El pasado 3 de Febrero a las 19.00hs se realizó en la ciudad de San Lorenzo la conmemoración por el 197º Aniversario de la Batalla llevada a cabo por las tropas realistas y el Regimiento de Granaderos a Caballo, comandados por el entonces Coronel José de San Martín.
El acto tenía como principales atracciones la presencia de las banderas nacionales y provinciales de gran cantidad de establecimientos de ciudades y localidades de la región, presencia de banda militar, desfiles militares, recreación de una carga de caballería de Granaderos, y un lanzamiento de paracaidistas militares provenientes del Cuerpo Militar de Paracaidismo, de la IV Brigada del Ejército Argentino situada en la ciudad de Córdoba, quienes aterrizarían en el Campo de la Gloria, donde se realizaba el acto.
Campo de la Gloria
En este informe me limitaré a hablar únicamente del accionar y preparativos de éstos últimos.
Con el avión arribado al aeropuerto Internacional Islas Malvinas a las 16.00hs, de la ciudad de Rosario, los cuatro paracaidistas militares más su ayudante coordinaron con el piloto de turno las acciones a realizar. Las intenciones serían, un lanzamiento de práctica inmediato despegando a 16.15hs para reconocer el terreno además de ir testeando el viento presente (para nada placentero), el avión retornaría a Rosario, y los cuatro paracaidistas volverían por tierra para reencontrarse y concretar a las 19.30hs el salto correspondiente al acto.
Preparación de los paracaidistas militares para el salto de práctica
16.10 el Cessna 182 ya estaba en marcha y rodando para cabecera 02 de Rosario. El despegue fue a las 16.16 sin novedad, aunque la información de viento no era para nada alentadora para los saltadores (18 nudos con ráfagas de hasta 22). A pedido de los paracaidistas, el piloto solicitó al controlador de Rosario modificar el Plan de Vuelo en lo referente a las altitudes a mantener. El Plan aclaraba que se buscaría un ascenso directo a nivel de lanzamiento 0-4-0 (4000 pies en atmósfera estándar), pero los paracaidistas militares prefirieron llegar vertical Campo de la Gloria con 2500 pies para lanzar su sonda para tener una referencia visual del viento a diferentes altitudes, y una vez que la sonda llegaba a tierra (o al río Paraná, como en este caso) continuar el ascenso para el nivel de lanzamiento.
El controlador de Rosario autorizó el cambió sin problemas, se consiguió vertical y por la frecuencia alternativa se hizo contacto con efectivos del Ejército que aguardaban en el Campo de la Gloria.
Datos del tiempo actualizados en superficie tanto por el control de Rosario, como también el apoyo terrestre desde San Lorenzo.
Efectuado el lanzamiento de la sonda, los paracaidistas informaron al piloto con qué rumbo deseaban saltar (100º, este-sureste) a pesar del mismo no estar del todo de acuerdo y se continuó con el ascenso.
Se alcanzó nivel de lanzamiento, autorización de Rosario, notificación al personal en tierra que los paracaidistas saltaban en un minuto, y así fue... Sesenta segundo más tarde salieron, uno a uno los cuatros paracaidistas en su salto de práctica de la tarde.
Aterrizaron correctamente, salvo uno que cayó unos metros fuera, pero no por su poca habilidad, sino por el viento que alcanzaba los 20 nudos, algo nada cómodo para cualquier aeronauta que vuele con algún elemento tan liviano y que pueda ejercer tan poca resistencia al viento.
Notificado que los paracaidistas del Cuerpo Militar de Paracaidismo habían aterrizado correctamente, el piloto y su Cessna 182 continuaron el descenso como estaba planeado para incorporarse al circuito visual de Rosario. Autorización concedida, y el avión estaba aterrizando a las 16.44 en la misma pista de donde había despegado 29 minutos antes. Ahora debería esperar el arribo de los paracaidistas por tierra, con sus novedades.
