Zapatero ofrece a EE UU aumentar su presencia militar en España
El Gobierno español propone acoger, en la base naval de Rota, al nuevo mando del Pentágono para África.-
"Todas las puertas están abiertas para usted", le dijo en enero el presidente al embajador de Obama.- Estados Unidos aún no ha decidido
IGNACIO CEMBRERO - Madrid - 07/12/2010
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se dio prisa en agradar al presidente Barack Obama cuando, hace casi dos años, se instaló en la Casa Blanca. Le ofreció de entrada reforzar su presencia militar en la base de Rota e incluso instalar allí el recién creado mando del Pentágono para África (AFRICOM).
Para Zapatero se trataba de cerrar cuanto antes la tensa etapa vivida con George Bush, de afianzar la relación con su sucesor demócrata con el que, se creía en Moncloa -lo resaltó públicamente la entonces secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín- existían muchas afinidades de todo tipo empezando por las ideológicas.
"Todas las puertas están abiertas para usted", le lanzó Zapatero a Alan Solomont, el nuevo embajador de EE UU en Madrid al que recibió por primera vez en Moncloa el 22 de enero pasado.
"He dicho a mi equipo que el embajador de EE UU en España y el representante personal del presidente Obama no es otro embajador más sino alguien especial", agregó.
"España está abierta a incrementar la presencia de EE UU en la base naval de Rota (Cádiz) para que sirva a los objetivos del AFRICOM", escribió Solomont en la nota que resume sus dos horas de audiencia con Zapatero.
El sexto mando militar regional del Pentágono
El AFRICOM es el sexto mando militar regional del Pentágono. Lo creó en 2007 y se consagra específicamente a África. Su sede provisional está en Stuttgart (Alemania). Lo manda el general William Ward y es operativo desde 2008. Su principal objetivo es ayudar a los ejércitos africanos a mejorar su eficacia y a coordinarse entre ellos y con EE UU para luchar contra el terrorismo, la piratería y el crimen organizado.
Tras hacer su ofrecimiento general, el presidente preguntó al embajador "si el Gobierno de EE UU seguía interesado en instalar el AFRICOM o uno de sus componentes" en Rota. La base de utilización conjunta de Rota es una de las opciones barajadas como sede del AFRICOM,
pero Washington no ha tomado aún una decisión.
Para EE UU Rota y Morón (Sevilla), la otra base compartida, son "plataformas estratégicas a mitad de camino entre EE UU y Afganistán e Irak", según su embajada.
Cada año, los aviones militares estadounidenses efectúan 4.000 vuelos en España y se registran 250 atraques en los muelles de Rota.
El entusiasmo de Zapatero no decayó durante la conversación. Concluyó la audiencia con el nuevo embajador
"describiéndose a sí mismo como un apasionado estudioso, desde hace largo tiempo, de la política (...)". "(...) sigue admirado y fascinado el escenario político norteamericano".
Intento de acercamiento a Bush
Antes incluso de que Obama llegase a la Casa Blanca, las bases conjuntas fueron utilizadas por el Gobierno español para intentar acercarse a la Administración de George Bush con la que tan malas relaciones mantenía desde la brusca retirada española de Irak en abril 2004.
En agosto de 2007, el entonces embajador de EE UU en España, Eduardo Aguirre, evocó, por primera vez, con sus interlocutores españoles "la posibilidad de colocar en Rota un componente del AFRICOM, el centro conjunto de operaciones de inteligencia", según recuerda él mismo en una nota confidencial redactada el 4 de junio de 2008, cuatro días antes de que el general Ward iniciase su primera visita a España.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, contestó poco después al embajador
"que tanto el presidente Zapatero como el ministro de Defensa, José Antonio Alonso [dejó el cargo en 2008], dicen que España acoge con entusiasmo el ser tomada en consideración para este proyecto".
El gabinete del secretario de Defensa de EE UU y la Junta de Jefes de Estado Mayor habían incluso indicado informalmente al embajador que "Rota es uno de los lugares que se toman en consideración para alojar la sede de AFRICOM" ahora provisionalmente en Stuttgart. "Creo", escribió Aguirre, "que España será receptiva a cualquier propuesta concreta que hagamos aunque albergar al cuartel general es un asunto de mayor calado político interno".
