Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias de Libia
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Walther Muller" data-source="post: 1406148" data-attributes="member: 15663"><p>La Guerra de Saif</p><p></p><p> Capítulo III: La Guerra de Ratas.</p><p></p><p>Notas Bibliográficas (continuación)</p><p></p><p></p><p>La vida en las trincheras:</p><p></p><p>El tiempo que pasa un soldado en concreto en el frente es normalmente breve; desde un día hasta dos semanas antes de ser relevado, manteniendo la rotación. Los soldados pueden permanecer hasta 60 días, aunque eso es una rara excepción. El tiempo que dedica al año un soldado se puede dividir de esta forma:</p><p>• 15% línea del frente</p><p>• 10% línea de apoyo</p><p>• 30% línea de reserva</p><p>• 20% resto</p><p>• 25% otros (hospital, viajando, permisos, entrenamiento, etc.)</p><p>Incluso cuando está en el frente, el soldado normalmente sólo es llamado a luchar un puñado de veces al año: realizan un ataque, defiende la posición o participan en una escaramuza. La frecuencia del combate será mayor en el caso de las tropas de élite.</p><p>Algunos sectores del frente ven muy poca actividad a lo largo de la guerra, haciendo que su vida en las trincheras sea relativamente fácil, y utilizan el tiempo libre para entrenarse y descansar.</p><p>Un sector del frente se le asigna a un Cuerpo de Ejército, que normalmente tiene tres divisiones, y es comandada por un General. De estas, dos ocuparían sectores adyacentes en el frente y la tercera estaría descansando en la retaguardia. Esto se replicaría a lo largo de la estructura del ejército de forma que en cada división de primera línea, que normalmente tiene tres brigadas de infantería, dos ocuparían el frente y una tercera estaría en reserva como refuerzo. Dentro de cada brigada en la línea del frente, que normalmente tiene cuatro batallones (regimientos en el caso de Alemania), dos estarán en el frente y dos en la reserva. Y lo mismo ocurriría con las compañías y los pelotones. La rotación sería más frecuente en las divisiones más pequeñas de la estructura militar.</p><p>Durante el día, los francotiradores y los observadores de la artillería con drones, larga vista, aviones de observación y satélites hacen que el movimiento sea peligroso, por lo que las trincheras están normalmente en silencio. Por ello, las trincheras están más activas durante la noche, cuando la cobertura de la oscuridad permite el movimiento de las tropas y de los suministros, aunque puede ser seguido por lentes termales o infrarroja; el mantenimiento y la expansión del alambre de espino y el sistema de trincheras, fosa antitanques llenas de petróleo y campos de minas, y el reconocimiento de las defensas enemigas.</p><p>Los puntos de escucha en tierra de nadie intentan detectar patrullas enemigas y partidas de trabajo, así como indicios de un posible ataque. Se llevan a cabo escaramuzas (pequeños ataques sin intención de conquistar el terreno) con el fin de capturar prisioneros y "botín" (cartas y otros documentos con información sobre la unidad que ocupa la trinchera opuesta). A medida que la guerra siga adelante, estas escaramuzas se convierten en parte de la política general llevada a cabo, con la intención de mantener el espíritu de lucha de las tropas, y para impedir al enemigo ocupar la tierra de nadie. Y es posible que el coste no valga la pena.</p><p>A comienzos de la guerra se preparan pequeños ataques por sorpresa, particularmente, pero el incremento de la vigilancia hizo que la sorpresa fuese difícil a medida que la guerra avance. Las operaciones en las trincheras son ejercicios muy bien planeados, con armas combinadas, y que suponen la cooperación entre la infantería, tanques, misiles contracarro y artillería (obuses y morteros).</p><p>Comienza con un bombardeo intenso de la artillería y Fuerza Aérea, con el fin de evacuar o matar a la guarnición de la trinchera del frente, abrir senderos en los campos minados y cortar el alambre de espino, con grupos de zapadores. Luego se traslada el bombardeo, haciendo una especie de caja o cordón que impidiese un contraataque contra la infantería o los tanques, asaltando las trincheras con misiles contracarro, utilizando buldózer para limpiar las zanjas antitanque llenas de petróleo.</p><p>La intensidad de la guerra de trincheras supone que alrededor del 3% de los soldados mueren en batalla. Considerando que para cada hombre de infantería en la primera línea había unos 3 soldados de apoyo (artillería, suministros, sanidad, etc.), es muy improbable que un soldado sobreviviese a la guerra sin haber recibido algún tipo de herida. Es más, muchos soldados fueron heridos varias veces en el curso del servicio.</p><p>Los servicios médicos deben tener antibióticos y morfina. Heridas relativamente pequeñas pueden ser mortales por culpa de infecciones y la gangrena, la principal causa de muerte es la infección. La mitad de los heridos en la cabeza murieron y sólo un 1% de los heridos en el abdomen sobreviven.</p><p>Tres cuartas partes de las heridas ocasionadas en la guerra de ratas, proceden del fuego de artillería y ametralladoras. Las heridas de ese tipo son normalmente más problemáticas que una herida de bala: la herida es menos limpia y tiene más probabilidades de infectarse. Esto triplica la probabilidad de muerte por herida en el pecho cuando la herida es de artillería. Además, la explosión de artillería también puede matar a través del traumatismo provocado por la onda expansiva. Por último, las heridas físicas se añaden los daños psicológicos, siendo muy habitual el trastorno por estrés postraumático en el caso de personas que hubiesen soportado un bombardeo prolongado e intenso.</p><p>Las condiciones sanitarias de las trincheras son muy pobres, y suelen haber numerosos casos de disentería, diarrea, tifus y cólera, de ahí la importancia de hervir el agua, cocer los alimentos y fumigar contra los mosquitos y la ratas. Muchos soldados sufren problemas parasitarios y sus infecciones relacionadas, por lo cual debe tenerse dosis antiparasitaria como Metrodinazol. Además, otro caso habitual de muerte es por culpa de las temperaturas, dado que dentro de las trincheras en invierno es habitual encontrarse bajo cero, siendo imposible hacer fogatas, es necesario distribuir abrigos y frazadas.</p><p>El enterramiento de un muerto es un lujo que ninguno de los bandos puede permitirse. Los cuerpos permanecen en tierra de nadie hasta que la línea del frente se desplaza, y para entonces los cuerpos suelen estar inidentificables devorados por las ratas y los zamuros. En algunos campos de batalla, los cuerpos no se entierran hasta después de la guerra, y se le tiene que dar cristiana sepultura, tanto a unos como a otros.