Brasil fue ruta de armas para Argentina durante las Malvinas, revelan archivos
Secretos de Estado. Liberados ayer por Londres, documentos secretos de la guerra de 1982 dan detalles sobre aviones argentinos que llevaban armamento de Libia de Kadafi a la junta militar de Buenos Aires con ‘conocimiento’ de la cúpula del gobierno Figueiredo
JAMIL CHAD , CORRESPONDIENTE / GINEBRA – El Estado de S.paulo
Aviones argentinos usaron el territorio brasileño – más específicamente, el aeropuerto del Recife – para traer un amplio arsenal de Libia de Muamar Kadafi para la junta militar de Buenos Aires durante la Guerra de las Malvinas. La información, que incluye detalles sobre las armas líbias y acusaciones contra el gobierno de João Batista Figueiredo, está entre los 6 mil documentos secretos de la guerra de 1982 que el National Archives, de Londres, liberó ayer.
La inteligencia británica usaba un informante en el Recife que consiguió entrar en uno de los aviones que hacían el “puente aéreo” Libia-Argentina. Londres confrontó el Itamaraty con la información, pero la cancillería brasileña silenció sobre el caso. En una reunión de gabinete, la primera-ministra británica, Margaret Thatcher, llegó a estudiar la posibilidad de abatir uno de esos aviones argentinos que hacían escala en Brasil.
Los británicos estaban convencidos de que el “más alto escalão” del gobierno brasileño tenía pleno conocimiento de la operación entre argentinos y líbios. Lo Brasil, que representaba los intereses de la Argentina en Londres, no tendría coraje de enfrentar la cuestión, acusan los británicos.
Rubens Ricupero, a la época responsable del Itamaraty para asuntos suramericanos, confirma que el embajador británico en Brasil, George Hardings, reclamó del supuesto uso del Recife como entreposto para envío de armas de Libia a la Argentina. “Él me traía con mucha frecuencia ese tipo de reclamación. Yo reportaba eso al ministro (Ramiro Saraiva Guerrero) y el asunto iba para el área de inteligencia del gobierno, principalmente para el Servicio Nacional de Inteligencia (SNI). Nunca tuve uno retorno”, dice Ricupero.
Sin embargo, él afirma ser “poco plausível” la información de que lo Brasil tenía participación en la operación. “No había intención nuestra en mantener la disputa (en las Malvinas) acesa. Siempre hubo mucha especulación, pero creo que era fantasia (de los británicos).” Londres pidió ayuda a Casa Branca para presionar lo Brasil. En consonancia con un telegrama de 1.º de junio, los americanos sabían de la ruta Libia-Argentina vía Recife.
Informantes. En un telegrama enviado a Londres en 1.º de junio de 1982, el embajador británico en Brasil da detalles sobre un carregamento de armas. Él fuera hasta Recife “investigar” el caso y constató que, hasta aquel momento, dos aviones habían pousado en la ciudad, haciendo el trayecto de Libia a la Argentina.
El primero había sido el día 25 de mayo, con registro WAS TC93. Pilotado por el “capitán Catiella” y con base en El Palomar, el avión estaba vacío y paró sólo para aprovisionar. Él seguiría para Trípoli.
El mismo avión volvería en 27 de mayo. Una hora después, despegaría para la Argentina. “La fuente en el Recife pudo ver dentro del avión y reportó seis largas cajas de madera”, indica el embajador. “La fuente” trabajaba en el aeropuerto y las cajas tendrían misiles Exocet. Otras menores ocupaban el restante del espacio. Tanto para el pouso cuánto despegue, el avión usó toda la pista, lo que indicaría su peso.
El día 28 a la noche, más un vuelo fue registrado por los británicos, de esa vez de las Aerolíneas Argentinas y en dirección la Trípoli, comandado por el piloto civil identificado como “Cunivert”. El mismo avión retornaría el día 30, cargado.
El mismo día, el embajador vio la llegada de más un avión, también de las Aerolíneas. Según él, pilotos hablaron con el cônsul argentino, mientras hombres armados cuidaban del avión y otros, “nerviosos”, acompañaban la situación. Los vuelos recibieron la “autorización del Ministerio de la Aeronáutica”, afirma el diplomático.
En otro telegrama enviado por los británicos en Trípoli, en 1.º de junio, diplomáticos de Londres confirman que vuelcan un avión civil argentino en el área restricta a militar en el aeropuerto líbio. Según el documento, él cargaba 400 misiles ERM.
El asunto rápidamente llegaría la Thatcher. El día 11 de junio, el procurador-general británico, Michael Havers, relató a ella que había sido solicitado a dar su opinión sobre el impacto jurídico que tendría una eventual interceptação de esas aeronaves.
“Un avión volando directamente de Trípoli para Recife, en Brasil, sin parar para aprovisionar, no podría ser interceptado o forzado para Ascenso (isla británica en Atlântico), porque no tendría combustible suficiente”, explicó. Los británicos pidieron la ayuda de la diplomacia francesa para contactar directamente Muamar Kadafi y obtener informaciones. París sólo relató que el dictador líbio negó cualquier implicación con el tráfico de armas para la Argentina. / COLABORÓ ROBERTO SIMON
FUENTE: Estadão