Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias de Libia
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Walther Muller" data-source="post: 1406144" data-attributes="member: 15663"><p>La Guerra de Saif </p><p></p><p> Capitulo III: La Guerra de Ratas</p><p></p><p> Por Kelder Toti </p><p></p><p>El 29 de marzo dos columnas rebeldes que habían tomado Naufaliya y se acercaban a Sirte se tuvieron que retirar ante la intensidad del fuego de artillería leal, recuperando de nuevo los leales Ben Yauad. De este modo el frente se estancó entre las ciudades de Ben Yauad y Ras Lanuf, tanto las fuerzas gadafistas como rebeldes debieron cavar trincheras, fosos antitanques y sembrar campos de minas; situación que a las fuerzas gadafistas le hubiera permitido soportar mejor el bombardeo aliado y estabilizar el frente; evitando una escapada o golpe de mano de los rebeldes o incursiones en profundidad. (1).</p><p></p><p>El 30 de marzo por la mañana Ras Lanuf fue recuperada por las fuerzas leales, obligando a los rebeldes a retirarse hacia el este. La coalición estableció formalmente este mismo día el «grupo de contacto» en una reunión celebrada en Londres a la que acudieron cuarenta países de la comunidad internacional convocados para tratar la era «post Gadafi». Teniendo un terrible efecto sobre el régimen. El Consejo Nacional de Transición Libio no fue autorizado a integrarse en este grupo de contacto, que se encargará de dirigir los aspectos políticos, democráticos, humanitarios y de seguridad, pero también los relativos al comercio, durante la transición, antes de que se pueda confiar en la gestión de una dirección nacional.</p><p></p><p>El 31 de marzo, aprovechando su superioridad militar sobre los insurgentes mal armados y dirigidos, y tras forzarles a retroceder hacia la Cirenaica, las tropas de Gadafi bombardearon Marsa El Brega, acercándose de nuevos los combates a las proximidades de Bengasi. A las 6h UTC, la OTAN tomó el control de las operaciones militares aéreas sucediendo a la coalición multinacional, ya que la OTAN era la fuerza determinante en las operaciones. Al mismo tiempo la alianza reafirmó su oposición a armar a los insurgentes, cuestión nuevamente suscitada por las principales potencias de la coalición tras el nuevo retroceso rebelde, dada su incapacidad militar.</p><p></p><p>La OTAN, según su secretario general Anders Fogh Rasmussen, basó su rechazo en la resolución 1973, que concreta su misión en «proteger a la población civil ante una situación que podría degenerar en catástrofe humanitaria». El 1 de abril la batalla por Brega continuó. Además el Ejército Popular Libio, perteneciente al bando rebelde, dio muestras de una mayor organización, logrando un mayor control del frente, al que no dejaron pasar a civiles desarmados ni a periodistas, a la vez que llegaban nuevos soldados bien formados para reforzar las líneas y antiguos oficiales del ejército libio se situaban con los rebeldes en primera línea de batalla dando órdenes.</p><p></p><p>Sin cesar los combates en Brega y los bombardeos sobre Misurata, el gobierno de Gadafi emprendió acciones diplomáticas encabezadas por el viceministro de asuntos exteriores, a instancia de Saif, enviado a Ankara el 5 de abril «para solicitar la mediación turca en un posible alto el fuego en la guerra civil que asola el país». Esta medida buscaba las condiciones para las elecciones y una transición acordada entre las parte. El rechazo de los rebeldes, que buscaban la salida de la familia de Gadafi de Libia, para un cese al fuego, hizo que la propuesta fracasase, sin la presión de la OTAN a los rebeldes, sería imposible una salida negociada al conflicto.</p><p></p><p>Estancadas las líneas del frente en Brega, donde las fuerzas gadafistas lograron el día 5 de abril recuperar el control del puerto petrolero, y Misurata, el 6 de abril Abdul Fatah Younis, jefe de las fuerzas rebeldes, dirigió duros reproches a la OTAN, acusando a la alianza militar de dejar morir a miles de inocentes en Misurata. Según Younis, desde que asumió el mando la OTAN la intervención aliada se habría convertido en un problema: «Si la OTAN espera otra semana más no habrá ya nada más en Misurata, será un crimen que la alianza deberá cargar sobre sus espaldas». Refleja la incapacidad de los rebeldes de cambiar la situación por sí mismos.</p><p></p><p>Por su lado, Charles Bouchard, comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN estimó que un 30 % de la fuerza militar de Gadafi había sido destruida desde el inicio de la intervención aliada, evaluación exagerada según se mostraría posteriormente por la resistencia de los nacionalistas. Fuentes de la alianza explicaron el descenso en el número de operaciones militares por causa del mal tiempo y la orden de no causar bajas entre civiles, lo que se vería dificultado por la utilización de «escudos humanos» por las tropas de Gadafi, que estarían escondiendo sus armas pesadas en núcleos poblados.</p><p></p><p>Tras controlar Brega el ejército de Gadafi lanzó el 9 de abril un fuerte ataque sobre Ajdabiya, obligando a los rebeldes a replegarse hacia Bengasi con los pocos civiles que aún permanecían en la ciudad. Un día después, sin embargo, un intenso bombardeo protagonizado por aviones de la OTAN, centrado en la destrucción de equipamiento pesado, logró frenar el avance leal, permitiendo a las fuerzas rebeldes mantener el control de la estratégica ciudad, hubieran tenido éxito si avanzaban en las tempestades de arena, que dificultaría el rastreo con los drones, satélites espías y AWAC.</p><p></p><p>Desde el 16 de abril los rebeldes, tras conseguir asegurar la ciudad de Ajdabiya, centraron sus esfuerzos en tratar de recuperar Brega. Sin embargo ninguno de los dos bandos pareció estar en facultades de doblegar al otro y el último intento de los leales el día 17 de atacar el flanco derecho de los rebeldes para abrirse camino hacia Ajdabiya, mientras los rebeldes estaban atascados a las puertas de Brega, también fracasó, estancándose el frente desde el 18 de abril a mitad de camino entre ambas poblaciones. El 26 de abril se tuvo noticias de que los leales estaban fortificando posiciones en Brega y que podían contar hasta con 3000 efectivos.</p><p></p><p>A partir del 26 de abril y durante todo el mes de junio la línea de frente entre Adjabiya y Marsa El Brega se mantuvo estable. El 14 de julio los insurgentes decidieron lanzar una nueva ofensiva sobre Brega, que será tomada el 18 de julio tras duros combates. Sin embargo, aunque batiéndose en retirada hacia Ras Lanuf, las fuerzas leales continuaron hostigando a los rebeldes y bombardeando sus posiciones en los días inmediatos, ante de retirarse, el avance de los rebeldes era en coordinación con los bombardeos de la OTAN, que facilitaba su avance. En el frente occidental, en la asediada ciudad de Misurata, las tropas leales recibieron órdenes el día 23 de abril de retirarse. Al día siguiente los rebeldes tomaron el hospital que aún estaba en manos leales y la ciudad quedó de nuevo totalmente en sus manos.