OFENSIVA KELPER EN EL BARRIO

Coincido, es un ida y vuelta.

Son 2 legisladores de un total de 129... ¿como se lo haces pagar?

En el Pais (vocero del partido nacional), tambíen lo dice.

No se le puede prohibir la entrada al país ni que se reuna con quien quiera.
El que toma las decisiones es el gobierno y eso es lo que importa.
Y ya queda claro cual es la postura del presidente en el tema Malvinas.


Pero convengamos que en la "vuelta" a Uruguay le iría peor que la Argentina por las razones que ya expuse. Además, estamos hablando de un supuesto que aún no se materializo: Partido gobernante cerrando con las ovejas.

Me parece, repito, que el partido blanco se compro un problema con la Argentina si alguna vez llega al poder.

¿Cómo se los hago pagar?. Espera a que sean gobierno y no rectifiquen su ofensa y más bien la ratifiquen y continúen.

Yo no hable de prohibirle la entrada, no hable de con quien se reúna. Hable de quienes no deben recibirlo y escucharlo, pues entiendo que eso, llegado el caso, podría atentar y perjudicar los intereses de Uruguay con respecto a su relación con Argentina.
 
Segun la tendencia politica en Uruguay el partido gobernante el F A tiene un 46% de intencion de voto desde que Tabare Vazquez dijo que va a ser el candidato, luego el partido Blanco y/o Nacional el 25%, el partido Colorado 17% y el partido independiente el 2%. Dificil que ganen a pesar de tener asegurado su lugar en el Ballotage, no le alcanzan los votos de toda la oposicion junta.

Sr. le falto enumerar los indecisos que son un 10%, igual la campaña ni siquiera comenzo y las elecciones no se realizaron, igualmente matengo mi posición hasta el final.
La integración Americana convengamos que es una utopia y la Argentina no ha sido el mejor ejemplo, pero hasta aquí llega mi aporte en esta discusión, a mi me interesan otros temas, no voy a gastar polvora en chimangos.

Mi posición la sigo manteniendo.

Un saludo de la ROU
 

Shandor

Colaborador
Colaborador
Sr. PEDRASO, Si cree en los milagros hablamos despues de las elecciones Uruguayas, y no soy zurdo le aclaro desde ya y tengo familia en el Uruguay y uno de ellos Militar retirado.
 
Sr. le falto enumerar los indecisos que son un 10%, igual la campaña ni siquiera comenzo y las elecciones no se realizaron, igualmente matengo mi posición hasta el final.
La integración Americana convengamos que es una utopia y la Argentina no ha sido el mejor ejemplo, pero hasta aquí llega mi aporte en esta discusión, a mi me interesan otros temas, no voy a gastar polvora en chimangos.

Mi posición la sigo manteniendo.

Un saludo de la ROU



La integración americana es una quimera gracias a los que trabajan para intereses de fuera del barrio en vez de para los intereses comunitarios del barrio.

La Argentina nunca hizo nada en contra de Uruguay para beneficiar a algún actor extra barrial. Cualquier problema o discrepancia intra barrio debe resolverse entre vecinos. Y eso no le quita nada a la unidad y solidaridad entre vecinos/pueblos hermanos.

Unidad no implica concordancia de criterios e interés en forma absoluta y automática. Unidad significa compartir proyectos en común y trabajar a pesar de diferencias. Y los vecinos con origen común están obligados a tenerlos, pues serán vecinos hasta que el mundo se acabe.

Porque tenemos problemas comerciales, no te podes juntar a charlar con el que invade mi país.

Hasta acá llegamos con esta inconducente polémica. Tenga usted buena vida.

Mis saludos.
 
Raro que en este foro hallamos zurdos... :D


Saludos.

yo me hice zurdo este año después que me quebré el brazo.....bbufon

retomando el hilo

"Cuando Cristina Kirchner dice que hay que acabar con el colonialismo, ¿qué es lo que ella quiere? Ponernos como una colonia argentina", aseguró a Montevideo Portal Dick Sawle, miembro de la "Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas". En entrevista, Sawle habló sobre los vínculos con Uruguay y las presiones externas.

Dick Sawle no es precisamente un diplomático tradicional, pese al impecable traje que suele vestir cuando se desempeña como miembro de la "Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas".

Ha dedicado parte de su vida al alpinismo, el ski, el squash y el windsurf, a tal punto que hizo la proeza de cruzar el Estrecho de San Carlos con su tabla. Es un también un ocasional corredor de autos de carrera y un guitarrista bastante competente, lo que explica ese ligero aire a rockero envejecido que suaviza los rasgos con los que se asocia comúnmente a la política internacional.

