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Malvinas, a 30 años de la guerra
Roger Waters detrás del pedido de CFK a la Cruz Roja por los caídos
Juan Carr presentó hace días, junto a excombatientes, el "pedido humanitario" a la Casa Rosada para recurrir a la organización sanitaria. La historia secreta.
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Por Emiliano G. Arnáez (*) | 02.04.2012 | 21:15
"Soldado conocido sólo por Dios", dicen las placas que conmovieron al veterano y que llegaron al anuncio de CFK. | Foto: AFP
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En el suplemento dedicado al 30 aniversario de la Guerra de Malvinas publicado por Diario Perfil este domingo, Juan Carr, fundador de la Red Solidaria, anunció la presentación de un "un pedido humanitario al gobierno inglés y a la Cruz Roja Internacional" para poder identificar a los soldados muertos en el conflicto bélico. Esta misma idea, hoy fue promovida por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto central en Ushuaia.
La solicitud e idea enviada, presentadas al Ejecutivo el martes 13 de marzo ante el secretario presidencial Oscar Parrilli y el ministro de Justicia Julio Alak, expresó que se busca y desea "hacer el ADN de las 123 tumbas que se encuentran en Malvinas y que no poseen identidad". Pero la historia que llegó al anuncio de Cristina comenzó en 2008 con un viaje de un veterano de guerra al Cementerio de Darwin, siguió con la búsqueda de familiares de soldados fallecidos, la colaboración de una incansable periodista, una inesperada respuesta de Roger Waters y el empuje de Juan Carr.
En diálogo con Perfil.com, Carr contó cómo fue el proceso de presentación de la idea: "Me entero hace no más de 6 meses, por medio de dos excombatientes y por la periodista Gabriela Cociffi -quien asistió a la reunión del 13 del mes pasado-, que hay 123 tumbas de soldados argentinos sin identificar en las islas Malvinas. Apoyé la presentación del grupo, en mi caso, en mi condición de ciudadano y voluntario".
"De las 123 familias ya contactamos a 21, por intermedio de los dos soldados. Resta ubicar y contactar a las otras 102. Ésta es nuestra nueva campaña. Estamos buscando a esas familias, siempre respetando que quieran hacer el ADN. Pero hay muchos papás y mamás que ya están grandes o fallecidos. Pero hay hermanos, hermanas, familiares que rastreamos en toda la Argentina. Necesitamos la ayuda de la gente para difundir esta búsqueda", expresó a este medio el candidato al Premio Nobel de la Paz.
Respecto de la mención hoy del proyecto en el discurso de Cristina Fernández de Kirchner dijo: "La Cruz Roja Internacional intervendría para hacer algo que ahora parece simple pero que hace años era imposible o impensable. Pero celebramos que la Presidenta haya mencionado el tema en el acto. Me enteré por Perfil.com que Cristina Fernández hizo el pedido formal el viernes. Nosotros habíamos entablado conversaciones informales. Ahora, con lo resuelto por Presidencia, vamos todos detrás de esto. Por nuestra parte, nosotros colaboraremos con la búsqueda de las familias".
Al margen de la campaña actual realizada por Red Solidaria y la Fundación "No Me Olvides" de búsqueda de familiares de los soldados fallecidos, la historia tuvo un inicio y desenlace felizmente inesperados. Todo comenzó con un viaje de Julio Aro, veterano de la guerra, para "buscar parte de su vida que había quedado allí", según contó a este medio.
Allí, en el Cementerio de Darwin, construido y organizado por el coronel británico Geoffrey Cardozo, Aro descubrió que varias tumbas de soldados argentinos tenían sólo una placa que decía: "Soldado argentino sólo conocido por Dios". "Esto me partió cabeza", aceptó el excombatiente a Perfil.com. Desde entonces, comenzó una incansable maratón en búsqueda de recursos, personas y soluciones que le permitieran ayudar a devolver la identidad a los allí enterrados.
Luego de varios contactos, Aro junto a otros veteranos pudieron contactar en Londres a Cardozo quien les entregó un sobre con información confidencial hasta ahora desconocida por la opinión pública. Les dijo acerca del contenido: "Esta información sólo tiene otras dos copias. Un sobre lo tiene la Reina, otro lo tengo yo y ahora otro lo tienen Uds". Descubrimos que era la documentación sobre los cuerpos enterrados, las cartas encontradas, su disposición en el cementerio hasta el más mínimo detalle, inclusive descripciones sobre los cajones o bolsas en las que se encontraban".
"La ayuda de la periodista y directora de Gente Gabriela Cociffi fue invalorable, ella también como nosotros viajó por todo el país y contactó a funcionarios y todo tipo de personalidades para tratar de obtener ayuda para semejante empresa. Ya con la idea estratégica de contactar a Cruz Roja Internacional (dado que nuestro país no podría enviar directamente a sus propios forenses), Gabriela le escribe a Roger Waters para que ayude a difundir nuestra idea y reclamo. Y Waters hace algo grandioso e inesperado, en lugar de mencionar simplemente el asunto en un recital o en una conferencia de prensa, se ofrece a tratar el tema directamente con la Presidenta", contó Julio Aro.
