Pequeños homenajes a Malvinas y sus heroes

Hoy hace 35 años despegaste con tu mirage C-407 solo para enseñarnos lo que es el amor por el prójimo hasta el punto de entregar tu propia vida. Por suerte Dios no lo quiso y el asiento eyectable de tu Avión te hizo nacer de nuevo para poder ver a tus tres hijos seguir tu ejemplo de vida y llevar el apellido Senn lo más alto, con mucho orgullo y al mismo tiempo con la humildad que tienen todos los excombatientes de Malvinas...(original del Face de su hijo).






 
Última edición:

FerTrucco

Colaborador
2847-D-2018
El Senado y Cámara de Diputados...


DECLARASE EL 11 DE JUNIO DE CADA AÑO EL DÍA NACIONAL DEL ALTRUISMO Y EL CORAJE EN HONOR AL SOLDADO CONSCRIPTO OSCAR ISMAEL POLTRONIERI, VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS Y LA INCORPORACION A LA CURRICULA EN TODOS LOS NIVELES DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL
ARTICULO 1º — Declarase el 11 de Junio de cada año el Día Nacional del Altruismo y el Coraje en honor al soldado conscripto Oscar Ismael Poltronieri, Veterano de Guerra de Malvinas.
ARTÍCULO 2º- Incorpórese a la currícula de todos los niveles del Sistema Educativo Nacional, la efeméride el Día Nacional del Altruismo y el Coraje en honor al soldado conscripto Oscar Ismael Poltronieri, Veterano de Guerra de Malvinas.
ARTÍCULO 3º- El Ministerio de Educación definirá, conjuntamente con el Consejo Federal de Educación los lineamientos curriculares básicos, que permitan el cumplimiento de lo dispuesto por la presente normativa.
ARTICULO 4º — Invítase a las Provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a incorporar en sus respectivos calendarios escolares el día 11 de Junio como jornada de reflexión sobre el heroico accionar del soldado conscripto Oscar Ismael Poltronieri, Veterano de Guerra de Malvinas, como así también de los valores humanos.
ARTICULO 5º — De forma
 

DSV

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El Ejército Argentino rendirá homenaje al Teniente Primero Estévez



Este lunes 28, a partir de las 9:, la Brigada de Monte XII del Ejército Argentino en conjunto con la Municipalidad de Posadas realizará una ceremonia en homenaje al 36to aniversario del fallecimiento del Teniente Primero “Post Mortem” Roberto Néstor Estévez “Héroe de la Ciudad de Posadas”, muerto en la Guerra de Malvinas.

La misma se llevará a cabo en la plaza “Teniente Estévez” ubicada en avenida Lavalle y Calle Japón. Contará con la presencia de autoridades municipales, personal de las Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales.

Además asistirán al evento Veteranos de Guerra de Malvinas, familiares de los héroes caídos en combate y público en general.

En este sentido, el Ejército Argentino invitó a toda la comunidad a participar de la ceremonia para rendir homenaje a este soldado de la Patria declarado “Héroe de la Ciudad de Posadas”.

http://www.noticiasdel6.com/el-ejercito-argentino-rendira-homenaje-al-teniente-primero-estevez/
 
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Convención Nacional de Escritores Malvineros

Este encuentro de escritores, oriundos de distintas latitudes de todo el País, dedicados en un amplio espectro a la temática Malvinas, que abarca la prosa, el verso, ilustrada, histórica, de ficción y hasta literatura infantil; estará dedicado especialmente a una audiencia colegial, considerando los dos últimos años del Nivel Primario, todo el segmento del Nivel Secundario y público en general

La intención es posicionar a la ciudad de Rosario y la provincia de Santa Fe en la vanguardia cultural, que ha dado comienzo con exposiciones en entidades y manifestaciones gubernamentales que se han desarrollado durante 2015, 2016 y 2017, en el contexto de la reivindicación de los legítimos derechos que nos corresponden sobre las Islas Malvinas, como fundamento de nuestra nacionalidad; permitiéndonos conocer las vivencias de testigos participantes de aquella gesta y documentos que avalan su heroísmo.

La convención es en honor a Alfredo Jorge Alberto Vázquez (Rosario, 8 de noviembre de 1957-Fitz Roy, 8 de junio de 1982), fue un piloto militar argentino que con el grado de alférez de la Fuerza Aérea Argentina falleció en el ataque aéreo de bahía Agradable ―acción de combate realizada durante la guerra de las Malvinas― cerca de la aldea Fitz Roy, sobre Bahía Agradable (en la isla Soledad) mientras pilotaba un Douglas A-4B Skyhawk.

Fue ascendido posmórtem a teniente y condecorado posmórtem con la Medalla al Valor en Combate por ley n.º 25.576 del 11 de abril de 2002. El gobierno argentino por ley nacional n.º 24.950/98 lo incluyó en el listado de los "héroes nacionales", fallecidos en combate en la guerra de las Malvinas.

Un héroe rosarino





Saludos
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
DIARIO:INFOBAE
FECHA: 10/06/2018

SOCIEDAD
La conmovedora historia del héroe de Malvinas que pidió ser enterrado junto a su pequeño hijo en Río Cuarto
El primer teniente de la Fuerza Aérea Luis Darío Castagnari murió en un feroz bombardeo británico sobre Puerto Argentino, mientras intentaba proteger a sus hombres. Desde hace 36 años, su esposa María Cristina busca poder cumplir con la promesa que le hizo a su marido el día que él partió hacia la guerra
Por Gaby Cociffi
10 de junio de 2018
Directora Editorial de Infobae | [email protected]


Primer teniente (capitán post mortem) Luis Dario José Castagnari en Malvinas
Lo dice con lágrimas en los ojos: "No cumplí con él". El tiempo transcurrido no alcanzó para cerrar la herida, esa sensación que le corroe el alma y que la hace pedir perdón a su marido cada noche antes de acostarse. María Cristina Scavarda espera desde hace 36 años poder cumplir la promesa que le hizo cuando él partió hacia la guerra.
Fue el 1 de abril de 1982, a las cinco de la mañana, en la puerta de su casa en la base militar de El Palomar.
El primer teniente de la Fuerza Aérea (capitán post mortem) Luis Darío José Castagnarientró despacio al cuarto donde dormían sus cuatro pequeños hijos, los arropó y los besó en la frente. Luego regresó a la cocina, donde había estado tomando mate con su mujer, para despedirse con otro beso como todos los días. Pero esa mañana ella quiso acompañarlo hasta la puerta.
Ya en el vano, la besó y mirándola a los ojos le pidió:

-Si no vuelvo de Malvinas quiero que traigas mi cuerpo y me entierres junto a Gustavito.
María Cristina no preguntó nada, no comentó nada, no lloró. Supo en ese instante que su marido iba a una misión muy especial. Solo le dijo: "Te lo prometo".
Nadie más que ella conocía el terrible dolor, la tristeza sin consuelo que les había causado la muerte de su primer hijo "Pirinchito"-el 7 de enero de 1978- cuando sólo tenía tres años y un cáncer se los quitó en pocos meses, aunque ellos lucharon hasta quedar sin fuerzas.
"Te lo prometo", repitió mientras se abrazaban. Y lo saludó con la mano en alto. Esa sería la última vez que vería al hombre de su vida.
Adiós Pirinchito
"Fue muy duro ver como Gustavito se iba consumiendo. Debimos sacar fuerzas de donde no existían…Ver como se nos iba de las manos nuestro pequeño hijito fue una experiencia muy dolorosa, llena de llanto en los momentos que nuestros otros dos niños dormían", recuerda con angustia María Cristina.