El Cessna 182 incorporándose al circuito inicial por el Oeste para cabecera 02 de Rosario, posterior al lanzamiento de práctica.
A las 18.25 se hicieron presentes los efectivos del Ejército nuevamente en el aeropuerto, donde se reencontraron con el piloto, dando novedades e intercambiando opiniones. El viento era muy fuerte para el aterrizaje en el campo, y lamentablemente seguía aumentando. La operación en el acto por el aniversario del Combate del Gral San Martín peligraba. El clima no acompañaba, y para completarla un enorme CB se acercaba por el suroeste de Rosario.
Las intenciones eran, despegar de Rosario, realizar el lanzamiento a las 19.30 exactas, y piloto y aeronave retornarían a su base operativa, aunque en el caso de los paracaidistas del Ejército preferir no saltar, tanto por clima o cualquier otra eventualidad, retornarían al aeródromo de alternativa, que era justamente el de donde se despegaba, Rosario.
Preparaciones del equipo en las afueras de la terminal, notar el furioso viento en el paño nacional
Con órdenes de despegar 19.15, y saltar a las 19.30, el piloto prefirió adelantar el despegue unos minutos considerando que si bien el viento no mermaba, la tormenta se acrecentaba en el horizonte al SO.
A las 19.02 estaban los cinco en plataforma, y a las 19.06 se procedió con la puesta en Marcha.
Tres de los paracaidistas militares dirigiéndose a la aeronave
A las 19.10 el Cessna 182 ocupaba la pista 02, recibiendo información de clima más desalentadora aún. A pesar de caer la tardecita, el viento seguía aumentando por culpa del frente que ingresaba por el SO. Esta vez era de 21 nudos con ráfagas de hasta 26 nudos, lo que ya comprometía un poco al despegue, considerando que era un viento lateral a la pista, de los 100º.
La maniobra de despegue fue normal, considerando el viento reinante. Algo movido pero sin novedades, y el noble monomotor que pronto alcanzaría su medio siglo de vida se enfiló con rumbo 015º (nor-noreste) para cubrir las diez millas náuticas que separaban el Campo de la Gloria con la pista del Aeropuerto Internacional.
A las 19.18 y con 2500 pies, ya alcanzando vertical de la zona de salto, se hacía contacto radial con los efectivos del Ejército que hacían de apoyo terrestre desde el ahora un Campo de la Gloria repleto de autoridades, efectivos militares, y público en general, que le daban un colorido fantástico, contrastando y mucho con el Campo de la Gloria que habían visto horas antes en el salto de prueba.
Pero el fantasma del viento seguía más tangible que nunca, tanto en las crestas del agua, como en alguna columna de humo de las refinerías, o en la simple información de Rosario, solicitada por el piloto, que confirmó que se mantenía el viento de 22 a 26 nudos.
Las intenciones eran iguales al salto anterior. A 2500 pies, soltar la sonda, determinar el viento a diferentes altitudes, posterior ascenso y lanzamiento a 0-4-0. Desde abajo la multitud esperaba el arribo de los valientes que se lanzaban desde un avión con simples harapos de tela para aterrizar aplaudidos con banderas flameando sobre sus pies. Se hizo la suelta de la sonda, se hizo completaron 360º para seguirla, y la lamentable noticia. El viento no permitía que la operación sea segura. Los más de 22 nudos de viento era suficiente pretexto como para cancelar el lanzamiento. A las 19.24 se informó al apoyo de tierra que lamentablemente no iban a poder saltar, y que volvíamos a Rosario. Por otra parte, se informó a Rosario que no se continuaría con el Plan de Vuelo y se haría uso del aeródromo de alternativa, justamente Rosario. Y no olvidar, que allá en el SO, seguía acechando y acercándose una enorme tormenta.