</p><p>En varios momentos durante la guerra, sobre todo al principio, se organizan vías oficiales para que se pudiesen recoger a los heridos en tierra de nadie y para poder enterrar los cadáveres. Sin embargo, lo habitual es que los altos mandos no aprobasen ningún alto en la ofensiva por razones humanitarias, y por ello ordena a las tropas no permitir a nadie recoger los cuerpos en tierra de nadie, al terminar la ofensiva, se tiene que acordar una tregua para recoger los heridos y los cadáveres.</p><p>En cualquier caso, los soldados suelen ignorar esta orden en las trincheras, porque saben del beneficio mutuo que supone permitir esas operaciones. Con ello, tan pronto como cesan las hostilidades, salen partidas a recoger a los heridos, marcadas con banderas con una Cruz Roja, y a veces intercambian con los enemigos unos heridos por otros. Hay ocasiones en las que este alto el fuego extraoficial, se utiliza para hacer un reconocimiento o reforzar una guarnición.</p><p></p><p>Las armas de la guerra de trincheras</p><p></p><p>Armas de infantería: El soldado de infantería común tiene armas a su disposición en las trincheras: el fusil, la bayoneta, ametralladora, la escopeta, RPG, misil contra carro, mortero, mochila explosiva, mina a distancia, mina sísmica granada de fusil y la granada.</p><p>El soldado está equipado con una espada-bayoneta de unos 53 cm (21 in), que es demasiado larga para ser empleada, particularmente en combates cuerpo a cuerpo. No obstante, usar la bayoneta es más seguro que disparar un fusil en esos momentos, puesto que en una mêlée (combate cuerpo a cuerpo inesperado) se puede herir o matar a un compañero en lugar del enemigo.</p><p>Los registros británicos muestran que sólo el 0,3 % de las heridas son causadas por bayonetas, aunque un ataque con bayoneta es muy probable que acabase con la muerte del enemigo. Una carga con bayoneta podía ser efectiva para inducir el terror en las filas enemigas y animarles a huir o a rendirse, o utilizar un buldózer para enterrarlos vivos. Se utiliza mucho para rematar al enemigo herido durante un avance, ahorrando munición a la vez que se reduce la posibilidad de ser atacados desde la retaguardia. Muchos soldados prefieren un arma tipo espada corta o incluso herramientas de construcción de trincheras (palas) antes que la bayoneta. En ese caso afilarían el final del cuchillo para que fuese tan efectivo como una bayoneta, mientras que su longitud más corta los hacía más manejables en las trincheras. Estas herramientas también pueden usarse para cavar una vez se hubiese tomado una trinchera.</p><p>Dado que las tropas a menudo no están equipadas adecuadamente para la guerra de trincheras, en las batallas es habitual las armas improvisadas, como puñales de madera o mazas metálicas, así como todo tipo de cuchillos cortos e incluso puños americanos. A medida que la guerra sigue adelante se fue mejorando el equipamiento y se desecharon este tipo de armas improvisadas.</p><p>Las escopetas se utilizan principalmente para herir e inutilizar a los efectivos de la trinchera. En lugar de una única bala a gran velocidad, la escopeta dispara un número mayor de bolas de metal llamadas perdigones. Si bien uno solo de esos balines causa mucho menos daño que una bala de rifle, la carga estándar de un cartucho de escopeta suele causar muchas heridas graves a corta distancia, incrementando las posibilidades de una herida que dejase al enemigo fuera de combate. Una escopeta cargada con cartuchos es un arma formidable a corto alcance, por el espacio cerrado de la trinchera. Los militares estadounidenses comenzaron a usar escopetas de cartuchos modificadas especialmente para la guerra de trincheras, con cañones más cortos, cargadores más largos, sin seguro, y a menudo se equipan con protectores del calor y con enganches para bayoneta que utilizan la bayoneta M1917. Todavía existen descendientes de esta arma, en la forma de la escopeta de combate, y su prima la escopeta antidisturbios. También se sabe que la escopeta se emplea con cañón recortado en los saqueos nocturnos, por su poco volumen, efectividad en el cuerpo a cuerpo y facilidad de uso dentro de la trinchera. Sin embargo, esta práctica no puede ser oficial, y es preferible utilizar escopetas civiles alteradas para su nuevo uso.</p><p>La granada, por su parte, se convierte en la principal arma de la infantería en la guerra de trincheras. Ambos bandos serán rápidos a la hora de entrenar escuadrones especialistas en bombardeos con granas y sacos de granadas. La granada permite al soldado atacar al enemigo sin exponerse directamente, y no requiere la precisión del rifle para matar a un hombre.</p><p></p><p>Ametralladoras</p><p></p><p>La ametralladora es posiblemente el arma más característica de la guerra de asedio, y debe estar camufada con la imagen de oleadas de infantería siendo abatidas por ráfagas de balas, disparando por los lados sucesivamente protegiéndose mutuamente, nunca disparando de frente, ya que la silueta del blanco es menor y puede ser ubicado, destruyendo su posición. Debe haber 20 ametralladoras mediana por batallón, capaces de fuego indirecto por audífono de fibra óptica. La ametralladora pesada es un arma de especialista, y en una guerra de trincheras se utiliza de manera científica, con campos de fuego calculados cuidadosamente, de forma que en el momento en que se tuviese noticia de una explosión en el lugar exacto, se dirigiese contra el parapeto enemigo o contra la zona de alambrada destruida. También podía emplearse como artillería ligera, bombardeando trincheras distantes. Estas armas necesitaban un equipo de unas ocho personas para moverlas, mantenerlas y tenerlas abastecidas de munición.</p><p></p><p>Morteros</p><p></p><p>Los morteros son armas que lanzan proyectiles a una distancia relativamente corta y con trayectoria en forma de parábola. Son utilizados ampliamente como forma de atacar las trincheras frontales y cortar las alambradas en preparación de un asalto, tiene una gran capacidad defensiva al utilizar su proyectil como bomba de racimo en los asaltos frontales.</p><p>Se puede emplear una variedad de morteros. Los más pequeños son lanzagranadas (Granatenwerfer) que disparan bombas de racimo. Los morteros medianos recibían el nombre de lanzaminas (Minenwerfer), llamados "minnies". El mortero pesado se llamaba Ladungswerfer y lanza "torpedos aéreos" que puede tener un cohete, que evitará que el enemigo busque refugio.</p><p></p><p>Artillería</p><p></p><p>La artillería domina el campo de batalla en la guerra de trincheras, del mismo modo que la fuerza aérea domina la guerra moderna, y tienen que actuar en la guerra de trincheras de forma coordinada. Un ataque de infantería raramente tiene éxito si se hace más allá de la línea que cubre su artillería de apoyo y con tanques de cobertura. Además de disparar a la infantería enemiga, la artillería se enzarza en batallas con el enemigo para intentar de destruir sus baterías de cañones.