De esta manera, explica Aro, "el tema llega a Casa Rosada, y Cristina pone de manera inmediata a todo se equipo a trabajar sobre nuestra iniciativa, firmada por Gabriela, Juan Carr, el compañero veterano José María Raschia, el chaqueño David Zambrino y otras madres de soldados muertos en Malvinas como Sonia Cárcamo y Nélida Montoya".
En un tono emocionado por el anuncio oficial, Julio dijo no dormir desde hace días soñando con la intervención de Cruz Roja. Dijo: "Imaginate decirle a una madre o padre: 'Tenemos la posibilidad de saber en donde está tu hijo' y que esa padre o madre le pueda llevar una flor". Y concluyó: "El día que pongan la primer placa con un nombre de un soldado, voy a estar ahí, voy a volver al Cementerio de Darwin".
Las personas que puedan ayudar a encontrar a las familiares de soldados fallecidos en Malvinas pueden contactar a Juan Carr a través de su email: [email protected].
(*) De la redacción de Perfil.com.
Roger Waters detrás del pedido de CFK a la Cruz Roja por los caídos
Juan Carr presentó hace días, junto a excombatientes, el "pedido humanitario" a la Casa Rosada para recurrir a la organización sanitaria. La historia secreta.
Ver Comentarios (10)
Por Emiliano G. Arnáez (*) | 02.04.2012 | 21:15
"Soldado conocido sólo por Dios", dicen las placas que conmovieron al veterano y que llegaron al anuncio de CFK. | Foto: AFP
Ampliar En el suplemento dedicado al 30 aniversario de la Guerra de Malvinas publicado por Diario Perfil este domingo, Juan Carr, fundador de la Red Solidaria, anunció la presentación de un "un pedido humanitario al gobierno inglés y a la Cruz Roja Internacional" para poder identificar a los soldados muertos en el conflicto bélico. Esta misma idea, hoy fue promovida por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto central en Ushuaia.
La solicitud e idea enviada, presentadas al Ejecutivo el martes 13 de marzo ante el secretario presidencial Oscar Parrilli y el ministro de Justicia Julio Alak, expresó que se busca y desea "hacer el ADN de las 123 tumbas que se encuentran en Malvinas y que no poseen identidad". Pero la historia que llegó al anuncio de Cristina comenzó en 2008 con un viaje de un veterano de guerra al Cementerio de Darwin, siguió con la búsqueda de familiares de soldados fallecidos, la colaboración de una incansable periodista, una inesperada respuesta de Roger Waters y el empuje de Juan Carr.
En diálogo con Perfil.com, Carr contó cómo fue el proceso de presentación de la idea: "Me entero hace no más de 6 meses, por medio de dos excombatientes y por la periodista Gabriela Cociffi -quien asistió a la reunión del 13 del mes pasado-, que hay 123 tumbas de soldados argentinos sin identificar en las islas Malvinas. Apoyé la presentación del grupo, en mi caso, en mi condición de ciudadano y voluntario".
"De las 123 familias ya contactamos a 21, por intermedio de los dos soldados. Resta ubicar y contactar a las otras 102. Ésta es nuestra nueva campaña. Estamos buscando a esas familias, siempre respetando que quieran hacer el ADN. Pero hay muchos papás y mamás que ya están grandes o fallecidos. Pero hay hermanos, hermanas, familiares que rastreamos en toda la Argentina. Necesitamos la ayuda de la gente para difundir esta búsqueda", expresó a este medio el candidato al Premio Nobel de la Paz.
Respecto de la mención hoy del proyecto en el discurso de Cristina Fernández de Kirchner dijo: "La Cruz Roja Internacional intervendría para hacer algo que ahora parece simple pero que hace años era imposible o impensable. Pero celebramos que la Presidenta haya mencionado el tema en el acto. Me enteré por Perfil.com que Cristina Fernández hizo el pedido formal el viernes. Nosotros habíamos entablado conversaciones informales. Ahora, con lo resuelto por Presidencia, vamos todos detrás de esto. Por nuestra parte, nosotros colaboraremos con la búsqueda de las familias".
Al margen de la campaña actual realizada por Red Solidaria y la Fundación "No Me Olvides" de búsqueda de familiares de los soldados fallecidos, la historia tuvo un inicio y desenlace felizmente inesperados. Todo comenzó con un viaje de Julio Aro, veterano de la guerra, para "buscar parte de su vida que había quedado allí", según contó a este medio.
Allí, en el Cementerio de Darwin, construido y organizado por el coronel británico Geoffrey Cardozo, Aro descubrió que varias tumbas de soldados argentinos tenían sólo una placa que decía: "Soldado argentino sólo conocido por Dios". "Esto me partió cabeza", aceptó el excombatiente a Perfil.com. Desde entonces, comenzó una incansable maratón en búsqueda de recursos, personas y soluciones que le permitieran ayudar a devolver la identidad a los allí enterrados.
Luego de varios contactos, Aro junto a otros veteranos pudieron contactar en Londres a Cardozo quien les entregó un sobre con información confidencial hasta ahora desconocida por la opinión pública. Les dijo acerca del contenido: "Esta información sólo tiene otras dos copias. Un sobre lo tiene la Reina, otro lo tengo yo y ahora otro lo tienen Uds". Descubrimos que era la documentación sobre los cuerpos enterrados, las cartas encontradas, su disposición en el cementerio hasta el más mínimo detalle, inclusive descripciones sobre los cajones o bolsas en las que se encontraban".