</p><p></p><p>Las fuerzas leales, sin embargo, no cesaron de bombardear la ciudad los días posteriores a su retirada. El 10 de mayo, tras dos días de combates, los rebeldes anunciaron la toma del aeropuerto situado al sur de Misurata, si bien las fuerzas leales siguieron intentando hacerse con el control del puerto de la misma ciudad, atacándolo con botes zodiac desde el mar. A comienzos de junio aún proseguían los bombardeos sobre la ciudad, pero a partir del día 13, el desplazamiento de los combates más intensos a la zona de Zauiya, próxima a la frontera con Túnez y vital para el abastecimiento de Trípoli, permitió aflojar la presión sobre la ciudad sitiada, abriendo un nuevo frente a las fuerzas gadafistas.</p><p></p><p>En la noche del sábado 30 de abril, el menor de los hijos del líder libio Muamar el Gadafi, Saif al-Arab Gadafi, y tres de sus nietos, murieron a consecuencia de una incursión aérea de la OTAN según informó un portavoz del régimen de Trípoli, ya que los bombardeos de la OTAN buscaban eliminar el liderazgo libio. A comienzos del mes de mayo la OTAN continuó sus ataques sobre Trípoli y sus alrededores, bombardeando entre otros un edificio de los servicios de seguridad interior, la sede del ministerio de inspección y control popular, encargado de la lucha contra la corrupción en Libia, y las residencias de Gadafi.</p><p></p><p>El 20 de mayo, la OTAN inutilizó ocho barcos de guerra pertenecientes a las fuerzas leales en los puertos de Trípoli, Al Khoms y Sirte, que estaban anclados en los puertos, estos barcos debieron atacar de noche a la Task Force al comenzar el conflicto desbaratando a la flota de la OTAN, cuando todavía no había reunido completo sus unidades, bajo la cobertura de su Fuerza Aérea, dispersando la flota enemiga, disponiendo del tiempo para asaltar Bengasi y Misurata, los últimos baluartes rebeldes. El 11 de junio las fuerzas leales bombardearon la histórica ciudad de Ghadames controlada por los rebeldes, en tanto Zauiya, en poder de las fuerzas gadafistas, fue atacada por los insurgentes que se habían replegado a las montañas para entrenarse (y recibir armas lanzadas en paracaídas por Francia a pesar de la disconformidad de los británicos).</p><p></p><p>La ciudad de Zauiya, de gran valor estratégico, contaba con la más importante refinería petrolífera que se encontraba aún en poder de las fuerzas leales al régimen de Gadafi, que abastecía de gasolina a las fuerzas leales, su pérdida el 25 de Julio fue golpe mortal al esfuerzo bélico, al no contar con gasolina ni diesel la maquinaria bélica. A finales de junio los avances de los rebeldes en Nefusa se confirmaban, en tanto que los enfrentamientos proseguían en torno a Brega, en el centro del país. Las fuerzas de Gadafi centraron su atención sobre la ciudad costera de Zliten, entre Misurata y Trípoli, nuevamente sublevada.</p><p></p><p>En la última semana de junio los rebeldes fueron rechazados por las fuerzas leales a 80 kilómetros al sur de Trípoli, a pesar de los bombardeos de la OTAN, ya que lo vasto del territorio libio no tenía la Fuerza Aérea de la Coalisión suficientes unidades para controlar los movimientos de los gadafistas en tierra. Pero desde el 6 de julio se desencadenó una nueva ofensiva de los insurgentes protagonizada por beréberes procedentes del djebel Nefusa que atacaron en las regiones de Bir Al-Ghanam y Gharyan al sur de Trípoli, avanzando el día 8 hacia Zliten donde las fuerzas leales se habían reagrupado.</p><p></p><p>El 17 de julio tuvieron lugar intensos combates entre las fuerzas armadas regulares de Libia y los insurgentes que buscaban romper sus líneas para marchar hacia la capital, Trípoli. En la madrugada del 28 los rebeldes asentados en las montañas de la zona occidental lanzaron una nueva ofensiva contra Ghezaya, en la frontera con Túnez, que anunciaron haber tomado poco más tarde con otras pequeñas localidades, no reteniendo los leales a Gadafi en la región montañosa más que el bastión de Tiji, donde 500 soldados leales podrían estar rodeados. El 27 de julio el general Abdul Fatah Younis, jefe de las operaciones militares del Consejo Nacional de Transición fue secuestrado al parecer cuando se dirigía del frente de Brega a Bengasi para declarar ante una comisión judicial.</p><p></p><p>El día 28 se anunció su muerte, atribuida inicialmente a un comando gadafista, lo que fue rápidamente desmentido por sus propios partidarios, que achacaron el asesinato a facciones rivales dentro del sector rebelde, que tomaban venganza contra Younis por haberlos reprimido en el pasado. El crimen perpetrado sólo un día después de que Gran Bretaña reconociese oficialmente al CNT, sembró el desconcierto en las filas rebeldes, poniendo de manifiesto severas diferencias internas; mientras en Bengasi se celebraban los funerales a los que asistieron miles de personas en calma tensa, tras oírse algunos disparos por la noche, un portavoz militar en Misurata aseguró que la ciudad no recibía órdenes de Bengasi.</p><p></p><p>La victoria de etapa importante estaba al alcance. Los rebeldes estaban cerca de Sirte, la ciudad natal de Gaddafi. Sólo parecía cuestión de unas pocas horas, asaltando Trípoli caería Sirte. Esto abre el camino a Trípoli sería (550 kilómetros) han sido casi libre -, pero las celebraciones de la victoria fueron prematuros. En las primeras horas del miércoles de nuevo avanzó en las unidades de Gadafi. Bajo el liderazgo de Saadi Gadafi, uno de los hijos del dictador, las fuerzas gubernamentales han cambiado sus tácticas reconocibles. En lugar de infantería pesada con tanques y vehículos blindados, que son un blanco fácil para los bombarderos aliados, ahora hay pequeñas unidades rápidas y ágiles con gran vigor. Casi indistinguibles de los rebeldes.</p><p></p><p>También para los aviones aliados han sido los rebeldes difíciles el camino a seguir para identificar a los leales. Los rebeldes con sus logros han hecho que miles de combatientes celebren eufóricos. Pero: No hay estructuras de mando claras, cada uno actúa por su cuenta, situación que se mantendrá al tomar el control. No hay nada documentado que más claro que el empuje de las fuerzas de Gadafi al contraatacar, si no son hostigadas por la aviación aliada: De repente se verdadero pánico es generalizado, como fue el contraataque de los gadafistas. Todo el mundo quería de alguna manera huir ante la falta de disciplina de los rebeldes.</p><p></p><p>El resultado: un atasco de mega-retiro de cientos jeeps rebeldes de repente corrió hacia el este. Entre ellos civiles, periodistas, curiosos y civiles. Miércoles por la mañana tenía las fuerzas de Gadafi después de horas de bombardeos, la ciudad petrolera de Ras Lanuf primera vuelta capturada (27.000 habitantes). La refinería fue lanzada hace apenas dos semanas en manos de los rebeldes. Ras Lanuf después de los escuadrones de la muerte de Gadafi subió frente a las afueras de Brega, la segunda ciudad más importante de petróleo. Para caer sólo como Brega apareció intervinieron aviones franceses y estadounidenses.