Organizado por Claudio Meunier, Rafael Smart y con el apoyo de Cielos Patagónicos, durante los días 13 al 18 de abril, se realizó por primera vez un homenaje conjunto a quienes fueron pilotos de las dos principales armas aéreas durante el Conflicto del Atlántico Sur: la Fuerza Aérea Argentina y el Comando de Aviación Naval.
Es interesante resaltar el hecho inédito que significa que hasta el día que comenzó el evento, nunca antes se había logrado reunir a quienes fueron protagonistas de tantas páginas que han quedado grabadas en la historia de nuestra aviación militar, sin hacer diferencia del arma a la que pertenecieron o pertenecen.
Mucho hemos escrito y hablado acerca de la rivalidad entre FAA y COAN, los celos entre estas fuerzas, sus pujas internas dentro del esfuerzo bélico argentino y las diferencias que se manifestaron incluso una vez finalizada la guerra.
Afortunadamente y como era de esperar, durante estos 5 días de homenajes y recuerdos, reinó un emotivo ambiente de camaradería y amistad, algo que puso inmediatamente de manifiesto el pensamiento en común de estos hombres: que durante aquellos durísimos días de 1982 todos compartían el mismo espíritu de lucha y sacrificio por el triunfo de una causa justa, sin diferenciar si sus aeronaves llevaban anclas o escarapelas.
Aquellos que en cambio priorizaron el egoísmo de su institución en favor de obtener réditos e intereses malintencionados, no pertenecían a los cuadros de aviadores y personal técnico que redoblaban su esfuerzo diariamente en cada misión, en cada salida que los enfrentaba a un enemigo en común y a la propia muerte.
Es inédito también el hecho de que quienes organizaron este homenaje no hayan sido ni autoridades, ni instituciones gubernamentales (de ninguna vereda de nuestro panorama ideológico vernáculo) ni tampoco de ninguna de las dos fuerzas a las que pertenecieron sus protagonistas. Lo que demuestra que aquella deuda que todos tenemos con estos bravos argentinos, está siendo pagada y retribuida (en mayor o menor medida) por ciudadanos particulares que nos hemos conjurado en evitar que los nombres de estos héroes sean olvidados.
Los momentos más emotivos y conmovedores se vivieron con la colocación de placas en homenaje y tributo a aquellos que dieron su vida en 1982 y también a quienes fallecieron en fechas posteriores al Conflicto de Malvinas.
En la foto, los pilotos que formaron parte de tan merecido homenaje, un auténtico Dream Team:
Rodolfo Castro Fox (COAN), Ernesto Dubourg (FAA), Vicente Autiero (FAA), Mateo Vottero (FAA), Guillermo Sollazo (COAN), Jorge Barrionuevo (FAA), José Arca (COAN), Carlos Molteni (COAN), Owen Crippa (COAN), Luis Cervera (FAA), Héctor Sánchez (FAA) y Marcelo Moroni (FAA).
Frente a ellos la placa monolito que en su cabecera da nombre al aeródromo del Lago San Martín:
Dubourg, Castro Fox y Molteni en el momento de descubrir dicha placa:
Vottero y Arca:
El Jefe de Escuadron del G5C Dubourg con la guitarra y el Comandante de la Primera de Ataque Carlos Molteni entonando clasicos de nuestras tierras. Entre ellos Sollazo y el guardaparques que hizo las placas. De boina, uno de los organizadores, Rafael Smart:
Una de los tantas placas que se colocaron en honor a los caídos, en este caso la perteneciente a Luciano Guadagnini:
Los organizadores del homenaje, Rafael Smart y Claudio Meunier:
(Fotos Fabricio Didio y Horacio Clariá, vía Claudio Meunier)
Pueden ver algunas fotos más de este evento en una de las galerías personales del “Tucu” Cervera en FB:
Es muy posible que en el próximo libro de Claudio Meunier sobre Malvinas, del que algo fui adelantando hace unas semanas, se incluya un DVD de regalo con mucho material obtenido durante las jornadas de este homenaje:
Mi agradecimiento, una vez más, a Claudio Meunier, por haber sido (junto a Rafa Smart) uno de los organizadores y gestores de este tributo y por haber compartido conmigo muchas fotos, anécdotas y vivencias de esos 5 inolvidables días y que me ha autorizado para darlo a conocer en nuestro foro, Zona Militar.
Saludos.