</p><p>La artillería dispara principalmente bombas de fragmentación, explosivas o, más adelante en la guerra, de gas. También se puede usar bombas incendiarias o fósforo que hiciese arder los bosques, los soldados y las ruinas.</p><p>El tipo de artillería son de dos clases: cañones y obuses. Los cañones disparan balas de alta velocidad sobre una trayectoria plana y a menudo se utilizan para lanzar bombas de fragmentación y cortar la alambrada enemiga. Los obuses lanzan el obús sobre una trayectoria alta, de forma que cayesen contra el suelo. Eran la artillería normalmente de mayor tamaño: el obús alemán de 420 mm pesa 20 t y puede lanzar un obús de una tonelada a una distancia de 30 km.</p><p>Una característica crítica de las piezas de artillería modernas es el mecanismo de recarga hidráulico, que permite que el cañón no tuviese que bajarse para recargarlo después de cada disparo. Inicialmente cada cañón necesita registrar su objetivo con láser, lo cual alerta al enemigo del inminente ataque, si tiene plateadores de láser.</p><p></p><p>Cascos:</p><p></p><p>Cuando la guerra entra en una fase de guerra de trincheras, el número de heridas letales que las tropas recibían por la fragmentación se incrementó dramáticamente. Los franceses fueron los primeros en ver la necesidad de una mayor protección e introdujeron los cascos de acero en el verano de 1915. El casco Adrian (diseñado por August-Louse Adrian) reemplazaba el tradicional quepis, y fue después adoptado por los ejércitos belga e italiano.</p><p>Sin embargo, ninguno de estos diseños estándar podía proteger la cara o los ojos. Se diseñaron protectores especiales para los artilleros, y los belgas probaron gafas de protección para proteger los ojos. Posteriormente los americanos reemplazaron el casco acero por el kerlav, que evita el aturdimiento por la onda expansiva, dándole más protección a la nuca y la frente.</p><p></p><p>Alambradas</p><p></p><p>El uso del alambre de espino es decisivo a la hora de ralentizar a la infantería a través del campo de batalla. Sin él la infantería más rápida (o unidades motorizadas) podría cruzar las líneas, y llegar a las bases y a la artillería enemiga. Una vez ralentizados, es más probable que acabasen abatidos por la artillería o por los defensores de infantería. El alambre de espino, misiles contracarro, mina antitanque, campos de minas y la ametralladora son los elementos que hay que vencer para poder recuperar la guerra móvil. Las alambradas normalmente se construyen por la noche en los sectores activos del frente.</p><p></p><p>Fuerza Aérea</p><p></p><p>La finalidad principal de las aeronaves en la guerra de trincheras es el reconocimiento, la observación de la artillería y el bombardeo táctico. El papel de los cazas es proteger a las aeronaves de reconocimiento amigo y destruir las enemigas, o al menos impedirles la libertad de movimientos. Esto supone conseguir la superioridad aérea mediante la destrucción también de los cazas enemigos. Las aeronaves de localización siguen la caída de las bombas durante el registro de la artillería. Las de reconocimiento haría un mapeo de las trincheras enemigas (primero con dibujos a mano, y más tarde con fotografías), un seguimiento del movimiento de tropas y la localización de las baterías de artillería enemigas para su destrucción con bombardeos. Se pueden utilizar lanzallamas (Flammenwerfer), bombas de fósforo y de racimo, pero dado que está tecnología está vetada su implementación, por las distintas convenciones, su valor es dudoso por las críticas que puede levantar.</p><p>Ambos bandos se ven envueltos en grandes competiciones de minados y contraminados. La tierra seca está especialmente preparada para la construcción de zapas. Sin embargo, con la ayuda de las bombas es también posible excavar en terrenos húmedos. Debe haber compañías especialistas en tunelado, normalmente formadas por personas que tenían experiencia civil como mineros de carbón, que construyen túneles dentro de la tierra de nadie y debajo de las trincheras enemigas. Estas minas se rellenan entonces de explosivos y son detonadas, produciendo un gran cráter. Con ello se persiguen dos propósitos: destruir la trinchera enemiga y, gracias al montículo que producía alrededor del cráter, servir como "trinchera" cercana a la línea enemiga. Por ello, cuando se detona una mina, los dos bandos corrían para ocupar y fortificar el cráter.</p><p>Si los mineros detectaban un túnel enemigo, normalmente cavarían un contra-túnel, llamado camouflet, que sería detonado en un intento de destruir el otro túnel antes de tiempo o reforzar el propio con concreto o acero. Asimismo se realizan escaramuzas nocturnas con la finalidad expresa de destruir los trabajos enemigos. En alguna ocasión, los túneles se encontraban y se produce la lucha bajo tierra.</p><p>Estas actividades sirven igualmente para poder mover a las tropas sin ser vistas. Se puede trasladar una división entera a través de túneles interconectados sin que puedan ser observados, y se puede colocar minas excavada bajo tierra.</p><p></p><p>Misil Contracarro:</p><p></p><p>Se puede utilizar el misil contracarro para destruir el asalto de los buldózer o tanques en los campos de minas o asaltar bunker o trincheras defendidos, por donde penetrarán las fuerzas motorizadas o tanques, en su avance hacia las trincheras de aprovisionamiento.</p><p></p><p>SAM</p><p></p><p>La trinchera se debe proteger con misiles portátiles actuando en ráfaga (20 a 30 misiles) contra los helicópteros, drones y misiles cruceros, evitando la destrucción de las baterías SAM, que debe estar camufladas, evitar los sacos terreros que identifica su posición y rodeadas de falsos radares para que los AWAC, no ubiquen su posición por la emisión, después de disparar, y cambiar de posición.</p><p></p><p>Estrategia</p><p></p><p>La guerra de trincheras se centra en dos principios fundamentales: guerra de desgaste y batallas de ruptura. La guerra de desgaste es el procedimiento de infligir bajas progresivamente al enemigo hasta que finalmente es incapaz de continuar la guerra. Las batallas de ruptura buscan un enfrentamiento decisivo, en el cual las posiciones enemigas son penetradas por las fuerzas atacantes, explotando las fuerzas de refresco en dicha brecha (posiblemente los blindados o fuerzas motorizadas).</p><p></p><p>Tácticas:</p><p></p><p>Las tácticas en las primeras fases de la Primera Guerra Mundial son parecidas a las del siglo XIX, con la infantería avanzando en grupos de formaciones compactas buscando resolver la batalla mediante la bayoneta. La aparición de armas automáticas hizo que estas tácticas fuesen ineficaces y muy costosas.