30 de Abril, regresan viejas sensaciones, inquiere la mente a ver que sabíamos en ese momento donde se sabía que la flota inglesa llegaba pero no cuando.
Fondeado estaba, el Río Carcarañá, cargado con todo. Nada habíamos podido descargar en esos tres días de espera cerca de Camber.
Esa noche, que para la radio podía ser tranquila, empezó temprano. No recuerdo si escuché o no el bombardeo del Vulcan. Se suponía que estuviesedurmiendo, por más que a las 0400 tomaba la guardia. Bechi, el Jefe de Radio me despertó antes, habían dado la orden que desembarcásemos con los botes salvavidas hasta Camber y estábamos tratando de verificar que la tropa en esas posiciones estuviese realmente en conocimiento de ello, por razones más que obvias.
La noche fue larga, la vigilia inactiva inquieta a los que la sufren. Nadie tiene certezas, la invencible incertidumbre no da descanso ni acción posible. Solo cabe esperar y reaccionar frente a la reacción del enemigo.
Larga noche del 30 de Abril al 1° de Mayo fondeado cerca de Puerto Argentino la carga completa, carga ruidosa, si las hubo, en caso que algo hubiese pegado en el buque.
Gracias a Dios, no tuvieron buena puntería.