Recibido con entusiasmo en Madrid
El general Ward, el recién nombrado jefe del AFRICOM, fue recibido con entusiasmo en Madrid en junio de 2008. Tras escuchar la presentación del nuevo mando del Pentágono el entonces jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Félix Sanz Roldán, llegó a decirle:
"El éxito del AFRICOM será el éxito de España".
Los interlocutores españoles le preguntaron por sus intenciones con relación a Rota, a lo que Ward contestó que "la cuestión de la sede permanente del AFRICOM se deja para el futuro", según explicó Hugo Llorens, número dos de la Embajada de EE UU en la nota que informa a Washington de la visita del general.
Durante su estancia, Ward invitó además a España a participar en las maniobras militares Flintlock que organiza el AFRICOM en varios países del Sahel (Malí, Burkina Faso, Senegal, Mauritania) para mejorar la coordinación de la lucha antiterrorista contra la rama local de Al Qaeda. Su propuesta fue aceptada y
un grupo de oficiales y suboficiales españoles se desplazaron en secreto, la pasada primavera, a la zona para tomar parte en el ejercicio junto con otros militares europeos y de países africanos.
La participación española en Flintlock 10 se intentó mantener en secreto para evitar que la rama magrebí de Al Qaeda tomase represalias contra los dos rehenes catalanes -Roque Pascual y Albert Vilalta- que estuvieron hasta agosto en poder del grupo terrorista.
EE UU puso, por otra parte, a disposición del Gobierno español algunos medios de sus servicios de inteligencia para intentar localizar a los secuestrados en el norte de Malí. Zapatero le agradeció a Solomont esa ayuda que no sirvió de nada.
Para que AFRICOM gane en eficacia, el Pentágono mostró también su interés en que se amplíe la lista de puertos españoles en los que pueden atracar buques militares de propulsión nuclear. Ahora sólo son tres -Cartagena, Palma de Mallorca y Rota- a los que quiere añadir Tarragona y, sobre todo, Las Palmas. Por parte española no hay ninguna decisión tomada.
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El poderoso estatus de Chacón
Los informes revelan que Washington creyó que la petición española de elevar a tratado el convenio de las bases era fruto de un cálculo de la ministra para mejorar su imagen
MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid - 07/12/2010
"Carme Chacón sigue diciendo, pública y privadamente, que quiere que EE UU eleve el Convenio de Cooperación para la Defensa a la categoría de tratado. Chacón argumenta que la relación debe ser paritaria y equilibrada y sugiere que del convenio vigente se deduce que EE UU no valora el acuerdo tanto como España. Dada la importancia estratégica que tiene para nosotros el uso de las bases de Rota y Morón, es vital que traslademos rápidamente la preocupación del Pentágono y que saquemos este tema del foco de los medios de comunicación". (Telegrama confidencial de la Embajada de EE UU en Madrid del 5 de diciembre de 2008).
Más de 55 años después del primer convenio militar entre la España de Franco y el Gobierno Washington, las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) siguen marcando las relaciones entre los dos países. Cada vez que la embajada hace balance de los intereses estadounidenses en España, coloca en un lugar destacado la utilización de ambas bases, vitales para el despliegue militar de EE UU en Afganistán e Irak. Una cooperación que se resume en cifras espectaculares: unos 6.000 aviones militares y 150 buques de guerra estadounidenses sobrevuelan o hacen escala en bases y puertos españoles cada año. Por eso, al menor indicio de que el Gobierno español quiere introducir cambios en el acuerdo que sirve de paraguas para el uso de las dos bases, los estadounidenses encienden todas las alarmas, aunque la demanda sea tan inocua como equilibrar el rango legal que el convenio tiene para los dos países: un acuerdo entre Gobiernos, para Washington; y un tratado internacional, aprobado por el Parlamento, para Madrid. Una demanda recurrente desde la reinstauración de la democracia en España.
"En varias ocasiones, responsables españoles nos han dicho que están muy satisfechos con el convenio y que buscarán mejoras en el contexto de una renegociación a largo plazo cuando llegue el momento. Siempre describen estas mejoras como menores. Para nuestra sorpresa -y, por lo que hemos podido saber, también de sus subordinados- Chacón mencionó en octubre al secretario de Estado de Defensa su deseo de que EE UU elevase el convenio a la categoría de tratado".