Autorizado el retorno por el control de Rosario, se realizó lo más rápido posible usando todo el arco verde que permitía el aparato, ya que ahora habría que dejar a los paracaidistas en Rosario, e intentar volver a la base operativa, perdiendo valiosos minutos con la tormenta acercándose.
El aparato aterrizó a las 19.35 con la misma cantidad de tripulantes que despegó (algo poco usual para un avión restringido únicamente para operaciones de Paracaidismo). Un saludo y agradecimiento por ambas partes, lamentando el no haberse concretado el salto, pero dejando una puerta abierta para una próxima vez que seguro no faltará...
Al final piloto y avión despegaron de Rosario a las 19.50, y a pesar de haber recibido el apoyo de un Saab 340A de Sol Líneas Aéreas que le hizo un escaneo de la actividad de CB sobre la zona de destino del C182 -40NM al Oeste de Rosario- para poder evitarla, la tormenta estaba muy avanzada y en vuelo tuvo que desistir de su intención de alcanzar su base operativa, retornando a Rosario para trasnochar allí en una de las tormentas más grandes de las últimas dos décadas en el sur de Santa Fe... pero eso ya es otra historia.
Cessna 182 listo para pasar la noche en el hangar de Ejército del Aeropuerto Rosario en la plataforma Industrial de dicha estación aérea
Allá en San Lorenzo la ceremonia terminaba como se la esperaba... todo continuó como estaba previsto, con desfiles militares, acto, banda, granaderos y todas las pompas... pero sin los saltadores. Por aquellos lares, la tormenta tuvo piedad y consideración por el acontecimiento, e hizo esperar su llegada para que se recordara al Combate de San Lorenzo como se debía.
Quien escribe tuvo el gusto y el honor de ser el piloto en cuestión de las operaciones narradas en este artículo.
http://i18.photobucket.com/albums/b135/Eagle_Giuli/DSC00427.jpg?t=1265418519
http://i18.photobucket.com/albums/b135/Eagle_Giuli/DSC00428.jpg?t=1265418592
Eagle_Giuli – Para ZM y AvArg.
Nota: A excepción de la foto del Campo de la Gloria, las demás fueron tomadas por el autor de la nota.
El acto tenía como principales atracciones la presencia de las banderas nacionales y provinciales de gran cantidad de establecimientos de ciudades y localidades de la región, presencia de banda militar, desfiles militares, recreación de una carga de caballería de Granaderos, y un lanzamiento de paracaidistas militares provenientes del Cuerpo Militar de Paracaidismo, de la IV Brigada del Ejército Argentino situada en la ciudad de Córdoba, quienes aterrizarían en el Campo de la Gloria, donde se realizaba el acto.
Campo de la Gloria
En este informe me limitaré a hablar únicamente del accionar y preparativos de éstos últimos.
Con el avión arribado al aeropuerto Internacional Islas Malvinas a las 16.00hs, de la ciudad de Rosario, los cuatro paracaidistas militares más su ayudante coordinaron con el piloto de turno las acciones a realizar. Las intenciones serían, un lanzamiento de práctica inmediato despegando a 16.15hs para reconocer el terreno además de ir testeando el viento presente (para nada placentero), el avión retornaría a Rosario, y los cuatro paracaidistas volverían por tierra para reencontrarse y concretar a las 19.30hs el salto correspondiente al acto.
Preparación de los paracaidistas militares para el salto de práctica
16.10 el Cessna 182 ya estaba en marcha y rodando para cabecera 02 de Rosario. El despegue fue a las 16.16 sin novedad, aunque la información de viento no era para nada alentadora para los saltadores (18 nudos con ráfagas de hasta 22). A pedido de los paracaidistas, el piloto solicitó al controlador de Rosario modificar el Plan de Vuelo en lo referente a las altitudes a mantener. El Plan aclaraba que se buscaría un ascenso directo a nivel de lanzamiento 0-4-0 (4000 pies en atmósfera estándar), pero los paracaidistas militares prefirieron llegar vertical Campo de la Gloria con 2500 pies para lanzar su sonda para tener una referencia visual del viento a diferentes altitudes, y una vez que la sonda llegaba a tierra (o al río Paraná, como en este caso) continuar el ascenso para el nivel de lanzamiento.