</p><p>El papel de la artillería cambió dramáticamente durante la guerra. Originalmente los cañones de campaña están situados con las unidades de infantería, disparando directamente a objetivos visibles. Se desarrollaron una variedad de usos para el fuego indirecto, incluyendo el bombardeo que buscan matar o dejar fuera de combate a las tropas enemigas a través de la tierra de nadie, y la utilización de bombardeos para cortar alambradas y campos de minas, con objeto de dejar el paso libre a través del alambre de espino, impidiendo el ataque enemigo en los campos minados.</p><p>Los bombardeos aliados se fueron sofisticando a comienzos de 1917. Se desarrollaron dos tipos de bombardeos: en el primero, el bombardeo seguía a la infantería siempre por delante, protegiéndola de los defensores en un ataque. La segunda bombardeaba una "caja", dejando protegido y aislado al interior de la misma mediante una muralla de explosiones. Estos bombardeos se aplicaron con éxito en batallas a gran escala e incluso en escaramuzas. Otro tipo de bombardeo se centraba en un primer objetivo, y luego se elevaba para caer en un segundo objetivo más apartado. Sin embargo, este bombardeo normalmente esperaba mucho de la infantería, y el resultado final solía ser que la artillería iba más rápida que los atacantes y les dejaba sin protección. Esto llevó al uso del bombardeo rodante, que se elevaba más frecuentemente pero en escalones más pequeños, moviéndose tan lentamente que los atacantes podían moverse de cerca por detrás.</p><p>La infantería atacante en la primera parte de la guerra estaba cargada habitualmente con herramientas de fortificación (bolsas de arena, picos, minas y palas, así como alambre de espino). Con ello buscan fortificar las trincheras capturadas para un contraataque.</p><p>La mayor dificultad a la que se enfrenta una fuerza de ataque en una batalla de trincheras son las comunicaciones. La tecnología inalámbrica es avanzada, por lo que los métodos existentes son: el teléfono, el telégrafo óptico, las lámparas de señalización, las palomas mensajeras, los corredores, y ninguno de ellos son del todo fiables. El teléfono, transmisores e intranet son lo más efectivo, pero las líneas son extremadamente vulnerables a los bombardeos e interferencia, por lo que suelen cortarse pronto en la batalla. Como forma de luchar ante esto, las líneas de teléfono se montan en una figura en escalera, de forma que tuviesen muchos caminos redundantes. Las bengalas y los cohetes se usan para señalizar que se había alcanzado un objetivo, o para solicitar un apoyo de artillería que ya había sido previsto de antemano.</p><p>No es inusual que un comandante de batallón o de brigada tiene que esperar dos o tres horas para conocer algo del proceso de un ataque, y para entonces cualquier decisión basada en el mensaje estaría probablemente ya desfasada. También pasaría un período similar para transmitir las noticias a una división y el centro de mando. Consecuentemente, el resultado de muchas batallas de trincheras la deciden los comandantes de las compañías o de los batallones, con las decisiones que toman en el mismo momento de la lucha, de ahí la importancia de los transmisores o sistema de intranet, y evitar en lo posible su interferencia.</p><p>El método implica a hombres lanzándose al ataque en pequeños grupos, usando cualquier cobertura que hubiese a su disposición, y desplegando fuego de cobertura para otros grupos de la misma unidad a medida que avanzaban. Las nuevas tácticas (que pretendían conseguir la sorpresa acabando con posiciones enemigas atrincheradas) debían dejar de lado los puntos fuertes y atacar los puntos más débiles de la línea enemiga. Adicionalmente, se dieron cuenta de la inutilidad de crear un gran y detallado plan de operaciones desde la distancia, optando en su lugar por emplazar a oficiales jóvenes en el lugar para que ejercitasen su iniciativa, después de un cuidadoso reconocimiento.</p><p>Es preferible introducir unidades el pelotón o la sección, como resultado de su experiencia en la batalla, y el énfasis se trasladó desde la compañía (150-200 hombres) como unidad básica de maniobra al pelotón de aproximadamente unos diez hombres, armados de granadas, subametralladoras, RPG, pistolas, etc. El uso más exitoso de las nuevas tácticas de infantería combinadas con los nuevos procedimientos de artillería permite la ruptura de la trinchera.</p><p>Se puede aplicar como lo que se conoce como tácticas de fuerzas combinadas, incorporando la cooperación entre infantería, artillería, ametralladoras, misiles contracarro, carros armados, blindados y aviación, usando la comunicación sin cañones en algunos casos y utilizando pequeños grupos de hombres como unidad táctica básica para las maniobras, pero en su uso lleva tiempo entrenarse en ella.</p><p>Entre las dos guerras mundiales, estas técnicas sirvieron para que J.F.C. Fuller y B.H. Liddell Hart desarrollaran teorías sobre un nuevo tipo de guerra. Estas ideas también las desarrollaron los alemanes, y las pusieron en práctica en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Las nuevas tácticas abrieron asimismo el paso para el éxito de la guerra táctica en 1939-1945, y el enfoque en pequeños equipos semiautónomos ejercitando su propia iniciativa en el campo de batalla, y que predominan en la guerra moderna.</p><p>El atrincheramiento es un método valioso para reforzar los obstáculos naturales en las líneas de defensa. El atrincheramiento permite sobrevivir al bombardeo de la concentración de artillería y bombardeo aéreo, las ligeras unidades rebeldes libias y mercenarias, y los bombardeos quirúrgicos de la OTAN no hubieran quebrado las fortificaciones libias si las hubieran aplicado correctamente y también permitiría infligir bajas a los rebeldes, gracias al desierto, pudiendo conquistar un espacio de dispersión geoestratégica en las montañas de Chad, Níger y Malí, solo se puede romper un sistema de trincheras con bombardeos pesados, que no podía utilizar la OTAN en Libia, por violar abiertamente la resolución de la ONU, de ahí la importancia del aprendizaje de la Guerra de Ratas.</p><p>La guerra de trincheras volvió a aparecer en algunos momentos posteriores de la Guerra de Corea (1950-1953) y en algunos lugares y combates de la Guerra de Vietnam (1964-1975). El ejemplo más citado de la guerra de trincheras posterior a la Primera Guerra Mundial es: la Guerra Irán-Iraq, en donde ambos ejércitos tenían un gran número de infantería con pequeñas armas modernas, pero muy poco blindaje, aviación y entrenamiento en armas combinadas. El resultado fue muy parecido a la Primera Guerra Mundial, con la utilización de trincheras y de armas químicas.