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<blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 1272548" data-attributes="member: 10064"><p style="text-align: center"><img src="http://estaticos01.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2012/11/14/internacional/1352903956_0.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /></p> <p style="text-align: center"><u><span style="font-size: 18px"><strong><span style="font-size: 22px">Extraño crimen de una escolta de Gadafi</span></strong></span></u></p><p></p><p>Zohra al Buaishi sirvió en la exótica escolta femenina del coronel Muamar Gadafiy, a sus 31 años, quería olvidar el pasado lanzando su carrera como actriz. Pero las puñaladas que le propinaron en su apartamento de El Cairo acabaron con todos sus sueños y han suscitado los homenajes de partidarios y detractores del dictador libio. Su biografía es tan intrigante como su muerte.</p><p></p><p>Pocos y contradictorios son los datos se conocen aún de un crimen cuyas causas investiga la policía egipcia. El cadáver de Al Buaishi fue encontrado la mañana del pasado viernes en medio de un charco de sangre en una de las estancias de su piso de Madinet Nasr, un vecindario cairota de bloques residenciales y modernos hipermercados.</p><p></p><p>Durante los últimos cinco días, su hermana había tratado de localizarla sin éxito. Su móvil permanecía apagado y, angustiada, se desplazó hasta su vivienda. "Llamé a la puerta varias veces pero no hubo respuesta. Con la ayuda de los vecinos, derribamos la puerta y la encontramos muerta", declaró la mujer a varios medios de comunicación.</p><p></p><p>Al Buaishi murió apuñalada pero las sombras también alcanzan al parte de lesiones. Fuentes de seguridad indican que tenía cortes en diez partes de su cuerpo mientras que algunas imágenes tomadas antes del levantamiento del cadáver la muestran tendida en el suelo con dos heridas de arma blanca en la parte superior del pecho y el rostro.</p><p></p><p>El fiscal general ha abierto una investigación y solicitado una autopsia para determinar el motivo exacto de su fallecimiento. La joven abandonó Libia meses antes de que su jefe ejecutado a sangre fría en Sirte. Huyó a la vecina Túnez y colaboró con la insurgencia y la coalición internacional proporcionando información sobre la localización de los arsenales del régimen. Su muerte, sin embargo, ha alimentado los rumores sobre las verdaderas lealtades de Al Buaishi. Vencedores y vencidos de la guerra civil reivindican ahora su figura.</p><p></p><p>Según la página de Facebook 'Todos somos Zohra al Buaishi', publicada a modo de réquiem, la fallecida era una doble agente reclutada por el Consejo Militar de la heroica Misrata con el propósito de conocer el movimiento de las tropas gadafistas y sus almacenes de armamento. Para los nostálgicos del autócrata, en cambio, la guardaespaldas jamás cambió de bando y mantuvo su fidelidad a la Guardia Revolucionaria.</p><p></p><p>Las páginas web que loan a Gadafi la recuerdan como "heroína" y "mártir" y han convocado incluso un rezo en su honor en una mezquita de El Cairo. A su juicio, la difunta es víctima de una renovada caza de brujas contra los colaboradores de la Yamahiriya. Para sustentar su tesis, explican que la joven había participado recientemente en manifestaciones contra las nuevas autoridades libias en protesta por las vejaciones sufridas por partidarios de la dictadura encarcelados.</p><p></p><p>Se calcula que la tierra de los faraones acoge actualmente a unos 50.000 acólitos de Gadafi, entre ellos, varios familiares y ministros del coronel. El Gobierno libio habría solicitado a Egipto la extradición de unos 30 libios por su lazos con el régimen ante el temor de que pudieran conspirar contra los nuevos gobernantes.</p><p></p><p>Otra de las pesquisas en las que trabaja la policía estaría lejos de la 'vendetta' política. El 'bawab' (portero) del inmueble en el que residía Al Buaishi relató a los agentes que la última persona que visitó a la joven fue su hermano, que inmediatamente dejó El Cairo con destino a Libia. El olfato del guardián, afilado por horas de observación y confidencias, colocaría al pariente como principal sospecho. La ex amazona le habría hecho saber su intención de convertirse en actriz, una profesión deshonrosa e imperdonable para el rigor de algunas familias.