El controlador de Rosario autorizó el cambió sin problemas, se consiguió vertical y por la frecuencia alternativa se hizo contacto con efectivos del Ejército que aguardaban en el Campo de la Gloria.
Datos del tiempo actualizados en superficie tanto por el control de Rosario, como también el apoyo terrestre desde San Lorenzo.
Efectuado el lanzamiento de la sonda, los paracaidistas informaron al piloto con qué rumbo deseaban saltar (100º, este-sureste) a pesar del mismo no estar del todo de acuerdo y se continuó con el ascenso.
Se alcanzó nivel de lanzamiento, autorización de Rosario, notificación al personal en tierra que los paracaidistas saltaban en un minuto, y así fue... Sesenta segundo más tarde salieron, uno a uno los cuatros paracaidistas en su salto de práctica de la tarde.
Aterrizaron correctamente, salvo uno que cayó unos metros fuera, pero no por su poca habilidad, sino por el viento que alcanzaba los 20 nudos, algo nada cómodo para cualquier aeronauta que vuele con algún elemento tan liviano y que pueda ejercer tan poca resistencia al viento.
Notificado que los paracaidistas del Cuerpo Militar de Paracaidismo habían aterrizado correctamente, el piloto y su Cessna 182 continuaron el descenso como estaba planeado para incorporarse al circuito visual de Rosario. Autorización concedida, y el avión estaba aterrizando a las 16.44 en la misma pista de donde había despegado 29 minutos antes. Ahora debería esperar el arribo de los paracaidistas por tierra, con sus novedades.
El Cessna 182 incorporándose al circuito inicial por el Oeste para cabecera 02 de Rosario, posterior al lanzamiento de práctica.
A las 18.25 se hicieron presentes los efectivos del Ejército nuevamente en el aeropuerto, donde se reencontraron con el piloto, dando novedades e intercambiando opiniones. El viento era muy fuerte para el aterrizaje en el campo, y lamentablemente seguía aumentando. La operación en el acto por el aniversario del Combate del Gral San Martín peligraba. El clima no acompañaba, y para completarla un enorme CB se acercaba por el suroeste de Rosario.
Las intenciones eran, despegar de Rosario, realizar el lanzamiento a las 19.30 exactas, y piloto y aeronave retornarían a su base operativa, aunque en el caso de los paracaidistas del Ejército preferir no saltar, tanto por clima o cualquier otra eventualidad, retornarían al aeródromo de alternativa, que era justamente el de donde se despegaba, Rosario.
Preparaciones del equipo en las afueras de la terminal, notar el furioso viento en el paño nacional
Con órdenes de despegar 19.15, y saltar a las 19.30, el piloto prefirió adelantar el despegue unos minutos considerando que si bien el viento no mermaba, la tormenta se acrecentaba en el horizonte al SO.
A las 19.02 estaban los cinco en plataforma, y a las 19.06 se procedió con la puesta en Marcha.
Tres de los paracaidistas militares dirigiéndose a la aeronave
A las 19.10 el Cessna 182 ocupaba la pista 02, recibiendo información de clima más desalentadora aún. A pesar de caer la tardecita, el viento seguía aumentando por culpa del frente que ingresaba por el SO. Esta vez era de 21 nudos con ráfagas de hasta 26 nudos, lo que ya comprometía un poco al despegue, considerando que era un viento lateral a la pista, de los 100º.
La maniobra de despegue fue normal, considerando el viento reinante. Algo movido pero sin novedades, y el noble monomotor que pronto alcanzaría su medio siglo de vida se enfiló con rumbo 015º (nor-noreste) para cubrir las diez millas náuticas que separaban el Campo de la Gloria con la pista del Aeropuerto Internacional.
