Mi primer Maqueta en platimodelismo, fue precisamente un Tomcat.
Me acuerdo que le rompí las bolas tanto a mi viejo como a mi vieja hasta que me dieron la guita para comprarla en la Juguetería Zabala de mi Villa del Rosario natal.
Mi Felicidad fue inconmensurable cuando lo terminé de armar y todos los días admirarlo (lo tenía en mi mesita de luz).
Pero la dicha duró poco y hasta que el destructor de mi hermano mas chico un día le puso las manos encima.
En fin, el Gato no solo fue uno de los tanto imborrables y entrañables recuerdos de niñez, sino que además, fue EL AVION que me inició en este hermoso vicio del gusto por los aviones.
Cordiales Saludos