Fuerte paso atrás: Parlamento británico se opuso a atacar Siria
La oposición se impuso por estrecho margen para bloquearlo porque no hay pruebas suficientes; el lunes hay una nueva votación.
Por 285 votos a 272, el gobierno británico perdió la votación en el Parlamento apra dar luz verde a un ataque en Siria, un fuerte paso atrás en la intención de Londres y Washington de presionar al régimen de Assad
El debate
La oposición laborista había pedido este jueves al primer ministro británico David Cameron más pruebas de la implicación del régimen sirio en el ataque con armas químicas de Bashar al Asad para autorizar una respuesta militar.
La Cámara de los Comunes se reunió de urgencia para discutir un texto del gobierno que abriría la puerta al uso de la fuerza si se probara la responsabilidad del régimen sirio en el ataque, que causó cientos de muertos según la oposición siria.
En el debate abundaron las referencias a la invasión de Irak en 2003, que concluyó con el derrocamiento de Sadam Husein pero sin hallar rastro de las armas de destrucción masiva con las que el entonces premier británico, Tony Blair, la justificó.
Cameron admitió no estar totalmente seguro de la responsabilidad de Al Asad e invitó a los diputados a formarse su opinión.
"No existe un 100% de certeza sobre quién es el responsable" del ataque del 21 de agosto, dijo. "No existe una prueba de inteligencia determinante", continuó. "Pero creo que podemos estar tan seguros como es posible estarlo cuando se trata de un régimen que ha usado armas químicas en catorce ocasiones, que es muy probablemente responsable de este ataque a gran escala, que si no se hace nada llegará a la conclusión de que puede usar estas armas una y otra vez a gran escala con total impunidad".
"Tienen que elaborar su dictamen", sentenció Cameron.
La oposición laborista ha esgrimido el precedente de la guerra de Irak para pedir que se espere el resultado de la investigación de la ONU.
"Las pruebas tienen que preceder a la acción y no la acción a las pruebas", dijo el líder de la oposición, el laborista David Miliband.
"La guerra de Irak" y "el modo en que se manipuló la información de inteligencia hará más difícil que los gobiernos tomen medidas en el futuro", avisó Michael Howard, otrora líder de los conservadores.
El gobierno, una coalición de conservadores y liberales, suma 359 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes, pero en temas de seguridad nacional está moralmente obligado a sumar amplios consensos y ni siquiera está seguro de que todos sus diputados vayan a apoyarlo.
El endurecimiento en las últimas horas de las condiciones de los laboristas --que enfureció a Cameron hasta el insulto, según el diario The Times--, hizo que el gobierno suavizase la moción que someterá al parlamento.
Así, los diputados se pronunciarán sobre el principio general de una acción militar y en una segunda ocasión, que difícilmente será antes del lunes, a favor o en contra del uso concreto de la fuerza.
Un informe jurídico de los abogados del gobierno difundido este jueves sostiene que no sería necesaria la aprobación del Consejo de Seguridad.
El precedente de Irak, donde murieron 179 soldados británicos, ha templado los ánimos en Gran Bretaña. Un sondeo difundido por el diario The Times este jueves revela el poco apoyo popular a una acción militar contra Siria: 22% a favor y 51% en contra (27% no saben o no contestan).
Mientras el debate político cobra intensidad, el ministro de Defensa anunció el envío de seis cazabombarderos Typhoon a la base de Akrotiri en Chipre, precisando que "no se despliegan para participar en ninguna acción militar contra Siria".
Desencadenado en marzo de 2011 por una revuelta popular que se transformó en guerra civil, el conflicto sirio ha causado más de 100.000 muertos, según la ONU.
el observador