Fue por la tarde del 12 de Mayo, un Boeing 707 de la Fuerza Aérea Argentina estaba realizando una misión de reconocimiento marítimo de largo alcance a una altitud de 35.000ft, cuando de repente el transponder civil comenzó a detectar que estaba siendo detectado por un radar. El radar meteorológico del avión no detectaba la presencia de buques en la zona, por lo que la tripulación no entendía la situación, hasta que uno de los tripulantes vio un gran avión blanco, casi tan grande como el 707, que se dirigía en rumbo inverso, a la izquierda de la aeronave argentina, identificándolo como un Nimrod. En ese mismo momento el patrullero británico que había despegado de isla Ascensión en una misión similar a la del 707 (reconocimiento marítimo de largo alcance) viró bruscamente buscando la cola del Boeing. Al percatarse de ello, el comandante argentino decidió evitar que el otro avión se posicione detrás de él, por la peligrosidad que eso significaba ya que, a pesar de conocer al avión, no se podía saber si llevaba algún tipo de improvisado armamento. Luego de un par de virajes cerrados por ambas máquinas, comenzaron un juego de gato y ratón un poco más alejados, con interferencias electrónicas, y por la parte argentina usando el scanner de radio intentando descubrir sus frecuencias, y apagando y encendiendo periódicamente el transponder para confundir al enemigo.
Minutos después, el Nimrod puso rumbo noreste y los argentinos perdieron contacto con el mismo, regresando al continente.
Este encuentro demostró a los británicos que en futuras misiones los Nimrod podían nuevamente concordar con los Boeing 707 argentinos que ya no eran tomados como graciosos y traviesos avioncitos, sino como una verdadera amenaza que delataba su posición. Por ende, luego del 12 de Mayo, los Nimrod británicos que serían usados en misiones de reconocimiento marítimo de largo alcance en el conflicto de Malvinas, serían aprovisionados con cableados y kits de misiles AIM-9L Sidewinder.
Saludos.