Además de sus aficiones a la pesca y los deportes, fue estudioso de egiptología y cuenta con un pasado laboral como profesor de francés y español. Fue justamente su conocimiento de los idiomas lo que lo trajo a unas minúsculas islas en el sur del mundo.

En el año 1986, Sawle vio un anuncio en el que se solicitaba a un profesor de español para las islas Malvinas (o Malvinas, dependiendo del lector), decidió cruzar el océano deseoso de un "cambio de vida" y terminó formando una familia y de paso convirtiéndose en legislador de las islas.

El legislador, que llegó a Uruguay en estos días con el objetivo de informar sobre "oportunidades de negocios con el archipiélago", dialogó con Montevideo Portal sobre la relación de las islas con nuestro país y el conflicto latente con Argentina.

Ustedes están interesados en reforzar las relaciones comerciales con Brasil y Uruguay, ¿cómo podría hacerse actualmente?

Nosotros tenemos una situación interesante en las Malvinas en este momento, porque tenemos para desarrollar la prospección de petróleo, con una gran cantidad de empresas que están explorando o empezando a explorar. Estamos en una segunda fase que es la de desarrollo, que desembocará en la tercera, que será la de producción. En la de desarrollo hay muchas oportunidades: hemos identificado 35 proyectos de infraestructura que queremos aumentar, como por ejemplo en energía, agua, desagües, almacenes, oficina, hoteles, alojamiento y la construcción de un nuevo puerto para petróleo. Es un gran proyecto para nosotros y da oportunidades para varias compañías. En enero del año que viene esperamos tener un prospecto sobre el negocio del nuevo puerto, pero hay todo tipo de oportunidades.

¿A nivel empresarial o gubernamental?

A nivel empresarial se pueden formar empresas mixtas, por ejemplo, pero también hablamos de gobierno a gobierno. Lo que hemos aprendido de nuestros viajes (a Noruega y otros lugares) nos ha permitido formar un buen equipo y conocimientos. Se pueden compartir cosas con Uruguay.

La relación comercial de Uruguay con las Malvinas tiene más de 150 años, ¿pero en qué fase está ahora?

Si hablamos de productos, por ejemplo, importamos el 90 % de Inglaterra, 6 % de Chile y 4 % de Uruguay. Ha bajado estos años porque no tenemos tantos enlaces buenos como teníamos antes. Se puede ir hoy en día al supermercado y comprar filete de lomo, legumbres o frutas, por ejemplo pero para mí lo más importante es que esto cambiaría si tuviéramos una línea aérea entre Montevideo y Malvinas, ya que es un viaje corto, de dos horas y media. Si se pudieran reforzar estos vínculos con Uruguay sería buenísimo, porque son nuestros vecinos y la relación data de 1846. Creo que hay que reforzarlo ahora.

¿Cuál es la explicación para que se hayan perdido esos vínculos en los últimos años? ¿Se debe sólo a la presión de Argentina?

No sé exactamente a qué se debe. Entiendo que hay menos barcos de las islas que pasan por el puerto de Montevideo, pero la cuestión de fondo no es muy clara. Sé que había algunos problemas en el pasado pero no debido a Argentina, sino a cuestiones vinculadas a las leyes uruguayas que hacían que algunos barcos pesqueros no se animaran a venir. Me parece que muchos barcos no han vuelto a Montevideo desde entonces, por una cuestión de costumbre, pero hablando con compañías de pesca de Malvinas me han dicho que hay muchos problemas de burocracia cuando un buque entra al puerto, pero eso no tiene nada que ver con Argentina.

Si los barcos sienten algún miedo de tipo político por el decreto 256 (firmado por Cristina Fernández, que obliga a todas aquellas embarcaciones navegando hacia y desde Argentina, las Malvinas y las Georgias y Sándwich del Sur que tengan una autorización previa del gobierno argentino), creo que no, porque se pueden evitar las aguas territoriales de Argentina. El gobierno de Uruguay ha sido claro al decir que aunque respalda las decisiones argentinas no se va a romper ninguna ley internacional. La Convención de Naciones Unidos sobre Derecho del Mar es muy clara y da derecho al pasaje de aguas territoriales de cualquier país.

Pero existe de todos modos lo que puede entenderse como presión política. En el último referéndum de las islas el ministro Eleuterio Fernández Huidobro trató de "cipayos" a los legisladores nacionalistas que fueron a observar el proceso. ¿Esa afinidad ideológica de los gobiernos complicó la situación?