Chacón, poca experiencia
"Chacón es joven y llegó a su cargo a principios de este año con poca experiencia en temas militares, pero sería un serio error menospreciarla o no responder adecuadamente a su interés en este asunto. Ella es una política espabilada próxima al presidente Zapatero. Se rumorea que Zapatero planea no presentarse a las elecciones en 2012 y que quiere a Chacón como sucesora. Sea o no así, Chacón es una potente jugadora y podemos estar seguros de que su interés porque EE UU eleve el convenio a la categoría de tratado es más que un capricho.
Sospechamos que ella ha calculado que un tratado aumentaría el estatus de España (y el suyo propio) y silenciaría al ala izquierda de su partido".
¿Por qué la negativa de EE UU a atender la petición de Chacón? Porque ello exigiría la ratificación del Senado norteamericano, "lo que es mucho más complejo que en España". La embajada no está para crear nuevos quebraderos de cabeza al Departamento de Estado.
El convenio bilateral vigente, suscrito en 1988 y enmendado en 2002, expirará en febrero de 2011. O mejor dicho, debería expirar, ya que se prorrogará un año, al no haberlo denunciado España con seis meses de antelación; es decir, antes de agosto pasado. Por ahora, España ha renunciado a elevar el acuerdo a la categoría de tratado. E incluso a modificarlo. Las mejoras técnicas se instrumentarán a través de acuerdos de un rango aún inferior al convenio.
En una reunión celebrada en Washington el 14 de diciembre de 2009 con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, subrayó que "Defensa ha mostrado interés en hacer ajustes técnicos en el convenio, pero su departamento ha hecho hincapié en su oposición a que España pida que se reabra la negociación". Para entonces, el asunto ya no preocupaba a la embajada (ID 238836). En un cable del 26 de junio de 2009, el número dos de la embajada era ya triunfalista: "Creemos que los esfuerzos de EE UU y de sus propios colaboradores la han disuadido de tal idea": elevar el convenio al rango de tratado. (ID 214139).
El escándalo de los vuelos de la CIA
Las discusiones sobre la renovación del acuerdo de defensa se vieron condicionadas por el escándalo de los vuelos de la CIA, que también planeó sobre la negociación del pacto para regular la actuación en España de los servicios de inteligencia de la Marina (NCIS) y la Fuerza Aérea de EE UU (OSI). En un informe del 13 de junio de 2006, Aguirre reconocía que el asunto se había convertido en el "principal elemento irritante" de la estrecha cooperación militar y en un "serio problema para las dos partes".
El entonces secretario general de Política de Defensa, el almirante Francisco Torrente, se disculpó el 15 de septiembre de 2006 ante el número dos de la embajada, Hugo Llorens. Le dijo que estaba convencido de que ni el Servicio Naval de Investigación Criminal (NCIS) ni la Oficina de Investigaciones Especiales de la USAF (OSI) hacían actividades ilegales en España, pero "la prensa ha mezclado este asunto con los vuelos de la CIA"
y "partidos radicales que son socios parlamentarios del Gobierno socialista pueden ser difíciles de controlar".
Finalmente, el sucesor de Torrente, Luis Cuesta, telefoneó el 24 de abril de 2007 a Llorens para decirle que había dado instrucciones para que se permitiera al personal del NCSI y la OSI reanudar sus operaciones fuera de las bases de Morón y Rota, donde habían estado confinados desde el 1 de marzo del año anterior, después de que un marine de origen uruguayo llamado Federico Pimienta-Perdomo, que se había dado a la fuga tras matar a un compañero en Afganistán, fuera detenido en San Fernando (Cádiz) y trasladado a EE UU sin que se informara las autoridades españolas.
En enero de 2007, Defensa retiró su propuesta inicial de regulación de la actividad de los servicios militares de inteligencia, un texto "denso" que, según los estadounidenses, incluía "una lista exhaustiva de todas las actividades permitidas y no permitidas", y la sustituyó por un otro más breve, de inspiración "anglosajona", en palabras de la embajada. Entre otras concesiones, renunció a la exigencia de que un "agente en la sombra" acompañase a los estadounidenses cuando actuaran fuera de las bases.
Las normas reguladoras de la actuación en España del NICS y la AFOSI, que hasta entonces se regían por un artículo del convenio bilateral, se publicaron en el BOE del 17 de julio de 2007. "Nuestros interlocutores en el Ministerio de Defensa han dicho que necesitaban el documento como cobertura política, pero que no pretenden que la nueva regulación suponga un cambio real de la forma como tradicionalmente han operado el NCSI y la AFOSI", escribió Aguirre al pie del documento confidencial.
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