Menú
Inicio
Visitar el Sitio Zona Militar
Foros
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Qué hay de nuevo
Nuevos mensajes
Última actividad
Miembros
Visitantes actuales
Entrar
Registrarse
Novedades
Buscar
Buscar
Buscar sólo en títulos
Por:
Nuevos mensajes
Buscar en los foros
Menú
Entrar
Registrarse
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias del Estado Islámico (E.I.)
JavaScript is disabled. For a better experience, please enable JavaScript in your browser before proceeding.
Estás usando un navegador obsoleto. No se pueden mostrar estos u otros sitios web correctamente.
Se debe actualizar o usar un
navegador alternativo
.
Responder al tema
Mensaje
<blockquote data-quote="Barbanegra" data-source="post: 2250610" data-attributes="member: 10064"><p style="text-align: center"><img src="http://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2017/06/23/actualidad/1498207886_589476_1498218089_noticia_normal_recorte1.jpg" alt="" class="fr-fic fr-dii fr-draggable " style="" /> </p> <p style="text-align: center"><u><span style="font-size: 22px"><strong>El ISIS acecha al sudeste asiático</strong></span></u></p><p>Un par de ventiladores refrigeran la sofocante siesta de unos hombres echados sobre una alfombra a la intemperie. En ella rezarán y también dormirán por la noche. Allí lo harán, irremediablemente, pues la mezquita en la que oraban y pernoctaban tiene un precinto policial. “No sé por qué no nos consideran musulmanes. Quizás piensan que no lo somos, pero rezamos como musulmanes, compartimos la comida con nuestros vecinos… Tenemos buena relación con todos”, asegura Usama Ahmad Rizal frente al templo sellado.</p><p></p><p>Usama forma parte de la comunidad ahmadía en Depok (Java Occidental), una de las provincias consideradas hervidero islamista en Indonesia. El cierre de la mezquita de los ahmadíes, grupo musulmán contrario a visiones fundamentalistas, fue auspiciado por facciones radicales, que los acusa de herejía. Este y otros sucesos recientes en Depok, como el hallazgo de explosivos o el descubrimiento de libros en guarderías que exhortan a “morir como un yihadista”, han disparado las alarmas sobre el poso extremista en una ciudad situada a escasos 40 kilómetros de la capital, Yakarta.</p><p></p><p>Aunque es en Marawi (Mindanao, sur de Filipinas) donde el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglés) ha mostrado por primera vez su capacidad de combate en el sudeste asiático —más de 350 personas han muerto en esa localidad, según estimaciones oficiales, debido a enfrentamientos entre grupos afines al Estado Islámico y el Ejército filipino en un mes—, expertos aseguran que Indonesia continúa siendo el “epicentro” del grupo y su principal caldo de cultivo en la región.</p><p></p><p>Las fuerzas de seguridad de Indonesia, la nación con más musulmanes del mundo, alertan de que “hay células durmientes del Estado Islámico en casi todas las provincias”. Un dato que ayuda a explicar el “nivel inédito de alerta terrorista” bajo el que se encuentra el sudeste asiático a raíz de lo sucedido en Marawi, como aseguró en el Diálogo Shangri-La de Singapur a comienzos de junio el ministro de Defensa indonesio, Ryamizard Ryacudu.</p><p></p><p>Rohan Gunaratna, director del Centro Internacional para la Investigación de Terrorismo y Violencia Política de Singapur, afirma que el Estado Islámico planeó declarar una wilayat (provincia del califato) en Indonesia en 2015, pero su operación fue abortada por las fuerzas antiterroristas locales. Varios factores han propiciado que su objetivo virara este año hacia el sur de Filipinas.</p><p></p><p>Por un lado, el deterioro de la seguridad en dicha zona, escenario de un conflicto estancado entre Manila y grupos separatistas como el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), “ha brindado una oportunidad de oro al Estado Islámico”, remarca Gunaratna. Por otro, “ante la presión militar que está sufriendo en Irak y Siria, su intención es declarar una wilayat en el sudeste asiático para distraer la atención de sus derrotas militares y aumentar la moral de las tropas”, añade el experto.