La Policía porteña tendrá salario alto, casa y tecnología de punta
Macri anunciará mañana el plan de seguridad para la Ciudad. Buscarán que la nueva Policía tome ejemplos de la de Nueva York y la de Londres. Los primeros 1.000 agentes estarán en la calle recién a fines de 2009.
Mauricio Macri quiere policías "súper profesionales". Si todo se cumple como se lee en el proyecto que se enviará a la Legislatura -al que tuvo acceso Clarín-, los efectivos sólo tendrán que preocuparse por su empleo. Macri promete salarios jerárquicos, créditos blandos para la vivienda para que nadie viva en el Gran Buenos Aires (a los comisarios les alquilarán una casa en el barrio donde esté la comisaría a su cargo), un régimen previsional especial, una buena obra social, el pago de la matrícula en los colegios de sus hijos y tecnología de punta para salir a la calle, como pistolas con efecto adormecedor.
¿Qué les pedirá a cambio? "Los egresados del Instituto que fueran declarados aptos adquirirán estado policial. Deberán tener y conservar, desde ese momento, dedicación exclusiva, con expresa prohibición de servicio de policía adicional y/o cualquier otra actividad que fuera reputada incompatible, riesgosa o que pueda resultar en desmedro del rendimiento físico o psíquico de sus funciones". Textual, el artículo 19 del capítulo IV de la Ley Orgánica de la Policía.
Habrá otras obligaciones, no todas precisados en la Ley. No se admitirá el ingreso a la Academia (formalmente denominada Instituto Superior de Formación Policial) a quienes no tengan el secundario completo. Los egresados, ya en funciones, tendrán prohibido fumar en horas de trabajo, usar celular y alejarse de su manzana.
Una de las ideas del ministro Guillermo Montenegro es que los vecinos cuenten con "policías de proximidad", según la denominación que usan en Madrid y Barcelona, o "policía de la esquina", como se lo conoce aquí. "El Policía tiene que estar comprometido. Se hará cargo siempre de un mismo lugar y pagará los costos cuando algo no salga bien", dicen que dirá Macri mañana, cuando se anuncie el Plan Integral.
Los policías, según se especula en los despachos del ministerio de Seguridad, tendrán el aval político para actuar. "No hablamos de mano dura ni de tolerancia cero, pero tampoco habrá mucha tolerancia. Al policía no se le va a faltar el respeto", cuentan quienes trabajaron en el plan.
En la última reunión que Macri mantuvo con Montenegro -en la que participaron sus colaboradores más fieles- hubo un funcionario que contó un caso de hace una semana en Saavedra: "Cinco chicos estaban fumando marihuana en una plaza y cuando el agente los fue a indagar se le tiraron encima. Le pegaron una piña tras otra". Hubo un acuerdo unánime: "Eso se termina".
Las comisarías que imagina Montenegro, según contaron en la Jefatura de Gobierno porteña, no tendrán números sino que llevarán el nombre del barrio. Claro que, para eso, antes deberán pasar por la Academia varias generaciones, ya que recién a finales de 2009 la Ciudad tendría los primeros mil policías propios.
El curso de capacitación que se dará en un edificio cercano a la villa 1-11-14 durará 40 semanas. Los reclutas entrenarán y dormirán en el mismo lugar. Para eso, Macri promete invertir 50 millones de pesos en la obra.
Para acelerar la fuerza local, en el artículo 17 de la Ley Orgánica se aclara que "podrán ser incorporados, en las condiciones que establezca la reglamentación, quienes hayan sido integrantes de Fuerzas Armadas o de Seguridad". En términos menos protocolares se habla de "los enganchados": son quienes darían el salto de trabajo seducidos por un salario mínimo de 3 mil pesos y mejores condiciones laborales.
Los dos modelos de seguridad que más analizó Macri fueron el de Nueva York, donde hay saturación de efectivos, y el de Londres, que tiene cámaras de vigilancia para prevenir el delito en los lugares menos pensados (modalidad conocida como "Big Brother"). "Tienen que pararse en el medio", les dijo en su paso por Buenos Aires el inspector general de las Fuerzas Policiales Británicas, Ronnie Flanagan.
El futuro de la "Policía Metropolitana" tomará cosas de ambos modelos. Macri impulsará la colocación de cámaras en plazas y lugares de transporte público y las integrará a través de un software para que no se tarde "más de cinco minutos en llegar" a la zona de emergencia. Pero, además, comprarán patrulleros de última tecnología, que vienen con GPS o mapa de posicionamiento satelital. Cada policía tendrá su uniforme, su equipo de comunicación y sus armas.