Luis con sus cuatro hijos en Calafate, cuando Gustavito ya había fallecido: Martín, Guillermo, Walter y Roxana
Luis Castagnari, que en ese entonces estaba destinado en Merlo donde hacía un curso de radarista, pidió el traslado al Área Material de Río Cuarto, en Las Higueras, a 10 kilómetros de la ciudad donde residía su familia. Necesitaban todo el apoyo para que ella pudiera cuidar de Gustavito en esa lucha desigual.
El niño estuvo internado cuatro meses en el Garrahan, pensaron incluso llevarlo a los Estados Unidos, pero los doctores no les dieron esperanzas: "Llévenlo a casa, nada se puede hacer, le quedan cinco meses de vida".
Acondicionaron un cuarto para Pirinchito, con máscara y tubo de oxígeno, con un sillón donde su madre pudiera sentarse para tenerlo en brazos. "Nos aferramos uno al otro, estuvimos más unidos que nunca", revela María Cristina que en ese entonces, con solo 23 años, tenía que sonreír delante de sus otros dos hijos: Martín Adolfo, de un año y medio, y Guillermo Oscar, de sólo 8 meses.
"Durante el último mes lo tuve siempre en mis brazos. Agonizó durante 48 horas, pero nunca se quejó. Yo recé mucho. ¿Si sentí que Dios no me escuchó? Nunca. Un sacerdote nos dijo 'Ustedes tuvieron un ángel que vino a estar en su casa'".
Cristina no quería dejar al niño ni un minuto en esas horas finales, pero tuvo que pararse por un momento para ir hasta el baño. "Se lo di a mi papá para que lo tuviera a upa, y cuando volví Gustavito nos había dejado…", recuerda con dolor.

En el aéro club en Río Cuarto, donde realizó 43 saltos y logró ser un extraordinario paracaidista
Y entonces lo vio a Luis, al comando, al hombre que se animaba a saltar en paracaídas con climas hostiles, al guerrero, arrodillado junto a su pequeño hijo. "Se nos va, se nos va", repetía entre lágrimas. "Fui la única vez que vi llorar a mi marido", confiesa María Cristina.
Esa noche el padre Costa bendijo el pequeño a ataúd blanco y celebró la misma de cuerpo presente en el Casino de Oficiales. A la mañana siguiente, de luto, lo llevaron al cementerio local. Luis prometió frente a la tumba visitarlo cada fin de semana, no dejarlo solito allí entre cruces de mármol y bóvedas familiares. Cumplió hasta el último día cuando se fue a la guerra.
"Yo también fui durante mucho tiempo. Pero cuando Luis no volvió, no pude ir más. Estar sola frente al cajoncito blanco me causaba mucho dolor", revela.
"Luego del fallecimiento de Gusti tuvimos que recomenzar una vida con cambios, y adaptarnos a su ausencia física. Dios nos bendijo con la llegada de Walter, el 16 de Octubre de ese mismo año, para aplacar un poco nuestra tristeza. Y en 1980 la llegada de Roxana fue otra hermosa bendición para la familia", cuenta.

Noviembre 1971 en el aula de 3° año de la Escuela de Aviación Militar
Un año después, instalados en la BAM de Río Gallegos, le llegó a Castagnari su pase al GOE (Grupo de Operaciones Especiales). Tenían que volver a Buenos Aires. "El sabía que yo no quería regresar allá, porque fue donde se enfermó Gusti, pero le dije: 'Es lo que hace tiempo estás esperando y ahora te piden, así que ¡a comenzar la mudanza…!'. ¡Sus ojos brillaron de alegría!", se entusiasma frente al recuerdo
De pronto hace un silencio, y casi en un susurro reflexiona: "Hoy me pregunto si quizás en aquel momento hubiera dicho que no… tal vez hoy Luis estaría junto a nosotros… Aunque los designios de Dios no se pueden cambiar….".
Bombas sobre Puerto Argentino
Llegó a las islas en el primer Hércules C-130 que tocó suelo en Puerto Argentino, luego del desembarco del 2 de abril. El primer teniente Castagnari cerró los ojos cuando el intenso viento le golpeó la cara. El corazón se aceleró, sentía que toda su vida de comando se había preparado para ese instante.
Ya se lo había dicho a su mujer en alguna charla, de esas que a él le gustaba prolongar con mates y confesiones: "Si pudiera elegir cómo terminar mi vida, le pediría a Dios morir defendiendo la Patria".

El primer teniente Castagnari en el aeropuerto de Puerto Argentino
Como integrante del GOE, comando de la Fuerza Aérea, le tocó asentarse en el aeropuerto de Puerto Argentino. Un lugar que se convirtió en blanco de la flota y de la aviación británicas y en un infierno de estruendos y bombas por las noches.
Luis Castaganri, el cordobés, el "Furia" para sus compañeros, se encargaba de custodiar el radar, evaluar los condiciones de seguridad del área ocupada por las fuerzas argentinas y ayudar al funcionamiento de la Base Aérea Militar Malvinas (BAM). Pero sobre todo se preocupaba por mantener a salvo a sus compañeros, protegerlos, señalarles los lugares más seguros cuando comenzaban los bombardeos.
Los comandos habían construídos los puestos de guardia y refugios. Cavaron trincheras, prepararon un sistema de rampas con explosivos por si los ingleses intentaban un desembarco, e instruyeron a los soldados. Fueron ellos quienes se ocuparon de mantener alto el espíritu de los jóvenes para cuando llegara el momento del combate.
Luis escribió cuatro cartas desde las islas. Aunque pasó frío y hambre, nunca se quejó. "En las cartas me pidio azúcar, galletitas saladas y chocolate para combatir el frío. Me decía que las islas eran hermosas y que era el lugar que uno podría elegir para vivir en familia". Dentro de cada sobre también incluía cartas y dibujos para los chicos. "Yo sé que vos sabés cuidarte y cuidar a nuestros hijos", escribía. Y le decía cuánto extrañaba a Martín, Guillermo, Walter y Roxana.