</p><p></p><p>Lo que ocurre en Mindanao ha puesto de manifiesto, además, la unión y coordinación tanto entre yihadistas del sudeste asiático como con la “central” en Oriente Próximo. Se estima que alrededor de 40 combatientes extranjeros, sobre todo de Indonesia, Malasia y Singapur, pero se cree que también árabes y africanos, luchan en Marawi. El Centro Internacional para la Investigación sobre Terrorismo registra 63 grupos, entre consolidados y emergentes, que han declarado lealtad al Estado Islámico en la región (29 de Indonesia, 22 de Filipinas y 12 de Malasia).</p><p></p><p>Se trata, pues, de un problema regional que ha obligado a tomar acciones colectivas. Con el objetivo de interceptar posibles embarcaciones de yihadistas en tránsito desde o hacia Marawi, Filipinas, Malasia e Indonesia comenzaron patrullas marítimas conjuntas en el mar de Sulu (entre el sur de Filipinas y la isla de Borneo) el 19 de junio. “La progresión natural sería que de la cooperación marítima se pasase a la terrestre, y después a la aérea”, indica Gunaratna. No obstante, el experto destaca que la clave es otra. “El 90% de los esfuerzos debe dirigirse hacia tareas de educación. Y el 10% restante a operaciones [militares]”, afirma.</p><p></p><p>A pocos kilómetros de la mezquita de los ahmadíes, también en Depok, se encuentra la Universidad de Indonesia, considerada la más prestigiosa del país. Andreas Harsono, investigador de Human Rights Watch (HRW) en Indonesia, denuncia la existencia de “islamistas” entre el profesorado y advierte de la propagación del radicalismo desde las instituciones. “El Estado Islámico triunfará, cuenta con la infraestructura necesaria”, presagia.</p><p></p><p>Otros datos y la propia idiosincrasia regional, definida por su carácter multirracial y plurirreligioso, presentan una visión menos pesimista. Un sondeo de Pew Research Center reveló que un 4% de los encuestados mostró una opinión favorable hacia el Estado Islámico en Indonesia, frente a un 79% que se manifestó en contra. Unos 900 combatientes del sudeste asiático, según el Instituto Lowy, habían viajado a Siria e Irak a finales del 2015 para unirse al Estado Islámico, en contraste con 5.000 de Europa occidental, si bien la desproporción puede deberse en parte a mayores restricciones en los viajes.</p><p></p><p>“La principal arma del sudeste asiático frente al Estado Islámico es su espíritu moderado. Aunque hay un segmento minoritario que sí sucumbe al radicalismo, los musulmanes asiáticos no caen fácilmente presas en manos de extremistas”, remacha Gunaratna.</p><p></p><p><a href="http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498207886_589476.html">http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498207886_589476.html</a></p></blockquote><p></p>
[QUOTE="Barbanegra, post: 2250610, member: 10064"] [CENTER][IMG]http://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2017/06/23/actualidad/1498207886_589476_1498218089_noticia_normal_recorte1.jpg[/IMG] [U][SIZE=6][B]El ISIS acecha al sudeste asiático[/B][/SIZE][/U][/CENTER] Un par de ventiladores refrigeran la sofocante siesta de unos hombres echados sobre una alfombra a la intemperie. En ella rezarán y también dormirán por la noche. Allí lo harán, irremediablemente, pues la mezquita en la que oraban y pernoctaban tiene un precinto policial. “No sé por qué no nos consideran musulmanes. Quizás piensan que no lo somos, pero rezamos como musulmanes, compartimos la comida con nuestros vecinos… Tenemos buena relación con todos”, asegura Usama Ahmad Rizal frente al templo sellado. Usama forma parte de la comunidad ahmadía en Depok (Java Occidental), una de las provincias consideradas hervidero islamista en Indonesia. El cierre de la mezquita de los ahmadíes, grupo musulmán contrario a visiones fundamentalistas, fue auspiciado por facciones radicales, que los acusa de herejía. Este y otros sucesos recientes en Depok, como el hallazgo de explosivos o el descubrimiento de libros en guarderías que exhortan a “morir como un yihadista”, han disparado las alarmas sobre el poso extremista en una ciudad situada a escasos 40 kilómetros de la capital, Yakarta. Aunque es en Marawi (Mindanao, sur de Filipinas) donde el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglés) ha mostrado por primera vez su capacidad de combate en el sudeste asiático —más de 350 personas han muerto en esa localidad, según estimaciones oficiales, debido a enfrentamientos entre grupos afines al Estado Islámico y el Ejército filipino en un mes—, expertos aseguran que Indonesia continúa