"La ayuda de la periodista y directora de Gente Gabriela Cociffi fue invalorable, ella también como nosotros viajó por todo el país y contactó a funcionarios y todo tipo de personalidades para tratar de obtener ayuda para semejante empresa. Ya con la idea estratégica de contactar a Cruz Roja Internacional (dado que nuestro país no podría enviar directamente a sus propios forenses), Gabriela le escribe a Roger Waters para que ayude a difundir nuestra idea y reclamo. Y Waters hace algo grandioso e inesperado, en lugar de mencionar simplemente el asunto en un recital o en una conferencia de prensa, se ofrece a tratar el tema directamente con la Presidenta", contó Julio Aro.
De esta manera, explica Aro, "el tema llega a Casa Rosada, y Cristina pone de manera inmediata a todo se equipo a trabajar sobre nuestra iniciativa, firmada por Gabriela, Juan Carr, el compañero veterano José María Raschia, el chaqueño David Zambrino y otras madres de soldados muertos en Malvinas como Sonia Cárcamo y Nélida Montoya".
En un tono emocionado por el anuncio oficial, Julio dijo no dormir desde hace días soñando con la intervención de Cruz Roja. Dijo: "Imaginate decirle a una madre o padre: 'Tenemos la posibilidad de saber en donde está tu hijo' y que esa padre o madre le pueda llevar una flor". Y concluyó: "El día que pongan la primer placa con un nombre de un soldado, voy a estar ahí, voy a volver al Cementerio de Darwin".
Las personas que puedan ayudar a encontrar a las familiares de soldados fallecidos en Malvinas pueden contactar a Juan Carr a través de su email: [email protected].
(*) De la redacción de Perfil.com.
Iconoclasta
Colaborador
En lugar de pedirselo a Cristina, tendría que pedirselo a SU GOBIERNO.
Mi amigo Rodrigo me pasó esta foto que simboliza para él el espíritu de Malvinas, la comparto acá:
Son los veteranos en el Monumento a la Bandera, en Rosario, portando una bandera que contradice el último discurso de CFK.
Son los veteranos en el Monumento a la Bandera, en Rosario, portando una bandera que contradice el último discurso de CFK.
Rena
Colaborador
No todo en La Nación me parece malo, esto salió ayer:
http://www.lanacion.com.ar/1461090-la-guerra-en-primera-persona
Del entrevistado en primer lugar no haré comentarios, simplemente volvió a decir lo mismo que me dijo a mi en julio del 82, casi con las mismas palabras.
Esta foto no deja de emocionarme ni un segundo, refleja el momento del reencuentro tras la guerra con mi querida tía Jean en la puerta del Regimiento, con una campera que le habían llevad porque seguía cag@do de frío....
Agrego esta foto tan importante para mi y mi familia como un pequeño homenaje para las Madres que se quedaron esperando... todo mi respeto y admiración para ellas!
http://www.lanacion.com.ar/1461090-la-guerra-en-primera-persona
Del entrevistado en primer lugar no haré comentarios, simplemente volvió a decir lo mismo que me dijo a mi en julio del 82, casi con las mismas palabras.
Esta foto no deja de emocionarme ni un segundo, refleja el momento del reencuentro tras la guerra con mi querida tía Jean en la puerta del Regimiento, con una campera que le habían llevad porque seguía cag@do de frío....
Agrego esta foto tan importante para mi y mi familia como un pequeño homenaje para las Madres que se quedaron esperando... todo mi respeto y admiración para ellas!
REFUTACIÓN AL DOCUMENTO "A treinta años de la Guerra de Malvinas", DE LOS INTELECTUALES 2012
Yo sí conmemoro el 2 de abril
Por Luis Novaresio
Para El Ciudadano
Habrá que agradecerles a los intelectuales anti K que con su prédica reciente han conseguido que el día de mañana quede consagrado, una vez más, como un punto de desencuentro nacional. Notable la tarea de esta treintena de prestigiosos pensadores, historiadores políticos, sociólogos y periodistas. Tarea cumplida. En este lunes 2 de abril, si conmemoro, soy un mezquino partidario de convicciones terroristas que se enmascara en la política del oficialismo. Acompañar la fecha de mañana es cristalizar el mandato del nacionalismo acrítico y quedar pegado al hecho dictatorial que nació el 24 de marzo de 1976. Dicho todo esto, en palabras de Marcos Aguinis, Graciela Fernández Meijide, Santiago Kovadlof, Beatriz Sarlo y Jorge Lanata, entre otros.
¿Es justo ser espectadores de semejante maniqueísmo? La tarea de un intelectual, ¿sólo implica desentrañar racionalmente un hecho histórico con asepsia absoluta de los sentimientos y circunstancias vividas fuera de los laboratorios del pensamiento por un colectivo social -o parte de él- al que ellos mismos pertenecen?
