Algo mas de la reestructuracion del ejercito Uruguayo
Impulsada por el general Pedro Aguerre, el Ejército tiene en fase de estudio una propuesta de reestructura, sin precedentes en las últimas décadas, que incluirá el redespliegue de algunas unidades ubicadas en Montevideo hacia el centro del país y la utilización conjunta de medios.
Los objetivos son, entre otros, lograr una mayor eficiencia de la fuerza de tierra y alcanzar una sensible mejora de capacidades que permita, por ejemplo, pasar con rapidez desde una estructura de paz a una eventual de conflicto.
“No quiero ser ni belicista ni alarmista pero es como que usted diga que no va a poner rejas en su casa porque no vale la pena;
nadie quiere una situación bélica pero nuestro deber y es la profesión que elegimos, es estar preparados para el caso de que ocurra, con los recursos que nos da el Estado y las misiones que nos asigna el gobierno”, afirmó el general Sergio D´Oliveira, comandante de la División I, en entrevista con LA REPÚBLICA.
Apenas asumió, el 31 de octubre del año pasado, Aguerre anunció a los generales el proyecto y encomendó a una Comisión un estudio de viabilidad del proyecto.
La Comisión está encabezada por el general D´Oliveira, comandante de la División de Ejército I y los principales lineamientos de la iniciativa están contenidos en el documento:
“Adopción de nuevas estructuras organizativas en el Ejército”.
El rediseño está por fuera de lo previsto en las directivas para la modernización de las Fuerzas Armadas, presentadas por el jefe del Estado Mayor de la Defensa en octubre de 2011 y por el propio Ministerio de Defensa Nacional en cuanto a “modernización y reestructura de la defensa militar nacional en 2012″.
Los estudios para introducir cambios en la fuerza terrestre no son nuevos.
Comenzaron hace alrededor de 6 años a nivel del generalato y tendientes a efectuar algunos cambios en las relaciones de comando de las unidades, afirmó D´Oliveira.
El objetivo de esta reestructura es “lograr una mayor eficiencia, con los medios que se cuentan sin aumento de personal, sin aumento de material, pero dándole una mayor racionalidad a nuestro despliegue y a la concentración de los medios tratando que la logística sea más sencilla y que el comando de esas unidades sea más sencillo”, acotó.
El redespliegue, uno de los pilares de la reestructura, incluirá el traslado de algunas unidades de Montevideo al Interior (ver recuadro aparte) hacia el centro del país.
Con ese objetivo, Aguerre visitó recientemente el Regimiento de Caballería 2 en Durazno.
Tanto Durazno como Florida, son los dos departamentos hacia donde se desplazarían unidades y el comando de unidad correspondiente.
De este modo, afirmó D´Oliveira, “se transformará al centro del país en un eje de importancia militar”.
Los cambios también abarcan a unidades de Montevideo donde se intercambiarían unidades, de manera que dos brigadas –una de caballería pura y otra de infantería pura– queden conformadas con armas combinadas, cada una de infantería y caballería, D`Oliveira afirmó que el proyecto enfrenta “tres hechos muy significativos”, como son:
la propia Ley de Defensa, la reducción significativa del personal y el entorno socioeconómico del personal.
Respecto a la Ley de Defensa, dijo que esta “impone como norte trabajar hacia la conjuntez, esto es, el trabajo de las tres fuerzas combinadas”, tal cual se conciben hoy las operaciones militares.
Yo hago un paralelismo con la orquesta.
Usted en la orquesta tiene las cuerdas, los vientos y tiene la percusión.
Eso podría ser en grandes términos, las tres fuerzas.
Y dentro de ellas los distintos instrumentos que componen esas grandes familias.
Cada instrumento podría ser un arma, la artillería, la infantería, la caballería, los ingenieros.
En los niveles más bajos, trabajan solos.
A medida que se va elevando el nivel se empiezan a mezclar para lograr los efectos en el combate”, graficó D´Oliveira.
“En un nivel superior, empieza la conjuntez, y ya en un nivel por encima, trabaja lo que se llama fuerzas combinadas”, agregó.
“La ley nos indica llegar a esa conjuntez pero como paso previo, el Éjército tiene que trabajar en armas combinadas.
Para hacerlo, hay que lograr mezclar las armas del Ejército, cosa que hasta ahora lo hacíamos en los ejercicios, pero no lo hacíamos en la vida cotidiana”.
Respecto a la reducción del personal, dijo que el principal desafío está en “liberar la mayor cantidad de gente posible para lo que nosotros llamamos que es nuestra función principal que es la de combate”.
“Estamos tratando de que el aparato burocrático sea más liviano, y que se vean beneficiados las unidades de combate.
El comandante lo que ha hecho es reducir los efectivos en aquellos lugares en lo que se cumplían tareas más burocráticas y volcarlos a las unidades, de manera de poder compensar”, afirmó.
Solo en el Estado Mayor del Ejército se redujeron unos 350 efectivos.
Sobre el nivel socioeconómico, D´Oliveira manifestó que el personal militar, por el nivel de sus retribuciones, “no vive en los lugares más adecuados para su desarrollo”.
En el ámbito de la División de Ejército I, que incluye las unidades de Montevideo y Canelones, el 19% del personal vive en asentamientos irregulares, agregó.
Cooperativas
Otro de los puntos sensibles es el de la afectación social.
D´Oliveira remarcó que si se pretende trasladar personal de Montevideo al Interior, “tenemos que hacer tentador el irse hacia el Interior”, lo cual dependerá de lograr soluciones habitacionales para esos efectivos.
En ese sentido, adelantó que “probablemente el instrumento más útil sea la conformación de cooperativas para que sean viviendas propias de ellos, no viviendas militares.
O sea que ellos pongan el esfuerzo, trabajo y a través de los planes existentes en el Estado ellos puedan construir sus propias vivienda”.
la republica