A las 19.18 y con 2500 pies, ya alcanzando vertical de la zona de salto, se hacía contacto radial con los efectivos del Ejército que hacían de apoyo terrestre desde el ahora un Campo de la Gloria repleto de autoridades, efectivos militares, y público en general, que le daban un colorido fantástico, contrastando y mucho con el Campo de la Gloria que habían visto horas antes en el salto de prueba.
Pero el fantasma del viento seguía más tangible que nunca, tanto en las crestas del agua, como en alguna columna de humo de las refinerías, o en la simple información de Rosario, solicitada por el piloto, que confirmó que se mantenía el viento de 22 a 26 nudos.
Las intenciones eran iguales al salto anterior. A 2500 pies, soltar la sonda, determinar el viento a diferentes altitudes, posterior ascenso y lanzamiento a 0-4-0. Desde abajo la multitud esperaba el arribo de los valientes que se lanzaban desde un avión con simples harapos de tela para aterrizar aplaudidos con banderas flameando sobre sus pies. Se hizo la suelta de la sonda, se hizo completaron 360º para seguirla, y la lamentable noticia. El viento no permitía que la operación sea segura. Los más de 22 nudos de viento era suficiente pretexto como para cancelar el lanzamiento. A las 19.24 se informó al apoyo de tierra que lamentablemente no iban a poder saltar, y que volvíamos a Rosario. Por otra parte, se informó a Rosario que no se continuaría con el Plan de Vuelo y se haría uso del aeródromo de alternativa, justamente Rosario. Y no olvidar, que allá en el SO, seguía acechando y acercándose una enorme tormenta.
Autorizado el retorno por el control de Rosario, se realizó lo más rápido posible usando todo el arco verde que permitía el aparato, ya que ahora habría que dejar a los paracaidistas en Rosario, e intentar volver a la base operativa, perdiendo valiosos minutos con la tormenta acercándose.
El aparato aterrizó a las 19.35 con la misma cantidad de tripulantes que despegó (algo poco usual para un avión restringido únicamente para operaciones de Paracaidismo). Un saludo y agradecimiento por ambas partes, lamentando el no haberse concretado el salto, pero dejando una puerta abierta para una próxima vez que seguro no faltará...
Al final piloto y avión despegaron de Rosario a las 19.50, y a pesar de haber recibido el apoyo de un Saab 340A de Sol Líneas Aéreas que le hizo un escaneo de la actividad de CB sobre la zona de destino del C182 -40NM al Oeste de Rosario- para poder evitarla, la tormenta estaba muy avanzada y en vuelo tuvo que desistir de su intención de alcanzar su base operativa, retornando a Rosario para trasnochar allí en una de las tormentas más grandes de las últimas dos décadas en el sur de Santa Fe... pero eso ya es otra historia.
Cessna 182 listo para pasar la noche en el hangar de Ejército del Aeropuerto Rosario en la plataforma Industrial de dicha estación aérea
Allá en San Lorenzo la ceremonia terminaba como se la esperaba... todo continuó como estaba previsto, con desfiles militares, acto, banda, granaderos y todas las pompas... pero sin los saltadores. Por aquellos lares, la tormenta tuvo piedad y consideración por el acontecimiento, e hizo esperar su llegada para que se recordara al Combate de San Lorenzo como se debía.
Quien escribe tuvo el gusto y el honor de ser el piloto en cuestión de las operaciones narradas en este artículo.
http://i18.photobucket.com/albums/b135/Eagle_Giuli/DSC00427.jpg?t=1265418519
http://i18.photobucket.com/albums/b135/Eagle_Giuli/DSC00428.jpg?t=1265418592
Eagle_Giuli – Para ZM y AvArg.
Nota: A excepción de la foto del Campo de la Gloria, las demás fueron tomadas por el autor de la nota.