Esta semana se conoció el documento “A treinta años de la guerra de Malvinas” suscripto por prestigiosas firmas como las mencionadas, que se han desmarcado con sus posiciones de la ultraoficialista Carta Abierta. Allí se propone lisa y llanamente olvidar el 2 de abril como materia de conmemoración. No hace mucho, este mismo grupo sostuvo que los derechos de los isleños kelpers debían ser atendidos y respetados al tiempo que el gobierno nacional impulsaba, al menos en sus dichos, la rediscusión de la soberanía argentina sobre el archipiélago.
La tan brillante como perjudicial (de lógica reduccionista) estrategia del entonces presidente Néstor Kirchner, que descubrió que el modo de construir adhesiones a su proyecto era radicalizar cualquier posición para dividir irracionalmente a la sociedad en partidarios o traidores, encuentra en este tipo de documentos un funcional opuesto de características ideales. ¿Pueden intelectuales como Sarlo o Sebreli no darse cuenta de que los K agradecen que se crucen de manera tan rimbombante a la vereda de enfrente para dejar despoblada la inmensa avenida de sutilezas, consensos o acuerdos que podrían haber quedado en el medio? No parece. Habrá que ver si sólo hay convicción militante en estos documentos o no quedará algún resabio de vanidad o rencor en el dictado de sus palabras.
Las tierras de las islas
El mar es hermoso. Las islas son hermosas. Un penetrante silencio te aturde cuando dejás el puesto aduanero. Porque hay que pasar por aduanas. Y ahí sí, lo reconozco, aflora un innecesario sentimiento de eso que no sé definir, pero percibo con todo el cuerpo, y que llamamos patria. Si es tu patria ¿por qué acreditarlo en ese momento burocrático? Te revisan el pasaporte, te revisan con los ojos a vos de manera mucho más minuciosa y vejatoria y te dejan esperando al lado de un muestrario de municiones que se usaron en la guerra. Eso ya ni siquiera importa cuando pienso en mi viaje a Malvinas hace unos años.
El primer recuerdo más penetrante es la belleza del lugar. Uno viaja desde Chile con la infantil convicción de que el escenario de una guerra no debería permitir la contradicción de paisajes inolvidables, naturalezas irrepetibles. Pero ahí están.
Enseguida las postales, que serían envidiadas por las agencias de turismo, se transforman en pozos negros del recuerdo. Pozos negros. Abismales. Retazos de armamentos dejados en los lugares en donde los ingleses cantaron victoria y los tuyos murieron de frío o de injusticia pura. Los mismos que allí se desangraron y hoy deberían tener tu misma edad (ahí siento que cuento con una ventaja arbitraria sobre los intelectuales: tengo, sólo por meses, la fortuna de no haber ido a la guerra). Campos cerrados con carteles rojos que indican que las minas personales no fueron removidas. Un pequeño museo con las cartas que vos y yo les mandábamos a los combatientes envolviendo chocolates que nunca llegaron a destino y un cementerio en el que sobrevuela cierto descuido con las tumbas de los soldados argentinos caídos en combate.
El césped muy verde es mecido por el viento helado. Las cruces blancas dan un sonido secundario cuando son golpeadas por los rosarios que las coronan, dejados, vaya a saberse, por madres y padres que sí fueron a despedirse por ellos mismos o por familiares que los representaron en ese elemental gesto de desarraigo físico.
En Darwin, en el camposanto, supe que el 2 de abril era una fecha nacional. Nadie es la patria. Pero la patria es un acto perpetuo, un fuego misterioso, dijo el poeta. Los soldados muertos en Malvinas, me lo explicaron.
Cipayos sin sintonía fina
No es justo que los intelectuales anti K nos obliguen con sus documentos a revalidar pergaminos o pasar por el tamiz de su balanza libertaria para no ser acusados de funcionales “al modelo”. Su posición manda, a los de buena leche, a repetir que la dictadura fue nefasta, que la guerra fue un imperdonable recurso demencial para perpetuarse en el poder y que los que comandaron a los que murieron, a los que fueron mutilados en sus cuerpos o almas, no merecen otra memoria que la cárcel discernida por el derecho penal. Punto y aparte.
Defender el recuerdo del 2 de abril como fecha patria no es ser kirchnerista ni es tener la ambición de aplaudir los monólogos de atril que se autodefinen como incuestionables. Tampoco se quiere bailar por un sueño de la mano de Florencia Peña ni gestionar un impreso en Ciccone Calcográfica.
Conmemorar el día de mañana es abrir el lugar del acompañamiento a los que con sus manos y sus pies fueron víctimas de la injusticia. Acompañar. Reconocer después de tanto tiempo. Y el hecho de esa siniestra guerra no les quita a los reconocidos y acompañados su condición de héroes. Bastaría que Sarlo y los suyos miraran en el diccionario y supieran que los que fueron a pelear obligados por la dictadura son varones que deberían ser abrazados públicamente por sus hazañas y virtudes. ¿Cuáles? ¡Tantas! Padecer la impiedad de una guerra, pasar hambre, perder su cuerpo o parte de él y presenciar la muerte de los suyos, resistir al olvido premeditado, haber sido ingresados por la puerta trasera de un país que esconde lo que no le trae buenos recuerdos y un sinnúmero de etcéteras dolientes.