</p><p></p><p>Trató de detener el avance de los ataques con misiles. Los rebeldes en el oeste de Libia avanzaron el 13 de agosto hacia el norte, logrando llegar a la ciudad costera de Zauiya, 50 km al oeste de Trípoli, en la que encontraron fuerte resistencia de las tropas leales, estableciéndose el frente de batalla a unos cinco kilómetros del pueblo de Bir Shuaib. Por su parte el portavoz de los rebeldes libios afirmó que estaban luchando contra las fuerzas de Gadafi por el control de Garyan (Distrito de Al Jabal al Gharbi), a 80 kilómetros al sur de Trípoli y que habían logrado el control de la ciudad costera de Surman, a 70 kilómetros de la capital. El 16 de agosto, los rebeldes libios toman Garyan. Según afirmó un portavoz de los rebeldes, habrían aplastado a la Brigada Sahban (principal centro de mando de los gadafistas en las Montañas Occidentales), tomando posteriormente sus armas. Según el representante en Francia del Consejo Nacional Libio, Mansur Saif al-Nasr, el conflicto libio estaría en una fase decisiva.</p><p></p><p>Fuente:</p><p></p><p>(1) <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_trincheras">http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_trincheras</a>. “Guerra de Trincheras”.</p><p></p><p>La Guerra de trincheras.</p><p></p><p>La guerra de trincheras o guerra de posición es una forma de hacer la guerra, en la cual los ejércitos combatientes mantienen líneas estáticas de fortificaciones cavadas en el suelo. La guerra de trincheras surgió a partir de una revolución en las armas de fuego y a un incremento en su poder, sin que hubiese al mismo tiempo un aumento en la movilidad y en las comunicaciones. Hubo períodos de guerra de trincheras en la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865) y en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, pero llegó a su punto máximo de brutalidad y mortalidad en el Frente Oeste de la Primera Guerra Mundial.</p><p></p><p>Estos huecos serán cavados de 4 a 6 metros de profundidad y se conectan con otros para mayor movilidad de los bloques de combate. Las fortificaciones son casi tan antiguas como la propia guerra. Sin embargo, debido al tamaño relativamente pequeño de los ejércitos y al poco alcance de las armas, tradicionalmente no era posible defender más que una distancia corta o una fortaleza aislada. Las grandes fortificaciones del mundo antiguo, tales como la Gran Muralla China o la Muralla de Adriano, eran excepciones a la regla general y en cualquier caso no se habían diseñado para evitar completamente que el enemigo cruzase al otro lado, sino para hacer de frontera que establecía el momento en el que el enemigo había cruzado el límite.</p><p></p><p>También servían para evitar o entorpecer su huida. La mayoría de las técnicas utilizadas en la guerra de trincheras habían existido ya muchos años antes para la guerra de asedio. Lo novedoso fue el empleo de dichas técnicas en campo abierto entre dos ejércitos. Una vez que se inventaron las armas de fuego, las técnicas fueron evolucionando hasta convertirse en el muy conocido ritual denominado siège en forme. El ejército atacante rodeaba una ciudad y luego emplazaba a la ciudad a rendirse. Si respondían negativamente, el ejército rodearía la ciudad con fortificaciones temporales para impedir contraataques del ejército defensor y la llegada de refuerzos.</p><p></p><p>Los atacantes entonces construirían una serie de trincheras, paralelas a las defensas, y justo a la distancia de la artillería defensiva. Luego construían una trinchera en dirección a la ciudad haciendo un recorrido en zigzag, para evitar que quedase expuesta al fuego enemigo. Una vez estuviese dentro del alcance de la artillería, se cavaría otra trinchera paralela con emplazamientos para cañones. Si fuese necesario se utilizaría la primera artillería como cobertura, y el proceso se repetiría hasta que los cañones estuviesen lo suficientemente cerca como para acertar de pleno y abrir una brecha en las fortificaciones.</p><p></p><p>De esta forma, las tropas de avanzadilla y las de apoyo podrían aproximarse lo suficiente como para explotar la brecha, a la vez que el proceso proseguía desde varios puntos y buscando una mayor aproximación. Después de cada paso del proceso, los asaltantes emplazarían a los defensores a la rendición, pero una vez que las tropas hubiesen alcanzado con éxito la ciudad a través de la brecha, los defensores no podrían esperar ninguna piedad. También influyeron otros factores que fueron apareciendo después de la Guerra Civil Estadounidense. El primero fue el desarrollo del alambre de espino o de púas (inventado en 1874), que en sí mismo no causaba un gran daño a nadie, pero que podía ralentizar de forma crucial a una fuerza de ataque, y permitir a los defensores, con ametralladoras emplazadas estratégicamente, infligir graves pérdidas al enemigo.</p><p></p><p>La segunda fue la mejora de la artillería, que de una u otra forma, había formado parte de la guerra desde la época clásica, y que desde la aparición de la pólvora hasta el desarrollo de la guerra de trincheras se había convertido en la mayor causa de bajas en la guerra. Fue suplantada sólo brevemente por el rifle, y posteriormente por el fusil de asalto. Con el desarrollo de los cañones de acero de retrocarga por Krupp, se recuperó gran parte de su capacidad de matar (como se demostró gráficamente en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871). En tercer lugar se creó una zona entre el atacante y el defensor, un espacio de "tierra de nadie" demasiado letal como para cruzarlo. Aunque la tecnología y los ejércitos de reclutas habían cambiado dramáticamente la naturaleza de la guerra, la mayoría de los ejércitos todavía no se habían dado cuenta de las implicaciones de los cambios.</p><p></p><p>Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, la mayoría de los ejércitos se prepararon para una guerra breve, con tácticas y estrategias similares a las usadas en tiempos de Napoleón. Sin embargo, en cuanto empezó la guerra, los alemanes y los aliados (principalmente los franceses y los británicos) pronto percibieron que con las armas modernas, cualquier lugar podía ser fácilmente defendido por un puñado de hombres de infantería. Como atacar frontalmente suponía una cantidad de pérdidas inaceptable, era esencial una operación de desborde por los flancos. En el Frente Oeste, las pequeñas e improvisadas trincheras de los primeros meses pronto empezaron a crecer en profundidad y complejidad, creándose gradualmente vastas áreas defensivas interconectadas.</p><p></p><p>El espacio entre las trincheras se denomina tierra de nadie y varia en distancia en función del campo de batalla.. La gestión y los perfiles de las trincheras tuvieron que adaptarse al terreno escarpado, a las rocas y al clima. Algunos sistemas de trincheras se llegan a construir en glaciares (por ejemplo, en los Dolomitas). Al poco tiempo de comenzar la guerra, la estrategia defensiva sugiere un sistema principal de trincheras de tres líneas paralelas con cada línea conectada por trincheras de comunicación. El punto en el que una trinchera de comunicación hacía intersección con la trinchera frontal es de una importancia crítica y normalmente se encuentra fuertemente fortificado.