</p><p>El frente en Corea y las líneas frontales entre Pakistán e India en Cachemira son dos ejemplos de líneas de demarcación formadas mediante kilómetros de trincheras uniendo puestos fortificados (y en el caso de Corea, rodeadas por millones de minas terrestres)</p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Walther Muller, post: 1406148, member: 15663"] La Guerra de Saif Capítulo III: La Guerra de Ratas. Notas Bibliográficas (continuación) La vida en las trincheras: El tiempo que pasa un soldado en concreto en el frente es normalmente breve; desde un día hasta dos semanas antes de ser relevado, manteniendo la rotación. Los soldados pueden permanecer hasta 60 días, aunque eso es una rara excepción. El tiempo que dedica al año un soldado se puede dividir de esta forma: • 15% línea del frente • 10% línea de apoyo • 30% línea de reserva • 20% resto • 25% otros (hospital, viajando, permisos, entrenamiento, etc.) Incluso cuando está en el frente, el soldado normalmente sólo es llamado a luchar un puñado de veces al año: realizan un ataque, defiende la posición o participan en una escaramuza. La frecuencia del combate será mayor en el caso de las tropas de élite. Algunos sectores del frente ven muy poca actividad a lo largo de la guerra, haciendo que su vida en las trincheras sea relativamente fácil, y utilizan el tiempo libre para entrenarse y descansar. Un sector del frente se le asigna a un Cuerpo de Ejército, que normalmente tiene tres divisiones, y es comandada por un General. De estas, dos ocuparían sectores adyacentes en el frente y la tercera estaría descansando en la retaguardia. Esto se replicaría a lo largo de la estructura del ejército de forma que en cada división de primera línea, que normalmente tiene tres brigadas de infantería, dos ocuparían el frente y una tercera estaría en reserva como refuerzo. Dentro de cada brigada en la línea del frente, que normalmente tiene cuatro batallones (regimientos en el caso de Alemania), dos estarán en el frente y dos en la reserva. Y lo mismo ocurriría con las compañías y los pelotones. La rotación sería más frecuente en las divisiones más pequeñas de la estructura militar. Durante el día, los francotiradores y los observadores de la artillería con drones, larga vista, aviones de observación y satélites hacen que el movimiento sea peligroso, por lo que las trincheras están normalmente en silencio. Por ello, las trincheras están más activas durante la noche, cuando la cobertura de la oscuridad permite el movimiento de las tropas y de los suministros, aunque puede ser seguido por lentes termales o infrarroja; el mantenimiento y la expansión del alambre de espino y el sistema de trincheras, fosa antitanques llenas de petróleo y campos de minas, y el reconocimiento de las defensas enemigas. Los puntos de escucha en tierra de nadie intentan detectar patrullas enemigas y partidas de trabajo, así como indicios de un posible ataque. Se llevan a cabo escaramuzas (pequeños ataques sin intención de conquistar el terreno) con el fin de capturar prisioneros y "botín" (cartas y otros documentos con información sobre la unidad que ocupa la trinchera opuesta). A medida que la guerra siga adelante, estas escaramuzas se convierten en parte de la política general llevada a cabo, con la intención de mantener el espíritu de lucha de las tropas, y para impedir al enemigo ocupar la tierra de nadie. Y es posible que el coste no valga la pena. A comienzos de la guerra se preparan pequeños ataques por sorpresa, particularmente, pero el incremento de la vigilancia hizo que la sorpresa fuese difícil a medida que la guerra avance. Las operaciones en las trincheras son ejercicios muy bien planeados, con armas combinadas, y que suponen la cooperación entre la infantería, tanques, misiles contracarro y artillería (obuses y morteros). Comienza con un bombardeo intenso de la artillería y Fuerza Aérea, con el fin de evacuar o matar a la guarnición de la trinchera del frente, abrir senderos en los campos minados y cortar el alambre de espino, con grupos de zapadores. Luego se traslada el bombardeo, haciendo una especie de caja o cordón que impidiese un contraataque contra la infantería o los tanques, asaltando las trincheras con misiles contracarro, utilizando buldózer para limpiar las zanjas antitanque llenas de petróleo. La intensidad de la guerra de trincheras supone que alrededor del 3% de los soldados mueren en batalla. Considerando que para cada hombre de infantería en la primera línea había unos 3 soldados de apoyo (artillería, suministros, sanidad, etc.), es muy improbable que un soldado sobreviviese a la guerra sin haber recibido algún tipo de herida. Es más, muchos soldados fueron heridos varias veces en el curso del servicio. Los servicios médicos deben tener antibióticos y morfina. Heridas relativamente pequeñas pueden ser mortales por culpa de infecciones y la gangrena, la principal causa de muerte es la infección. La mitad de los heridos en la cabeza murieron y sólo un 1% de los heridos en el abdomen sobreviven. Tres cuartas partes de las heridas ocasionadas en la guerra de ratas, proceden del fuego de artillería y ametralladoras. Las heridas de ese tipo son normalmente más problemáticas que una herida de bala: la herida es menos limpia y tiene más probabilidades de infectarse. Esto triplica la probabilidad de muerte por herida en el pecho cuando la herida es de artillería. Además, la explosión de artillería también puede matar a través del traumatismo provocado por la onda expansiva. Por último, las heridas físicas se añaden los daños psicológicos, siendo muy habitual el trastorno por estrés postraumático en el caso de personas que hubiesen soportado un bombardeo prolongado e intenso. Las condiciones sanitarias de las trincheras son muy pobres, y suelen haber numerosos casos de disentería, diarrea, tifus y cólera, de ahí la importancia de hervir el agua, cocer los alimentos y fumigar contra los mosquitos y la ratas. Muchos soldados sufren problemas parasitarios y sus infecciones relacionadas, por lo cual debe tenerse dosis antiparasitaria como Metrodinazol. Además, otro caso habitual de muerte es por culpa de las temperaturas, dado que dentro de las trincheras en invierno es habitual encontrarse bajo cero, siendo imposible hacer fogatas, es necesario distribuir abrigos y frazadas. El enterramiento de un muerto es un lujo que ninguno de los bandos puede permitirse. Los cuerpos permanecen en tierra de nadie hasta que la línea del frente se desplaza, y para entonces los cuerpos suelen estar inidentificables devorados por las ratas y los zamuros. En algunos campos de batalla, los cuerpos no se entierran hasta después de la guerra, y se le tiene que dar cristiana sepultura, tanto a