Esos hombres quieren que mañana se los acompañe. No piden otro día, como con liviandad se les propone. Ellos parieron su historia personal el 2 de abril. ¿Preguntaron los intelectuales a los ex combatientes qué sienten? ¿No lo hubieran merecido? ¿Es oportuno firmar un documento que señala el verdadero aprovechamiento que hace este gobierno para sembrar cortinas de humo y así ocultar la corrupción, la inseguridad o la inflación sin considerar que en el medio van los que pelearon a matar o morir hace 30 años?
Habría que inquirir si en este momento, en donde un aroma a crisis que se percibe en la vida de todos los días de la mayoría, no hay espacios que deberían ser preservados del juego malsano y primitivo de partidarios del modelo y opositores al mismo. Tan gurkas, parece, los unos como los otros.
No reconocer el 2 de abril es agredir, cuanto menos de manera colateral, a los ex combatientes que sí fueron héroes y merecen su reconocimiento. Si racionalmente no es así, habrá que pedirles a los intelectuales que hagan el esfuerzo de entender los sentimientos de los honestos soldados correntinos, formoseños y todos los otros que murieron o vieron pasar rozando a la misma Parca. Un pensador debería poder hacerlo contemplando algo más que la lógica política y el devaneo especulativo que se hace sentado en un escritorio. Pedírselo al que hace 30 años pasó frío en sus pies es demasiado petulante.
Yo sí conmemoro el 2 de abril
Por Luis Novaresio
Para El Ciudadano
Habrá que agradecerles a los intelectuales anti K que con su prédica reciente han conseguido que el día de mañana quede consagrado, una vez más, como un punto de desencuentro nacional. Notable la tarea de esta treintena de prestigiosos pensadores, historiadores políticos, sociólogos y periodistas. Tarea cumplida. En este lunes 2 de abril, si conmemoro, soy un mezquino partidario de convicciones terroristas que se enmascara en la política del oficialismo. Acompañar la fecha de mañana es cristalizar el mandato del nacionalismo acrítico y quedar pegado al hecho dictatorial que nació el 24 de marzo de 1976. Dicho todo esto, en palabras de Marcos Aguinis, Graciela Fernández Meijide, Santiago Kovadlof, Beatriz Sarlo y Jorge Lanata, entre otros.
¿Es justo ser espectadores de semejante maniqueísmo? La tarea de un intelectual, ¿sólo implica desentrañar racionalmente un hecho histórico con asepsia absoluta de los sentimientos y circunstancias vividas fuera de los laboratorios del pensamiento por un colectivo social -o parte de él- al que ellos mismos pertenecen?
Esta semana se conoció el documento “A treinta años de la guerra de Malvinas” suscripto por prestigiosas firmas como las mencionadas, que se han desmarcado con sus posiciones de la ultraoficialista Carta Abierta. Allí se propone lisa y llanamente olvidar el 2 de abril como materia de conmemoración. No hace mucho, este mismo grupo sostuvo que los derechos de los isleños kelpers debían ser atendidos y respetados al tiempo que el gobierno nacional impulsaba, al menos en sus dichos, la rediscusión de la soberanía argentina sobre el archipiélago.
La tan brillante como perjudicial (de lógica reduccionista) estrategia del entonces presidente Néstor Kirchner, que descubrió que el modo de construir adhesiones a su proyecto era radicalizar cualquier posición para dividir irracionalmente a la sociedad en partidarios o traidores, encuentra en este tipo de documentos un funcional opuesto de características ideales. ¿Pueden intelectuales como Sarlo o Sebreli no darse cuenta de que los K agradecen que se crucen de manera tan rimbombante a la vereda de enfrente para dejar despoblada la inmensa avenida de sutilezas, consensos o acuerdos que podrían haber quedado en el medio? No parece. Habrá que ver si sólo hay convicción militante en estos documentos o no quedará algún resabio de vanidad o rencor en el dictado de sus palabras.
Las tierras de las islas
El mar es hermoso. Las islas son hermosas. Un penetrante silencio te aturde cuando dejás el puesto aduanero. Porque hay que pasar por aduanas. Y ahí sí, lo reconozco, aflora un innecesario sentimiento de eso que no sé definir, pero percibo con todo el cuerpo, y que llamamos patria. Si es tu patria ¿por qué acreditarlo en ese momento burocrático? Te revisan el pasaporte, te revisan con los ojos a vos de manera mucho más minuciosa y vejatoria y te dejan esperando al lado de un muestrario de municiones que se usaron en la guerra. Eso ya ni siquiera importa cuando pienso en mi viaje a Malvinas hace unos años.
El primer recuerdo más penetrante es la belleza del lugar. Uno viaja desde Chile con la infantil convicción de que el escenario de una guerra no debería permitir la contradicción de paisajes inolvidables, naturalezas irrepetibles. Pero ahí están.