</p><p></p><p><u><span style="font-size: 15px"><strong>La tropa femenina del 'perro loco'</strong></span></u></p><p>Al Buaishi reunía todos los atributos que Gadafi estimaba al elegir al cuerpo de élite encargado de protegerle: un físico explosivo de cejas y labios perfilados y una apariencia moderna. La cineasta Rania Ajami fue una de las contadas personas que pudo adentrarse en esta excéntrica guardia antes de la caída del régimen.</p><p></p><p>En 2003 rodó 'Las guardaespaldas de Gadafi: Sombras de un líder' un documental convertido en "el primer intento occidental de retratar la sociedad libia desde la década de 1970". Hace un año, la directora recordaba su encuentro en declaraciones a ELMUNDO.es: "Algunas de las mujeres que entrevisté se alistaron al ejército porque les permitía cierta libertad o en busca de un trabajo. Las jóvenes, de origen rural, estaban más preocupadas por su propio día a día que por la figura paternal de Gadafi y llegaron a dominar el idioma del Libro Verde (el documento que compilaba el pensamiento del dictador) con la naturalidad con la que se habla por móvil".</p><p></p><p>"No se consideraban guardaespaldas sino pioneras del progreso de la mujer. Me decían con orgullo que en Libia podían conducir, ser pilotos, abogadas y ejercer cualquier profesión sin poner en peligro su papel de madres y esposas, como según ellas les sucedía a las mujeres en Occidente". La cinta registra durante la jornada laboral sus destrezas con un Kaláshnikov o su celo por proteger a Gadafi y, una vez liberadas del uniforme, su habilidad en los fogones familiares o su coquetería en los establecimientos de cosméticos.</p><p></p><p>Siempre un paso por detrás del líder, sus guardaespaldas se acostumbraron al saludo de la multitud o a las recepciones de mandatarios extranjeros y contribuyeron a ensanchar el orgullo de su progenitor con la quimera de una sociedad diseñada a su imagen. En 2011, Ajami se preguntaba por la suerte de "la avanzadilla de mujeres que irrumpió en el estamento militar": "¿Qué será de ellas cuando el dictador se haya marchado?". La bella Al Buaishi ya no puede responderle.</p><p></p><p><a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/14/internacional/1352903956.html">http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/14/internacional/1352903956.html</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Barbanegra, post: 1272548, member: 10064"] [CENTER][IMG]http://estaticos01.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2012/11/14/internacional/1352903956_0.jpg[/IMG][/CENTER] [CENTER][U][SIZE=5][B][SIZE=6]Extraño crimen de una escolta de Gadafi[/SIZE][/B][/SIZE][/U][/CENTER] Zohra al Buaishi sirvió en la exótica escolta femenina del coronel Muamar Gadafiy, a sus 31 años, quería olvidar el pasado lanzando su carrera como actriz. Pero las puñaladas que le propinaron en su apartamento de El Cairo acabaron con todos sus sueños y han suscitado los homenajes de partidarios y detractores del dictador libio. Su biografía es tan intrigante como su muerte. Pocos y contradictorios son los datos se conocen aún de un crimen cuyas causas investiga la policía egipcia. El cadáver de Al Buaishi fue encontrado la mañana del pasado viernes en medio de un charco de sangre en una de las estancias de su piso de Madinet Nasr, un vecindario cairota de bloques residenciales y modernos hipermercados. Durante los últimos cinco días, su hermana había tratado de localizarla sin éxito. Su móvil permanecía apagado y, angustiada, se desplazó hasta su vivienda. "Llamé a la puerta varias veces pero no hubo respuesta. Con la ayuda de los vecinos, derribamos la puerta y la encontramos muerta", declaró la mujer a varios medios de comunicación. Al Buaishi murió apuñalada pero las sombras también alcanzan al parte de lesiones. Fuentes de seguridad indican que tenía cortes en diez partes de su cuerpo mientras que algunas imágenes tomadas antes del levantamiento del cadáver la muestran tendida en el suelo con dos heridas de arma blanca en la parte superior del pecho y el rostro. El fiscal general ha abierto una investigación y solicitado una autopsia para determinar el motivo exacto de su fallecimiento. La joven abandonó Libia meses antes de que su jefe ejecutado a sangre fría en