El 13 de Junio de 1952, un Douglas DC-3 de la fuerza aérea sueca despegó en una misión secreta. Su plan de vuelo lo llevaba a sobrevolar la costa del Báltico, sobre las actuales repúblicas de Estonia, Latvia y Lithuania, antes territorio de la Unión Soviética. El DC-3 desapareció junto con sus 8 ocupantes y nunca más hubo noticias del hecho.
Tres días después, uno de los PBY Catalina que realizaba la búsqueda del avión fue atacado por dos MiG 15 soviéticos sobre espacio aéreo internacional y con ligeros daños, fue obligado a amarizar, siendo la tripulación sueca rescatada por barcos de Alemania Occidental. EL Catalina se hundió a los 10 minutos del rescate y la surte del DC-3 pasó al olvido.
Tras la desaparición de la Unión Soviética salieron a la luz algunos hechos reveladores del incidente. En 1991 se dio una localización aproximada de dónde podrían encontrarse los restos del DC-3, hasta que finalmente en Junio del 2003 un robot submarino localizó el avión y comenzó a tratarse de recuperarse la aeronave.
Los buzos detectaron que en el fuselaje había algunas antenas “no tradicionales” en los DC-3, hecho que demuestra que el avión sueco estaba equipado con algún sistema de reconocimiento electrónico, algo que el diario sueco “Svenska Dagbladet” está reconociendo en su versión de hoy, aunque indica que se trata de equipos de desarrollo local y no de orígen norteamericano como inicialmente se sospechó.
Las imágenes del fuselaje del DC-3 dejan ver claramente el escudro de la fuerza aérea sueca con las tres coronas y un par de antenas “no tradicionales”, pero ahora el gran misterio es conocer si la aeronave se estrelló en el mar o si se confirman los rumores que fue derribada por un Mig soviético. Según éste periódico, hay suficientes evidencias que indican que el DC-3 fue derribado aunque no brinda mayores detalles. Todo dependerá ahora de la diplomacia rusa y sueca; si uno admite el derribo y el otro admite el espionaje electrónico.
Pasaron 54 años y el misterio de a poco se va develando. Quizás se pueda confirmar el hecho del derribo, pero resultará difícil ya que Rusia ya ha cargado sobre sí bastante “mea culpa” sobre derribos y no es el mejor momento para que vuelva a reflotar un incidente que era muy normal en la época de la Guerra Fría.
Tres días después, uno de los PBY Catalina que realizaba la búsqueda del avión fue atacado por dos MiG 15 soviéticos sobre espacio aéreo internacional y con ligeros daños, fue obligado a amarizar, siendo la tripulación sueca rescatada por barcos de Alemania Occidental. EL Catalina se hundió a los 10 minutos del rescate y la surte del DC-3 pasó al olvido.
Tras la desaparición de la Unión Soviética salieron a la luz algunos hechos reveladores del incidente. En 1991 se dio una localización aproximada de dónde podrían encontrarse los restos del DC-3, hasta que finalmente en Junio del 2003 un robot submarino localizó el avión y comenzó a tratarse de recuperarse la aeronave.
Los buzos detectaron que en el fuselaje había algunas antenas “no tradicionales” en los DC-3, hecho que demuestra que el avión sueco estaba equipado con algún sistema de reconocimiento electrónico, algo que el diario sueco “Svenska Dagbladet” está reconociendo en su versión de hoy, aunque indica que se trata de equipos de desarrollo local y no de orígen norteamericano como inicialmente se sospechó.
Las imágenes del fuselaje del DC-3 dejan ver claramente el escudro de la fuerza aérea sueca con las tres coronas y un par de antenas “no tradicionales”, pero ahora el gran misterio es conocer si la aeronave se estrelló en el mar o si se confirman los rumores que fue derribada por un Mig soviético. Según éste periódico, hay suficientes evidencias que indican que el DC-3 fue derribado aunque no brinda mayores detalles. Todo dependerá ahora de la diplomacia rusa y sueca; si uno admite el derribo y el otro admite el espionaje electrónico.
Pasaron 54 años y el misterio de a poco se va develando. Quizás se pueda confirmar el hecho del derribo, pero resultará difícil ya que Rusia ya ha cargado sobre sí bastante “mea culpa” sobre derribos y no es el mejor momento para que vuelva a reflotar un incidente que era muy normal en la época de la Guerra Fría.
