En los primeros tiempos del automóvil se empezaron a utilizar sistemas de suspensión para evitar que las irregularidades del terreno afectaran a la comodidad de los pasajeros. Cuando las prestaciones de los coches aumentaron los sistemas de suspensión y amortiguación fueron imprescindibles también para conseguir una buena estabilidad de los coches. Dichos sistemas están formados actualmente por un sistema elástico que pueden ser ballestas, barras de torsión, muelles, etc. ayudados por los amortiguadores, de esta forma la unión de las ruedas al conjunto del coche no es rígida sino que se hace a través de dispositivos mecánicos. La función de la suspensión y amortiguación es permitir que las ruedas se adapten a la superficie del terreno y absorber los choques o sacudidas que reciben las ruedas al circular sobre baches o irregularidades del terreno. En los coches radiocontrolados de todo terreno el sistema que se utilizan es el de muelle/amortiguador y sus principios de funcionamiento son prácticamente los mismos que en los coches de escala real, aunque lógicamente en los coches a escala no hay que pensar en la comodidad de los pasajeros, solo en la efectividad de la amortiguación.
Los coches pueden sufrir fundamentalmente tres tipos de oscilaciones durante la marcha: A) Cabeceo, se debe a las fuerzas de inercia durante la aceleración o frenado que provocan una oscilación en torno al eje transversal del coche. B) Balanceo, se debe a la fuerza centrífuga al tomar una curva y es una oscilación en torno al eje longitudinal del coche y C) Rebote o movimiento longitudinal del chasis. Todas estas oscilaciones pueden y deben controlarse mediante los elementos de suspensión y amortiguación para aprovecharlas lo máximo posible en beneficio de la estabilidad.
El movimiento de un coche se estabiliza por tres elementos: los neumáticos que son los que primeramente absorben parte de los impactos, los muelles y los amortiguadores, siendo los más importantes estos dos últimos. Los muelles, o resortes helicoidales, son elementos elásticos deformables que sostienen el peso del vehículo y su misión es absorber los impactos que sufren las ruedas al chocar sobre los baches y otras irregularidades del terreno. Si los muelles estuvieran solos, cuando la rueda recibiera el impacto, éste se transmitiría al muelle que se comprimiría absorbiendo dicho impacto, a esto se llama compresión. Una vez comprimido el muelle, este ha de "devolver" la energía recibida y tenderá a volver a su forma inicial, produciéndose la extensión, pero si esta no se controlara sería muy brusca, la rueda rebotaría sobre el terreno y se produciría una sucesión de compresiones-extensiones en movimientos oscilatorios que podría provocar verdaderos saltos de las ruedas, lo que sería perjudicial para la motricidad y estabilidad del coche. Para controlar estos rebotes es para lo que sirven los amortiguadores hidráulicos, que absorben a su vez la energía de los muelles, y como su nombre indica amortiguan o suavizan las bruscas reacciones del muelle con el fin de que las ruedas siempre estén en contacto con el suelo y proporcionen la estabilidad necesaria.
Aunque en los coches de escala real existen varios sistemas de suspensión, el conjunto muelle/amortiguador se aplica casi siempre en los T.T. a una suspensión de ruedas independientes, es decir que cada rueda se monta en su propio eje y no está conectada a la otra rueda, por lo que podrá reaccionar independientemente a las irregularidades del terreno. Esto se logra con un doble trapecio o un trapecio y un tirante. El sistema de ruedas independientes es el más eficaz y suave para estas aplicaciones, al reducir la masa suspendida. ¿Y qué es la masa suspendida? podréis preguntaros, pues es la masa del coche que está sometida a la suspensión, es decir prácticamente todo el coche excepto parte de los trapecios inferiores, los bujes y ruedas. Estas ultimas partes del coche son la denominada masa no suspendida. Es decir la masa no suspendida recibe directamente las irregularidades del terreno, por lo que la función de amortiguador tendrá que realizarla, mal o bien, el neumático. Cuanto menor sea la masa no suspendida mejor será el contacto del neumático con el suelo. La energía transmitida por la rueda es proporcional a su masa y por ello es importante disminuirla para mejorar la estabilidad.
Resumiendo, la suspensión la forma generalmente en los T.T. un doble trapecio, o un trapecio y un tirante, y la denominada amortiguación la forma el conjunto muelle/amortiguador.