Esas acciones no ayudan, eso es claro. Pero si la pregunta es si ese tipo de presión nos ha afectado, no, no cambia la vida diaria del isleño. Podemos seguir nuestra vida fácilmente utilizando el enlace con Inglaterra, pero lo que estoy diciendo ahora es que en vez de tener el 90 % de las importaciones desde Inglaterra, ¿por qué no podemos poner las dificultades políticas a un lado y hablar entre nosotros sobre comercio? Eso tiene mucho sentido, es lógico.

¿Qué recepción tuvieron hasta ahora estas ideas?

Maravillosa. No he escuchado nada negativo de ninguna persona con la que haya hablado. La gente tiene mucho entusiasmo. Yo creo que muchos en Montevideo son conscientes de los vínculos que siempre ha tenido el país con las Malvinas, desde las épocas de Samuel Lafone (empresario uruguayo de origen inglés que comerció con la islas a partir de 1846). Tenemos un porcentaje del carácter uruguayo y en Uruguay hay un porcentaje del carácter de las Malvinas y estas cosas históricas son importantes, hay muchas familias aquí que conocen bien las islas y que son bastante británicas en el sentido de sus raíces.

¿Cuántos uruguayos viven en las islas?

En este momento hay siete personas viviendo en las islas que nacieron en Uruguay, pero no sé cuántos son "uruguayos uruguayos" o nacieron allí simplemente porque sus madres debieron viajar para dar luz aquí.

¿La falta de vuelos de pasajeros entre las islas y Uruguay se debe solamente a motivos políticos?

Es totalmente político. Cualquier avión que sale de Uruguay a Stanley debe cruzar el espacio aéreo que controla Argentina y no nos dejan. Tenemos permiso del gobierno de Uruguay desde hace mucho tiempo, pero no podemos si no se deja pasar a un avión por el espacio aéreo, algo que está completamente en contra de la Convención de Chicago (al igual que la de la ONU sobre derecho de mar). La Convención da los derechos a los aviones, pero es igual, sobrevivimos.

¿Por qué cree que se ha endurecido la postura argentina en los últimos gobiernos?

Esto se dio en los gobiernos de los dos Kirchner. En el mandato de Carlos Menem podíamos hablar con el canciller Guido Di Tella y llegamos a algunos acuerdos, por ejemplo sobre el involucramiento en petróleo, con la posibilidad de que empresas argentinas participaran hasta un 50 % de los hidrocarburos en el área específica de Malvinas. Ese acuerdo lo rechazaron en 2007. Tuvimos el famoso acuerdo del '99 cuando dejamos entrar libremente a argentinos a Malvinas sin visado, con permiso para la construcción del cementerio de Darwin, donde hay muchos caídos argentinos. Argentina lamentablemente ha rechazado todo salvo una cosa, el vuelo semanal con Chile, es lo único que queda. Han amenazado varias veces con suspenderlo, pero ¿a quién afectaría? A los veteranos argentinos que quieren visitar a sus caídos en Darwin.

Tenemos dos enlaces semanales directos con Inglaterra, pero una vez más, lo que queremos es tener relaciones normales con nuestros vecinos. Hay dificultades políticas pero pongamos éstas a un lado y hablemos.

¿Cómo imagina que serían hoy las islas y su relación con el continente sin este conflicto de por medio?

Lo que no se puede cambiar es la historia. Lo que sí habrá es un cambio de gobierno en Argentina y ojalá tengamos uno con quien podamos hablar. Yo intenté hacerlo con el canciller Héctor Timerman en Londres en enero. Me encontré con él en Westimnster, el Parlamento inglés, cuando ambos estábamos en el pasillo. Lo saludé y me estrechó la mano pero cuando le dije quién era yo, se fue y no quiso hablar. Le conté que era miembro de la asamblea legislativa de las islas Falkand y ¡ups!, se fue. Y yo le decía: "¿por qué no podemos hablar? Queremos hablar". Y eso que estábamos en el centro del mundo democrático, en Westminster, que es el corazón de la democracia moderna. Hay que hablar. Si uno está casado y pasa cuatro o cinco días sin hablar la única salida posible es el divorcio.

Usted nació en Inglaterra, ¿cómo y por qué llega a las islas?

En 1986, poco después de la guerra, porque había visto un anuncio buscando un profesor de español. Yo quería un cambio de vida y me fui a las Malvinas, más que nada por interés y curiosidad. Me iba a quedar sólo dos años pero me casé allí y tuve dos hijos, es mi país ahora. Yo he seguido lo normal en Sudamérica, no soy más que un inmigrante que echó raíces.

Usted no tenía vínculos con las islas cuando se desencadenó la guerra, ¿cómo la vivió?