Enseguida las postales, que serían envidiadas por las agencias de turismo, se transforman en pozos negros del recuerdo. Pozos negros. Abismales. Retazos de armamentos dejados en los lugares en donde los ingleses cantaron victoria y los tuyos murieron de frío o de injusticia pura. Los mismos que allí se desangraron y hoy deberían tener tu misma edad (ahí siento que cuento con una ventaja arbitraria sobre los intelectuales: tengo, sólo por meses, la fortuna de no haber ido a la guerra). Campos cerrados con carteles rojos que indican que las minas personales no fueron removidas. Un pequeño museo con las cartas que vos y yo les mandábamos a los combatientes envolviendo chocolates que nunca llegaron a destino y un cementerio en el que sobrevuela cierto descuido con las tumbas de los soldados argentinos caídos en combate.
El césped muy verde es mecido por el viento helado. Las cruces blancas dan un sonido secundario cuando son golpeadas por los rosarios que las coronan, dejados, vaya a saberse, por madres y padres que sí fueron a despedirse por ellos mismos o por familiares que los representaron en ese elemental gesto de desarraigo físico.
En Darwin, en el camposanto, supe que el 2 de abril era una fecha nacional. Nadie es la patria. Pero la patria es un acto perpetuo, un fuego misterioso, dijo el poeta. Los soldados muertos en Malvinas, me lo explicaron.
Cipayos sin sintonía fina
No es justo que los intelectuales anti K nos obliguen con sus documentos a revalidar pergaminos o pasar por el tamiz de su balanza libertaria para no ser acusados de funcionales “al modelo”. Su posición manda, a los de buena leche, a repetir que la dictadura fue nefasta, que la guerra fue un imperdonable recurso demencial para perpetuarse en el poder y que los que comandaron a los que murieron, a los que fueron mutilados en sus cuerpos o almas, no merecen otra memoria que la cárcel discernida por el derecho penal. Punto y aparte.
Defender el recuerdo del 2 de abril como fecha patria no es ser kirchnerista ni es tener la ambición de aplaudir los monólogos de atril que se autodefinen como incuestionables. Tampoco se quiere bailar por un sueño de la mano de Florencia Peña ni gestionar un impreso en Ciccone Calcográfica.
Conmemorar el día de mañana es abrir el lugar del acompañamiento a los que con sus manos y sus pies fueron víctimas de la injusticia. Acompañar. Reconocer después de tanto tiempo. Y el hecho de esa siniestra guerra no les quita a los reconocidos y acompañados su condición de héroes. Bastaría que Sarlo y los suyos miraran en el diccionario y supieran que los que fueron a pelear obligados por la dictadura son varones que deberían ser abrazados públicamente por sus hazañas y virtudes. ¿Cuáles? ¡Tantas! Padecer la impiedad de una guerra, pasar hambre, perder su cuerpo o parte de él y presenciar la muerte de los suyos, resistir al olvido premeditado, haber sido ingresados por la puerta trasera de un país que esconde lo que no le trae buenos recuerdos y un sinnúmero de etcéteras dolientes.
Esos hombres quieren que mañana se los acompañe. No piden otro día, como con liviandad se les propone. Ellos parieron su historia personal el 2 de abril. ¿Preguntaron los intelectuales a los ex combatientes qué sienten? ¿No lo hubieran merecido? ¿Es oportuno firmar un documento que señala el verdadero aprovechamiento que hace este gobierno para sembrar cortinas de humo y así ocultar la corrupción, la inseguridad o la inflación sin considerar que en el medio van los que pelearon a matar o morir hace 30 años?
Habría que inquirir si en este momento, en donde un aroma a crisis que se percibe en la vida de todos los días de la mayoría, no hay espacios que deberían ser preservados del juego malsano y primitivo de partidarios del modelo y opositores al mismo. Tan gurkas, parece, los unos como los otros.
No reconocer el 2 de abril es agredir, cuanto menos de manera colateral, a los ex combatientes que sí fueron héroes y merecen su reconocimiento. Si racionalmente no es así, habrá que pedirles a los intelectuales que hagan el esfuerzo de entender los sentimientos de los honestos soldados correntinos, formoseños y todos los otros que murieron o vieron pasar rozando a la misma Parca. Un pensador debería poder hacerlo contemplando algo más que la lógica política y el devaneo especulativo que se hace sentado en un escritorio. Pedírselo al que hace 30 años pasó frío en sus pies es demasiado petulante.
Es un bicho raro Novaresio, empezó acá en Rosario como pichón de un periodista local medio "facho" (en realidad, un personaje querible), en un famoso noticiero de los mediodías que todavía pasan por canal 3. Después, como muchos periodistas rosarinos en estos últimos tiempos, se "bajó" a Buenos Aires, y ahí coincidió con Grondona. Pero duró más bien poco, porque pese a su cierto conservadurismo tiene también un poco de progresista (?). Actualmente es la cara amigable y políticamente correcta de C5N, aunque hay que reconocerle que a veces se anima a mostrar cierta incorrección (?).
Recuerdo haber visto en YouTube fragmentos de una entrevista que le hicieron con Grondona a Kasanzew, y se mostró incisivo, lo cuestionó bastante. La visión que tiene Novaresio de la guerra es ambigua, como se lee en su texto, reivindica a los veteranos como héroes pero al mismo tiempo los victimiza y reniega de la gesta porque la concibe como mandato de la dictadura, nunca del pueblo. Si bien en su texto rescata cierta clase de memoria histórica, parece más interesado en atacar los intelectuales anti-K o a los K mismos, que en enarbolar una postura que pueda entenderse como nacionalista o patriótica.