María Cristina se quedó cuidando a los cuatro pequeños: “Nunca imaginé que no iba a volver de Malvinas”, confiesa
"Yo nunca pensé que podía pasarle algo. Lo veía tan fuerte y seguro, preparado. Estaba tranquila, él iba a volver", afirma con nostalgia María Cristina.
La muerte lo encontró como oficial de guardia, corriendo con una radio en sus manos mientras daba órdenes y buscaba proteger a sus hombres. En medio de un brutal bombardeo inglés se acercó a los integrantes del Escuadrón Pucará para indicarles dónde estaban los refugios. Los oficiales lograron protegerse. Castagnari no llegó.
Eran las once y veinte de la noche del 29 de mayo cuando las esquirlas del misil Sea lung, lanzado desde el destructor HMS Glamorgan, perforaron el cuerpo del primer teniente.
A la tarde del 30 de mayo su cuerpo fue enterrado en el cementerio civil de la Isla Soledad. El sacerdote Pacheco bendijo su cruz. El brigadier Castellano lo despidió: "Hoy sepultamos a un soldado que dio la vida por la Patria y sus camaradas". Firmes, sus compañeros rindieron honor al héroe.
La vida sin él
Vio a los dos oficiales en la puerta de su casa. Vestidos con sus uniformes, serios y solemnes. Los hizo pasar al living y se sentó en un sofá, al lado de una tía de su marido que había ido esa mañana a acompañarla.
Los hombres de la VII Brigada Aérea le dijeron sin preámbulos: "Venimos a informarle que su esposo murió en una misión especial en Malvinas".
María Cristina los escuchó en silencio. Eran las once de la mañana del lunes 31 de mayo.
"Sentí un frío que me recorrió la espalda. Agradecí la ayuda que me ofrecían. Y pensé en mis hijos: 'Tengo cuatro hijos chiquitos, tengo que salir adelante'. Martín tenía 6 años, Guillermo 5, Walter 3 y Roxana apenas 2… tenían que verme fuerte, necesitaban que la vida continúe sin lágrimas".

Junto a sus compañeros del Grupo de Operaciones Especiales en Malvinas
Llamó a los pequeños y los abrazó. Les dijo: "Su papá está herido y un doctor está tratando de curarlo". No supo en esos primeros instantes de dolor cómo decirles que su padre ya no volvería.
A la mañana siguiente despertaron llorando. Querían ir al hospital a buscar a su papá. Ella comprendió que debía decirles la verdad. Con los dos más pequeños entre sus brazos, les dijo: "Papá murió en la guerra y se fue al Cielo a cuidar a Gustavito y yo me voy a quedar acá a cuidarlos a ustedes". Los abrazó y los besó. Ella no derramó una sola lágrima. Los chicos volvieron a sus juegos.
"Y fue así hasta que terminó la guerra y empezaron a llegar los padres de sus amiguitos y su papá no volvió. Ahí recién se dieron cuenta que nuestras vidas iban a seguir sin él, que ya no escucharían sus cantos, ni se reirían con los apodos que les ponía, que ya no saldrían a pasear en la rural, ni haríamos ese viaje tan soñado a Río Cuarto para visitar a sus abuelos, como les había dicho en una de sus cartas", recuerda María Cristina.
Fueron tiempos difíciles. Volvió a Río Cuarto para estar cerca de la familia. Fue mamá y papá. Trató de mantener la sonrisa, de arreglarse aunque no tuviera ganas, de sacarlos a pasear a pesar de las críticas de las otras mujeres que pensaban que ella no estaba haciendo el duelo "como correspondía".
Pero María Cristina no tenía tiempo para el duelo. Sus hijos se despertaban por la noche angustiados, a veces dormían todos juntos en la cama matrimonial, y le rezaban a Dios y a Luis y a Gustavito para que los iluminaran y los protegieran siempre.

María Cristina frente a la tumba de su marido, la primera vez que viajó a Malvinas, el 19 de febrero de 1998
"Estaba ahorcada económicamente, la plata de la pensión no alcanzaba. Busqué trabajo como productora de seguros. Y después ingresé como personal civil de la Fuerza Aérea. Tenía dos trabajos. Como quería estar en casa cuando los chicos volvieran del colegio, cocinaba y limpiaba por las noches. Casi no dormía. Todo fue una vorágine. Durante esos años nunca pude hacer el duelo", confiesa.
-¿Y cuándo pudo llorar a su marido?, pregunta Infobae.
-Mi duelo recién empezó en 2015, cuando viajé a las islas con mis hijos y lloré abrazada a su cruz.
No fue su primera vez en las islas. María Cristina había viajado en 1998 con otros familiares de caídos en Malvinas. Juntos llegaron hasta las 230 cruces blancas del cementerio de Darwin.
-Aquella vez habían viajado madres de soldados chaqueños que no estaban identificados. Y vi su desesperación y su angustia al no encontrar las tumbas de sus hijos. Elegían una cruz cualquiera porque no sabían dónde dejar sus rosarios y sus flores. Aunque parezca extraño me sentí una privilegiada porque yo sabía dónde estaba el cuerpo de mi marido. Entonces las consolé, porque ellas no tenían dónde llorar. Y no pensé en mí.
Luis vino a despedirse
La noche en que su marido murió en Malvinas, María Cristina tuvo una extraña visión. Estaba levantada en la cocina cuando lo vio. Luis estaba allí, muy cerca, casi real.
"Pero tenía la mitad izquierda de la cabeza cubierta por una nube blanca", recuerda.
Quiso acercarse, pero sus cuatro pequeños hijos comenzaron a llorar y tuvo que correr a consolarlos. El reloj marcaba las once y veinte de la noche.
"Abracé a mis hijos. No entendía qué había pasado, pero sentí un fuerte dolor en el pecho".