unos como a otros. En varios momentos durante la guerra, sobre todo al principio, se organizan vías oficiales para que se pudiesen recoger a los heridos en tierra de nadie y para poder enterrar los cadáveres. Sin embargo, lo habitual es que los altos mandos no aprobasen ningún alto en la ofensiva por razones humanitarias, y por ello ordena a las tropas no permitir a nadie recoger los cuerpos en tierra de nadie, al terminar la ofensiva, se tiene que acordar una tregua para recoger los heridos y los cadáveres. En cualquier caso, los soldados suelen ignorar esta orden en las trincheras, porque saben del beneficio mutuo que supone permitir esas operaciones. Con ello, tan pronto como cesan las hostilidades, salen partidas a recoger a los heridos, marcadas con banderas con una Cruz Roja, y a veces intercambian con los enemigos unos heridos por otros. Hay ocasiones en las que este alto el fuego extraoficial, se utiliza para hacer un reconocimiento o reforzar una guarnición. Las armas de la guerra de trincheras Armas de infantería: El soldado de infantería común tiene armas a su disposición en las trincheras: el fusil, la bayoneta, ametralladora, la escopeta, RPG, misil contra carro, mortero, mochila explosiva, mina a distancia, mina sísmica granada de fusil y la granada. El soldado está equipado con una espada-bayoneta de unos 53 cm (21 in), que es demasiado larga para ser empleada, particularmente en combates cuerpo a cuerpo. No obstante, usar la bayoneta es más seguro que disparar un fusil en esos momentos, puesto que en una mêlée (combate cuerpo a cuerpo inesperado) se puede herir o matar a un compañero en lugar del enemigo. Los registros británicos muestran que sólo el 0,3 % de las heridas son causadas por bayonetas, aunque un ataque con bayoneta es muy probable que acabase con la muerte del enemigo. Una carga con bayoneta podía ser efectiva para inducir el terror en las filas enemigas y animarles a huir o a rendirse, o utilizar un buldózer para enterrarlos vivos. Se utiliza mucho para rematar al enemigo herido durante un avance, ahorrando munición a la vez que se reduce la posibilidad de ser atacados desde la retaguardia. Muchos soldados prefieren un arma tipo espada corta o incluso herramientas de construcción de trincheras (palas) antes que la bayoneta. En ese caso afilarían el final del cuchillo para que fuese tan efectivo como una bayoneta, mientras que su longitud más corta los hacía más manejables en las trincheras. Estas herramientas también pueden usarse para cavar una vez se hubiese tomado una trinchera. Dado que las tropas a menudo no están equipadas adecuadamente para la guerra de trincheras, en las batallas es habitual las armas improvisadas, como puñales de madera o mazas metálicas, así como todo tipo de cuchillos cortos e incluso puños americanos. A medida que la guerra sigue adelante se fue mejorando el equipamiento y se desecharon este tipo de armas improvisadas. Las escopetas se utilizan principalmente para herir e inutilizar a los efectivos de la trinchera. En lugar de una única bala a gran velocidad, la escopeta dispara un número mayor de bolas de metal llamadas perdigones. Si bien uno solo de esos balines causa mucho menos daño que una bala de rifle, la carga estándar de un cartucho de escopeta suele causar muchas heridas graves a corta distancia, incrementando las posibilidades de una herida que dejase al enemigo fuera de combate. Una escopeta cargada con cartuchos es un arma formidable a corto alcance, por el espacio cerrado de la trinchera. Los militares estadounidenses comenzaron a usar escopetas de cartuchos modificadas especialmente para la guerra de trincheras, con cañones más cortos, cargadores más largos, sin seguro, y a menudo se equipan con protectores del calor y con enganches para bayoneta que utilizan la bayoneta M1917. Todavía existen descendientes de esta arma, en la forma de la escopeta de combate, y su prima la escopeta antidisturbios. También se sabe que la escopeta se emplea con cañón recortado en los saqueos nocturnos, por su poco volumen, efectividad en el cuerpo a cuerpo y facilidad de uso dentro de la trinchera. Sin embargo, esta práctica no puede ser oficial, y es preferible utilizar escopetas civiles alteradas para su nuevo uso. La granada, por su parte, se convierte en la principal arma de la infantería en la guerra de trincheras. Ambos bandos serán rápidos a la hora de entrenar escuadrones especialistas en bombardeos con granas y sacos de granadas. La granada permite al soldado atacar al enemigo sin exponerse directamente, y no requiere la precisión del rifle para matar a un hombre. Ametralladoras La ametralladora es posiblemente el arma más característica de la guerra de asedio, y debe estar camufada con la imagen de oleadas de infantería siendo abatidas por ráfagas de balas, disparando por los lados sucesivamente protegiéndose mutuamente, nunca disparando de frente, ya que la silueta del blanco es menor y puede ser ubicado, destruyendo su posición. Debe haber 20 ametralladoras mediana por batallón, capaces de fuego indirecto por audífono de fibra óptica. La ametralladora pesada es un arma de especialista, y en una guerra de trincheras se utiliza de manera científica, con campos de fuego calculados cuidadosamente, de forma que en el momento en que se tuviese noticia de una explosión en el lugar exacto, se dirigiese contra el parapeto enemigo o contra la zona de alambrada destruida. También podía emplearse como artillería ligera, bombardeando trincheras distantes. Estas armas necesitaban un equipo de unas ocho personas para moverlas, mantenerlas y tenerlas abastecidas de munición. Morteros Los morteros son armas que lanzan proyectiles a una distancia relativamente corta y con trayectoria en forma de parábola. Son utilizados ampliamente como forma de atacar las trincheras frontales y cortar las alambradas en preparación de un asalto, tiene una gran capacidad defensiva al utilizar su proyectil como bomba de racimo en los asaltos frontales. Se puede emplear una variedad de morteros. Los más pequeños son lanzagranadas (Granatenwerfer) que disparan bombas de racimo. Los morteros medianos recibían el nombre de lanzaminas (Minenwerfer), llamados "minnies". El mortero pesado se llamaba Ladungswerfer y lanza "torpedos aéreos" que puede tener un cohete, que evitará que el enemigo busque refugio. Artillería La artillería domina el campo de batalla en la guerra de trincheras, del mismo modo que la fuerza aérea domina la guerra moderna, y tienen que actuar en la guerra de trincheras de forma coordinada. Un ataque de infantería raramente tiene éxito si se hace más allá de la línea que cubre su artillería de apoyo y con tanques de cobertura. Además de disparar a la infantería enemiga, la artillería se enzarza