</p><p></p><p>La trinchera frontal tenía una guarnición ligera y solía estar ocupada sólo por las tropas de guardia al amanecer y al anochecer. Entre 63 y 90 metros (70 a 100 yardas) más alejada se hallaba la trinchera de apoyo (o "de viaje"), que sería a la que retrocedería la guarnición en el caso de que la trinchera frontal fuese bombardeada. Entre 270 y 450 metros (300 a 500 yardas) más atrás se encontraba la tercera trinchera de reserva, en donde las tropas de reserva se podían juntar para un contraataque si las trincheras frontales son capturadas. Es necesario que se cree la trinchera de apoyo que se mantendrá como señuelo para atraer el fuego enemigo lejos de las líneas frontales y de reserva, aumentando la distancia entre ellas, creando zanjas antitanque que se llenan de petróleo y se incendian, evitando que el enemigo avance. Se encendían fuegos para hacerla parecer habitada, y los daños producidos por las bombas son reparados inmediatamente.</p><p></p><p>También se construían trincheras temporales. Cuando se planeaba un ataque a gran escala, se cavan trincheras de reunión cerca de la trinchera frontal. Servían como refugio a las oleadas de tropas atacantes que seguirían a las primeras que dejaban la trinchera frontal. También se cavan zanjas en dirección a la tierra de nadie con diversos propósitos, como conectar la trinchera frontal con un puesto de escucha cerca del enemigo, o servir de una zona de ataque avanzado para un ataque por sorpresa. Cuando un lado de la línea frontal se curvaba hacia el enemigo, se formaba un saliente (una zona vulnerable al poder ser atacada desde varios flancos). La línea cóncava enfrentada a un saliente se denomina reentrada. Detrás del sistema frontal de trincheras solía haber al menos dos sistemas de trincheras preparados al menos parcialmente. Es necesario preparar múltiples sistemas de trincheras redundantes.</p><p></p><p>Esta duplicidad hacía que fuese virtualmente imposible atravesar las fortificaciones. En el caso de que la sección del primer sistema de trincheras fuese capturada, se cavaría una trinchera para conectar el segundo sistema con la parte del primero que todavía estuviese bajo control. Utilizan hormigón armado para construir puntos estratégicos, así como refugios profundos, ventilados y a prueba de bombas con aire acondicionado portátil. Estan más dispuestos que sus enemigos a hacer una retirada estratégica a una posición mejor preparada defensivamente. También se puede aplicar el concepto de "defensa en profundidad", en donde las líneas frontales tenían cientos de metros de profundidad y contenían una serie de puestos de avanzada en lugar de una trinchera continua. Cada avanzada podía dar fuego de apoyo a sus vecinos, y si bien los atacantes tenían libertad de movimientos entre los puestos avanzados, estaban continuamente expuestos al fuego cruzado contra ellos.</p><p></p><p>Las trincheras nunca son rectas, sino que se cavan en un esquema dentado, que convertía la línea en segmentos conectados por traviesas. Esto implica que un soldado nunca podía ver más de 10 m aproximadamente a lo largo de la trinchera. Con ello el enemigo no podría enfilar la trinchera completa si lograba ganar acceso a algún punto y, si caía una bomba en alguna trinchera, la fragmentación (a menudo llamada incorrectamente metralla) no podría llegar muy lejos. El lado de la trinchera que miraba al enemigo se denomina el parapeto y tenía un escalón de fuego.</p><p></p><p>El lado trasero de la trinchera se denomina el parado. El parado protege la espalda del soldado de la fragmentación de las bombas que caían detrás de las trincheras. Si el enemigo conquista la trinchera, entonces los parados se convertían en su parapeto. Los laterales de la trinchera se recubrían con sacos de arena, astillas y trozos de madera y alambre. El suelo normalmente se recubre con planchas de madera. Se construyen refugios de distintos grados de lujo en la retaguardia de la trinchera de apoyo.</p><p></p><p>Los refugios suelen estar entre 2,5 m y 5 m de profundidad, mientras que pueden estar mucho más profundos, a un mínimo de 3,5 m, y en ocasiones se cavan 3 pisos, con escaleras de hormigón para acceder a los niveles superiores. Para permitir a un soldado ver fuera de la trinchera sin exponer su cabeza, se creaba un agujero en el parapeto. Podía ser simplemente un hueco entre las bolsas de arena o podía estar protegido por una placa de acero. Los francotiradores utilizan munición perforadora que les permitía penetrar los agujeros, se puede utilizar una cámara infrarroja con un cable RCA conectada al telivisor.</p><p></p><p>La otra forma de mirar desde una trinchera es mediante un periscopio o cámara de televisión. Su forma más sencilla era un tubo hueco con dos ángulos de espejos en las partes superior e inferior. En las trincheras en donde tienen el terreno más alto, el rifle con periscopio se desarrolló para que los pudieran disparar al enemigo sin exponerse ellos mismos, tras el parapeto o se puede adecuar un fusil de asalto para disparar desde el suelo. Hay tres formas estándar de cavar una trinchera. La primera es que la persona se pusiese de pie sobre la superficie y cavase hacia abajo. Es la más efectiva en cuanto a velocidad, ya que permite que muchos trabajadores a la vez, pero tenía el problema de que los trabajadores quedaban expuestos al fuego enemigo. Por eso sólo podían usarse en la zona de retaguardia o por la noche. La segunda opción es ampliar una trinchera existente cavando desde el extremo. Los trabajadores no quedan expuestos, pero sólo pueden trabajar uno o dos hombres al mismo tiempo.</p><p></p><p>Por último, se pueden cavar túneles, en cuyo caso se mantiene un "techo" de tierra encima de la trinchera hasta terminar el trabajo. Luego se quita el techo y se puede ocupar la trinchera. Se puede completar 250 m de trinchera frontal utilizando 450 hombres en 6 horas (por la noche) con picos, palas y sacos terreros. Después la trinchera necesitaba mantenimiento continuo para evitar el deterioro causado por el clima y las bombas. En muchos lugares, el nivel freático está a poco más de un metro de profundidad, por lo que cualquier trinchera que se excave se inundaría rápidamente.</p><p></p><p>Por ello, muchas "trincheras" están realmente por encima de la tierra, construidas a base de construcciones masivas por medio de sacos de tierra (llenos de arcilla). En un principio, tanto el parapeto como el parado están construidos de esta forma, pero más tarde la técnica fue abrir el parapeto en gran parte de la línea, de forma que la retaguardia estuviese expuesta al fuego desde la línea de reserva, en el caso de que el enemigo capturase la trinchera frontal. La naturaleza confinada, estática y subterránea de la guerra de trincheras se desarrolla en su peculiar forma de geografía propia. En la zona del frente, la infraestructura convencional de transportes mediante carreteras y rieles fue reemplazada por una serie de trincheras y el uso de vagones ligeros.</p><p></p><p>La ventaja crítica que supone el hecho de situarse en las zonas geográficas de mayor altitud implica que las pequeñas colinas o elevaciones ganan una importancia estratégica enorme. Muchos suaves valles o colinas son tan sutiles que podrán haber pasado desapercibidos hasta que la línea del frente llegue a establecerse en ellos. Algunas colinas se denominan mediante su altura en metros, como la Colina 60 o son ubicadas por GPS. Una granja, un molino o el esqueleto de un árbol se convierten en foco de lucha simplemente porque son las características identificables del terreno más grandes. Sin embargo, no le lleva mucho tiempo a la artillería arrasarlo, de forma que se acaba convirtiendo en un simple nombre en un mapa.