siendo el “epicentro” del grupo y su principal caldo de cultivo en la región. Las fuerzas de seguridad de Indonesia, la nación con más musulmanes del mundo, alertan de que “hay células durmientes del Estado Islámico en casi todas las provincias”. Un dato que ayuda a explicar el “nivel inédito de alerta terrorista” bajo el que se encuentra el sudeste asiático a raíz de lo sucedido en Marawi, como aseguró en el Diálogo Shangri-La de Singapur a comienzos de junio el ministro de Defensa indonesio, Ryamizard Ryacudu. Rohan Gunaratna, director del Centro Internacional para la Investigación de Terrorismo y Violencia Política de Singapur, afirma que el Estado Islámico planeó declarar una wilayat (provincia del califato) en Indonesia en 2015, pero su operación fue abortada por las fuerzas antiterroristas locales. Varios factores han propiciado que su objetivo virara este año hacia el sur de Filipinas. Por un lado, el deterioro de la seguridad en dicha zona, escenario de un conflicto estancado entre Manila y grupos separatistas como el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), “ha brindado una oportunidad de oro al Estado Islámico”, remarca Gunaratna. Por otro, “ante la presión militar que está sufriendo en Irak y Siria, su intención es declarar una wilayat en el sudeste asiático para distraer la atención de sus derrotas militares y aumentar la moral de las tropas”, añade el experto. Lo que ocurre en Mindanao ha puesto de manifiesto, además, la unión y coordinación tanto entre yihadistas del sudeste asiático como con la “central” en Oriente Próximo. Se estima que alrededor de 40 combatientes extranjeros, sobre todo de Indonesia, Malasia y Singapur, pero se cree que también árabes y africanos, luchan en Marawi. El Centro Internacional para la Investigación sobre Terrorismo registra 63 grupos, entre consolidados y emergentes, que han declarado lealtad al Estado Islámico en la región (29 de Indonesia, 22 de Filipinas y 12 de Malasia). Se trata, pues, de un problema regional que ha obligado a tomar acciones colectivas. Con el objetivo de interceptar posibles embarcaciones de yihadistas en tránsito desde o hacia Marawi, Filipinas, Malasia e Indonesia comenzaron patrullas marítimas conjuntas en el mar de Sulu (entre el sur de Filipinas y la isla de Borneo) el 19 de junio. “La progresión natural sería que de la cooperación marítima se pasase a la terrestre, y después a la aérea”, indica Gunaratna. No obstante, el experto destaca que la clave es otra. “El 90% de los esfuerzos debe dirigirse hacia tareas de educación. Y el 10% restante a operaciones [militares]”, afirma. A pocos kilómetros de la mezquita de los ahmadíes, también en Depok, se encuentra la Universidad de Indonesia, considerada la más prestigiosa del país. Andreas Harsono, investigador de Human Rights Watch (HRW) en Indonesia, denuncia la existencia de “islamistas” entre el profesorado y advierte de la propagación del radicalismo desde las instituciones. “El Estado Islámico triunfará, cuenta con la infraestructura necesaria”, presagia. Otros datos y la propia idiosincrasia regional, definida por su carácter multirracial y plurirreligioso, presentan una visión menos pesimista. Un sondeo de Pew Research Center reveló que un 4% de los encuestados mostró una opinión favorable hacia el Estado Islámico en Indonesia, frente a un 79% que se manifestó en contra. Unos 900 combatientes del sudeste asiático, según el Instituto Lowy, habían viajado a Siria e Irak a finales del 2015 para unirse al Estado Islámico, en contraste con 5.000 de Europa occidental, si bien la desproporción puede deberse en parte a mayores restricciones en los viajes. “La principal arma del sudeste asiático frente al Estado Islámico es su espíritu moderado. Aunque hay un segmento minoritario que sí sucumbe al radicalismo, los musulmanes asiáticos no caen fácilmente presas en manos de extremistas”, remacha Gunaratna. [URL]http://internacional.elpais.com/internacional/2017/06/23/actualidad/1498207886_589476.html[/URL] [/QUOTE]
Insertar citas…
Verificación
Guerra desarrollada entre Argentina y el Reino Unido en 1982
Responder
Inicio
Foros
Area Militar General
Conflictos Contemporáneos
Noticias del Estado Islámico (E.I.)
Este sitio usa cookies. Para continuar usando este sitio, se debe aceptar nuestro uso de cookies.
Aceptar
Más información.…
Arriba