Luis Castagnari siempre había soñado con ser militar: el paracaidismo, la instrucción de comandos, el curso de radarista y su honestidad y generosidad lo convirtieron en un oficial respetado y querido por sus compañeros
Dos días más tarde llegó la trágica noticia. Le dijeron que su marido había caído, pero nunca le dijeron cómo había muerto.
Recién en 2011, el médico que lo recibió en el hospital de Malvinas, se animó a contarle la verdad de esos minutos finales en la guerra. María Cristina padecía estrés post traumático por todo lo vivido y necesitaba ayuda. Él fue quien se encargó de atenderla. Luego de recomendarle tratamiento psicológico y descanso -"no podés dormir solo tres horas por noche"-, el médico la escuchó con atención:
-He preguntado, he buscado y nadie quiere contarme la verdad. No puedo seguir viviendo sin saber cómo murió Luis.
El hombre la abrazó y la invitó a tomar un café. "No hablamos porque vos estabas muy mal", comenzó. Y buscando las palabras justas le dijo que su esposo estaba es anoche en la cantera del puesto comando. Que en medio del bombardeo ayudó a un escuadrón a buscar refugio. Que llevaba una radio en la mano y se comunicaba para proteger a los soldados que estaban en la pista. Y que mientras corría entre los estallidos, cayó un misil a 20 metros a de donde estaba .
"Y las esquirlas le volaron la mitad de la cabeza del lado izquierdo", le dijo el médico.
María Cristina ya no escuchó que el doctor le decía que Luis no había sufrido, que lo llevaron en una ambulancia, que los hombres gritaban que lo atendieran, que ya no había nada que hacer. En ese instante ella recordó la imagen de su marido con la nube cubriéndole la mitad de la cabeza que años antes había visto en medio de la noche.
"Ahí supe que él había venido a despedirse. Hasta lo hablé con un sacerdote. Hubo un segundo en que nuestras almas se conectaron. Cuando las personas se aman tanto, las almas se buscan", confiesa con emoción.
La promesa
"Ahora tengo que cumplir con lo que él me pidió antes de marcharse"
, se dijo mirando la foto de su marido,la que siempre mantuvo en la mesa de luz. Corría diciembre de 2014, María Cristina se había jubilado y por primera vez en años tenía el tiempo que la lucha para llevar adelante su casa le había quitado.
"Siento que cumplí con la promesa que le hice de cuidar a nuestros hijos, de educarlos como personas nobles, honestas, íntegras… Ese es mi mayor logro. Sólo me falta cumplir con su última voluntad: traer su cuerpo para que esté junto al de Gusti", dice.
Y, entre lágrimas, comienza a relatar un doloroso peregrinar por oficinas, ministerios y secretarías.

María Cristina en un acto de Malvinas en Río Cuarto
"Es un peso muy grande, ya han pasado 36 años y aún no lo logré, aunque mi esposo sabe que lo intento en forma constante y sin dar un paso atrás".
Entre 2014 y 2015 María Cristina inició los trámites para trasladar el cuerpo de su marido desde Darwin a Río Cuarto. Fue a la Dirección Malvinas de la Fuerza Aérea a pedir ayuda. La atendió su director, el comodoro Alejandro Vergara. "El primer pedido es el tuyo, veremos qué se puede hacer pero es difícil", le respondió.
Cada mes lo llamó por teléfono esperando una respuesta. Todas fueron evasivas hasta que una tarde le dijo: "Es imposible, tanto la Fuerza Aérea, como la Cancillería y el Ministerio de Relaciones Exteriores denegaron tu pedido".
Como consuelo la Fuerza Aérea le ofreció viajar a Malvinas para visitar la tumba de su marido. María Cristina voló el 12 de diciembre de 2015 junto a sus hijos Martín y Guillermo. Los acompañó también Agustín Cáceres, de Cancillería "para que no tuvieran ningún problema". Ella siente que lo enviaron porque pensaban que podía hablar con el gobernador de las islas para pedirle ayuda para traslado el cuerpo de su esposo.
Frente a la tumba, leyó la placa con el nombre: Luis Darío José Castagnari. Y por primer vez lloró sin consuelo. Así lo relata:
"Llegué al cementerio y sentí una tristeza enorme. Fue una explosión. Me abracé a su cruz y lloré. Me acosté sobre la tumba y le pedí perdón por no haber cumplido con lo que él me había pedido. Ese dolor que me pesa, esa mochila que llevo cargada durante 36 años, me estaba quebrando".
"Era como si estuviera yo sola con él en el cementerio. Empecé a hacer mi duelo. Y hablé con él. 'Perdón, perdón por no cumplir. Vos me conocés, voy a seguir intentándolo'. Y sentí como una caricia, como que él estaba muy cerca y me decía 'lo vas a lograr'. Era como tocarlo, como abrazarlo otra vez. Mi hijo mayor se acercó y lloramos juntos".

María Cristina abrazada a la tumba de su marido en Darwin, en 2015
Esa noche volvió al hotel en Puerto Argentino y al desvestirse vio que tenía las rodillas lastimadas por las horas que había pasado arrodillada sobre las piedritas blancas frente a la tumba de Luis. "Pero no sentía dolor, sentía paz", revela. Antes de apagar la luz rezó un rosario a la Virgen de San Nicolás pidiéndole que le diera fuerzas.
Al día siguiente regresó a Darwin. Se sentó frente a la cruz blanca y escribió una carta, que dobló con cuidado y enterró entre las piedras junto a un rosario.
"Voy a cumplir con lo que te prometí aquella madrugada al despedirnos, vas a descansar junto a Gustavito, por favor tené paciencia. Tus cuatro hijos y tus ocho nietos también quieren tenerte cerca", escribió con letra temblorosa. En el pequeño papel dibujó muchos corazones "llenos de amor", confiesa con ternura. Y agrega: "Él fue y será el gran amor de mi vida…".
El descanso del héroe

Cuando sintió que ya no había puertas donde golpear, su hija casi sin aire, llegó corriendo hasta su casa: "¡Dijo que los cuerpos de quienes están sepultados en el cementerio de Darwin pertenecen a sus deudos y cada uno puede tomar la decisión de traerlos!", gritó Roxana. Había ido a escuchar una charla del nuevo director de la Dirección Malvinas, el comodoro Favre. Y había dado la llave que tanto habían buscado.
María Cristina y su hija se abrazaron emocionadas.
"Empecé a averiguar y supe que existe un derecho internacional humanitario que nos ampara para traer restos de nuestros seres queridos y cumplir su última voluntad. En ese camino estoy".

La tumba de Luis Castagnari en Darwin
Con ansiedad, describe al detalle cada paso que dio para cumplir con su promesa:"Le escribí una carta al embajador británico Mark Kent, que me respondió en solo dos días, me recibió y me dio todo su apoyo porque entendió que es un derecho humanitario. Hablé con Claudio Avruj, de Derechos Humanos, y María Teresa Kralikas, de la subsecretaría de Malvinas. Ambos me pidieron que esperara a que termine el proceso de identificación de los soldados… Pero yo ya no puedo, ¡estoy esperando hace 36 años!".
Cuenta emocionada que el empresario Eduardo Eurnekian, de Aeropuertos Argentina 2000, se conmovió con su historia y se ofreció a pagar el costo del traslado del cuerpo de su marido hasta Río Cuarto. Y que María Fernanda Araujo, presidenta de la Comisión de Familiares de Malvinas, la llamó para ofrecerle su apoyo, más allá de que en lo personal siente que los soldados caídos deben quedar en Darwin.
-¿Qué falta entonces para lograrlo?
-Que los funcionarios argentinos comprendan mi dolor y me ayuden a acelerar los tiempos.
En el cinerario de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Río Cuarto, donde se bautizó el primer teniente, hay una pequeña urna con una plaquita que dice Gustavo Daniel Castagnari. A su lado hay un espacio vacío.
"Gusti y Luis ya están juntos en el Cielo. Sólo ruego que puedan estar juntos acá en la Tierra, como fue la última voluntad de un héroe de Malvinas, como fue la voluntad del hombre de mi vida".
 
GIGANTESCO MURAL
Homenaje "lobo" para la gesta de las Malvinas
10 DE JUNIO 2018 - 00:00 Dibujaron un piloto, un soldado y un submarino junto a las islas.


El celeste y blanco es parte del paisaje en las inmediaciones del estadio "23 de Agosto", los hinchas del "lobo" jujeño se encargan de hacer sentir su amor a la camiseta pero también a la Patria.

Por estos días apenas se evaporó en el aire el olor a pintura fresca, es que "La Banda del Monolito" retocó los murales que se ubican debajo del puente elevado del acceso sur y también hay un homenaje muy especial en el paredón que da hacia la avenida Párroco Marshke.

https://www.eltribuno.com/jujuy/nota/2018-6-10-0-0-0-homenaje-lobo-para-la-gesta-de-las-malvinas



 

FerTrucco

Colaborador
El héroe de Malvinas platense que fue derribado en combate y es recordado en Parque Castelli

A 16 años de que el Concejo Deliberante local aprobara “la materialización de un monolito y placa en el parque Castelli, en homenaje y memoria del ciudadano platense Teniente Primero de la Fuerza Aérea Juan José Arrarás, caído en combate en la Guerra de Malvinas”, se inauguró ayer un monumento que recuerda a ese joven militar, otra víctima de la contienda ocurrida 36 años atrás. Tal como estaba previsto el homenaje se realizó en el Parque Castelli, ante la presencia de familiares directos, ex combatientes, autoridades locales, vecinos y amigos.


El aviador que fue condecorado con la medalla de la “Nación Argentina al Valor en Combate”, en 1993, y como “Héroe Nacional”, en 1998 por la ley 24.950, recién ayer tuvo el tributo en la ciudad en la que nació, estudió y vivió hasta su muerte.

En 2003, el héroe platense derribado en combate, había sido declarado por el Poder Ejecutivo de la provincia de San Luis, Hijo dilecto de la provincia “por su heroica participación en la gesta de Malvinas del año 1982”. Ese mismo día, fue inscripto en el Libro de Honor de la Provincia.

Juan José Arrarás nació en La Plata el 23 de mayo de 1957, hijo de Eliseo Gabriel Arrarás Vergara y de Clara Mercedes Isasmendi Solá, con quienes vivió en la calle 59 entre 20 y 21. Hizo el primario en la Escuela Nº 10 “Ricardo Gutiérrez” y el secundario en el ex Normal 3. En febrero de 1975 se incorporó a la Fuerza Aérea Argentina -luego de los exámenes ingresaron solo 120 de 1.500 aspirantes- y egresó de la Escuela de Aviación Militar en septiembre de 1978. Hizo posteriormente el curso de aviador militar en 1979, y el curso de piloto de combate en la Brigada Aérea de Mendoza entre 1979 y 1980. En 1982, la Guerra de Malvinas lo sorprendió prestando servicios en la Escuela de Aviación Militar de la ciudad de San Luis.

El teniente Juan José Arrarás falleció el 8 de junio de 1982 en Bahía Agradable, Isla Soledad, y en el detalle de su última misión en combate, el parte de la Fuerza Aérea Argentina señala que “...las escuadrillas previstas decolaron cuando regresaba la primera oleada, teniendo como desventaja la pérdida del factor sorpresa y las PAC inglesas que se encontraban patrullando el área. Ambas escuadrillas se encontraron en el reabastecimiento de combustible en vuelo con el C-130 Hércules en la posición prevista. Eran las 15.45”.

“En vuelo rasante - añade el parte - pasaron por la costa sur de la Isla Soledad, cruzando chubascos, y sobrevolaron la zona del objetivo por el norte de Puerto Fritz Roy. Estando sobre el agua, al este de Bahía Agradable, observaron un lanchón de desembarco que navegaba rápidamente hacia la costa. El Nº 3 (Primer Teniente Sánchez) vio a su derecha y arriba a dos Harrier lanzando sus misiles, uno de los cuales impactó en el Nº 4 (Alférez Vázquez, quien falleció instantáneamente) y el segundo impactó en el Nº 2, teniente Arrarás, a quien se lo vio eyectarse”.

El único sobreviviente de aquel combate, el Vice Comodoro Héctor Hugo Sánchez, relató sobre el episodio que “El vuelo se realizó en silencio radioeléctrico, a unos 3.500 metros de altura, en un principio para evitar la detección de los radares chilenos que transmitían la información a la flota inglesa, y por el otro para evitar la detección de los radares ingleses desde las islas. Unos 150 Kms antes de arribar al sur de la isla Gran Malvina, nos encontrábamos volando rasante, yo lo hacía próximo al avión de Juan Arrarás. Me distraía ver la estela que dejaban en el agua los escapes de gases del motor de su avión, lo que demostraba lo bajo que estábamos volando”.

El militar narró que un misil impactó en la cola del avión de Arrarás, e inmediatamente se observó la eyección del piloto y vio la apertura de su paracaídas. “Como los aviones ingleses iniciaban un nuevo ataque, inicié las maniobras para evitarlos, lo que me impidió ver la suerte que corrió Arrarás en las heladas aguas del mar, aunque posteriores relatos de un piloto inglés señalaron que el paracaídas de Arrarás se incendió durante la caída, produciendo la muerte de nuestro querido camarada”.

https://www.eldia.com/nota/2018-8-1...e-y-es-recordado-en-parque-castelli-la-ciudad

PD: 16 años de espera para un reconocimiento merecido.
 
homenaje a la Compañia de Ingenieros 3 , participo en la Guerra de malvinas, con dos secciones de combate

De la Compañía de Ingenieros 3 de Monte Caseros (Corrientes) se enviaron a las Is. Malvinas 2 secciones, que fueron enviadas a Puerto Howard, formando parte del Regimiento de Infantería 5.
Durante las operaciones en Malvinas las citadas tropas de Ingenieros desarrollaron las siguientes actividades:
- Construcción de obstáculos, obras de fortificación y refuerzos en los distintos frentes.
- Instalación de obstáculos minados.
- Construcción de posiciones para piezas de artillería y directores de tiro.
- Mejoramiento de los caminos.
- Refugios y pozos de zorro en las posiciones.
- Transporte de material y munición.
- Construcción de polvorines enterrados.






la Señora Madre del Soldado VGM Ugalde





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DSV

Colaborador
RÍO GALLEGOS

Crearán el barrio "José Honorio Ortega"
La Comisión de Legislación General del Concejo Deliberante de Río Gallegos otorgó despacho favorable el proyecto de creación del Barrio “Soldado José Honorio Ortega” al sector urbano delimitado por las calles Zapiola, Pablo Neruda, Juan Manuel de Rosas y Benito Pérez Galdos.
https://www.eldiarionuevodia.com.ar/local/2018/9/13/crearan-el-barrio-jose-honorio-ortega-68083.html



Ortega fue el único santacruceño fallecido durante el conflicto, combatió bajo las órdenes de Gómez Centurión.
 

BIGUA82

VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Concédase la Medalla
"La Nación Argentina al Valor en Combate"
Reconociendo la actuación de ciudadanos en la Guerra de Malvinas, por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria; que no se reconoció en su oportunidad debido a que las misiones cumplidas fueron recientemente desclasificadas.
Proyecto de Ley aprobado por unanimidad por la Cámara de Senadores de la Nación, pasó con media sanción a la Cámara de Diputados de la Nación para su tratamiento definitivo. Este expediente Nº 83-S-15 (Cámara de Diputados) Por Orden del Día Nº 0915/2016 (Nº de orden 134) de fecha 18 de noviembre de 2016 las Comisiones de Defensa Nacional y de Presupuesto y Hacienda de la HCDN aconsejó su sanción, considerado este proyecto de ley en revisión, no encontrando objeciones que formular al mismo y creyeron necesario dictaminar la propuesta original.
Este proyecto de Ley tenia que se tratado en el recinto de la Cámara de Diputados en la sesión del día miércoles 30 de noviembre de 2016, pero la misma se suspendió y como era la última del año, perdió estado parlamentario; es decir, si haber sido tratado, pese a los antecedentes favorable, no fueron condecorados.
Por tal motivo la Honorable Cámara de Senadores de la Nación reprodujo este proyecto de Ley, bajo el Nº de expediente S-0238/17 , el que durante este año no esta avanzando en sus tratamientos; actitud que no se comprende, si tenemos en cuenta la premura que deberían darle, después de lo ocurrido en la Cámara de Diputados de la Nación el año pasado, cuya información está haciendo clic a continuación: http://www.marambio.aq/medallavalorencombate2.html
EXPEDIENTE 83-S-15 (Cámara de Diputados)
El Senado y Cámara de Diputados,
PROYECTO DE LEY
Artículo 1º- Reconócese la actuación de los ciudadanos que luego se enuncian, en la Guerra del Atlántico Sur por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria.
Artículo 2°: El objeto de esta ley es reconocer el valor esgrimido en los vuelos de estrategia militar que la Fuerza Aérea Argentina ha desplegado a través de las operaciones de sus aviones Hércules, en misiones de exploración recientemente desclasificadas por dicha Fuerza.
Artículo 3º- Concédase la Medalla "La Nación Argentina al Valor en Combate" a los siguientes ciudadanos:
Brigadier Mayor (R)Alberto VIANNADNI 5.172.843Brigadier Mayor (R)Horacio Armando OREFICELE 7.993.919Comodoro (R)Jorge Alberto VALDECANTOSLE 8.193.644Comodoro (R)Ronaldo Ernesto FERRILE 4.154.843Comodoro (R)Rubén Oscar MOROLE 5.469.195Comodoro (R)Eduardo SENNLE 7.955.508Comodoro (R)Roberto Mario CERRUTILE 7.693.509Comodoro (R)Walter Hugo VELIZDNI 7.972.661Comodoro (R)Cristóbal Armando VILLEGASDNI 5.534.938Vicecomodoro (R)Andrés Francisco VALLELE 4.523.682Vicecomodoro (R)Hugo Alberto MALDONADOLE 8.124.251Suboficial Mayor (R)Julio Miguel DAVERIODNI 5.863.742Suboficial Mayor (R)Juan Carlos LUJANDNI 4.300.635Suboficial Mayor (R)Nicolás Carlos SEGOVIADNI 10.173.063Suboficial Mayor (R)Jorge Luis CONTIGIANILE 8.298.839Suboficial Mayor (R)Roberto Guillermo PUIGDNI 5.407.432Suboficial Principal (R)Pedro Esteban RAZZINILE 6.519.921Suboficial Principal (R)Carlos Alberto BILLLE 5.209.429Suboficial Principal (R)Delfino FRETESDNI 8.299.530Suboficial Principal (R)Sergio Alberto TULIANDNI 7.984.742Suboficial Principal (R)Oscar Alberto GATTODNI 5.221.443Suboficial Ayudante (R)Carlos Domingo NAZZARIDNI 6.084.636Suboficial Auxiliar (R)Carlos Alberto ORTÍZDNI 11.993.893

