Iconoclasta
Colaborador
Suplemento comex de Ambito de Hoy
Soberanía del mar
Escribe Richard Leslie Ramsay
Un problema de nivel internacional que debe afrontar nuestro país el año que viene está referido nada más ni nada menos que a la soberanía del mar y la propiedad sobre los recursos que subyacen en el fondo marino. En mayo de 2009 vence el plazo para presentar ante la ONU la extensión de 200 a 350 millas de plataforma continental. La Argentina, dados los kilómetros de costa marina, debiera ser el primer país interesado en defender esta posición, pero de acuerdo con informaciones llegadas del exterior, nuestro país no sólo no habría presentado nada sino que tampoco estarían avanzados los estudios que debieran respaldarlo en el seno de la ONU. Gran Bretaña, con quien mantenemos el conflicto por las islas Malvinas, ya lo habría hecho, incluyendo en sus pretensiones a la Isla de los Estados (Tierra del Fuego) y gran parte del mar Argentino. En la nueva Constitución europea figuran las islas Malvinas y la Antártida como territorios, ya no de Inglaterra, sino de toda Europa, y si la Argentina no realiza las protestas formales ante la ONU en tiempo y forma, estaría permitiendo explícitamente que Gran Bretaña amplíe su plataforma continental a 350 millas. La provincia de Santa Cruz, la más cercana a las islas Malvinas, se encuentra nada más que a 400. Según el informe recibido, nuestro país se encontraría ante la situación de perder más de 3.000.000 de kilómetros cuadrados de territorio marítimo.
Si bien hoy existen riquezas inexplotadas, como nódulos de manganeso y potenciales reservas petrolíferas, no actuar en defensa de nuestra soberanía es hipotecar el futuro de la Nación. Por ello, asistimos con asombro a la quietud del gobierno nacional, que no mostraría preocupación ni estaría haciendo nada al respecto, al igual que nada se hizo en los cuatro años pasados, a pesar de que el ex presidente, de origen patagónico, conoce muy bien la importancia de perder la oportunidad no sólo de ampliar nuestra soberanía, sino de no perderla en favor de Europa e Inglaterra.
Soberanía del mar
Escribe Richard Leslie Ramsay
Un problema de nivel internacional que debe afrontar nuestro país el año que viene está referido nada más ni nada menos que a la soberanía del mar y la propiedad sobre los recursos que subyacen en el fondo marino. En mayo de 2009 vence el plazo para presentar ante la ONU la extensión de 200 a 350 millas de plataforma continental. La Argentina, dados los kilómetros de costa marina, debiera ser el primer país interesado en defender esta posición, pero de acuerdo con informaciones llegadas del exterior, nuestro país no sólo no habría presentado nada sino que tampoco estarían avanzados los estudios que debieran respaldarlo en el seno de la ONU. Gran Bretaña, con quien mantenemos el conflicto por las islas Malvinas, ya lo habría hecho, incluyendo en sus pretensiones a la Isla de los Estados (Tierra del Fuego) y gran parte del mar Argentino. En la nueva Constitución europea figuran las islas Malvinas y la Antártida como territorios, ya no de Inglaterra, sino de toda Europa, y si la Argentina no realiza las protestas formales ante la ONU en tiempo y forma, estaría permitiendo explícitamente que Gran Bretaña amplíe su plataforma continental a 350 millas. La provincia de Santa Cruz, la más cercana a las islas Malvinas, se encuentra nada más que a 400. Según el informe recibido, nuestro país se encontraría ante la situación de perder más de 3.000.000 de kilómetros cuadrados de territorio marítimo.
Si bien hoy existen riquezas inexplotadas, como nódulos de manganeso y potenciales reservas petrolíferas, no actuar en defensa de nuestra soberanía es hipotecar el futuro de la Nación. Por ello, asistimos con asombro a la quietud del gobierno nacional, que no mostraría preocupación ni estaría haciendo nada al respecto, al igual que nada se hizo en los cuatro años pasados, a pesar de que el ex presidente, de origen patagónico, conoce muy bien la importancia de perder la oportunidad no sólo de ampliar nuestra soberanía, sino de no perderla en favor de Europa e Inglaterra.