Derruido
Colaborador
Daniel Santoro
[email protected]
Las empresas Corporación para la Defensa del Sur (Codesur), Tandanor y Marena ya comenzaron a pulsear por la licitación que la Armada abrirá en los próximos meses para la reparación del submarino "San Juan" por unos US$ 16 millones.
El "San Juan" se reparará en el astillero Domecq García que se reabrió en el 2003 bajo la política del Gobierno de revitalizar las fábricas militares.
Es un trabajo complejo: hay que cortar por la mitad un submarino de 65 metros de largo que pesa 2.260 toneladas para poder sacarle los viejos motores (no salen por la torre) y ponerle nuevos, entre otros. La reparación de media vida del "Santa Cruz" se tuvo que hacer, en 1999, en un astillero de Brasil.
Montoto dijo a Clarín que su empresa Codesur se presentará a la licitación del "San Juan" porque tiene experiencia y se superó "las chicanas" . En fuentes militares se confirmó el interés de Tandanor —administrada por un representante del juez de la quiebra y que trabaja a todo vapor— y probablemente de Marena, que preside el marino retirado Claudio Di Bartolo, por la nueva licitación.
Con esa frase Montoto se refirió a la batalla campal entre esas empresas por el cambio de baterías del "Salta", entre otros trabajos.
La pelea había comenzado en mayo del 2004 cuando la Armada llamó a licitación para el cambio de baterías (tiene 90 y cada una pesa 500 kilos), entre otras tareas, con un presupuesto original de $ 1.360.000.
Las ofertas recibidas para el cambio de baterías fueron de Codesur (691.913 pesos) y Tandanor (527.298) pero ambas "presentaron notas cuestionando al oponente", dijo a Clarín el contraalmirante Carlos Sanchez, director de Material Naval de la Armada.
Además, se descubrió que misteriosamente a los pliegos que tenían los oferentes les faltaba un párrafo que "obligaba al ganador a estar vinculado a través de un contrato con los subcontratistas" que sí figuraba en el original redactado por la Armada.
Con esa falencia como argumento y el hecho de que las baterías viejas del "Salta" "podían explotar porque producen hidrógeno", la Armada anuló la licitación y ordenó hacer el cambio de baterías con personal propio.
En noviembre del 2004 se hizo una segunda licitación por las otras tareas de menor envergadura: Codesur ofertó hacerlas por $ 397.318, Tandanor por 290.468 y Marena por 261.460. Sanchez explicó que Codesur tenía "un precio muy alto", Tandanor "tenía vencido el certificado fiscal" para poder contratar con el Estado y Marena "no reunía los antecedentes técnicos necesarios". La Armada anuló también esta licitación.
De todos modos, Codesur ganó por concurso de precios el trabajo de recorrido y reparación de los mecanismos de control y Madera otras tareas. Así luego de 15 meses de reparaciones, en lugar de los 8 previstos, y a un costo de 1.372.827 pesos el "Salta" volvió a navegar en setiembre del año pasado.
Ahora, el Domecq García espera al "San Juan" para fin de año con el objetivo de hacerle la reparación de media vida y luego intentar que otros de los 50 submarinos de su tipo de otros países vengan aquí a hacerse este mantenimiento.
Los marinos, además de experiencia e infraestructura, esgrimen otra ventaja: "hacerlo en la Argentina cuesta unos 16 millones de dólares; en Brasil, el doble; y en Alemania diez veces más".
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Las empresas Corporación para la Defensa del Sur (Codesur), Tandanor y Marena ya comenzaron a pulsear por la licitación que la Armada abrirá en los próximos meses para la reparación del submarino "San Juan" por unos US$ 16 millones.
El "San Juan" se reparará en el astillero Domecq García que se reabrió en el 2003 bajo la política del Gobierno de revitalizar las fábricas militares.
Es un trabajo complejo: hay que cortar por la mitad un submarino de 65 metros de largo que pesa 2.260 toneladas para poder sacarle los viejos motores (no salen por la torre) y ponerle nuevos, entre otros. La reparación de media vida del "Santa Cruz" se tuvo que hacer, en 1999, en un astillero de Brasil.
Montoto dijo a Clarín que su empresa Codesur se presentará a la licitación del "San Juan" porque tiene experiencia y se superó "las chicanas" . En fuentes militares se confirmó el interés de Tandanor —administrada por un representante del juez de la quiebra y que trabaja a todo vapor— y probablemente de Marena, que preside el marino retirado Claudio Di Bartolo, por la nueva licitación.
Con esa frase Montoto se refirió a la batalla campal entre esas empresas por el cambio de baterías del "Salta", entre otros trabajos.
La pelea había comenzado en mayo del 2004 cuando la Armada llamó a licitación para el cambio de baterías (tiene 90 y cada una pesa 500 kilos), entre otras tareas, con un presupuesto original de $ 1.360.000.
Las ofertas recibidas para el cambio de baterías fueron de Codesur (691.913 pesos) y Tandanor (527.298) pero ambas "presentaron notas cuestionando al oponente", dijo a Clarín el contraalmirante Carlos Sanchez, director de Material Naval de la Armada.
Además, se descubrió que misteriosamente a los pliegos que tenían los oferentes les faltaba un párrafo que "obligaba al ganador a estar vinculado a través de un contrato con los subcontratistas" que sí figuraba en el original redactado por la Armada.
Con esa falencia como argumento y el hecho de que las baterías viejas del "Salta" "podían explotar porque producen hidrógeno", la Armada anuló la licitación y ordenó hacer el cambio de baterías con personal propio.
En noviembre del 2004 se hizo una segunda licitación por las otras tareas de menor envergadura: Codesur ofertó hacerlas por $ 397.318, Tandanor por 290.468 y Marena por 261.460. Sanchez explicó que Codesur tenía "un precio muy alto", Tandanor "tenía vencido el certificado fiscal" para poder contratar con el Estado y Marena "no reunía los antecedentes técnicos necesarios". La Armada anuló también esta licitación.
De todos modos, Codesur ganó por concurso de precios el trabajo de recorrido y reparación de los mecanismos de control y Madera otras tareas. Así luego de 15 meses de reparaciones, en lugar de los 8 previstos, y a un costo de 1.372.827 pesos el "Salta" volvió a navegar en setiembre del año pasado.
Ahora, el Domecq García espera al "San Juan" para fin de año con el objetivo de hacerle la reparación de media vida y luego intentar que otros de los 50 submarinos de su tipo de otros países vengan aquí a hacerse este mantenimiento.
Los marinos, además de experiencia e infraestructura, esgrimen otra ventaja: "hacerlo en la Argentina cuesta unos 16 millones de dólares; en Brasil, el doble; y en Alemania diez veces más".