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federicobarbarroja
Escalada en el Cono Sur / La tensión entre Washington y Caracas
La Casa Blanca, inquieta por la compra de armas de Venezuela
Cree que la millonaria adquisición a Rusia representa un desafío a la estabilidad regional
WASHINGTON.- La Casa Blanca mostró ayer su "preocupación" por la multimillonaria compra de armas a Rusia por parte de Venezuela, anunciada anteayer por el presidente Hugo Chávez.
"Estamos preocupados por el deseo de Venezuela de incrementar su arsenal, que supone un serio desafío a la estabilidad de la región", dijo Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado.
Venezuela obtuvo un crédito del Kremlin por 2200 millones de dólares para la compra de armamento, según detalló Chávez en su programa dominical Aló, presidente . En concreto, el mandatario mencionó la adquisición de 92 tanques T-72 y un número no determinado de misiles tierra-aire de largo alcance. El mandatario hizo el anuncio al regreso de una extensa gira internacional que lo llevó, entre otros países, a Rusia, donde selló el nuevo acuerdo militar.
Desde 2005, Chávez ha comprado a Moscú aviones, helicópteros y fusiles de asalto por un valor de 4400 millones de dólares.
"Exigimos a Venezuela que sea transparente en sus compras y sobre el objetivo de esas compras. Y también queremos que ponga en marcha procedimientos muy claros para que esas armas no sean desviadas a ninguna organización irregular o ilegal", dijo Kelly, en clara referencia a las denuncias realizadas recientemente por el gobierno colombiano sobre un desvío de armas venezolanas hacia la guerrilla de las FARC.
El líder bolivariano justificó la compra de armamento en la necesidad de proteger los recursos naturales del país y defenderse de la amenaza que, a su juicio, representa Estados Unidos para su país.
La Casa Blanca está también inquieta por los vínculos entre Caracas y el régimen iraní de Mahmoud Ahmadinejad, a quien Chávez también visitó en su gira internacional. "Vamos a seguir esa relación de cerca", advirtió Kelly.
Teherán está en la mira de Washington por el empeño de Ahmadinejad en sacar adelante su programa nuclear. A Estados Unidos le preocupa que ahora Chávez pueda aprovecharse de esa relación para desarrollar energía nuclear. Rusia ya ha mostrado su predisposición a apoyar un programa nuclear en Venezuela con fines pacíficos. "No vamos a construir la bomba atómica", precisó, sin embargo, Chávez anteayer.
Reunión de la Unasur
La carrera armamentista y los acuerdos militares en América latina siguen suscitando discrepancias entre los gobiernos de la región.
En vísperas de la reunión de cancilleres y ministros de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se celebra hoy en Quito, el gobierno brasileño anunció que propondrá la adopción de una norma que obligue a todos los países de la unión a informar sobre los acuerdos que firmen con naciones ajenas a la región.
En declaraciones a O Estado de S. Paulo, el canciller brasileño, Celso Amorim, dijo que, basándose en esa propuesta, Brasil insistirá en recibir explicaciones de Bogotá sobre el acuerdo que suscribió recientemente con Washington y que permitirá a Estados Unidos el uso de bases militares colombianas.
Brasil insiste en recibir de Colombia "garantías jurídicas" de que las operaciones militares contra la guerrilla y el narcotráfico -que figuran en la letra del acuerdo- estén limitadas al territorio colombiano.
Amorim expresó su preocupación por el texto del acuerdo entre Bogotá y Washington, que apunta como objetivo de la cooperación "la defensa de la democracia y la libertad".
"No tengo nada en contra de la democracia y de la libertad. Pero la forma en la que fueron escritas en el acuerdo aumenta nuestra preocupación", dijo Amorim, que se preguntó si con ese pretexto de defender la democracia y la libertad, los militares estadounidenses podrían atacar desde Colombia a países vecinos que, a juicio de Washington, violen esos principios.
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, dijo la semana pasada en Brasilia que su gobierno ya explicó que los estadounidenses actuarán exclusivamente en la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla, por lo que, a su juicio, no era necesario firmar ningún compromiso ante Brasil y los miembros de la Unasur.
El gobierno ecuatoriano, que ejerce la presidencia temporal de la Unasur, presentará a sus socios un documento con "medidas de confianza", como el intercambio de información militar, la verificación de los acuerdos militares y la transparencia. "Todos los convenios, no sólo el de Estados Unidos y Colombia, entrarán en ese proceso de confianza mutua", explicó el ministro de Defensa ecuatoriano, Javier Ponce.
El acuerdo militar entre Bogotá y Washington, rechazado por Caracas, Quito y La Paz, ya fue analizado en la cumbre de la Unasur del 28 de agosto, en Bariloche. En esa reunión, los jefes de Estado se pronunciaron a favor de establecer mecanismos de confianza mutua en la región.
