El centro de la operación de adquisición del programa HUUK, nombre código de la compra de los aviones Super Etendard y sus misiles AM-39, era el entonces capitán de fragata Carlos Testa, un ingeniero en armas y control de tiro, que se destacaba por su tenacidad para resolver dificultades técnicas, quien años más tarde de la finalización de
la guerra, en 1993, fue designado agregado naval en la embajada argentina en Francia. En simultáneo con los esfuerzos de los técnicos y mecánicos de la base aeronaval Comandante Espora para «sintonizar» el avión con el lanzador y el misil Exocet, Testa afilaba sus contactos en París para dar con los números códigos que requería la puesta a punto del sistema avión-misil. Dos suboficiales, el «Mingo» Ibáñez y Banegas, pasaron días con noches interminables entre cables, valijas de prueba, computadoras portátiles y datos de los preciados «códigos», los números que en determinada secuencia permitían ajustar todo el conjunto de las señales de posición, la telemetría, el radar y el sistema de puntería del misil, dijo a ese diario un técnico que prefirió no dar su nombre.
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Presentan un documental sobre la Aviación Naval en Malvinas
La presentación del documental Código SUE convocó a una importante cantidad de público local que colmó la sala del teatro Colón de Punta Alta.
Antes de la emisión, el director de cultura de la Municipalidad de Coronel Rosales, Fred Quiroga, expresó que “nos honra muchísimo presentar un nuevo producto comunicacional de la Armada Argentina, porque si establecemos que la cultura es el compendio de manifestaciones que nos definen, ninguna lo hace mejor con los rosaleños que esta institución.”
La proyección del documental comenzó pasadas las 18 y contó con la presencia del comandante de Operaciones Navales, contralmirante Luis Oscar Manino; de autoridades navales y del comandante del Vº Cuerpo del Ejército, general de brigada Oscar Gómez.
El film, de carácter testimonial, implicó más de sesenta horas de filmación en tres escenarios diferentes –Base Aeronaval Comandante Espora, Base Aeronaval Punta Indio y Villa Reynolds— y más del triple de horas de edición.
Al finalizar Código SUE, el contralmirante Manino invitó al escenario a quienes pertenecieron a la escuadrilla de Super Etendard y prestaron servicio en otros organismos de apoyo durante el conflicto de Malvinas.
“Independientemente de lo bien hecha que está la película, del trabajo de la gente que la hizo y de los que participaron en ella, creo que tiene muchos mensajes que tenemos que tener presentes y no olvidarlos a lo largo de los años. El primero, es el espíritu con el que esta escuadrilla pudo transformar una situación muy compleja, muy difícil desde el punto de vista tecnológico y operativo, en una realidad como la que ustedes pudieron ver”, destacó el contralmirante Manino.
Recalcó, asimismo, el esfuerzo, la creatividad y el empeño de quienes integraron la escuadrilla, los arsenales y todas las organizaciones que permitieron que las misiones fueran posibles. “Cambiaron una situación adversa por éxitos contundentes”, dijo.
El comandante de Operaciones Navales destacó además la actuación de los aviones Neptune, que con material obsoleto y en condiciones muy difíciles de volar, tuvieron un desempeño memorable.
A continuación, entregó un presente a una de las productoras, la periodista de Gaceta Marinera Jazmín Ulevicius, quien agradeció la colaboración que siempre presta el personal de todos los destinos para la concreción de nuestra labor.
Testimonio en primera persona
El suboficial mayor (RE) Carlos Banegas, uno de los protagonistas de Código SUE, comentó respecto del documental que “es un reconocimiento a la escuadrilla, a la época, al sacrificio y la incertidumbre con la que vivimos.”
Recordando esos meses, contó que “cuando vinimos de capacitarnos en Francia no sabíamos si el sistema iba a funcionar. Habían sido dos años de trabajo. Estando en Río Grande nos enteramos que el misil había salido y había impactado en la ‘Sheffield’ y fue como una deuda que saldamos.”
“Cuando uno ingresa en una escuadrilla de ataque sabe que no podrá volar el avión pero le tiene el mismo amor que el piloto. Porque lo vimos nacer, desde la primera chapa hasta que se pintó. Uno entra a la fuerza para defender a la Patria. Y eso se plasma en el documental”, reflexionó.
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