</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Walther Muller, post: 1406144, member: 15663"] La Guerra de Saif Capitulo III: La Guerra de Ratas Por Kelder Toti El 29 de marzo dos columnas rebeldes que habían tomado Naufaliya y se acercaban a Sirte se tuvieron que retirar ante la intensidad del fuego de artillería leal, recuperando de nuevo los leales Ben Yauad. De este modo el frente se estancó entre las ciudades de Ben Yauad y Ras Lanuf, tanto las fuerzas gadafistas como rebeldes debieron cavar trincheras, fosos antitanques y sembrar campos de minas; situación que a las fuerzas gadafistas le hubiera permitido soportar mejor el bombardeo aliado y estabilizar el frente; evitando una escapada o golpe de mano de los rebeldes o incursiones en profundidad. (1). El 30 de marzo por la mañana Ras Lanuf fue recuperada por las fuerzas leales, obligando a los rebeldes a retirarse hacia el este. La coalición estableció formalmente este mismo día el «grupo de contacto» en una reunión celebrada en Londres a la que acudieron cuarenta países de la comunidad internacional convocados para tratar la era «post Gadafi». Teniendo un terrible efecto sobre el régimen. El Consejo Nacional de Transición Libio no fue autorizado a integrarse en este grupo de contacto, que se encargará de dirigir los aspectos políticos, democráticos, humanitarios y de seguridad, pero también los relativos al comercio, durante la transición, antes de que se pueda confiar en la gestión de una dirección nacional. El 31 de marzo, aprovechando su superioridad militar sobre los insurgentes mal armados y dirigidos, y tras forzarles a retroceder hacia la Cirenaica, las tropas de Gadafi bombardearon Marsa El Brega, acercándose de nuevos los combates a las proximidades de Bengasi. A las 6h UTC, la OTAN tomó el control de las operaciones militares aéreas sucediendo a la coalición multinacional, ya que la OTAN era la fuerza determinante en las operaciones. Al mismo tiempo la alianza reafirmó su oposición a armar a los insurgentes, cuestión nuevamente suscitada por las principales potencias de la coalición tras el nuevo retroceso rebelde, dada su incapacidad militar. La OTAN, según su secretario general Anders Fogh Rasmussen, basó su rechazo en la resolución 1973, que concreta su misión en «proteger a la población civil ante una situación que podría degenerar en catástrofe humanitaria». El 1 de abril la batalla por Brega continuó. Además el Ejército Popular Libio, perteneciente al bando rebelde, dio muestras de una mayor organización, logrando un mayor control del frente, al que no dejaron pasar a civiles desarmados ni a periodistas, a la vez que llegaban nuevos soldados bien formados para reforzar las líneas y antiguos oficiales del ejército libio se situaban con los rebeldes en primera línea de batalla dando órdenes. Sin cesar los combates en Brega y los bombardeos sobre Misurata, el gobierno de Gadafi emprendió acciones diplomáticas encabezadas por el viceministro de asuntos exteriores, a instancia de Saif, enviado a Ankara el 5 de abril «para solicitar la mediación turca en un posible alto el fuego en la guerra civil que asola el país». Esta medida buscaba las condiciones para las elecciones y una transición acordada entre las parte. El rechazo de los rebeldes, que buscaban la salida de la familia de Gadafi de Libia, para un cese al fuego, hizo que la propuesta fracasase, sin la presión de la OTAN a los rebeldes, sería imposible una salida negociada al conflicto. Estancadas las líneas del frente en Brega, donde las fuerzas gadafistas lograron el día 5 de abril recuperar el control del puerto petrolero, y Misurata, el 6 de abril Abdul Fatah Younis, jefe de las fuerzas rebeldes, dirigió duros reproches a la OTAN, acusando a la alianza militar de dejar morir a miles de inocentes en Misurata. Según Younis, desde que asumió el mando la OTAN la intervención aliada se habría convertido en un problema: «Si la OTAN espera otra semana más no habrá ya nada más en Misurata, será un crimen que la alianza deberá cargar sobre sus espaldas». Refleja la incapacidad de los rebeldes de cambiar la situación por sí mismos. Por su lado, Charles Bouchard, comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN estimó que un 30 % de la fuerza militar de Gadafi había sido destruida desde el inicio de la intervención aliada, evaluación exagerada según se mostraría posteriormente por la resistencia de los nacionalistas. Fuentes de la alianza explicaron el descenso en el número de operaciones militares por causa del mal tiempo y la orden de no causar bajas entre civiles, lo que se vería dificultado por la utilización de «escudos humanos» por las tropas de Gadafi, que estarían escondiendo sus armas pesadas en núcleos poblados. Tras controlar Brega el ejército de Gadafi lanzó el 9 de abril un fuerte ataque sobre Ajdabiya, obligando a los rebeldes a replegarse hacia Bengasi con los pocos civiles que aún permanecían en la ciudad. Un día después, sin embargo, un intenso bombardeo protagonizado por aviones de la OTAN, centrado en la destrucción de equipamiento pesado, logró frenar el avance leal, permitiendo a las fuerzas rebeldes mantener el control de la estratégica ciudad, hubieran tenido éxito si avanzaban en las tempestades de arena, que dificultaría el rastreo con los drones, satélites espías y AWAC. Desde el 16 de abril los rebeldes, tras conseguir asegurar la ciudad de Ajdabiya, centraron sus esfuerzos en tratar de recuperar Brega. Sin embargo ninguno de los dos bandos pareció estar en facultades de doblegar al otro y el último intento de los leales el día 17 de atacar el flanco derecho de los rebeldes para abrirse camino hacia Ajdabiya, mientras los rebeldes estaban atascados a las puertas de Brega, también fracasó, estancándose el frente desde el 18 de abril a mitad de camino entre ambas poblaciones. El 26 de abril se tuvo noticias de que los leales estaban fortificando posiciones en Brega y que podían contar hasta con 3000 efectivos. A partir del 26 de abril y durante todo el mes de junio la línea de frente entre Adjabiya y Marsa El Brega se mantuvo estable. El 14 de julio los insurgentes decidieron lanzar una nueva ofensiva sobre Brega, que será tomada el 18 de julio tras duros combates. Sin embargo, aunque batiéndose en retirada hacia Ras Lanuf, las fuerzas leales continuaron hostigando a los rebeldes y bombardeando sus posiciones en los días inmediatos, ante de retirarse, el avance de los rebeldes era en coordinación con los bombardeos de la OTAN, que facilitaba su avance. En el frente occidental, en la asediada ciudad de Misurata, las tropas leales recibieron órdenes el día 23 de abril de retirarse. Al día siguiente los rebeldes tomaron el hospital que aún estaba en manos leales y la ciudad quedó de nuevo totalmente en sus manos. Las fuerzas leales, sin embargo, no cesaron de bombardear la ciudad los días posteriores a su retirada. El 10 de mayo, tras dos