Aunque ojo, me parece bien que critique a las luminarias anti-K, porque la verdad es que tanto la Sarlo como Lanata se están quedando sin ideas. Ella viene repitiendo desde hace meses, en varios medios, sus reflexiones socio-lingüísticas sobre el discurso K (y cierta crítica a la noción de "relato" que no me termina de cerrar), cosa que me parece excelente, pero ya cansa, es decir: ¿no tiene algo más para acotar? Y el gordo adoptó cierta pose de "vedette" periodística, fiel a un estilo que devino en personaje prefabricado, faso en mano, alguna puteadita de por medio, explicando como después de los 50 ya no siente la necesidad de explicarse frente a nadie (no sé quién obtuvo más rating con su pase a los medios de "la corpo", si él o Florencia Peña).
Algún día de estos me pongo yo a escribir, porque a este paso no vamos a ningún lado. La única cosa que podría sorprenderme ahora es que Finback se haga moderador de Taringa!
Recuerdo haber visto en YouTube fragmentos de una entrevista que le hicieron con Grondona a Kasanzew, y se mostró incisivo, lo cuestionó bastante. La visión que tiene Novaresio de la guerra es ambigua, como se lee en su texto, reivindica a los veteranos como héroes pero al mismo tiempo los victimiza y reniega de la gesta porque la concibe como mandato de la dictadura, nunca del pueblo. Si bien en su texto rescata cierta clase de memoria histórica, parece más interesado en atacar los intelectuales anti-K o a los K mismos, que en enarbolar una postura que pueda entenderse como nacionalista o patriótica.
Aunque ojo, me parece bien que critique a las luminarias anti-K, porque la verdad es que tanto la Sarlo como Lanata se están quedando sin ideas. Ella viene repitiendo desde hace meses, en varios medios, sus reflexiones socio-lingüísticas sobre el discurso K (y cierta crítica a la noción de "relato" que no me termina de cerrar), cosa que me parece excelente, pero ya cansa, es decir: ¿no tiene algo más para acotar? Y el gordo adoptó cierta pose de "vedette" periodística, fiel a un estilo que devino en personaje prefabricado, faso en mano, alguna puteadita de por medio, explicando como después de los 50 ya no siente la necesidad de explicarse frente a nadie (no sé quién obtuvo más rating con su pase a los medios de "la corpo", si él o Florencia Peña).
Algún día de estos me pongo yo a escribir, porque a este paso no vamos a ningún lado. La única cosa que podría sorprenderme ahora es que Finback se haga moderador de Taringa!
Estoy de acuerdo con tu observación. Pero, lamentablemente, es casi imposible encontrar a quien no se aferre a estos conceptos políticamente correctos de contextualizar la guerra con la dictadura y hablar de injusticia. Vale rescatar que, en este caso, Novaresio manifiesta que el 2 de abril es una fecha para honrar a los combatientes y no para utilizarla políticamente, desde ninguno de los "bandos".
Novarecio es un veleta progre. Se fue se Rosario y se hizo un vendido más en la centropolis. No tiene idea de lo que habló porque no sabe nada de Malvinas. Solo lo hace para atacar a los anti-k k, que en éste caso son otros giles.
Como periodista era muy bueno en Rosario, pero ahora ya no lo es, es un lorito más de la línea bajada de algún ministerio secreto de propaganda totalitaria del régimen k.
Como periodista era muy bueno en Rosario, pero ahora ya no lo es, es un lorito más de la línea bajada de algún ministerio secreto de propaganda totalitaria del régimen k.
Jorge II
Serpiente Negra.
Novaresio lo conozco porque es vecino de mi hermana que vive en Rosario, buen tipo, en lo personal cuando tengo tiempo lo escucho en el programa de la tarde de radio10 y cuando estaba en rosario lo escuchaba a la mañana en radio 2, cambiando de tema hoy habia dos excombatientes en un programa de 26tv a la noche, donde hablaba de que fueron torturados y casi violados por ser judios y que los combatientes ingleses tenian como 30 años en el frente y los de 18años estaban en retaguardia; y como siempre hablando peste del ejercito y el periodista dandole pie de que cuenten su historia que es la verdad, mientras ellos dicen que el problema es que los excombatientes no estan unidos y en muchos casos no acompañan nuestra denuncia etc etc etc, entonces me da que pensar ellos mienten o lo agrandan. Pero que lo castiguen por ser judios? en lo personal no lo creo pero bueno.
Mi amigo Rodrigo me pasó esta foto que simboliza para él el espíritu de Malvinas, la comparto acá:
Son los veteranos en el Monumento a la Bandera, en Rosario, portando una bandera que contradice el último discurso de CFK.
La presidenta no hablo de quienes fueron, hablo de quien tomo la decision de ir, que no fue decision del pueblo argentino. Tambien reinvidico los gestos heroicos de la gesta. Querer "politizar" Malvinas intentando hacer creer que los "no malvineros" son k y los malvineros son anti-k tambien es desmalvinizar, porque reduce a simples chicanas politicas lo que deberia ser una politica de estado y un reclamo de todo un pais.
