Así entrena la tripulación del submarino S-81
La dotación del 'Isaac Peral' afronta la recta final de su adiestramiento, que tendrá que certificar un grupo de expertos de la Armada antes de comenzar las pruebas de mar a principios del año que viene
La dotación del
submarino S-81 afrontará en breve su primera gran batalla: la certificación de su adiestramiento por parte de un grupo de expertos con alta experiencia en sumergibles de la Armada Española. Estos marinos de alta graduación tendrán que validar que la formación que adquieren los marineros, cabos, suboficiales y oficiales, desde mayo del pasado año, es la correcta y necesaria para comandar una de las naves con más carga tecnológica del mundo. Por ello han intensificado su formación durante los últimos meses, con cursos y maniobras usando la realidad virtual como base. Las operaciones las dirige el comandante de la tripulación, Juan Manuel Torrijos, de 52 años. El capitán de Corbeta lidera un equipo de quince submarinistas con amplia preparación, que se encarga de entrenar a la 'dotación de quilla' -la primera de un buque- del 'Isaac Peral'.
Este es el primer gran reto al que se enfrentarán los 40 submarinistas, -ocho oficiales, quince suboficiales y diecisiete miembros de tropa y marinería-. Por delante les quedan aún siete frenéticos meses de un complejo adiestramiento, centrado ahora en terminar de conocer cada uno de los equipos de los que está compuesta el arma submarina, atracada en los muelles de Navantia desde el pasado 7 de mayo, tras su puesta a flote. Para estas labores, el equipo humano del primer S-80 tiene a su disposición dos simuladores, que reproducen casi al cien por cien los sistema de control, operación y combate del sumergible. El realismo con la que son instruidos es tal que hasta los habitáculos en los que trabajarán han sido reproducidos con las mismas dimensiones que tienen en el interior de la nave.
Cámara de mando
El equipo consiste en un sistema avanzado que reproduce, en una cabina a escala 1:1, la banda de babor y crujía de la cámara de mando y control del submarino, con todas las consolas, paneles y elementos que componen el sistema.
La herramienta incluye, además, en la banda de estribor, los paneles de control local (virtuales) más relevantes para el manejo del buque. El equipo tiene capacidad para adiestrar a los alumnos en el manejo del submarino en todas las situaciones y condiciones de navegación posibles. El grado de entrenamiento es tan alto que se puede simular averías y fallos de los diferentes equipos y aparatos del buque. Incluso tiene la capacidad para aparentar el movimiento real y las situaciones de emergencia que requieran de las reacciones inmediatas de la dotación, algunas tan extremas como una fuga de agua.
«En total, hay más de 30.000 señales de las que hay que estar pendiente para que todo funcione a la perfección» explica el teniente de navío Salvador Martínez, jefe de logística de la Flotilla de Submarinos.
Al Simpla se le suma otro de las mismas características. Es el Simtac, que recrea escenarios tácticos con el empleo de armas y sensores. Este comenzó a acoger a los primeros submarinistas hace tres semanas. En él es impartido ahora el curso de Operación del Sistema de Combate, al que le seguirán otros más específicos sobre equipos de mantenimiento.
En la selección de la tripulación, la Armada ha tenido en cuenta perfiles de militares técnicos, preparados y con experiencia, pero también con juventud para asimilar bien la gran versatilidad técnica de los sistemas de plataforma y tácticos. «El principal reto ahora es que el personal de la dotación de quilla asimile adecuadamente la formación teórica, para asegurarnos de que están preparados para actuar ante cualquier emergencia con seguridad», explica el capitán de fragata Torrijos.
Hasta el momento el personal ha superado ya el 60% de los cursos y pruebas que tienen que pasar. Ahora afrontan la recta final de un proceso para el que han tenido que diseñar, según Torrijos, «un sistema de trabajo totalmente diferente e innovador el que se llevaba en un S-70». Una vez finalizada esta fase, comenzarán los ejercicios en el mar, ya a principios del próximo año. Estos se alargarán hasta diciembre o enero de 2023, cuando está previsto que el buque sea entregado oficialmente a la Armada.
La dotación del 'Isaac Peral' afronta la recta final de su adiestramiento, que tendrá que certificar un grupo de expertos de la Armada antes de comenzar las pruebas de m
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