días de combates, los rebeldes anunciaron la toma del aeropuerto situado al sur de Misurata, si bien las fuerzas leales siguieron intentando hacerse con el control del puerto de la misma ciudad, atacándolo con botes zodiac desde el mar. A comienzos de junio aún proseguían los bombardeos sobre la ciudad, pero a partir del día 13, el desplazamiento de los combates más intensos a la zona de Zauiya, próxima a la frontera con Túnez y vital para el abastecimiento de Trípoli, permitió aflojar la presión sobre la ciudad sitiada, abriendo un nuevo frente a las fuerzas gadafistas. En la noche del sábado 30 de abril, el menor de los hijos del líder libio Muamar el Gadafi, Saif al-Arab Gadafi, y tres de sus nietos, murieron a consecuencia de una incursión aérea de la OTAN según informó un portavoz del régimen de Trípoli, ya que los bombardeos de la OTAN buscaban eliminar el liderazgo libio. A comienzos del mes de mayo la OTAN continuó sus ataques sobre Trípoli y sus alrededores, bombardeando entre otros un edificio de los servicios de seguridad interior, la sede del ministerio de inspección y control popular, encargado de la lucha contra la corrupción en Libia, y las residencias de Gadafi. El 20 de mayo, la OTAN inutilizó ocho barcos de guerra pertenecientes a las fuerzas leales en los puertos de Trípoli, Al Khoms y Sirte, que estaban anclados en los puertos, estos barcos debieron atacar de noche a la Task Force al comenzar el conflicto desbaratando a la flota de la OTAN, cuando todavía no había reunido completo sus unidades, bajo la cobertura de su Fuerza Aérea, dispersando la flota enemiga, disponiendo del tiempo para asaltar Bengasi y Misurata, los últimos baluartes rebeldes. El 11 de junio las fuerzas leales bombardearon la histórica ciudad de Ghadames controlada por los rebeldes, en tanto Zauiya, en poder de las fuerzas gadafistas, fue atacada por los insurgentes que se habían replegado a las montañas para entrenarse (y recibir armas lanzadas en paracaídas por Francia a pesar de la disconformidad de los británicos). La ciudad de Zauiya, de gran valor estratégico, contaba con la más importante refinería petrolífera que se encontraba aún en poder de las fuerzas leales al régimen de Gadafi, que abastecía de gasolina a las fuerzas leales, su pérdida el 25 de Julio fue golpe mortal al esfuerzo bélico, al no contar con gasolina ni diesel la maquinaria bélica. A finales de junio los avances de los rebeldes en Nefusa se confirmaban, en tanto que los enfrentamientos proseguían en torno a Brega, en el centro del país. Las fuerzas de Gadafi centraron su atención sobre la ciudad costera de Zliten, entre Misurata y Trípoli, nuevamente sublevada. En la última semana de junio los rebeldes fueron rechazados por las fuerzas leales a 80 kilómetros al sur de Trípoli, a pesar de los bombardeos de la OTAN, ya que lo vasto del territorio libio no tenía la Fuerza Aérea de la Coalisión suficientes unidades para controlar los movimientos de los gadafistas en tierra. Pero desde el 6 de julio se desencadenó una nueva ofensiva de los insurgentes protagonizada por beréberes procedentes del djebel Nefusa que atacaron en las regiones de Bir Al-Ghanam y Gharyan al sur de Trípoli, avanzando el día 8 hacia Zliten donde las fuerzas leales se habían reagrupado. El 17 de julio tuvieron lugar intensos combates entre las fuerzas armadas regulares de Libia y los insurgentes que buscaban romper sus líneas para marchar hacia la capital, Trípoli. En la madrugada del 28 los rebeldes asentados en las montañas de la zona occidental lanzaron una nueva ofensiva contra Ghezaya, en la frontera con Túnez, que anunciaron haber tomado poco más tarde con otras pequeñas localidades, no reteniendo los leales a Gadafi en la región montañosa más que el bastión de Tiji, donde 500 soldados leales podrían estar rodeados. El 27 de julio el general Abdul Fatah Younis, jefe de las operaciones militares del Consejo Nacional de Transición fue secuestrado al parecer cuando se dirigía del frente de Brega a Bengasi para declarar ante una comisión judicial. El día 28 se anunció su muerte, atribuida inicialmente a un comando gadafista, lo que fue rápidamente desmentido por sus propios partidarios, que achacaron el asesinato a facciones rivales dentro del sector rebelde, que tomaban venganza contra Younis por haberlos reprimido en el pasado. El crimen perpetrado sólo un día después de que Gran Bretaña reconociese oficialmente al CNT, sembró el desconcierto en las filas rebeldes, poniendo de manifiesto severas diferencias internas; mientras en Bengasi se celebraban los funerales a los que asistieron miles de personas en calma tensa, tras oírse algunos disparos por la noche, un portavoz militar en Misurata aseguró que la ciudad no recibía órdenes de Bengasi. La victoria de etapa importante estaba al alcance. Los rebeldes estaban cerca de Sirte, la ciudad natal de Gaddafi. Sólo parecía cuestión de unas pocas horas, asaltando Trípoli caería Sirte. Esto abre el camino a Trípoli sería (550 kilómetros) han sido casi libre -, pero las celebraciones de la victoria fueron prematuros. En las primeras horas del miércoles de nuevo avanzó en las unidades de Gadafi. Bajo el liderazgo de Saadi Gadafi, uno de los hijos del dictador, las fuerzas gubernamentales han cambiado sus tácticas reconocibles. En lugar de infantería pesada con tanques y vehículos blindados, que son un blanco fácil para los bombarderos aliados, ahora hay pequeñas unidades rápidas y ágiles con gran vigor. Casi indistinguibles de los rebeldes. También para los aviones aliados han sido los rebeldes difíciles el camino a seguir para identificar a los leales. Los rebeldes con sus logros han hecho que miles de combatientes celebren eufóricos. Pero: No hay estructuras de mando claras, cada uno actúa por su cuenta, situación que se mantendrá al tomar el control. No hay nada documentado que más claro que el empuje de las fuerzas de Gadafi al contraatacar, si no son hostigadas por la aviación aliada: De repente se verdadero pánico es generalizado, como fue el contraataque de los gadafistas. Todo el mundo quería de alguna manera huir ante la falta de disciplina de los rebeldes. El resultado: un atasco de mega-retiro de cientos jeeps rebeldes de repente corrió hacia el este. Entre ellos civiles, periodistas, curiosos y civiles. Miércoles por la mañana tenía las fuerzas de Gadafi después de horas de bombardeos, la ciudad petrolera de Ras Lanuf primera vuelta capturada (27.000 habitantes). La refinería fue lanzada hace apenas dos semanas en manos de los rebeldes. Ras Lanuf después de los escuadrones de la muerte de Gadafi subió frente a las afueras de Brega, la segunda ciudad más importante de petróleo. Para caer sólo como Brega apareció intervinieron aviones franceses y estadounidenses. Trató de detener el avance de los ataques con misiles. Los rebeldes en el oeste de Libia avanzaron el 13 de agosto hacia el norte, logrando llegar a la ciudad costera de Zauiya, 50 km al oeste de Trípoli, en la que encontraron fuerte resistencia de las tropas leales, estableciéndose el frente de batalla a unos cinco kilómetros del pueblo de Bir Shuaib. Por su parte el portavoz de los rebeldes libios afirmó que estaban