en batallas con el enemigo para intentar de destruir sus baterías de cañones. La artillería dispara principalmente bombas de fragmentación, explosivas o, más adelante en la guerra, de gas. También se puede usar bombas incendiarias o fósforo que hiciese arder los bosques, los soldados y las ruinas. El tipo de artillería son de dos clases: cañones y obuses. Los cañones disparan balas de alta velocidad sobre una trayectoria plana y a menudo se utilizan para lanzar bombas de fragmentación y cortar la alambrada enemiga. Los obuses lanzan el obús sobre una trayectoria alta, de forma que cayesen contra el suelo. Eran la artillería normalmente de mayor tamaño: el obús alemán de 420 mm pesa 20 t y puede lanzar un obús de una tonelada a una distancia de 30 km. Una característica crítica de las piezas de artillería modernas es el mecanismo de recarga hidráulico, que permite que el cañón no tuviese que bajarse para recargarlo después de cada disparo. Inicialmente cada cañón necesita registrar su objetivo con láser, lo cual alerta al enemigo del inminente ataque, si tiene plateadores de láser. Cascos: Cuando la guerra entra en una fase de guerra de trincheras, el número de heridas letales que las tropas recibían por la fragmentación se incrementó dramáticamente. Los franceses fueron los primeros en ver la necesidad de una mayor protección e introdujeron los cascos de acero en el verano de 1915. El casco Adrian (diseñado por August-Louse Adrian) reemplazaba el tradicional quepis, y fue después adoptado por los ejércitos belga e italiano. Sin embargo, ninguno de estos diseños estándar podía proteger la cara o los ojos. Se diseñaron protectores especiales para los artilleros, y los belgas probaron gafas de protección para proteger los ojos. Posteriormente los americanos reemplazaron el casco acero por el kerlav, que evita el aturdimiento por la onda expansiva, dándole más protección a la nuca y la frente. Alambradas El uso del alambre de espino es decisivo a la hora de ralentizar a la infantería a través del campo de batalla. Sin él la infantería más rápida (o unidades motorizadas) podría cruzar las líneas, y llegar a las bases y a la artillería enemiga. Una vez ralentizados, es más probable que acabasen abatidos por la artillería o por los defensores de infantería. El alambre de espino, misiles contracarro, mina antitanque, campos de minas y la ametralladora son los elementos que hay que vencer para poder recuperar la guerra móvil. Las alambradas normalmente se construyen por la noche en los sectores activos del frente. Fuerza Aérea La finalidad principal de las aeronaves en la guerra de trincheras es el reconocimiento, la observación de la artillería y el bombardeo táctico. El papel de los cazas es proteger a las aeronaves de reconocimiento amigo y destruir las enemigas, o al menos impedirles la libertad de movimientos. Esto supone conseguir la superioridad aérea mediante la destrucción también de los cazas enemigos. Las aeronaves de localización siguen la caída de las bombas durante el registro de la artillería. Las de reconocimiento haría un mapeo de las trincheras enemigas (primero con dibujos a mano, y más tarde con fotografías), un seguimiento del movimiento de tropas y la localización de las baterías de artillería enemigas para su destrucción con bombardeos. Se pueden utilizar lanzallamas (Flammenwerfer), bombas de fósforo y de racimo, pero dado que está tecnología está vetada su implementación, por las distintas convenciones, su valor es dudoso por las críticas que puede levantar. Ambos bandos se ven envueltos en grandes competiciones de minados y contraminados. La tierra seca está especialmente preparada para la construcción de zapas. Sin embargo, con la ayuda de las bombas es también posible excavar en terrenos húmedos. Debe haber compañías especialistas en tunelado, normalmente formadas por personas que tenían experiencia civil como mineros de carbón, que construyen túneles dentro de la tierra de nadie y debajo de las trincheras enemigas. Estas minas se rellenan entonces de explosivos y son detonadas, produciendo un gran cráter. Con ello se persiguen dos propósitos: destruir la trinchera enemiga y, gracias al montículo que producía alrededor del cráter, servir como "trinchera" cercana a la línea enemiga. Por ello, cuando se detona una mina, los dos bandos corrían para ocupar y fortificar el cráter. Si los mineros detectaban un túnel enemigo, normalmente cavarían un contra-túnel, llamado camouflet, que sería detonado en un intento de destruir el otro túnel antes de tiempo o reforzar el propio con concreto o acero. Asimismo se realizan escaramuzas nocturnas con la finalidad expresa de destruir los trabajos enemigos. En alguna ocasión, los túneles se encontraban y se produce la lucha bajo tierra. Estas actividades sirven igualmente para poder mover a las tropas sin ser vistas. Se puede trasladar una división entera a través de túneles interconectados sin que puedan ser observados, y se puede colocar minas excavada bajo tierra. Misil Contracarro: Se puede utilizar el misil contracarro para destruir el asalto de los buldózer o tanques en los campos de minas o asaltar bunker o trincheras defendidos, por donde penetrarán las fuerzas motorizadas o tanques, en su avance hacia las trincheras de aprovisionamiento. SAM La trinchera se debe proteger con misiles portátiles actuando en ráfaga (20 a 30 misiles) contra los helicópteros, drones y misiles cruceros, evitando la destrucción de las baterías SAM, que debe estar camufladas, evitar los sacos terreros que identifica su posición y rodeadas de falsos radares para que los AWAC, no ubiquen su posición por la emisión, después de disparar, y cambiar de posición. Estrategia La guerra de trincheras se centra en dos principios fundamentales: guerra de desgaste y batallas de ruptura. La guerra de desgaste es el procedimiento de infligir bajas progresivamente al enemigo hasta que finalmente es incapaz de continuar la guerra. Las batallas de ruptura buscan un enfrentamiento decisivo, en el cual las posiciones enemigas son penetradas por las fuerzas atacantes, explotando las fuerzas de refresco en dicha brecha (posiblemente los blindados o fuerzas motorizadas). Tácticas: Las tácticas en las primeras fases de la Primera Guerra Mundial son parecidas a las del siglo XIX, con la infantería avanzando en grupos de formaciones compactas buscando resolver la batalla mediante la bayoneta. La aparición de armas automáticas hizo que estas tácticas fuesen ineficaces y muy costosas. El papel de la artillería cambió dramáticamente durante la guerra. Originalmente los cañones de campaña están situados con las unidades de infantería, disparando directamente a objetivos visibles. Se desarrollaron una variedad de usos para el fuego