Artículo 4º- El Poder Ejecutivo Nacional procederá por intermedio del Ministerio de Defensa a la confección de las condecoraciones y de los diplomas de honor correspondientes.
Artículo 5º- Los ciudadanos indicados en el artículo 3º adquieren el derecho a participar en formaciones oficiales de su comando, unidad o subunidad independiente, aun después de haber sido desconvocados, dados de baja o retirados del servicio activo.
Artículo 6º- Los gastos que demande el cumplimiento de esta ley serán atendidos de Rentas Generales.
Artículo 7º- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.
FUNDAMENTOS (detalle de las misiones)
"Señor Presidente:
En la iniciativa que presento, se propone reconocer la actuación de ciudadanos argentinos, que por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la soberanía de la Patria durante la Guerra del Atlántico Sur, les deberían haber concedido la Medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”, que fue implementada por Ley 24.020/1991 y modificada su denominación por Ley 24.161/1992; que por distintas circunstancias no se le otorgaron esta Condecoración en su oportunidad por las Leyes 24.229/1993 y 25.576/2002, debido a que las misiones que cumplieron no fueron de carácter público y se dieron a conocer las mismas, años después de finalizado el conflicto.
A nuestros compatriotas la Nación Argentina le debe el reconocimiento por la valentía y arrojo que tuvieron al protagonizar entre otras, distintas misiones de vuelo, apoyando significativamente a operaciones aéreas ofensivas con aviones Hércules C-130, al cumplir silenciosamente peligrosísimas misiones poco conocidas, de Exploración y Reconocimiento sobre el Atlántico Sur, para poder ubicar, en oportunidad, a los blancos navales y ser atacados con precisión.
Estos grandes aviones que volaban al ras del mar en búsqueda de unidades navales enemigas; quedaban a distancias de suma peligrosidad, al alcance de los misiles que en distintas oportunidades les lanzaron, como así también de las PAC (Patrullas Aéreas de Combate) integradas por dos aviones Sea Harrier, que según lo que informaban desde los radares de las Islas Malvinas, ingresaban por distintos lugares en persecución de los Hércules, debiendo éstos realizar maniobras evasivas para no ser alcanzados por el fuego enemigo.
En esas mismas circunstancias el día 1 de junio de 1982 fue derribado el avión Hércules C-130, matrícula TC-63 que cumplía esta arriesgada misión, siendo impactado por un misil y cañones, lanzados desde un avión Sea Harrier enemigo, donde perdieron la vida sus siete tripulantes, constituyéndose en el único avión de este tipo derribado.
Hace poco tiempo que se tiene conocimiento del cumplimiento de estas misiones, debido a las características de las mismas, aunque la lectura actualizada sobre los temas relacionados al Conflicto bélico de Malvinas, entre otros, lo que se menciona en el libro “Historia de la Fuerza Aérea Argentina” – Tomo IV – Volumen II “La Fuerza Aérea en Malvinas”, editado por la Dirección de Estudios Históricos de dicha Fuerza; como así también charlas, conferencias y reportajes radiales, hacen que ahora sean de dominio público y no podemos dejar de lado a estos hombres que con su valor en combate, defendieron nuestra patria ofrendando su vida por ella.
Estas misiones que se realizaban con estos aviones de gran porte, sin carga alguna y con sus tanques repletos de combustibles, eran un blanco fácil para ser abatidos por su gran tamaño y lento desplazamiento, llegando en muchos casos a tener que realizar maniobras evasivas a muy baja altura de vuelo, superando todos los márgenes de seguridad aérea.
Solo se pudieron llevar a cabo estas acciones de evasión del fuego procedente de los buques y de los aviones Sea Harrier enemigos que los asediaban en forma permanente, por el alto entrenamiento y valentía de sus tripulaciones.
Las misiones consistían en volar sobre el helado mar durante lapsos de entre 5 a 8 horas en un riesgoso vuelo rasante, para evitar ser detectados prematuramente y lograr acercarse a un punto determinado, evadiendo los múltiples radares enemigos. Llegando a ese punto, se aceleraba la velocidad al limite estructural, se elevaba la nariz del enorme avión para ganar altitud lo más rápido posible, hasta llegar a los 1000 metros, allí se aplicaban los “flaps” para dejar al avión suspendido en forma momentánea, como si estuviera “colgado”. En ese instante se encendía el radar meteorológico y se lo hacia funcionar solo unas “pasadas” frontales y “ver” si aparecía algún “eco” grande o barco enemigo.
Este riesgoso proceder, contrario a cualquier instinto de supervivencia básico tenía un objetivo, identificar a los barcos y de esta forma se obtenían las coordenadas exactas del blanco, se informaba al Comando que enviaba a los aviones cazabombarderos, para que lancen sus ataques en un lugar exacto del vastísimo mar.
Una vez enviada la información del sitio de la flota, el escape era la parte más arriesgada de la misión, prácticamente el Hércules se lanzaba en caída libre hacia el mar, intentando desaparecer de los radares que lo estaban “siguiendo”......, es el momento donde solo el coraje y el entrenamiento permiten manejar el temor a ser derribado por una respuesta inglesa, invisible e implacable.
Solo el radar de vigilancia aérea en las Islas Malvinas podía advertir la dirección en la que se aproximaban los Sea Harrier para interceptarlos, haciendo cambiar la dirección y altitud del lento Hércules, jugando un peligroso juego del “Gato y el Ratón” que le diera una salida de escape.
Al obtenerse los datos necesarios, aquí no terminaba la misión, la operación de “oteo” se repetía en algún otro lugar, buscando más blancos ciertos y rentables.
Cabe destacar que los ingleses en varias oportunidades reconocieron la valentía y arrojo de estos tripulantes de los C-130 a los cuales intentaron emboscar y derribar en muchas oportunidades, lográndolo solo una vez.
Estas riesgosas misiones de combate, utilizando un sistema criollo de Exploración y Reconocimiento, realizadas en las distintas operaciones, por el personal que se menciona en Anexo adjunto, fueron llevadas a cabo el día 27 de mayo de 1982 con el Indicativo PICHO, entre los días 28 y 29 de mayo de 1982 bajo el Indicativo LOCO, el día 30 de mayo de 1982, con Indicativo POLO y los días 31 de mayo de 1982 y 1 de junio de 1982 el Hércules derribado con el Indicativo TIZA, lo que pone de manifiesto el gran riesgo de estas operaciones aéreas.
Hubo otras misiones similares que no se han tenido en cuenta, que forman parte de esta presentación, por ejemplo la Interdicción Aérea, que se realizó con un avión Hércules C-130 entre los días 29 de mayo y 8 de junio de 1982, con el Indicativo TIGRE. Estas operaciones no solo consistían en detectar buques enemigos sino que también tenían que atacarlos descargándoles bombas que se habían dispuesto bajo sus alas con un sistema de puntería y tiro improvisados.
De lo expresado, surge el reconocimiento que se propone, nada más justo que valorar cívicamente a estos compatriotas que con su esfuerzo, valor, heroísmo y coraje, contribuyeron a defender, hasta perder la vida, nuestros Derechos Soberanos en las Islas Malvinas.
Por lo anteriormente expuesto solicito de mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de Ley."

Senador Roberto Gustavo Basualdo
 

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VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Medalla "La Nación Argentina al Valor en Combate"

Por Ley de la Nación se otorgó la condecoración después de 36 años El Congreso de la Nación Argentina aprobó la ley que reconoce la actuación de ciudadanos argentinos combatientes de Malvinas, integrantes de la Fuerza Aérea Argentina, entre ellos el presidente de la Fundación Marambio, por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria; con la condecoración, Medalla "La Nación Argentina al Valor en Combate", que no se otorgó en su oportunidad hace 36 años en 1982, debido a que las misiones cumplidas eran secretas y fueron recientemente desclasificadas. Son ellos:
Brigadier Mayor (R) Alberto VIANNA Brigadier Mayor (R) Horacio Armando OREFICE Comodoro (R) Jorge Alberto VALDECANTOS Comodoro (R) Ronaldo Ernesto FERRI Comodoro (R) Rubén Oscar MORO Comodoro (R) Eduardo SENN Comodoro (R) Roberto Mario CERRUTI Comodoro (R) Walter Hugo VELIZ Comodoro (R) Cristóbal Armando VILLEGAS Vicecomodoro (R) Andrés Francisco VALLE Vicecomodoro (R) Hugo Alberto MALDONADO (fallecido) Suboficial Mayor (R) Julio Miguel DAVERIO Suboficial Mayor (R) Juan Carlos LUJAN Suboficial Mayor (R) Nicolás Carlos SEGOVIA Suboficial Mayor (R) Jorge Luis CONTIGIANI (fallecido) Suboficial Mayor (R) Roberto Guillermo PUIG Suboficial Principal (R) Pedro Esteban RAZZINI Suboficial Principal (R) Carlos Alberto BILL (fallecido) Suboficial Principal (R) Delfino FRETES Suboficial Principal (R) Sergio Alberto TULIAN Suboficial Principal (R) Oscar Alberto GATTO Suboficial Ayudante (R) Carlos Domingo NAZZARI Suboficial Auxiliar (R) Carlos Alberto ORTÍZ

