Bartolomé Leónidas Cordero nació en la ciudad de Buenos Aires, el 24 de agosto de 1830.
Su familia estuvo siempre vinculada a la actividad marítima y fluvial. En 1841, contando con sólo once años, siguió el camino de sus hermanos mayores José María y Mariano. Para entonces se alistó en la escuadra de la Confederación Argentina, formada a instancias del Representante de las Relaciones Exteriores y gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. La misma había sido puesta al mando del Almirante Guillermo Brown y organizada por éste en el escenario de la Guerra Grande, conflicto civil que enfrentó a los habitantes del Estado Oriental del Uruguay.
Bergantín «General Belgrano»
En esa oportunidad, sirvió inicialmente a bordo del bergantín “General Belgrano”, buque insignia de la escuadra, y recibió de Brown sus primeras y más valiosas enseñanzas.
A pesar de ser todavía un niño, se destacó por su carácter frente al enemigo. Participó del combate del 3 de agosto de 1841 contra la plaza de Montevideo, donde el bergantín “General Belgrano” se batió con las goletas “Sarandí” y “Rivera”. Más adelante, combatió en Santa Lucía, San Gregorio y en la isla de Flores.
Combate de Costa Brava
Pero la acción de guerra más gloriosa, la vivió el joven marino durante el Combate Naval de Costa Brava, en agosto de 1842, cuando un grupo de brulotes (barcos de fuego) lanzados por José Garibaldi, se aproximaban amenazantes contra la escuadra de Buenos Aires. En la ocasión, Bartolomé Cordero, en un pequeño bote tripulado con cuatro hombres salió al encuentro de los buques en llamas y, en una arriesgada maniobra, logró cortar las mechas de dos de ellos, diluyendo el peligro.
En el Combate de Paysandú, librado el 25 y 26 de diciembre de 1846, participó como oficial de artillería y, apostado en la ciudad, resistió los reiterados ataques del ejército de Fructuoso Rivera. Al invadir el enemigo, resultó gravemente herido al pie de su cañón, mientras quienes lo acompañaban encontraron la muerte. Como reconocimiento por esta acción, el 10 de junio de 1847, fue promovido al grado de Subteniente con la antigüedad a la fecha de aquel combate.
Combate de Paysandú
Luego de la Guerra Grande, continuó prestando servicios militares. En 1852, tras la caída de Rosas, el Almirante Brown lo recomendó en forma honrosa al gobierno de la Confederación Argentina.
Después de la separación de la provincia de Buenos Aires de las provincias que formaban la Confederación Argentina, tomó posición a favor de éstas últimas sirviendo en las armas.
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Maqueta del vapor «La Merced»
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Participó en la defensa de Concepción del Uruguay dirigida por el comandante militar de la plaza Ricardo López Jordán; combatió en la batalla terrestre de San Gregorio; y asistió al Combate Naval de Martín García (18 de abril de 1853) al mandó del vapor “Merced” donde fueron derrotadas las fuerzas militares porteñas. En junio del mismo año, junto con sus hermanos – José María y Mariano–, Augusto Laserre y Santiago Maurice, se opuso sin éxito a la entrega de la escuadra de la Confederación a manos del gobierno del Estado de Buenos Aires.
En 1854, fue ascendido a Sargento Mayor y en agosto de 1860 a Coronel.
Estuvo a cargo de la organización de parte de las fuerzas de la Confederación que combatieron en la Batalla de Pavón (18 de septiembre de 1861) y, tras la derrota, levantó en Punta Gorda (provincia de Entre Ríos), dos fuertes baterías en prevención de posibles incursiones enemigas.
Batalla de Pavón
Capitán de puerto en Paraná
Luego de la Batalla de Pavón, donde las fuerzas porteñas resultaron vencedoras, dio inicio el proceso de reunificación del Estado de Buenos Aires a las provincias de la Confederación, resultando electo presidente de la Nación Argentina Bartolomé Mitre.
Mitre nombró a Bartolomé Cordero como capitán del puerto de Paraná, cargo que cubrió hasta finalizar la década de 1860.
En 1870, se enfrentó contra las fuerzas de Ricardo López Jordán en Gualeguaychú, y desde entonces se mantuvo operando en la zona, mediante acciones de inteligencia y de guerra ante la posibilidad de otros levantamientos del caudillo entrerriano.
Al mando del monitor “El Plata”
En 1874, al llegar a la Argentina los buques de guerra y vapor adquiridos durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento (1868 – 1874), Cordero fue designado comandante del monitor “El Plata”, convertido en insignia de la incipiente escuadra. Al comando de este buque, se desenvolvió durante la mayor parte del resto de su carrera, donde sus mayores intereses estuvieron ligados a la instrucción de personal, al desarrollo de los medios y a la organización de la Marina de Guerra.
Monitor «El Plata»
Con su impronta hizo de cada buque una verdadera escuela donde la instrucción y el adiestramiento se convirtieron en tarea cotidiana de principal importancia. De las disposiciones tomadas en la escuadra, la de mayor aliento fue la creación de una Escuela de Condestables (1877).
La escuela, que funcionó a bordo del monitor “El Plata”, se rigió por un reglamento denominado Condiciones y deberes del condestable a bordo de un buque de guerra, y por un plan de estudios preparado por él. Dicha escuela se convirtió en el antecedente de otras distintas y similares que agruparon artilleros, condestables y cabos de cañón.
A él se debe también la realización de un Código de Señales y el diseño de las primeras maniobras para operaciones de la escuadra.
Con el monitor “El Plata” derrotó en Goya, Esquina y Bella Vista a las fuerzas revolucionarias correntinas que, en 1878, se levantaron contra el gobernador Manuel Derqui.
En 1880, al comando de la Primera División Naval, condujo el bloqueo del puerto de Buenos Aires para contener las acciones revolucionarias del gobernador porteño Carlos Tejedor contra el gobierno del presidente Nicolás Avellaneda.
Durante la década de 1880, fue jefe de la Escuadra de Evoluciones dedicada al ejercicio en maniobras conjuntas de las por entonces Primera, Segunda y Tercera divisiones navales.
En 1886, ascendió al grado de Contraalmirante.
Jefe del Estado Mayor General
Por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el 3 de diciembre de 1890, fue disuelta la Comandancia General del entonces Departamento de Marina (dependiente del Ministerio de Guerra y Marina), y reemplazada por la Junta Consultiva y el Estado Mayor General.
Bartolomé Cordero fue nombrado jefe del Estado Mayor General y, en esa función, lo sorprendió la muerte el 5 de septiembre de 1892, culminando así un dilatado período determinado por su pensamiento y decisiones.
Bartolomé Cordero, junto con un reducido grupo de experimentados marinos surgidos en los tiempos del Almirante Guillermo Brown, señaló el camino inicial de la Marina organizada.
Su actividad estuvo siempre ligada a lo operativo, afirmando la importancia de la preparación profesional a bordo de los buques de guerra y la necesaria formación técnicooperativa, Desde su lugar, impulsó la formación de escuelas y la necesaria cohesión entre los hombres de mar, promoviendo la realización de ejercicios y maniobras en el entendimiento de que las evoluciones navales conformaban el mejor vínculo de unión entre el personal de la Marina.
Créditos: Gaceta Marinera Digital
