Se trata del judío polaco Henryk Mandelbaum, quien falleció hoy a los 85 años.
Agencia EFE
El judío polaco Henryk Mandelbaum falleció hoy a los 85 años en Bytom (sur de Polonia), como último sobreviviente del grupo de presos obligados por los nazis a limpiar las cámaras de gas y hornos crematorios del campo de exterminio de Auschwitz.
Como recluso de dicho campo, Mandelbaum fue testigo directo de algunas de las mayores atrocidades cometidas en la historia moderna, entre ellas la muerte de 300.000 judíos húngaros en 1944, informó hoy la radio pública polaca al anunciar su fallecimiento, que se produjo el martes.
"Pensé que estaba en el infierno, tuve que limpiar las cámaras de gas y llevar los cuerpos a los hornos crematorios o hacer pilas y quemarlos fuera; fue horrible, nunca lo olvidaré", recordó hace algunos años, durante un encuentro con la prensa.
Con 21 años, Mandelbaum fue apresado por las tropas alemanas y conducido a Auschwitz, donde, a diferencia de la mayoría de los prisioneros, no fue ejecutado inmediatamente, sino destinado a labores de limpieza, un trabajo que, aunque cruel, acabó salvándole la vida.
Tras la liberación, continuó viviendo en Polonia, donde ofreció conferencias y lideró actividades para transmitir a los más jóvenes la barbarie que se vivió en el campo nazi, al que regresó en distintas ocasiones, como durante la visita del papa Benedicto XVI en 2006.
Se calcula que en las instalaciones de Auschwitz perecieron cerca de un millón y medio de personas, sobre todo judíos, aunque también fueron exterminados sistemáticamente gitanos y homosexuales, así como prisioneros de guerra soviéticos.
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El judío polaco Henryk Mandelbaum falleció hoy a los 85 años en Bytom (sur de Polonia), como último sobreviviente del grupo de presos obligados por los nazis a limpiar las cámaras de gas y hornos crematorios del campo de exterminio de Auschwitz.
Como recluso de dicho campo, Mandelbaum fue testigo directo de algunas de las mayores atrocidades cometidas en la historia moderna, entre ellas la muerte de 300.000 judíos húngaros en 1944, informó hoy la radio pública polaca al anunciar su fallecimiento, que se produjo el martes.
"Pensé que estaba en el infierno, tuve que limpiar las cámaras de gas y llevar los cuerpos a los hornos crematorios o hacer pilas y quemarlos fuera; fue horrible, nunca lo olvidaré", recordó hace algunos años, durante un encuentro con la prensa.
Con 21 años, Mandelbaum fue apresado por las tropas alemanas y conducido a Auschwitz, donde, a diferencia de la mayoría de los prisioneros, no fue ejecutado inmediatamente, sino destinado a labores de limpieza, un trabajo que, aunque cruel, acabó salvándole la vida.
Tras la liberación, continuó viviendo en Polonia, donde ofreció conferencias y lideró actividades para transmitir a los más jóvenes la barbarie que se vivió en el campo nazi, al que regresó en distintas ocasiones, como durante la visita del papa Benedicto XVI en 2006.
Se calcula que en las instalaciones de Auschwitz perecieron cerca de un millón y medio de personas, sobre todo judíos, aunque también fueron exterminados sistemáticamente gitanos y homosexuales, así como prisioneros de guerra soviéticos.