Estas misiones se denominaban "Tigre y "Loco y en el cumplimiento de esta última, el enemigo en un combate aéreo, derribó al avión Hércules C-130 matrícula TC-63, perdieron la vida siete tripulantes del Escuadrón I - Hércules C-130.

 


Un día inolvidable y emotivo tuvo lugar en la localidad de San Manuel este martes, donde en ocasión de conmemorarse el Día de la Soberanía Nacional fue inaugurado en la Plaza San Martín un monumento en homenaje a los Veteranos y Caídos en la Guerra de Malvinas. Además, fue reconocido especialmente el Capitán Carlos Cachón, oriundo de San Manuel y héroe por ser autor de una de las grandes hazañas de Argentina en la Guerra.



El acto reunió a una gran cantidad de público. Contó con la presencia del Intendente Juan José Fioramonti, el Delegado Municipal Jorge Mauad, integrantes del equipo de gobierno, los ex combatientes de Lobería Carlos Cachón, José Álvarez, Santiago Fiadino y Jorge Correa, ex combatientes de Mar del Plata, Balcarce y Tandil, familiares de soldados caídos en Malvinas, el Secretario General de SMATA Gastón Villatoro, Alberto Mena en representación de la fundación No me olvides, y un importante acompañamiento de alumnos y vecinos de San Manuel. Además, la Banda Santa Bárbara de la Base Aérea Militar de Mar del Plata distinguió el acto al interpretar las canciones patrias y el toque de silencio en memoria de los caídos en Malvinas y los 44 tripulantes del Submarino ARA San Juan.


Un momento muy especial del acto fue el descubrimiento del monumento esculpido en madera por el artista Oscar Alfredo Barros y realizado a partir de un gran árbol caído luego de una tormenta en el camping de SMATA Seccional Mar del Plata que lo donó para que sea emplazado en San Manuel. Para este logro trabajaron en conjunto los alumnos de la Escuela de Educación Secundaria “Nuestra Señora de Fátima”, la fundación No me olvides, la delegación de SMATA Mar del Plata, la Cooperativa Eléctrica de San Manuel y la Delegación Municipal.
Posteriormente, llegó el momento más emotivo. Alberto Mena invitó al Capitán Re. de la FAA, piloto sanmanuelense Carlos Cachón, y su familia a descubrir una de las placas emplazadas por la fundación No Me olvides y SMATA alrededor del monumento: se trataba de un homenaje sorpresa a Carlos Cachón por su heroico desempeño y hazañas a bordo de un Skyhawk en la guerra, también realizado por el autor del monumento.

En el acto, alumnos del Instituto “Nuestra Señora de Fátima” contaron cómo trabajaron en el Proyecto de homenaje a los héroes de Malvinas y su aporte para el logro que celebró la comunidad.
El ex combatiente Santiago Fiadino dijo: “este día nos llena de orgullo y alegría: se recordará por siempre a los veteranos y a aquellos que dieron sus vidas en la recuperación de las Islas Malvinas. Gracias a la comunidad de San Manuel y a las autoridades que no se olvidaron de nosotros que retornamos a casa para contar la verdadera historia que aún no fue escrita”.

“Felicito a todos los que han hecho posible este acto, porque nos hemos reunido toda la comunidad, hombres y mujeres de diferentes extracciones nos reunimos para recordar a nuestros héroes. Que esto se siga multiplicando, que podamos seguir homenajeando a nuestros veteranos y que esto quede para seguir recordando por siempre a nuestros héroes para toda la historia”, expresó Gastón Villatoro, de SMATA.
“Hoy tenemos la suerte de poder mirar a la cara a nuestros héroes, tenerlos acá y poder abrazarlos y decirles que estamos agradecidos y que estamos orgullosos de ellos porque son nuestros héroes de carne y hueso”, comentó con mucha emoción Alberto Mena.

El Capitán Carlos Cachón manifestó: “Disfruto de este monumento, una pieza grandiosa para una comunidad grandiosa. Este símbolo conlleva algo más que esa madera tallada con tanto esmero: ahí están los 649 caídos que un día decidieron entregar la vida por la Patria. Debemos saber que cada día que pasemos por acá, pongamos una flor y cuidemos este monumento, estamos cuidando esa decisión heroica y valerosa de 649 compañeros de esta Patria”.

“Es un día especial, me siento muy agradecido por esto que nos permiten vivir a partir de conductas heroicas. Agradezco a la comunidad de San Manuel, están marcando un hecho histórico y a los jóvenes de San Manuel porque son parte de ese hecho. Es nuestro compromiso seguir trabajando en la reivindicación de nuestros héroes y en la recuperación de las Malvinas que son argentinas”, dijo el Intendente Fioramonti.

Info: http://www.2261.com.ar
 

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VETERANO DE GUERRA DE MALVINAS
Colaborador
Ahora conocerán a Angelica,tantas veces nombrada por Foristas y por mi....
Fecha: 06 de diciembre de 2018
Lugar: VII Brigada Aerea

LA MENSAJERA.
En el marco del Aniversario de los 40 años de Bell 212, se destaca la historia de una mujer llamada Maria Angélica Giordano de Pose, esposa del comodoro (R) Oscar José Pose Ortiz de Rosas, que se desempeñó como jefe del Escuadrón Aeromovil durante el Conflicto del Atlántico Sur. En aquel entonces, cuando los helicópteros volaban muy cerca de los radares de Malvinas, no podían recibir las alertas de que las patrullas enemigas estaban próximas, debido a que las transmisiones de tipo HF son a larga distancia. Entonces María Angélica, con un equipo también HF instalado en una departamento del barrio aeronáutico de El Palomar, recibía las advertencias del radar y hacia de retransmisora entre el radar de Malvinas y los helicópteros que estaban operando, y con palabras simples, les alertaba cuando eran acechados por patrullas aéreas de combate enemigas.

De esta manera María Angélica, con una equipo de radio aficionado pudo salvaguardar la vida de los helicópteristas.

 
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