nacional Republicana; un cuerpo de élite creado a partir de la fusión de los grupos Coraceros y Republicana y que se plasmó en el Presupuesto Nacional aprobado a fines de diciembre y el cual está en vigencia desde el pasado 1º de enero.
Voceros del gobierno señalaron a este diario que el presidente José Mujica manifestó su intención de concederle "prioridad" al proyecto de reglamentación de la Guardia Nacional, cuya creación fue incluida en la ley presupuestal y concebida para dar apoyo a la Policía en la tarea de la seguridad ciudadana en todo el territorio nacional.
Hoy, el ministro interino del Interior Jorge Vázquez, ajusta los detalles del proyecto que antes del 1º de marzo próximo el gobierno estará remitiendo al Legislativo para su sanción y que habilitará en sus funciones y competencias a la Guardia Nacional Republicana.
El senador de Alianza Nacional, Eber da Rosa, comentó a LA REPUBLICA que en su sector se está viendo "con mucha preocupación" los índices delictivos que se registran en la sociedad uruguaya pero que la demora en cuanto a la vigencia de la Guardia Nacional no es hasta el momento un elemento a analizar "ya que estamos dentro de los plazos razonables para que el nuevo grupo esté en funcionamiento".
Fue precisamente Alianza Nacional el sector que lanzó oportunamente la propuesta de creación de la Guardia Nacional.
A mediados del año 2009, el líder de Alianza Nacional Jorge Larrañaga presentaba la iniciativa que, sin embargo, ha sufrido cambios sustantivos desde el momento en que fue puesta a consideración del gobierno actual como fruto de las negociaciones con la oposición, luego aceptada y posteriormente incluida en el Presupuesto Nacional con sus correspondientes cambios a la redacción original.
El cuerpo de élite no fue creado para sustituir a la Policía, "sino para respaldarla, para crear una cuarta arma en las fuerzas armadas, y a través de una ley que lo autorice especialmente y compatibilice la ley militar con la ley orgánica militar", manifestó el senador Larrañaga.
Dentro de la propuesta original se incluía la necesidad de contar con 2.000 efectivos que tuvieran "una fortísima actividad" en el marco del respaldo a la lucha contra el crimen para dar al país más seguridad. "Para hacer esto estamos pensando reclutar de la Armada, la Fuerza Aérea, del Ejército, en principio 2.000 efectivos para conformar esta guardia nacional", reclamaba oportunamente el líder nacionalista como así también la instalación de un destacamento en algún departamento del interior del país para así facilitar un rápido despliegue de efectivos en hipotéticas circunstancias de violencia.
Cuando la propuesta del nuevo estamento ingresó a su debate a nivel de los partidos políticos, el Frente Amplio manifestó sus reparos en cuanto a su viabilidad.
A nivel de la comisión sobre seguridad pública instalada a comienzos de la actual administración, el Partido Socialista y algunos otros sectores del Frente Amplio dejaron ver sus discrepancias sobre la oportunidad de crear un nuevo grupo de seguridad. Incluso mismo dentro del Partido Nacional, Alianza no conseguía entusiasmar del todo a sus correligionarios del Herrerismo.
En el Partido Colorado la creación de un nuevo grupo de élite no estaba dentro de sus prioridades políticas. A nivel de las organizaciones sociales que agrupan a policías y militares, la creación de una Guardia Nacional Republicana tampoco despertaba simpatías. Los círculos Policial y Militar rechazaban por razones estatutarias y de orígenes la vigencia de una fusión entre efectivos policiales y militares con el objetivo de apoyar en la lucha contra la delincuencia y el consumo de estupefacientes.
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