Fuente: Clarin
Macri anunciará mañana el plan de seguridad para la Ciudad. Buscarán que la nueva Policía tome ejemplos de la de Nueva York y la de Londres. Los primeros 1.000 agentes estarán en la calle recién a fines de 2009.
Mauricio Macri quiere policías "súper profesionales". Si todo se cumple como se lee en el proyecto que se enviará a la Legislatura -al que tuvo acceso Clarín-, los efectivos sólo tendrán que preocuparse por su empleo. Macri promete salarios jerárquicos, créditos blandos para la vivienda para que nadie viva en el Gran Buenos Aires (a los comisarios les alquilarán una casa en el barrio donde esté la comisaría a su cargo), un régimen previsional especial, una buena obra social, el pago de la matrícula en los colegios de sus hijos y tecnología de punta para salir a la calle, como pistolas con efecto adormecedor.
¿Qué les pedirá a cambio? "Los egresados del Instituto que fueran declarados aptos adquirirán estado policial. Deberán tener y conservar, desde ese momento, dedicación exclusiva, con expresa prohibición de servicio de policía adicional y/o cualquier otra actividad que fuera reputada incompatible, riesgosa o que pueda resultar en desmedro del rendimiento físico o psíquico de sus funciones". Textual, el artículo 19 del capítulo IV de la Ley Orgánica de la Policía.
Habrá otras obligaciones, no todas precisados en la Ley. No se admitirá el ingreso a la Academia (formalmente denominada Instituto Superior de Formación Policial) a quienes no tengan el secundario completo. Los egresados, ya en funciones, tendrán prohibido fumar en horas de trabajo, usar celular y alejarse de su manzana.
Una de las ideas del ministro Guillermo Montenegro es que los vecinos cuenten con "policías de proximidad", según la denominación que usan en Madrid y Barcelona, o "policía de la esquina", como se lo conoce aquí. "El Policía tiene que estar comprometido. Se hará cargo siempre de un mismo lugar y pagará los costos cuando algo no salga bien", dicen que dirá Macri mañana, cuando se anuncie el Plan Integral.
Los policías, según se especula en los despachos del ministerio de Seguridad, tendrán el aval político para actuar. "No hablamos de mano dura ni de tolerancia cero, pero tampoco habrá mucha tolerancia. Al policía no se le va a faltar el respeto", cuentan quienes trabajaron en el plan.
En la última reunión que Macri mantuvo con Montenegro -en la que participaron sus colaboradores más fieles- hubo un funcionario que contó un caso de hace una semana en Saavedra: "Cinco chicos estaban fumando marihuana en una plaza y cuando el agente los fue a indagar se le tiraron encima. Le pegaron una piña tras otra". Hubo un acuerdo unánime: "Eso se termina".
Las comisarías que imagina Montenegro, según contaron en la Jefatura de Gobierno porteña, no tendrán números sino que llevarán el nombre del barrio. Claro que, para eso, antes deberán pasar por la Academia varias generaciones, ya que recién a finales de 2009 la Ciudad tendría los primeros mil policías propios.
El curso de capacitación que se dará en un edificio cercano a la villa 1-11-14 durará 40 semanas. Los reclutas entrenarán y dormirán en el mismo lugar. Para eso, Macri promete invertir 50 millones de pesos en la obra.
Para acelerar la fuerza local, en el artículo 17 de la Ley Orgánica se aclara que "podrán ser incorporados, en las condiciones que establezca la reglamentación, quienes hayan sido integrantes de Fuerzas Armadas o de Seguridad". En términos menos protocolares se habla de "los enganchados": son quienes darían el salto de trabajo seducidos por un salario mínimo de 3 mil pesos y mejores condiciones laborales.
Los dos modelos de seguridad que más analizó Macri fueron el de Nueva York, donde hay saturación de efectivos, y el de Londres, que tiene cámaras de vigilancia para prevenir el delito en los lugares menos pensados (modalidad conocida como "Big Brother"). "Tienen que pararse en el medio", les dijo en su paso por Buenos Aires el inspector general de las Fuerzas Policiales Británicas, Ronnie Flanagan.
El futuro de la "Policía Metropolitana" tomará cosas de ambos modelos. Macri impulsará la colocación de cámaras en plazas y lugares de transporte público y las integrará a través de un software para que no se tarde "más de cinco minutos en llegar" a la zona de emergencia. Pero, además, comprarán patrulleros de última tecnología, que vienen con GPS o mapa de posicionamiento satelital. Cada policía tendrá su uniforme, su equipo de comunicación y sus armas.
Fuente: Clarin