luchando contra las fuerzas de Gadafi por el control de Garyan (Distrito de Al Jabal al Gharbi), a 80 kilómetros al sur de Trípoli y que habían logrado el control de la ciudad costera de Surman, a 70 kilómetros de la capital. El 16 de agosto, los rebeldes libios toman Garyan. Según afirmó un portavoz de los rebeldes, habrían aplastado a la Brigada Sahban (principal centro de mando de los gadafistas en las Montañas Occidentales), tomando posteriormente sus armas. Según el representante en Francia del Consejo Nacional Libio, Mansur Saif al-Nasr, el conflicto libio estaría en una fase decisiva. Fuente: (1) [url]http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_trincheras[/url]. “Guerra de Trincheras”. La Guerra de trincheras. La guerra de trincheras o guerra de posición es una forma de hacer la guerra, en la cual los ejércitos combatientes mantienen líneas estáticas de fortificaciones cavadas en el suelo. La guerra de trincheras surgió a partir de una revolución en las armas de fuego y a un incremento en su poder, sin que hubiese al mismo tiempo un aumento en la movilidad y en las comunicaciones. Hubo períodos de guerra de trincheras en la Guerra Civil Estadounidense (1861-1865) y en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, pero llegó a su punto máximo de brutalidad y mortalidad en el Frente Oeste de la Primera Guerra Mundial. Estos huecos serán cavados de 4 a 6 metros de profundidad y se conectan con otros para mayor movilidad de los bloques de combate. Las fortificaciones son casi tan antiguas como la propia guerra. Sin embargo, debido al tamaño relativamente pequeño de los ejércitos y al poco alcance de las armas, tradicionalmente no era posible defender más que una distancia corta o una fortaleza aislada. Las grandes fortificaciones del mundo antiguo, tales como la Gran Muralla China o la Muralla de Adriano, eran excepciones a la regla general y en cualquier caso no se habían diseñado para evitar completamente que el enemigo cruzase al otro lado, sino para hacer de frontera que establecía el momento en el que el enemigo había cruzado el límite. También servían para evitar o entorpecer su huida. La mayoría de las técnicas utilizadas en la guerra de trincheras habían existido ya muchos años antes para la guerra de asedio. Lo novedoso fue el empleo de dichas técnicas en campo abierto entre dos ejércitos. Una vez que se inventaron las armas de fuego, las técnicas fueron evolucionando hasta convertirse en el muy conocido ritual denominado siège en forme. El ejército atacante rodeaba una ciudad y luego emplazaba a la ciudad a rendirse. Si respondían negativamente, el ejército rodearía la ciudad con fortificaciones temporales para impedir contraataques del ejército defensor y la llegada de refuerzos. Los atacantes entonces construirían una serie de trincheras, paralelas a las defensas, y justo a la distancia de la artillería defensiva. Luego construían una trinchera en dirección a la ciudad haciendo un recorrido en zigzag, para evitar que quedase expuesta al fuego enemigo. Una vez estuviese dentro del alcance de la artillería, se cavaría otra trinchera paralela con emplazamientos para cañones. Si fuese necesario se utilizaría la primera artillería como cobertura, y el proceso se repetiría hasta que los cañones estuviesen lo suficientemente cerca como para acertar de pleno y abrir una brecha en las fortificaciones. De esta forma, las tropas de avanzadilla y las de apoyo podrían aproximarse lo suficiente como para explotar la brecha, a la vez que el proceso proseguía desde varios puntos y buscando una mayor aproximación. Después de cada paso del proceso, los asaltantes emplazarían a los defensores a la rendición, pero una vez que las tropas hubiesen alcanzado con éxito la ciudad a través de la brecha, los defensores no podrían esperar ninguna piedad. También influyeron otros factores que fueron apareciendo después de la Guerra Civil Estadounidense. El primero fue el desarrollo del alambre de espino o de púas (inventado en 1874), que en sí mismo no causaba un gran daño a nadie, pero que podía ralentizar de forma crucial a una fuerza de ataque, y permitir a los defensores, con ametralladoras emplazadas estratégicamente, infligir graves pérdidas al enemigo. La segunda fue la mejora de la artillería, que de una u otra forma, había formado parte de la guerra desde la época clásica, y que desde la aparición de la pólvora hasta el desarrollo de la guerra de trincheras se había convertido en la mayor causa de bajas en la guerra. Fue suplantada sólo brevemente por el rifle, y posteriormente por el fusil de asalto. Con el desarrollo de los cañones de acero de retrocarga por Krupp, se recuperó gran parte de su capacidad de matar (como se demostró gráficamente en la Guerra Franco-prusiana de 1870-1871). En tercer lugar se creó una zona entre el atacante y el defensor, un espacio de "tierra de nadie" demasiado letal como para cruzarlo. Aunque la tecnología y los ejércitos de reclutas habían cambiado dramáticamente la naturaleza de la guerra, la mayoría de los ejércitos todavía no se habían dado cuenta de las implicaciones de los cambios. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, la mayoría de los ejércitos se prepararon para una guerra breve, con tácticas y estrategias similares a las usadas en tiempos de Napoleón. Sin embargo, en cuanto empezó la guerra, los alemanes y los aliados (principalmente los franceses y los británicos) pronto percibieron que con las armas modernas, cualquier lugar podía ser fácilmente defendido por un puñado de hombres de infantería. Como atacar frontalmente suponía una cantidad de pérdidas inaceptable, era esencial una operación de desborde por los flancos. En el Frente Oeste, las pequeñas e improvisadas trincheras de los primeros meses pronto empezaron a crecer en profundidad y complejidad, creándose gradualmente vastas áreas defensivas interconectadas. El espacio entre las trincheras se denomina tierra de nadie y varia en distancia en función del campo de batalla.. La gestión y los perfiles de las trincheras tuvieron que adaptarse al terreno escarpado, a las rocas y al clima. Algunos sistemas de trincheras se llegan a construir en glaciares (por ejemplo, en los Dolomitas). Al poco tiempo de comenzar la guerra, la estrategia defensiva sugiere un sistema principal de trincheras de tres líneas paralelas con cada línea conectada por trincheras de comunicación. El punto en el que una trinchera de comunicación hacía intersección con la trinchera frontal es de una importancia crítica y normalmente se encuentra fuertemente fortificado. La trinchera frontal tenía una guarnición ligera y solía estar ocupada sólo por las tropas de guardia al amanecer y al anochecer. Entre 63 y 90 metros (70 a 100 yardas) más alejada se hallaba la trinchera de apoyo (o "de viaje"), que sería a la que retrocedería la guarnición en el caso de que la trinchera frontal fuese bombardeada. Entre 270 y 450 metros (300 a 500 yardas) más atrás se encontraba la tercera trinchera de reserva, en donde las tropas de reserva se podían juntar para un contraataque si las trincheras frontales son capturadas. Es necesario que se cree la trinchera de apoyo que se mantendrá como