indirecto, incluyendo el bombardeo que buscan matar o dejar fuera de combate a las tropas enemigas a través de la tierra de nadie, y la utilización de bombardeos para cortar alambradas y campos de minas, con objeto de dejar el paso libre a través del alambre de espino, impidiendo el ataque enemigo en los campos minados. Los bombardeos aliados se fueron sofisticando a comienzos de 1917. Se desarrollaron dos tipos de bombardeos: en el primero, el bombardeo seguía a la infantería siempre por delante, protegiéndola de los defensores en un ataque. La segunda bombardeaba una "caja", dejando protegido y aislado al interior de la misma mediante una muralla de explosiones. Estos bombardeos se aplicaron con éxito en batallas a gran escala e incluso en escaramuzas. Otro tipo de bombardeo se centraba en un primer objetivo, y luego se elevaba para caer en un segundo objetivo más apartado. Sin embargo, este bombardeo normalmente esperaba mucho de la infantería, y el resultado final solía ser que la artillería iba más rápida que los atacantes y les dejaba sin protección. Esto llevó al uso del bombardeo rodante, que se elevaba más frecuentemente pero en escalones más pequeños, moviéndose tan lentamente que los atacantes podían moverse de cerca por detrás. La infantería atacante en la primera parte de la guerra estaba cargada habitualmente con herramientas de fortificación (bolsas de arena, picos, minas y palas, así como alambre de espino). Con ello buscan fortificar las trincheras capturadas para un contraataque. La mayor dificultad a la que se enfrenta una fuerza de ataque en una batalla de trincheras son las comunicaciones. La tecnología inalámbrica es avanzada, por lo que los métodos existentes son: el teléfono, el telégrafo óptico, las lámparas de señalización, las palomas mensajeras, los corredores, y ninguno de ellos son del todo fiables. El teléfono, transmisores e intranet son lo más efectivo, pero las líneas son extremadamente vulnerables a los bombardeos e interferencia, por lo que suelen cortarse pronto en la batalla. Como forma de luchar ante esto, las líneas de teléfono se montan en una figura en escalera, de forma que tuviesen muchos caminos redundantes. Las bengalas y los cohetes se usan para señalizar que se había alcanzado un objetivo, o para solicitar un apoyo de artillería que ya había sido previsto de antemano. No es inusual que un comandante de batallón o de brigada tiene que esperar dos o tres horas para conocer algo del proceso de un ataque, y para entonces cualquier decisión basada en el mensaje estaría probablemente ya desfasada. También pasaría un período similar para transmitir las noticias a una división y el centro de mando. Consecuentemente, el resultado de muchas batallas de trincheras la deciden los comandantes de las compañías o de los batallones, con las decisiones que toman en el mismo momento de la lucha, de ahí la importancia de los transmisores o sistema de intranet, y evitar en lo posible su interferencia. El método implica a hombres lanzándose al ataque en pequeños grupos, usando cualquier cobertura que hubiese a su disposición, y desplegando fuego de cobertura para otros grupos de la misma unidad a medida que avanzaban. Las nuevas tácticas (que pretendían conseguir la sorpresa acabando con posiciones enemigas atrincheradas) debían dejar de lado los puntos fuertes y atacar los puntos más débiles de la línea enemiga. Adicionalmente, se dieron cuenta de la inutilidad de crear un gran y detallado plan de operaciones desde la distancia, optando en su lugar por emplazar a oficiales jóvenes en el lugar para que ejercitasen su iniciativa, después de un cuidadoso reconocimiento. Es preferible introducir unidades el pelotón o la sección, como resultado de su experiencia en la batalla, y el énfasis se trasladó desde la compañía (150-200 hombres) como unidad básica de maniobra al pelotón de aproximadamente unos diez hombres, armados de granadas, subametralladoras, RPG, pistolas, etc. El uso más exitoso de las nuevas tácticas de infantería combinadas con los nuevos procedimientos de artillería permite la ruptura de la trinchera. Se puede aplicar como lo que se conoce como tácticas de fuerzas combinadas, incorporando la cooperación entre infantería, artillería, ametralladoras, misiles contracarro, carros armados, blindados y aviación, usando la comunicación sin cañones en algunos casos y utilizando pequeños grupos de hombres como unidad táctica básica para las maniobras, pero en su uso lleva tiempo entrenarse en ella. Entre las dos guerras mundiales, estas técnicas sirvieron para que J.F.C. Fuller y B.H. Liddell Hart desarrollaran teorías sobre un nuevo tipo de guerra. Estas ideas también las desarrollaron los alemanes, y las pusieron en práctica en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Las nuevas tácticas abrieron asimismo el paso para el éxito de la guerra táctica en 1939-1945, y el enfoque en pequeños equipos semiautónomos ejercitando su propia iniciativa en el campo de batalla, y que predominan en la guerra moderna. El atrincheramiento es un método valioso para reforzar los obstáculos naturales en las líneas de defensa. El atrincheramiento permite sobrevivir al bombardeo de la concentración de artillería y bombardeo aéreo, las ligeras unidades rebeldes libias y mercenarias, y los bombardeos quirúrgicos de la OTAN no hubieran quebrado las fortificaciones libias si las hubieran aplicado correctamente y también permitiría infligir bajas a los rebeldes, gracias al desierto, pudiendo conquistar un espacio de dispersión geoestratégica en las montañas de Chad, Níger y Malí, solo se puede romper un sistema de trincheras con bombardeos pesados, que no podía utilizar la OTAN en Libia, por violar abiertamente la resolución de la ONU, de ahí la importancia del aprendizaje de la Guerra de Ratas. La guerra de trincheras volvió a aparecer en algunos momentos posteriores de la Guerra de Corea (1950-1953) y en algunos lugares y combates de la Guerra de Vietnam (1964-1975). El ejemplo más citado de la guerra de trincheras posterior a la Primera Guerra Mundial es: la Guerra Irán-Iraq, en donde ambos ejércitos tenían un gran número de infantería con pequeñas armas modernas, pero muy poco blindaje, aviación y entrenamiento en armas combinadas. El resultado fue muy parecido a la Primera Guerra Mundial, con la utilización de trincheras y de armas químicas. El frente en Corea y las líneas frontales entre Pakistán e India en Cachemira son dos ejemplos de líneas de demarcación formadas mediante kilómetros de trincheras uniendo puestos fortificados (y en el caso de Corea, rodeadas por millones de minas terrestres) [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias de Libia
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba