Camadita Drupi: muy sensatas tus palabras, y las valoro así...
Si, a mí me pasó algo que les cuento: un día estaba de guardia militar, y un suboficial camarero se arrimó a la guardia y dijo: ¡Chau!...y se fué. Entonces el Cabo de Cuarto me dice: pobre suboficial, pensar que se vá retirado y ni chau le dijeron....¿queeeee?...por supuesto que ahí nomás anoté en mi libro de novedades que se iba retirado. Pero cuando tomé la decisión de retirarme yo, pedí el reglamento, me lo leí bien y se lo llevé a mi jefe y le dije: "dígale al Director que yo me voy retirado el 31 de diciembre, y que según el reglamento me corresponde: formación de gala, palabras alusivas, medalla, aplauso y beso.....".....jaaaa. A mí no me van a rajar como si nunca hubiera pertenecido. El jefe fue y le dijo al Director (un capitán de navío "de escritorio", de esos que hacen sus carreras siempre detrás de un escritorio, y vino con la respuesta: dice que no te corresponde nada, que el 31 te vayas y listo. Bien, le dije: aquí tiene el reglamento, lean, y si la posición sigue siendo la misma, mandaré una nota al Edificio Libertad, al Director de Personal Naval, a ver qué opina él.....¿resultado?...me despidieron con formación de gala, palabras alusivas, medalla, aplauso y "abrazo" del director (con cara de asco...jejeje). Así pues sí, me dije yo...ahora estamos en paz...
Son momentos "pesados" en la vida de un militar, con seguridad, y yo no me fui de cabito...me fuí de suboficial principal...o sea, estaba más cerca de llegar al final de la carrera, que dejarlo todo. Pero yo soy así, amigo, te banco a morir siempre, y si tengo que morir a tu lado, o por vos, lo hago...pero si encima siento que me forre@s, ya no me simpatizas, y en cualquier momento te abandono, aunque me vaya con el alma rota. Todo vale...hasta que deja de valer...
Tiene razón el estimado Biguá también cuando dice que "no debo pagar por el pito más de lo que el pito vale"...de eso se trata, justamente, este intríngulis existencial mío. ¿Ser o no ser?....pero, como siempre, mi fe en Dios me acompaña y sé que El sabrá, en su momento, poner en mi cabeza y en mi corazón la decisión correcta.
Un abrazo enorme, y muchas gracias