señuelo para atraer el fuego enemigo lejos de las líneas frontales y de reserva, aumentando la distancia entre ellas, creando zanjas antitanque que se llenan de petróleo y se incendian, evitando que el enemigo avance. Se encendían fuegos para hacerla parecer habitada, y los daños producidos por las bombas son reparados inmediatamente. También se construían trincheras temporales. Cuando se planeaba un ataque a gran escala, se cavan trincheras de reunión cerca de la trinchera frontal. Servían como refugio a las oleadas de tropas atacantes que seguirían a las primeras que dejaban la trinchera frontal. También se cavan zanjas en dirección a la tierra de nadie con diversos propósitos, como conectar la trinchera frontal con un puesto de escucha cerca del enemigo, o servir de una zona de ataque avanzado para un ataque por sorpresa. Cuando un lado de la línea frontal se curvaba hacia el enemigo, se formaba un saliente (una zona vulnerable al poder ser atacada desde varios flancos). La línea cóncava enfrentada a un saliente se denomina reentrada. Detrás del sistema frontal de trincheras solía haber al menos dos sistemas de trincheras preparados al menos parcialmente. Es necesario preparar múltiples sistemas de trincheras redundantes. Esta duplicidad hacía que fuese virtualmente imposible atravesar las fortificaciones. En el caso de que la sección del primer sistema de trincheras fuese capturada, se cavaría una trinchera para conectar el segundo sistema con la parte del primero que todavía estuviese bajo control. Utilizan hormigón armado para construir puntos estratégicos, así como refugios profundos, ventilados y a prueba de bombas con aire acondicionado portátil. Estan más dispuestos que sus enemigos a hacer una retirada estratégica a una posición mejor preparada defensivamente. También se puede aplicar el concepto de "defensa en profundidad", en donde las líneas frontales tenían cientos de metros de profundidad y contenían una serie de puestos de avanzada en lugar de una trinchera continua. Cada avanzada podía dar fuego de apoyo a sus vecinos, y si bien los atacantes tenían libertad de movimientos entre los puestos avanzados, estaban continuamente expuestos al fuego cruzado contra ellos. Las trincheras nunca son rectas, sino que se cavan en un esquema dentado, que convertía la línea en segmentos conectados por traviesas. Esto implica que un soldado nunca podía ver más de 10 m aproximadamente a lo largo de la trinchera. Con ello el enemigo no podría enfilar la trinchera completa si lograba ganar acceso a algún punto y, si caía una bomba en alguna trinchera, la fragmentación (a menudo llamada incorrectamente metralla) no podría llegar muy lejos. El lado de la trinchera que miraba al enemigo se denomina el parapeto y tenía un escalón de fuego. El lado trasero de la trinchera se denomina el parado. El parado protege la espalda del soldado de la fragmentación de las bombas que caían detrás de las trincheras. Si el enemigo conquista la trinchera, entonces los parados se convertían en su parapeto. Los laterales de la trinchera se recubrían con sacos de arena, astillas y trozos de madera y alambre. El suelo normalmente se recubre con planchas de madera. Se construyen refugios de distintos grados de lujo en la retaguardia de la trinchera de apoyo. Los refugios suelen estar entre 2,5 m y 5 m de profundidad, mientras que pueden estar mucho más profundos, a un mínimo de 3,5 m, y en ocasiones se cavan 3 pisos, con escaleras de hormigón para acceder a los niveles superiores. Para permitir a un soldado ver fuera de la trinchera sin exponer su cabeza, se creaba un agujero en el parapeto. Podía ser simplemente un hueco entre las bolsas de arena o podía estar protegido por una placa de acero. Los francotiradores utilizan munición perforadora que les permitía penetrar los agujeros, se puede utilizar una cámara infrarroja con un cable RCA conectada al telivisor. La otra forma de mirar desde una trinchera es mediante un periscopio o cámara de televisión. Su forma más sencilla era un tubo hueco con dos ángulos de espejos en las partes superior e inferior. En las trincheras en donde tienen el terreno más alto, el rifle con periscopio se desarrolló para que los pudieran disparar al enemigo sin exponerse ellos mismos, tras el parapeto o se puede adecuar un fusil de asalto para disparar desde el suelo. Hay tres formas estándar de cavar una trinchera. La primera es que la persona se pusiese de pie sobre la superficie y cavase hacia abajo. Es la más efectiva en cuanto a velocidad, ya que permite que muchos trabajadores a la vez, pero tenía el problema de que los trabajadores quedaban expuestos al fuego enemigo. Por eso sólo podían usarse en la zona de retaguardia o por la noche. La segunda opción es ampliar una trinchera existente cavando desde el extremo. Los trabajadores no quedan expuestos, pero sólo pueden trabajar uno o dos hombres al mismo tiempo. Por último, se pueden cavar túneles, en cuyo caso se mantiene un "techo" de tierra encima de la trinchera hasta terminar el trabajo. Luego se quita el techo y se puede ocupar la trinchera. Se puede completar 250 m de trinchera frontal utilizando 450 hombres en 6 horas (por la noche) con picos, palas y sacos terreros. Después la trinchera necesitaba mantenimiento continuo para evitar el deterioro causado por el clima y las bombas. En muchos lugares, el nivel freático está a poco más de un metro de profundidad, por lo que cualquier trinchera que se excave se inundaría rápidamente. Por ello, muchas "trincheras" están realmente por encima de la tierra, construidas a base de construcciones masivas por medio de sacos de tierra (llenos de arcilla). En un principio, tanto el parapeto como el parado están construidos de esta forma, pero más tarde la técnica fue abrir el parapeto en gran parte de la línea, de forma que la retaguardia estuviese expuesta al fuego desde la línea de reserva, en el caso de que el enemigo capturase la trinchera frontal. La naturaleza confinada, estática y subterránea de la guerra de trincheras se desarrolla en su peculiar forma de geografía propia. En la zona del frente, la infraestructura convencional de transportes mediante carreteras y rieles fue reemplazada por una serie de trincheras y el uso de vagones ligeros. La ventaja crítica que supone el hecho de situarse en las zonas geográficas de mayor altitud implica que las pequeñas colinas o elevaciones ganan una importancia estratégica enorme. Muchos suaves valles o colinas son tan sutiles que podrán haber pasado desapercibidos hasta que la línea del frente llegue a establecerse en ellos. Algunas colinas se denominan mediante su altura en metros, como la Colina 60 o son ubicadas por GPS. Una granja, un molino o el esqueleto de un árbol se convierten en foco de lucha simplemente porque son las características identificables del terreno más grandes. Sin embargo, no le lleva mucho tiempo a la artillería arrasarlo, de forma que se acaba convirtiendo en un simple nombre en un mapa. [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
¿Cuanto es 2 mas 6? (en letras)
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias de Libia
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba