Revisando viejos posts míos, encontré uno de hace varios años, y me siento en la necesidad de traerlo a la vida nuevamente, porque en él se sintetizan 2 cosas que necesito remarcar, tanto para dar a conocer la coherencia de mis ideas como que no soy un "
contrera" de la moderación por hacerle repetidas críticas públicas sino que, según mis ideales, denuncio lo que entiendo incorrecto, sea criticando la moderación... como apoyándola en una decisión difícil, exponiendo mi posición ante compañeros que defendían fervientemente la contraria, espero sepan disculpar la disgresión, pero se me hace muy pertinente, porque entiendo que hay compañeros que puedan no conocer mi actividad completa por ser más nuevos en el foro y quizás se hagan una imagen no del todo completa de mi como forista, y me cito:
"Vamos a poner las cosas en claro:
Creo -
al contrario que el compañero XXXX- que la decisión tomada al respecto de nuestro controvertido amigo Brunner es acertada y absolutamente justa en sí misma, y como tal es casi inexpugnable a cualquier crítica, mal que nos pese a quienes apreciamos, por sobre sus asperezas sus incontrastables conocimientos de historia, amén del acervo del cual es depositario, y que con gusto ha compartido con todos nosotros.
Es evidente que esto genera una disyuntiva entre los admiradores más militantes, entre el aprecio casi incondicional por esta persona, y la sujeción a las normas bajo las cuales todos -
incluyéndolo a el- aceptamos movernos, con las consiguientes limitaciones que debemos autoimponernos, con mayor o menor éxito, según el caso...
Pero debo admitir que la verdadera meritocracia no reside en aceptar el destrato de quienes, de alguna manera, se da por sentado que son superiores a nosotros; todo lo contrario, quien disfruta de los beneficios de estar más alto, tiene responsabilidades y obligaciones acordes, caso contrario estamos hablando de despotismo, en este caso, ilustrado...
COMPASS,
25 Nov 2007 Eliminar Denunciar
#161
Espero les sirva a muchos para hacerse una mejor idea de mi y de la coherencia con que siempre he planteado mis principios, sea en la aprobación o en la crítica hacia la autoridad.
Saludos