Hasta la guerra con Perú por la ciudad de Leticia, el transporte a lomo era algo importante para el Ejército Colombiano. Buena parte de la artillería se transportaba así hasta el frente de batalla. Aquí una representación histórica en la Escuela de Artillería, observen que la mula tiene sus aperos:
Trapecio Amazonico by
Douglas Hernández, en Flickr
Después de la SGM -y particularmente después de Corea, y la experiencia colombiana allí- se hizo énfasis en la motorización, y los caballos y mulas fueron saliendo del servicio para ser reemplazados por vehículos y blindados.
Con el advenimiento de la guerra de guerrillas, recibimos asesoría del US Army, especialmente de los Ranger, que presentaron unas tácticas, técnicas y procedimientos, producto de sus experiencias en Vietnam, de allí principalmente la doctrina contraguerrillera que manejamos por varias décadas y que fue enriquecida con las propias experiencias.
El coronel Ralph Puckett del US Army, cuando era Teniente (y Ranger) vino a asesorar la creación de la Escuela de Lanceros. En diciembre de 2015 se le rindió un homenaje en la ESLAN, donde tuve el honor de estar presente.
El Coronel Puckett fue condecorado con la medalla "Fe en la Causa" y se le impuso en distintivo como Lancero Honorario, además se le dieron varios obsequios, entre ellos un ejemplar del libro 60 años de la Escuela de Lanceros. Aquí es felicitado por el señor Comandante de las Fuerzas Militares.
Pucket 2 by
Douglas Hernández, en Flickr
Dentro del protocolo, recibe el saludo y felicitación de parte de un oficial en retiro de la Asociación Internacional de Lanceros - Interlanza, que le conoció cuando estuvo como Ranger asesorando al Ejército Colombiano. (Yo fui condecorado por Interlanza con la "Cruz de Honor", por los servicios prestados a las FF.MM. desde lo comunicacional, pero eso fue en otra ceremonia).
Pucket 3 by
Douglas Hernández, en Flickr
En todo caso, la organización convencional que el Ejército Colombiano había tratado de establecer, se vio afectada por la nueva doctrina de guerra irregular de baja intensidad. De esta forma las TOE se adaptaron para poner sobre el terreno el mayor número de hombres que fuese posible, dotados con la mayor potencia de fuego que les fuese posible CARGAR ELLOS MISMOS.
De esta forma los pelotones fueron reformados, y el armamento del pelotón de armas de apoyo fue distribuido a los pelotones de fusileros, creándose así las "Contraguerrillas" a 1-4-36, con cuatro escuadras, siendo la cuarta la escuadra de armas. Esos hombres debían cargar en sus equipos no solo su dotación individual, sino también los viveres, la munición de reserva y otros equipos especiales como los radios, los NVG, las miras, los GPS y otras cosas. Para rebajar peso, no llevaban el casco (sí, esa es la razón).
Entre las armas de apoyo que lleva el Pelotón (llamado primero de contraguerrillas, después contraterrorista, después de combate terrestre, después...) están 1-2 ametralladora(s), 1-2 mortero(s) de 60 mm. Lanzagranadas Múltiple de 40 mm. MGL, Lanzacohetes Antitanque (para usarlo contra bunkers, o eventuales blindados improvisados), para todo eso hay que llevar munición y todo eso pesa un mundo.
Actualmente estamos presenciando un paulatino retorno a lo convencional, y por eso me resulta curioso que hayamos recuperado la capacidad de transporte a lomo -que puede ser considerado por algunos como "anticuado"-, pero que tiene utilidad en ciertos teatros, lo que es reconocido por algunas potencias occidentales que han reincorporado las mulas a sus ejércitos. Lo bueno es que aquí no tenemos que importarlas ya que tenemos bastantes.
Durante el conflicto con las FARC miles de soldados habrían preferido atender la mula que tener que cargar ellos mismos las pesadas armas y equipos. Sin embargo, lo que las mulas de la foto llevan son armas de apoyo de Batallón, como lo son la ametralladora pesada calibre .50 y un mortero convencional, tal vez el Soltam de largo alcance, que si bien pueden ser llevados a hombro por los soldados, sin duda la unidad será más móvil y más rápida, con el uso de las bestias. Especialmente en el caso de los Batallones de Alta Montaña.
En situaciones en las que se requiere sigilo, rapidez y contundencia -como en las operaciones especiales en la selva-, lógicamente los animales constituyen un problema, por muchas razones: su alimentación y cuidados, su altura, su olor y sonidos, la estela de estiércol que van dejando y que facilita la localización de la patrulla, etc. Pero sin duda hay decenas de situaciones y escenarios donde es mejor tener las mulas que no tenerlas.
(Disculpad lo extenso)