Fuente: Agencias AP, AFP, DPA y EFE
La Casa Blanca, inquieta por la compra de armas de Venezuela
Cree que la millonaria adquisición a Rusia representa un desafío a la estabilidad regional
WASHINGTON.- La Casa Blanca mostró ayer su "preocupación" por la multimillonaria compra de armas a Rusia por parte de Venezuela, anunciada anteayer por el presidente Hugo Chávez.
"Estamos preocupados por el deseo de Venezuela de incrementar su arsenal, que supone un serio desafío a la estabilidad de la región", dijo Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado.
Venezuela obtuvo un crédito del Kremlin por 2200 millones de dólares para la compra de armamento, según detalló Chávez en su programa dominical Aló, presidente . En concreto, el mandatario mencionó la adquisición de 92 tanques T-72 y un número no determinado de misiles tierra-aire de largo alcance. El mandatario hizo el anuncio al regreso de una extensa gira internacional que lo llevó, entre otros países, a Rusia, donde selló el nuevo acuerdo militar.
Desde 2005, Chávez ha comprado a Moscú aviones, helicópteros y fusiles de asalto por un valor de 4400 millones de dólares.
"Exigimos a Venezuela que sea transparente en sus compras y sobre el objetivo de esas compras. Y también queremos que ponga en marcha procedimientos muy claros para que esas armas no sean desviadas a ninguna organización irregular o ilegal", dijo Kelly, en clara referencia a las denuncias realizadas recientemente por el gobierno colombiano sobre un desvío de armas venezolanas hacia la guerrilla de las FARC.
El líder bolivariano justificó la compra de armamento en la necesidad de proteger los recursos naturales del país y defenderse de la amenaza que, a su juicio, representa Estados Unidos para su país.
La Casa Blanca está también inquieta por los vínculos entre Caracas y el régimen iraní de Mahmoud Ahmadinejad, a quien Chávez también visitó en su gira internacional. "Vamos a seguir esa relación de cerca", advirtió Kelly.
Teherán está en la mira de Washington por el empeño de Ahmadinejad en sacar adelante su programa nuclear. A Estados Unidos le preocupa que ahora Chávez pueda aprovecharse de esa relación para desarrollar energía nuclear. Rusia ya ha mostrado su predisposición a apoyar un programa nuclear en Venezuela con fines pacíficos. "No vamos a construir la bomba atómica", precisó, sin embargo, Chávez anteayer.
Reunión de la Unasur
La carrera armamentista y los acuerdos militares en América latina siguen suscitando discrepancias entre los gobiernos de la región.
En vísperas de la reunión de cancilleres y ministros de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se celebra hoy en Quito, el gobierno brasileño anunció que propondrá la adopción de una norma que obligue a todos los países de la unión a informar sobre los acuerdos que firmen con naciones ajenas a la región.
En declaraciones a O Estado de S. Paulo, el canciller brasileño, Celso Amorim, dijo que, basándose en esa propuesta, Brasil insistirá en recibir explicaciones de Bogotá sobre el acuerdo que suscribió recientemente con Washington y que permitirá a Estados Unidos el uso de bases militares colombianas.
Brasil insiste en recibir de Colombia "garantías jurídicas" de que las operaciones militares contra la guerrilla y el narcotráfico -que figuran en la letra del acuerdo- estén limitadas al territorio colombiano.
Amorim expresó su preocupación por el texto del acuerdo entre Bogotá y Washington, que apunta como objetivo de la cooperación "la defensa de la democracia y la libertad".
"No tengo nada en contra de la democracia y de la libertad. Pero la forma en la que fueron escritas en el acuerdo aumenta nuestra preocupación", dijo Amorim, que se preguntó si con ese pretexto de defender la democracia y la libertad, los militares estadounidenses podrían atacar desde Colombia a países vecinos que, a juicio de Washington, violen esos principios.
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, dijo la semana pasada en Brasilia que su gobierno ya explicó que los estadounidenses actuarán exclusivamente en la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla, por lo que, a su juicio, no era necesario firmar ningún compromiso ante Brasil y los miembros de la Unasur.
El gobierno ecuatoriano, que ejerce la presidencia temporal de la Unasur, presentará a sus socios un documento con "medidas de confianza", como el intercambio de información militar, la verificación de los acuerdos militares y la transparencia. "Todos los convenios, no sólo el de Estados Unidos y Colombia, entrarán en ese proceso de confianza mutua", explicó el ministro de Defensa ecuatoriano, Javier Ponce.
El acuerdo militar entre Bogotá y Washington, rechazado por Caracas, Quito y La Paz, ya fue analizado en la cumbre de la Unasur del 28 de agosto, en Bariloche. En esa reunión, los jefes de Estado se pronunciaron a favor de establecer mecanismos de confianza mutua en la región.
Fuente: Agencias AP, AFP, DPA y EFE