Estimado, por favor no malinterpretes mi post.
La presidenta dijo lo que dijo, y la bandera de estos veteranos dice lo que dice. Ahí se termina el asunto, en lo que a mi concierne por lo menos. No voy a discutirlo.
Abrazo
Justamente algunos de los más desmalvinizadores son anti-K.
Y se lo dice un no oficialista.
Es que si sufrieron eso el sentimiento es entendible, cada uno sabra, agregandole ademas el desastre que fue el PRN. Tambien he oido sobre lo que comentas, el otro dia en TV escuche mas o menos a uno y en un diario habian entrevistado a varios soldados judios que habian tenido problemas en Malvinas, justamente por su condicion, si encuentro la nota la pego.
La verdad considerando la influencia catolica en las FFAAs para esa epoca, pero sobretodo que hubo tipos al mando que tenian serios problemas psiquiatricos, a mi si se me hace creible lo que cuentan.
Este tipo de intelectuales vanguardistas, dueños de la verdad, no saben separar la paja del trigo.
No estan con la dictadura, acepatble. No comunlgan con el gobierno (aunque algunos al principio sí) aceptable.
Desconocer Malvinas, reivindicar derechos al invasor y en especial a los kelpers, es decididamente INACEPTABLE.
Tambien eran intelectuales los llamados la Generación del 37, Echeverria, Florencio Varela, Miguel Cané, Alberdi, Andres Lamas, José Marmol, entre otros, que en su exilio en Montevideo incentivaron y aplaudieron los ataques y bloqueo a nuestra Nación por parte de la flota britanica y francesa, o aplaudieron los barbaridades ejecutadas por Garibaldi en el litroral.
Una cosa es la oposición politica y otra es la de respetar nuestra soberania como nación.
No estan con la dictadura, acepatble. No comunlgan con el gobierno (aunque algunos al principio sí) aceptable.
Desconocer Malvinas, reivindicar derechos al invasor y en especial a los kelpers, es decididamente INACEPTABLE.
Tambien eran intelectuales los llamados la Generación del 37, Echeverria, Florencio Varela, Miguel Cané, Alberdi, Andres Lamas, José Marmol, entre otros, que en su exilio en Montevideo incentivaron y aplaudieron los ataques y bloqueo a nuestra Nación por parte de la flota britanica y francesa, o aplaudieron los barbaridades ejecutadas por Garibaldi en el litroral.
Una cosa es la oposición politica y otra es la de respetar nuestra soberania como nación.
No te puedo afirmar o negar que haya sucedido lo que dicen estos VGMs , puede ser , imbeciles hay en todas partes. Te puedo afirmar mi experiencia en el SMO en el 81 en donde habia dos soldados judios que siempre tenian castigo extra por parte de la mayoria de oficiales y suboficiales. Pero tambien sucedia lo mismo con un Anchorena (de la familia tradicional) el cual sufria "bailes extras" por parte de suboficiales solo por portacion de apellido.
Asi que no me extrañaria que hubiese pasado, por ahi no tan exagerado, habria que consultar a sus compañeros (como en el caso de E. E. )
Jorge II
Serpiente Negra.
Pero son dos cosas muy distintas y en otro tipo de situacion, la Argentina como nacion no existia, por ende desde lo personal no se puede comparar por nada del mundo ambas situaciones.
Jorge II dijo:
Son situaciones analogas, porque por cuestiones politicas apoyaban posturas extranjeras, de 1838 a 1845 se trataba de la libre navegación de los ríos por parte de Gran Bretaña y Francia, en el 2012 darle lugar a los kelpers para la autodeterminación y su independencia.
En 1852, Urquiza junto a tropas brasileras y uruguayas combatieron en la batalla de Caseros, batalla que en la historia brasilera se la conoce como la venganza de Ituzaingó, esa batalla tuvo como fin derrocar al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de las relaciones exteriores de la Nación, el mismo gobernador que rechazo a britanicos y franceses en 1845.
Por ende, vuelvo a remarcar, que es peligroso mezclar cuestiones de politicas internas con terceros paises para provecho de una facción, es una actitud rayana a la traición a la patria.
Eramos una Nación independiente desde 1816; en 1819 se dicto a primera Constitución, en 1826 la segunda, Constituciones a los que los exiliados en Montevideo aceptaban por ser unitarias, ningun gobernador federal se alio a potencias extranjeras para combatir a los unitarios.
Son situaciones analogas, porque por cuestiones politicas apoyaban posturas extranjeras, de 1838 a 1845 se trataba de la libre navegación de los ríos por parte de Gran Bretaña y Francia, en el 2012 darle lugar a los kelpers para la autodeterminación y su independencia.
En 1852, Urquiza junto a tropas brasileras y uruguayas combatieron en la batalla de Caseros, batalla que en la historia brasilera se la conoce como la venganza de Ituzaingó, esa batalla tuvo como fin derrocar al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de las relaciones exteriores de la Nación, el mismo gobernador que rechazo a britanicos y franceses en 1845.
Por ende, vuelvo a remarcar, que es peligroso mezclar cuestiones de politicas internas con terceros paises para provecho de una facción, es una actitud rayana a la traición a la patria.
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