Sirte. Huyó a la vecina Túnez y colaboró con la insurgencia y la coalición internacional proporcionando información sobre la localización de los arsenales del régimen. Su muerte, sin embargo, ha alimentado los rumores sobre las verdaderas lealtades de Al Buaishi. Vencedores y vencidos de la guerra civil reivindican ahora su figura. Según la página de Facebook 'Todos somos Zohra al Buaishi', publicada a modo de réquiem, la fallecida era una doble agente reclutada por el Consejo Militar de la heroica Misrata con el propósito de conocer el movimiento de las tropas gadafistas y sus almacenes de armamento. Para los nostálgicos del autócrata, en cambio, la guardaespaldas jamás cambió de bando y mantuvo su fidelidad a la Guardia Revolucionaria. Las páginas web que loan a Gadafi la recuerdan como "heroína" y "mártir" y han convocado incluso un rezo en su honor en una mezquita de El Cairo. A su juicio, la difunta es víctima de una renovada caza de brujas contra los colaboradores de la Yamahiriya. Para sustentar su tesis, explican que la joven había participado recientemente en manifestaciones contra las nuevas autoridades libias en protesta por las vejaciones sufridas por partidarios de la dictadura encarcelados. Se calcula que la tierra de los faraones acoge actualmente a unos 50.000 acólitos de Gadafi, entre ellos, varios familiares y ministros del coronel. El Gobierno libio habría solicitado a Egipto la extradición de unos 30 libios por su lazos con el régimen ante el temor de que pudieran conspirar contra los nuevos gobernantes. Otra de las pesquisas en las que trabaja la policía estaría lejos de la 'vendetta' política. El 'bawab' (portero) del inmueble en el que residía Al Buaishi relató a los agentes que la última persona que visitó a la joven fue su hermano, que inmediatamente dejó El Cairo con destino a Libia. El olfato del guardián, afilado por horas de observación y confidencias, colocaría al pariente como principal sospecho. La ex amazona le habría hecho saber su intención de convertirse en actriz, una profesión deshonrosa e imperdonable para el rigor de algunas familias. [U][SIZE=4][B]La tropa femenina del 'perro loco'[/B][/SIZE][/U] Al Buaishi reunía todos los atributos que Gadafi estimaba al elegir al cuerpo de élite encargado de protegerle: un físico explosivo de cejas y labios perfilados y una apariencia moderna. La cineasta Rania Ajami fue una de las contadas personas que pudo adentrarse en esta excéntrica guardia antes de la caída del régimen. En 2003 rodó 'Las guardaespaldas de Gadafi: Sombras de un líder' un documental convertido en "el primer intento occidental de retratar la sociedad libia desde la década de 1970". Hace un año, la directora recordaba su encuentro en declaraciones a ELMUNDO.es: "Algunas de las mujeres que entrevisté se alistaron al ejército porque les permitía cierta libertad o en busca de un trabajo. Las jóvenes, de origen rural, estaban más preocupadas por su propio día a día que por la figura paternal de Gadafi y llegaron a dominar el idioma del Libro Verde (el documento que compilaba el pensamiento del dictador) con la naturalidad con la que se habla por móvil". "No se consideraban guardaespaldas sino pioneras del progreso de la mujer. Me decían con orgullo que en Libia podían conducir, ser pilotos, abogadas y ejercer cualquier profesión sin poner en peligro su papel de madres y esposas, como según ellas les sucedía a las mujeres en Occidente". La cinta registra durante la jornada laboral sus destrezas con un Kaláshnikov o su celo por proteger a Gadafi y, una vez liberadas del uniforme, su habilidad en los fogones familiares o su coquetería en los establecimientos de cosméticos. Siempre un paso por detrás del líder, sus guardaespaldas se acostumbraron al saludo de la multitud o a las recepciones de mandatarios extranjeros y contribuyeron a ensanchar el orgullo de su progenitor con la quimera de una sociedad diseñada a su imagen. En 2011, Ajami se preguntaba por la suerte de "la avanzadilla de mujeres que irrumpió en el estamento militar": "¿Qué será de ellas cuando el dictador se haya marchado?". La bella Al Buaishi ya no puede responderle. [url]http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/14/internacional/1352903956.html[/url] [/QUOTE]
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