Tengo el recuerdo de que esa fue la primera guerra que se seguía por la tele, como algo muy trascendente para todos por ello. Pero es recién a partir de mi vida en Malvinas que comencé a hablar con veteranos de guerra ingleses y también argentinos. Fue una guerra increíblemente mala, en la que los niños vieron cosas que no debían ver debido al tipo de guerra que era. Muchos de los conscriptos argentinos eran muy jóvenes, no sabían dónde estaban ni tenían para comer. Según un grupo de activistas de los derechos humanos que nos visitó hace un tiempo se producían muchos abusos de los oficiales a los conscriptos. Fue una guerra terrible y no queremos que nunca haya algo parecido por aquí. Por eso tenemos una defensa militar que ha mantenido la paz, y durante años no hemos tenido nada de problemas

¿Pero usted cree que en algún momento hubo riesgo de que sucediera algo? Cristina Fernández criticó la militarización británica de las islas hace un tiempo.

No. Y sobre la militarización, nosotros pasamos a tener incluso menos militares que antes, lo que pasa es que muchos efectivos son en realidad civiles que trabajan allí. La cantidad de militares en realidad ha bajado, pero hay que tener un mínimo y es un sitio tranquilo para ellos, aunque estén listos. Hasta la presidenta ha dicho que no tiene interés en provocar militarmente.

¿Encontró justificadas las acciones de Inglaterra en la época?

Claro, porque eso es defender el derecho de autodeterminación que tienen los isleños y nadie tiene el derecho de invadir a un pequeño país como Malvinas: un país de 40 millones de personas atacando a otro que tiene 2.000 no es justo. El Comité de Seguridad de la ONU había emitido dos resoluciones diciendo que Argentina debía sacar las tropas pero continuó la invasión, lamentablemente.

¿No hay nada del operativo militar comandado por Margaret Thatcher que le haya resultado excesivo?

Yo creo que no había otras opciones. Sería absolutamente incorrecto no haber mandado las fuerzas británicas para recuperar las islas. Eso se ha hecho sólo dos veces, una en 1833, cuando había un grupo de militares argentinos en las islas que fueron expulsados a Buenos Aires luego de tres meses y la otra la de 1982, por un período más o menos igual de tiempo. Yo creo que no había otra opción, la guerra es la guerra y es mala, pero no queremos que eso pase de nuevo.

Para Argentina, sin embargo, la permanencia de las islas en manos británicas es un resabio del viejo colonialismo...

¿Qué es una colonia? Es una región donde el país madre saca todos sus recursos naturales, el dinero y deja a la tierra sin nada. Nosotros no somos una colonia: tenemos nuestro propio gobierno, que es un sistema completamente independiente de Inglaterra, no dependemos de ellos por nada en el sentido financiero, solamente en la Defensa y Asuntos Exteriores.
Cuando Cristina Kirchner dice eso, ¿qué es lo que ella quiere? Ponernos como una colonia argentina. Entonces es un argumento totalmente absurdo. Supongamos que nosotros digamos Ok y pasemos a ser una colonia argentina, ¿qué pasa? Argentina debería respetar nuestro derecho de autodeterminación, ¿no? Si al día siguiente se nos ocurre que queremos ser británicos, ¿qué hacemos? Es absurdo. Y aún así, tienen un ojo abierto sobre nuestros recursos naturales, estoy absolutamente seguro. Poseemos una economía pequeña pero que es fuerte, no tenemos deuda nacional. ¿Y qué pasa en Argentina?


Montevideo Portal/ Martín Otheguy
 

bagre

2º inspector de sentina
Estimado Francisco
Si el señor que bebe mate y anda por la vida como uno mas, el Presidente de la Republica Oriental del Uruguay, Don Jose Alberto Mujica Cordano, medianamente administra su pais, dificilmente nuestros vecinos vuelvan a votar a quienes los sometieron a siglos de miseria, ignorancia y dependencia.
Muchos orientales conocen el origen de su nación: un tapon impuesto libras mediante por el otrora imperio a las potencias regionales: la REPUBLICA FECDERATIVA DE BRASIL y nuestra REPUBLICA ARGENTINA, como ahora los que pusieron el tapon consiguen materias primas a mejor precio de otras naciones cipayas, los buenos uruguayos han logrado imponer la sensatez y junto a la REPUBLICA DEL PARAGUAY conformaron el MERCOSUR...
Es un camino muy largo el que nos queda, pero a izquierda o derecha vamos rectos a convertirnos en un bloque hegemonico consistente, independiente de los otrora poderes centrales, por sinergia propia de el volumen y calidad de nuestra producción primaria e industrial, a quienes hemos sufrido la ignominia de esa tergiversación de la realidad nos toca hacer docencia respecto del verdadero, eterno y circunstancial eno.
Cordiales saludos
bagre
 
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